Está en la página 1de 6

Universidad Autónoma de Santo Domingo

Primada de América
Fundada 28 octubre 1538

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas


Escuela de Derecho

Maestría en Derecho Laboral y Seguridad Social.

Nombre : José Darío Cepeda Medina

Asignatura : Normas y Principios del Derecho Administrativo

Clave : POL-8328

Maestro : Franklin Emilio Concepción Acosta

Asignación : Ensayo Proceso de Ejecución de la Sentencia en el Proceso


Contencioso Administrativo.
ASPECTOS GENERALES

A pesar de que el Estado Dominicano se ha denominado como un estado inembarga-


ble en la Ley No. 1494 que instituye la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. Afirma-
ción, se establece: "En ningún caso, sin embargo, las entidades públicas podrán ser
objeto de embargos, secuestros o compensaciones forzosas, ni el tribunal podrá dictar
medidas administrativas en ejecución de sus propias sentencias" 1.

La inembargabilidad del Estado es fortalecida por la Ley No.86-11, que extiende el im -


pedimento de trabar ejecuciones contra las instituciones autónomas del gobierno y es-
tablece que: “Los fondos públicos depositados en entidades de intermediación financie -
ra o asignados en subcuentas especiales de la Tesorería Nacional en provecho de los
órganos del Estado, el Distrito Nacional, los municipios, los distritos municipales y los
organismos autónomos y descentralizados no financieros, así como las sumas que les
adeuden personas físicas o morales por concepto de tributos o cualquier otra causa, no
podrán ser retenidos como consecuencia de embargo retentivo u oposición de cual-
quier naturaleza.”2

En síntesis la ley 86-11 prohíbe que los fondos públicos depositados en las entidades
de intermediación financiera o asignados en subcuentas especiales de la Tesorería Na-
cional en provecho de los órganos del Estado, el Distrito Nacional, los municipios, los
distritos municipales y los organismos autónomos y descentralizados no financieros, así
como las sumas que les adeuden personas físicas o morales por tributos o cualquier
otra causa, no podrán ser retenidos como consecuencia de embargo retentivo u oposi-
ción de cualquier naturaleza.

Sin embargo, en lo que respecta al texto constitucional en su Art. 69 que establece la


Tutela Judicial Efectiva, la cual implica derecho a acceder a la justicia a reclamar sus
derechos de manera oportuna y gratuita y obtener la ejecución integral in natura de ese
fallo, a no ser que razones de estricta legalidad o de absoluta imposibilidad material im-
pongan el cumplimiento por equivalente. Además, el mismo texto Constitucional en su
Artículo 148, abre el camino de demandar por daños y perjuicios a los directores,

1
Artículo 45 de la Ley núm. 1494 del 2 de agosto del 1947, que instituye la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
2
Artículo 1 de la Ley 86-11 de los Fondos Públicos.
administradores de empresas estatales y funcionarios públicos que, con sus ac-
ciones o el incumplimiento de sus obligaciones, provoquen daños que deben ser
resarcidos. Tras lo que podemos afirmar que la inembargabilidad del Estado no
es absoluta y es posible trabar un embargo al Estado siguiendo el procedimiento
establecido en la ley 86-11. Del mismo modo, el artículo 258 de la Ley 176-07, del 17
de julio de 2007, consagra que los ingresos y derechos municipales solo pueden ser
objeto de embargos cuando constituyan garantías debidamente autorizadas por el con-
sejo edilicio.

En el año 2014, El presidente de la Corte de Trabajo del Distrito Nacional, actuando


como juez de los referimientos declaró inconstitucional la inembargabilidad de los fon -
dos públicos por considerar que la ley que lo prohíbe transgrede los artículos 39, 110 y
112 de la Constitución.

En su motivación, el presidente del tribunal de alzada, actuando como juez de los refe-
rimientos, arguyó que las leyes orgánicas son aquellas que, por su naturaleza, regulan
la organización de los poderes públicos y para su aprobación o modificación requerirán
del voto favorable de las dos terceras partes de los presentes en ambas cámaras. Es,
entonces, de principio, que solo a través de una ley orgánica se puede declarar la
inembargabilidad en beneficio del Estado.

En ese sentido, la Corte sostiene que, en el estado actual de derecho, la inembargabili-


dad del deudor se constituye en regla, en virtud de que los bienes de este son, como lo
indica el artículo 2092 del Código Civil, la prenda común de sus acreedores. Sobre este
particular, tanto la jurisprudencia nacional como comparada mantienen posiciones
afines a la expuesta. En este sentido, nuestra Suprema Corte de Justicia considera que
la inembargabilidad es una excepción a la regla, «[...] de lo cual se infiere que un bien
no puede ser sustraído del embargo de sus acreedores, excepto si la ley lo declara
inembargable o permite a su propietario conferirle esa calidad. En el primer caso se tra -
ta de una medida protectora instituida por razones de orden público, e interés general,
y en el segundo, la inembargabilidad se funda en motivos de interés privado [...]» 3 Es

3
SCJ, 10 de febrero de 2010, B.J. núm. 1191.
decir, que la inembargabilidad de los bienes patrimoniales del Estado es un asunto de
orden público4 que persigue evitar la posibilidad de poner en peligro el funcionamiento
de la maquinaria administrativa.

Tribunal Constitucional peruano reconoce la inembargabilidad de los bienes del Estado,


independientemente de alegadas transgresiones al derecho de la igualdad ante la ley,
al principio de observancia al debido proceso y tutela jurisdiccional, al principio
de independencia de la función jurisdiccional y a los alcances de inalienabilidad de
los bienes del Estado.5

DE LA EJECUCION DE LAS SENTENCIAS.

Con la entrada en vigencia de la Ley 13-07, “Se dispone que en lo sucesivo las compe-
tencias del Tribunal Superior Administrativo atribuidas en la Ley No. 1494, de 1947, y
en otras leyes, así como las del Tribunal Contencioso Administrativo de lo Monetario y
Financiero, sean ejercidas por el Tribunal Contencioso Tributario instituido en la Ley 11-
92, de 1992, el que a partir de la entrada en vigencia de la presente ley se denominará
Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo”. 6

Se hace necesario establecer que la ejecución de sentencia contencioso-administrativa


es la fase procesal por la que se procede al cumplimiento, en sus justos términos, de
las sentencias dictadas en el orden contencioso-administrativo por los juzgados y tribu-
nales de dicho orden jurisdiccional.

DEL PROCEDIMIENTO:

La administración pública deudora, condenada por sentencia al pago de lo debido, es li-


bre de decidir pagar al primer requerimiento porque dispone de fondos para saldar el
importe de la sentencia, incluso hacer modalidad de pago, sin comprometer mayores
valores a lo establecido en el crédito mismo de la sentencia, para pagar en ese mismo
año fiscal, los valores contemplados en la sentencia firme con autoridad de la cosa irre-

4
SCJ, 7 de agosto de 1964, B.J. 649, pág. 1197.
5
Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia núm. 336 de 30 de enero de 1997.
6
Artículo 1 de la Ley 13-07
vocablemente juzgada, y en caso de no tener liquidez para pagar, deberá ser presu-
puestado ese crédito para ser pagado el año próximo.

El acreedor podrá ser capaz de embargar retentivamente, con la única limitante de que
no se afecten los salarios de los empleados que laboran en la referida institución públi-
ca a embargar. Pudiendo indisponer todo valor que exceda la nómina y hasta el duplo
del valor de crédito reclamado en pago.

Ciertamente los fines del Estado, no son iguales a los de los individuos o entidades de
comercio, los cuales persiguen beneficios con sus actividades, ya que el Estado brinda
un servicio público (seguridad, salud, transporte, electricidad etc.), que en principio no
debe ser afectado, sin embargo, cuando el Estado contrata e incumple, o incluso llega
a comprometer su responsabilidad civil, carecería de eficacia la sentencia que lo san -
ciona, sin la posibilidad de ser forzosamente ejecutada contra la entidad misma que in-
cumplió o comprometió su responsabilidad y también solidariamente responsable el
funcionario público.

De conformidad con el precedente jurisprudencial del 2010 de la SCJ, cuando estable -


ció: Para que un monto adeudado por una institución autónoma del Estado (en la espe-
cie el Instituto Nacional de la Vivienda) sea admitido como deuda pública y la entidad
quede liberada de pagarla, es insuficiente el envío del expediente de solicitud a la Se -
cretaría de Estado de Hacienda, sino que es necesario que dicha Secretaría reconozca
la deuda y tramite su pago con cargo al Presupuesto Nacional. En caso de faltar algún
documento, el Departamento Legal deberá requerir sea completado el expediente, cuya
comunicación deberá ser hecha por cualquier medio de comunicación dejando constan-
cia de la recepción por parte del acreedor o del que tenga poder en representación de
éste. Debiendo requerir sea completado el expediente, en el plazo que establezca el
Departamento Legal, pero en ningún caso menor de cinco días laborables, (ver la Ley
107-13). Ya sea que el funcionario haga mutis o sea indiferente (omita) al requerimiento
o que habiendo sido incluido en la partida presupuestaria de la Institución, y vencido el
año y no pagado el acreedor, éste recupera el derecho a ser un Acreedor Embargante
sobre los bienes de su deudor (Art. 2092 y Art. 2093) pudiendo hacer uso del Embargo
Retentivo (Art. 557 del Código100 de Procedimiento Civil), con todas sus consecuen-
cias jurídicas de la medida ejecutoria, sobre la base de un crédito, avalado por un título
auténtico ejecutivo reconocido por la Ley de Gastos Públicos de Presupuesto del año
pasado y no pagado.

Del análisis de los Art. 3 y 4 de la referida ley 86-11, no se trata de una inembargabili -
dad absoluta, sino condicionada a un procedimiento previo, que la ley 86-11, no otorga
muchos detalles, pero que al ser complementada con la Ley 107-13, sobre los Dere-
chos de las Personas en sus Relaciones con la Administración y de Procedimiento Ad -
ministrativo. G. O. No. 10722 del 8 de agosto de 2013.

El Tribunal Constitucional, en la Sentencia TC/0048/15, acogió una acción de amparo


de cumplimiento que derivaba de una sentencia con autoridad irrevocable de la cosa
juzgada, en procura de asegurar la ejecución de la obligación impuesta por la ley 86-11
de consignar en el presupuesto de las entidades estatales las partidas provenientes de
condenaciones establecidas en sentencias firmes. La imposibilidad de ejecutar una
sentencia firme contra la Administración vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva.
ya que La finalidad de los artículos 3 y 4 de la ley 86-11 es crear un mecanismo de
cumplimiento del Estado frente a los terceros, por lo que es válido acudir al amparo de
cumplimiento cuando una institución pública incumple con las obligaciones que impone
esta normativa legal.

El artículo 5 de la Ley núm. 86-11, pone a cargo del funcionario público, encargado de
la entidad deudora, la obligación de efectuar las previsiones, a fin de incluir dichas su -
mas de dinero en el presupuesto de la institución. En efecto, el funcionario público que
utilice la partida presupuestaria para fines distintos para los cuales le fue otorgada, in-
currirá en faltas graves en el ejercicio de sus funciones, por lo que será pasible de las
sanciones previstas en la ley, quedando la parte interesada habilitada para per-
seguir la responsabilidad civil de dicho funcionario público.

También podría gustarte