Reseña: Rasputin - Dark Servant of Destiny. Miércoles, febrero 16 del 2022.
Cañizares Lugo Flor Lizeth. Grupo: 0215.
Grigori Yefimovich Novikh Rasputín probablemente no era un vicioso, ni tenía poderes
adivinos o curativos como creía el Zar Nikolai II, pero aun así, fue capaz de aguantar en pie las turbulencias políticas en La Corte Imperial rusa. Al menos hasta que rebasó la paciencia de la Aristocracia, incrédula ante el poder que llegó a adquirir este monje siberiano, que planeó su asesinato en el año 1916. Conocido también por “El Monje Loco”, que fue un místico con una gran influencia en los últimos días de La Dinastía Romanov. La vida de Rasputín, sigue estando repleta de vacíos y de exageraciones; para unos fue un clarividente y curandero, pero para otros, un pecador. En su lugar de origen, pretendía darse una apariencia de un “Mecías”, y tenía fama de sanador mediante el rezo, razón por la cual, Rasputín fue llamado al Palacio de los Zares, para sanar de enfermedad al hijo y heredero, Alekséi Nikoláyevich Románov, que padecía de hemofilia. El Zarevich (el primogénito), efectivamente mejoró, algunos investigadores sostenían que fue mediante hipnosis. Gracias a esas milagrosas curaciones inexplicables la familia Romanov, especialmente la Zarina Aleksandra Fiódorovna, cayó bajo la influencia de este prodigioso hombre. Si él no salvaba de la muerte al hemofílico Zarévich, la especulación sobre el heredero al trono, quedaba abierta, pues no era públicamente conocida su enfermedad. Confió también en las predicciones del monje, sobre los destinos de La Santa Rusia, a la cual veía Rasputín en sus visiones. Sin embargo, Rasputín fue muy atacado por aquellos cortesanos y nobles que se sintieron amenazados en sus intereses, y propagaron rumores que sirvieron de alimento para los revolucionarios, enemigos del Régimen Zarista. Hasta donde el carisma pueda describirse, el suyo era producto de los siguientes factores: Una mirada penetrante, pelo castaño, ojos avellana muy claros; un verbo fácil y con elocuente expresión oratoria; era un gran atractivo para las mujeres, además de su físico; su intuición en su conocimiento de las escrituras, y en la tradición religiosa rusa que seguía prácticas para encontrar el camino a Dios. Rasputín poseía además comportamientos que causaban escándalo en temas sumamente delicados en aquella época; su adicción al alcohol, los encuentros sexuales con mujeres, las exhibiciones de su miembro viril o el acosamiento sexual con el pretexto del actuar con Dios. Al día siguiente, los reportajes sobre sus aventuras llenaban los periódicos sensacionalistas, y provocaban discusiones de los Zares con los enemigos de Rasputín, que las utilizaban como pruebas de su perversidad. En el gobierno y en la corte, se consideraba que la influencia de Rasputín sobre el Zar y la Zarina, era nefasta, en un momento en que la situación de la monarquía ya era muy crítica. Fue regresado a Siberia, pero logró volver. La muerte del místico y monje ruso, Grigori Rasputín, el 29 de diciembre de 1916, fue causa de un asesinato, obra de varios miembros de la nobleza rusa, dirigidos por el príncipe Felix Felixovich Yusupov. Poco antes de su muerte, Rasputín escribió a La Zarina, diciendo que esperaba una muerte violenta, probablemente por parte de la nobleza y aseguraba que, si él moría, el Zarismo haría lo mismo en 2 años, siendo ejecutada la familia. Así estamos en la Rusia de fin de siglo XIX, con el Imperio Ruso al borde de La Revolución, siendo Rasputín, el hombre que cambiará la historia para siempre. Rasputin - Dark Servant of Destiny se centra más en elementos melodramáticos en una producción con la calidad en HBO, dándonos la posibilidad de asistir a uno de los momentos más importantes de la historia del pueblo ruso.