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Bono

Un bono es un instrumento de deuda que emite una empresa o administración


pública para financiarse.
El emisor de un bono promete devolver el dinero prestado al comprador de ese
bono, normalmente más unos intereses fijados previamente, conocidos
como cupón. Por eso se conoce como instrumento de renta fija.

Los bonos son una de las principales fuentes de financiación de las grandes
empresas y las Administraciones públicas, principalmente de los Gobiernos, que
mediante la emisión de bonos materializan la deuda, entregando a sus
prestamistas un activo financiero.

Un bono es una parte alícuota de un préstamo. La organización emisora divide el


total de la deuda que quiere colocar en pequeñas porciones, llamadas bonos, así
cualquier persona le pueda prestar dinero, porque los préstamos son tan grandes
que no se los puede conceder a un solo agente, y por tanto, dividen el contrato
del préstamo en muchos pequeños contratos o títulos (los bonos), para que la
persona que posea el bono tenga un derecho a que le devuelvan el dinero que ha
prestado más un interés. Los bonos pueden ser transferidos en el mercado
secundario y por ello varía su precio de cotización. A los propietarios o
prestamistas de los bonos se les llama tenedores o bonistas.

Al comprar un bono estamos haciendo un préstamo. El comprador entrega una


cantidad de dinero, llamada capital del bono, a la empresa emisora del bono
(empresa que recibe el préstamo). La empresa se compromete a devolvernos en
una fecha de vencimiento, previamente establecida, la cantidad que le
hemos prestado, más un tipo de interés también previamente establecido. Por eso
los bonos se consideran activos de renta fija, ya que independientemente de
cómo le vaya a la empresa nosotros vamos a recibir a final del periodo el interés
fijo al cual se ha comprometido la empresa emisora. Aunque a veces tienen tipos
de interés variables.

Muchas veces se emiten a descuento, es decir, la empresa emisora se


compromete a entregarle en la fecha de vencimiento del bono el 100% del  capital
nominal, que generalmente son 1000 euros. Y en la fecha de emisión, en la que
nosotros entregamos el dinero para la compra del bono, no debemos prestarles el
100% si no un poco menos.

Valoración de un bono

El valor actual de un bono es igual a los flujos de caja que se van a recibir en el
futuro, descontados al momento actual a una tasa de interés (i), es decir, el valor
de los cupones y el valor nominal al día de hoy. En otras palabras, tenemos que
calcular el valor actual neto (VAN) del bono:
Por ejemplo, si estamos a 1 de Enero del año 2020 y tenemos un bono de dos
años que reparte un cupón del 5% anual pagado semestralmente, su valor
nominal son 1000 euros que los pagará el 31 de Diciembre del año 2021 y su  tasa
de descuento o tipo de interés es el 5,80% anual (lo que supone un 2,859%
semestral) el valor intrínseco del bono será:

Semestre 1 2 3 4

Flujo de caja 25 25 25 1025

Descuento 1,02859 1,05800 1,08825 1,11936

Flujo de caja descontado 24,3050867 23,6294896 22,9726718 915,698557

Si sumamos todos los flujos de caja descontados, el resultado es de 986,6058€

Riesgo de los bonos

Se suele decir que son una inversión segura, incluso a los bonos de deuda
pública muchas veces se les denomina activos sin riesgo. Aunque es cierto que es
una de las inversiones más seguras que podemos realizar, hay que distinguir dos
tipos de riesgo en los bonos:

 Riesgo crediticio: Es la posibilidad de que el emisor del bono no pueda


hacerse cargo de la devolución del préstamo.
 Riesgo de mercado: Posibilidad de que disminuya el precio del bono ante
variaciones en los tipos de interés del mercado.

Tipos de bono

Existen gran variedad de bonos según sus características:

En primer lugar debemos distinguir entre bonos públicos o privados:

 Bonos del Estado: Títulos emitidos por el Tesoro público de un país con el


objetivo de financiar los presupuestos generales del Estado.
 Bonos corporativos: Son bonos emitidos por las empresas con el objetivo
de financiar sus actividades.

También debemos distinguir entre bonos según su calidad crediticia. Aunque la


escala sea bastante amplia y depende de las agencias de calificación,
normalmente se distinguen entre dos tipos de bonos:

 Bono con grado de inversión: Tienen una calificación crediticia de grado


de inversión, lo que supone que tienen alta calidad crediticia y por tanto un
bajo riesgo de impago. La capacidad de pago mínima para considerarse
grado de inversión para Moody’s es el rating Baa y para S&P y Fitch es el
BBB.
 Bonos de alto rendimiento: Tienen una calificación crediticia de alto
rendimiento, lo que supone que tienen baja calidad crediticia y por tanto un
alto riesgo de impago.

Es importante distinguir el tipo de cupón del bono y si reparte cupones. Según esto
distinguimos tres tipos de bonos:

 Bonos con cupón fijo: Este tipo de títulos reparte periódicamente un


cupón fijo. Por ejemplo un 5% anual. Normalmente se reparten
semestralmente. Por lo que si un bono con 1.000 euros de nominal tiene un
cupón fijo del 5% repartirá 25 euros cada seis meses.
 Bono cupón cero: Este tipo de título no paga intereses hasta la fecha de
vencimiento, es decir, entrega los intereses junto al importe del préstamo al
final. En compensación, su precio es inferior a su valor nominal, es decir, se
emite con descuento, lo que otorga una mayor rentabilidad al principal.
 Bono con cupón flotante: Son títulos que proporcionan sus intereses a un
tipo flotante, vinculados a la evolución de un tipo de interés del mercado
monetario (euribor, libor…) más un diferencial. Ejemplo: Euribor + 2%.
Valores y rendimientos de los bonos
Conforme pasa el tiempo, las tasas de interés cambian en el mercado. Debido a
que los flujos de efectivo de un bono siempre son iguales, el valor del bono fluctúa.
Cuando las tasas de interés suben, el valor presente de los flujos efectivos
restantes del bono disminuye y el bono vale menos. Cuando las tasas de interés
bajan, el bono vale más. Para determinar el valor de un bono en un momento
dado, necesitamos conocer el número de periodos que faltan para el vencimiento,
el valor nominal, el cupón y la tasa de interés del mercado para bonos con
características similares. Esta tasa de interés requerida en el mercado sobre un
bono se llama rendimiento al vencimiento (YTM, siglas de yield to maturity). En
ocasiones esta tasa se llama rendimiento del bono. Con toda esta información
podemos calcular el valor presente de los flujos de efectivo como una estimación
del valor de mercado actual del bono.
Los precios de los bonos y las tasas de interés siempre se mueven en dirección
contraria. Cuando las tasas de interés aumentan, el valor de un bono, como
cualquier otro valor presente, se reduce. De igual modo, cuando las tasas de
interés bajan, los valores de los bonos aumentan. Incluso si el prestatario está
seguro de efectuar todos los pagos, el bono sigue teniendo cierto riesgo.
Riesgo de la tasa de interés
El riesgo que existe para los propietarios de bonos por las fluctuaciones de las
tasas de interés se llama riesgo de la tasa de interés. El riesgo de la tasa de
interés de un bono depende de la sensibilidad de su precio a los cambios en las
tasas de interés. A su vez, esta sensibilidad depende directamente de dos cosas:
el tiempo para el vencimiento y la tasa de cupón. Como veremos en seguida, debe
recordar lo siguiente cuando examine un bono:
1. Si no intervienen otros factores, cuanto más tiempo falte para el vencimiento,
mayor será el riesgo de la tasa de interés.
2. Si no intervienen otros factores, cuanto más baja sea la tasa de cupón, mayor
será el riesgo de la tasa de interés
Calificaciones de bonos
Con frecuencia, las empresas pagan por la calificación de su deuda. Las dos
principales empresas calificadoras de bonos son Moody’s y Standard & Poor’s
(S&P). Las calificaciones de la deuda son una evaluación de la solvencia del
emisor corporativo. Las definiciones de solvencia que emplean Moody’s y S&P se
basan en la probabilidad de que una empresa se declare en suspensión de pagos
y la protección que los acreedores tienen en caso de quiebra. Es importante
reconocer que las calificaciones de los bonos se ocupan sólo de la posibilidad de
incumplimiento de pago. Con anterioridad hablamos del riesgo de la tasa de
interés, que definimos como el riesgo de un cambio en el valor del bono, derivado
de una variación en las tasas de interés. Las calificaciones de los bonos no toman
en cuenta este factor. Como resultado, el precio de un bono con una calificación
muy alta sigue siendo bastante volátil. Las calificaciones de bonos se obtienen a
partir de información proporcionada por la corporación y otras fuentes. Las clases
de calificación e información relacionada con éstas se presentan en la siguiente
tabla:

Mercados de bonos
Casi todas las transacciones en bonos tienen lugar en el mercado extrabursátil
(OTC, siglas de over the counter), lo cual significa que no hay un lugar específico
para comprar y vender. En cambio, los operadores del país (y del mundo) están
preparados para la compraventa y se conectan por medios electrónicos.
Una razón por la que los mercados de bonos son tan grandes es que el número de
emisiones de bonos supera por mucho el número de emisiones de acciones. Hay
dos razones que lo explican. La primera es que, de ordinario, una corporación sólo
tiene una emisión de acciones comunes en circulación, aunque existen
excepciones. Sin embargo, una sola corporación grande podría tener sin dificultad
una docena o más de emisiones de pagarés y bonos en circulación. Aparte de
esto, el endeudamiento gubernamental a nivel federal, estatal y local es
sencillamente enorme.
Como el mercado de bonos es casi por completo extrabursátil, históricamente ha
tenido poca o ninguna transparencia. Un mercado financiero es transparente si
sus precios y volumen de transacciones se observan con facilidad. Por ejemplo,
en la Bolsa de Valores de Nueva York uno puede ver el precio y la cantidad de
cada transacción. En contraste, a menudo no es posible observar esto en el
mercado de bonos. Las transacciones se negocian en privado entre las partes y
existen pocos o ningún informe centralizado sobre las transacciones. Aunque el
volumen total de transacciones en bonos supera por mucho las que se realizan
con acciones, sólo una pequeña fracción del total de emisiones de bonos en
circulación se negocia en realidad en un día cualquiera. Este hecho, combinado
con la falta de transparencia en el mercado de bonos, hace que sea muy difícil o
imposible obtener precios actualizados de cada uno de los bonos, en particular
cuando se trata de emisiones de empresas pequeñas o municipales. En cambio,
de manera corriente se usan varias fuentes para estimar los precios.
Determinantes de los rendimientos de los bonos
Ahora nos encontramos en condiciones de analizar los determinantes del
rendimiento de un bono. Los rendimientos de los bonos representan el efecto
combinado de no menos de seis factores. El primero es la tasa de interés real.
Además de la tasa real, hay cinco primas que representan compensación por:
1) inflación futura esperada,
2) riesgo de la tasa de interés,
3) riesgo de incumplimiento,
4) tributación
5) falta de liquidez.
En consecuencia, para determinar el rendimiento apropiado sobre un bono se
requiere un análisis cuidadoso de cada uno de estos factores.

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