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Coordenadas: 32°59′35″S 70°41′02″O (mapa)

Batalla de Chacabuco
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Batalla de Chacabuco
Guerra de la Independencia de Chile
Parte de guerras de independencia hispanoamericanas, Guerra de la Independencia de
Chile y Guerra de Independencia de la Argentina
Batalla de Chacabuco - Pedro Subercaseaux (cropped).jpg
Tropas argentinas y chilenas rumbo a la Batalla de Chacabuco (12 de febrero de
1817), lideradas por el general José de San Martín.
Fecha 12 de febrero de 1817
Lugar Terrenos de la Hacienda Chacabuco, situada a 50 km al norte de Santiago de
Chile (Actualmente parte de la comuna de Colina)
Coordenadas 32°59′35″S 70°41′02″O
Resultado Victoria decisiva del Ejército de los Andes.
Fin de la Reconquista e inicio de la Patria Nueva.
Beligerantes
Flag of Argentina (alternative).svg Provincias Unidas del Río de la Platanota 1
Flag of Chile (1817-1818).svg Patriotas chilenosnota 1nota 2 Flag of Spain
(1785-1873 and 1875-1931).svg Reino de Españanota 1
Comandantes
José de San Martín
Miguel Estanislao Soler al mando de la 1.ª División o ala derecha
Bernardo O'Higgins al mando de la 2.ª División o ala izquierda
Rafael Maroto Yserns
Fuerzas en combate
Flag of Mendoza Province, Argentina.svg Ejército de Los Andes:nota 3
~4000 soldadosnota 4
9 piezas de artillería1 Coronela.png Ejército Real de Chile:
~2000 soldadosnota 5
<160 soldados de España23nota 6
La mayoría de Valdivia y Chiloénota 7
24-51piezas de artillería
Bajas
12 muertos y 120 heridos5 500 muertos, 600 prisioneros, 170 dispersos (la
mayoría heridos)6
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Guerra de la Independencia de Chile
1812-1827
La batalla de Chacabuco fue una decisiva contienda de la Independencia de Chile en
la cual combatieron el Ejército de los Andes, formado por tropas de las Provincias
Unidas del Río de la Plata y chilenas exiliadas en Mendoza, y el Ejército Realista,
resultando en una firme victoria para el bando independentista comandado por el
general José de San Martín. La batalla tuvo lugar el 12 de febrero de 1817, en la
hacienda de Chacabuco (Colina), a 55 km al norte de la ciudad de Santiago

Índice
1 Antecedentes
1.1 Orden de batalla
1.1.1 Fuerzas Patriotas
1.1.2 Fuerzas Realistas
2 Batalla
2.1 Movimientos y desarrollo
3 Parte de batalla de José de San Martín
4 Consecuencias
5 Notas y referencias
6 Referencias
7 Véase también
8 Bibliografía
Antecedentes
Tras el desastre de Rancagua, que causó el fin de la Patria Vieja, los exiliados
chilenos se trasladaron a Cuyo, donde se pusieron bajo las órdenes del general José
de San Martín, gobernador de la provincia, que había desarrollado un plan para
derrotar a los realistas atacando el Virreinato del Perú por mar desde Chile. La
ocupación realista de Chile le obligaba a liberar primeramente ese país.

Los chilenos Bernardo O'Higgins y Ramón Freire ayudaron a organizar y adiestrar al


llamado Ejército de los Andes.

San Martín liberó a los esclavos negros siempre que se enrolasen en las tropas, e
incorporó en ellas a los patriotas chilenos que seguían a O'Higgins (ya que no
existía un ejército propiamente chileno, pasando a formar parte íntegra del
ejército libertador) y aquellos soldados de Carrera que estuviesen dispuestos a
servir bajo sus banderas.

Entre chilenosnota 8 y argentinos el ejército llegó a contar con alrededor de 4000


hombres perfectamente armados y disciplinados.

Luego del Cruce de los Andes las fuerzas patriotas dirigidas por San Martín
marcharon por la ladera poniente del macizo, llevando consigo las piezas de
artillería, alimento y ropajes.

Debido a la dispersión de sus fuerzas (estimadas en abril de 1817 en 4317


hombres),7 a Francisco Casimiro Marcó del Pont, se le hizo muy difícil reunir un
ejército, el que finalmente sería de 1500 hombres. La moral de éstos no era la
mejor, pues estaban mal pagos y no se les había reconocido los grados ganados en la
campaña de reconquista al mando de Mariano Osorio.

Orden de batalla
Fuerzas Patriotas
Flag of Mendoza Province, Argentina.svg
Ejército de los Andes

Estado Mayor del ejército


Comandante en jefe del ejército:

General José de San Martín

José de San Martín.


Ayudantes de campo:

Coronel Hilarión de la Quintana


Teniente coronel Diego Paroissien
Sargento mayor José Antonio Álvarez Condarco
División O'Higgins

Comandante

General Bernardo O'Higgins

Bernardo O'Higgins.
Infantería

Compañías de fusileros del Batallón n.º 7


Teniente coronel Pedro Conde
Compañías de fusileros del Batallón n.º 8
Teniente coronel Ambrosio Crámer
Caballería 3 escuadrones de Granaderos a Caballo

Coronel José Matías Zapiola


Escuadrón I,
Teniente coronel José Melián
Escuadrón II,
Teniente coronel Manuel Medina
Escuadrón III,
Mayor Nicasio Ramallo
Artillería

2 piezas de artillería.
División Soler

Comandante

General Miguel Estanislao Soler

Miguel Estanislao Soler.


Infantería

Batallón n.º 1
Coronel Rudecindo Alvarado
Batallón n.º 11
Coronel Juan Gregorio de Las Heras
Compañías de Granaderos y Volteadores del Batallón n.º 7
Compañías de Granaderos y Volteadores del Batallón n.º 8
Caballería

Escuadrón de escolta
Coronel Mariano Necochea
Escuadrón IV de Granaderos a Caballo
Teniente coronel Manuel Escalada
Artillería

2 piezas de artillería.
Fuerzas Realistas
Ejército Real de Chile
Regimientos Realistas
Comandante en Jefe

Coronel Rafael Maroto

Rafael Maroto.
Oficialidad

Teniente Coronel Ildefonso Elorreaga, Segundo Jefe


Capitán Vicente San Bruno, Cuartel Maestre
Unidades y Comandantes

4 compañías del Real Regimiento de Talavera de la Reina, Coronel Rafael Maroto


2 compañías del batallón Chiloé, Teniente Coronel José Piquero
2 compañías del batallón Valdivia, Teniente Coronel José Arenas
Caballería
Carabineros de la Concordia, Teniente Coronel Antonio de Quintanilla
Húsares de Abascal, Teniente Coronel Manuel Barañao
Piezas de artillería
2 cañones de montaña8
Batalla

La batalla de Chacabuco en La Lira Chilena (1902).


Tras reunirse el 9 de febrero en el Campamento de Curimón las columnas que cruzaron
los Andes por "camino de Los Patos" junto con las que cruzaron por el "camino de
Uspallata", se resolvió atacar en la madrugada del día 12. Con el fin de emplear
una táctica de pinzas por el frente y la retaguardia, se dividieron a las tropas
disponibles en dos:

La 1.ª División o ala derecha al mando de Miguel Estanislao Soler que debía atacar
por el oeste, estaba compuesta por los batallones N.º 1 de Cazadores y Nº11, las
compañías de Granaderos y Cazadores de los Batallones N.º 7 y N.º 8, el escuadrón
N.º 4 de Granaderos, el escuadrón escolta del general en jefe y 7 piezas de
artillería de 4" con 80 artilleros de dotación. Ascendía el total de esta columna a
2000 hombres.
La 2.ª División o ala izquierda al mando de Bernardo O'Higgins debía atacar por el
este; estaba formada por las compañías de fusileros de los batallones 7 y 8, los
escuadrones restantes 1.º, 2.º y 3.º de Granaderos a caballo y 2 piezas de
artillería (que perderían en el desfiladero) de 4" con el resto del batallón de
artillería. Ascendía el total de esta columna a 1500 hombres.nota 99
Mientras Soler rodeaba a los realistas por el camino de Montenegro, más suave pero
mucho más largo, O'Higgins lo hacía por Cuesta Vieja, más corto pero en pendiente y
mucho más peligroso, dirigiéndose en dos columnas, y enfrentándose con los
adelantados realistas hasta encontrarse frente a frente con el grueso del ejército
realista, por lo que decidió avanzar hacia el cerro Los Halcones y desplegar allí
sus fuerzas, al tiempo que despachaba un mensajero para informar de la situación al
general San Martín.

Las fuerzas realistas, inferiores en número, estaban compuestas por el batallón


Talavera, de soldados peninsulares, más otros dos provenientes principalmente de
Chiloé y Valdivia.nota 7 Inicialmente Maroto, consciente de la debilidad de sus
tropas había conseguido que el gobernador apoyase la idea de retirarse al Maule y
unir sus fuerzas a las de Concepción para presentar batalla a San Martín.10 Pero
Marco del Pont cambio de opinión rápidamente y le ordenó impedir que los
republicanos avanzaran sobre Santiago. El general realista escogió la cuesta de
Chacabuco como una posición defensiva, esperando detener a los patriotas mientras
llegaban los refuerzos desde el sur.11 Sin embargo, en un reconocimiento efectuado
el día 12 Maroto notó que la cuesta estaba ocupada por los patriotas, e incapaz de
tomarla tuvo que escoger entre retroceder a Colina o defender las posiciones donde
estaba su ejército, delante del cerro de Victoria, cerca de la Hacienda de
Chacabuco. Optó por esto último, lo que permitió a San Martín rodearlo con sus
fuerzas más numerosas.12

Movimientos y desarrollo

La batalla de Chacabuco en La historia argentina en cuadros para los niños (1933).


El plan de San Martín era que O'Higgins atacara por el este, Soler por el oeste y
San Martín de frente. Llegada la batalla O'Higgins se desespera al no recibir
órdenes de San Martín e inicia el ataque; cuando San Martín se da cuenta de esto
envía a un mensajero para que Soler comience el ataque. No había tiempo hasta que
Soler ataque y San Martín decide ir él por el frente junto a O'Higgins, hasta que
luego una división de adelantados de Soler arribó produciéndose el envolvimiento
completo del flanco izquierdo y de la espalda, y destrozando la retaguardia
realista, consolidándose así una aplastante victoria a favor de los patriotas. La
batalla concluyó a las 14:00 horas. El sorpresivo avance de Maroto cambiaba por
completo el panorama. Ahora O'Higgins, sin ayuda de Soler, tendría que batirse con
la totalidad de las fuerzas realistas o retroceder a una catástrofe segura.
O'Higgins al no recibir respuesta ante esta situación a las 11:45 y contraviniendo
las órdenes de San Martín de no comprometer fuego, aconsejado por Crámer,
(exoficial de Napoleón), ordenó a la infantería cargar a la bayoneta, organizando
dos columnas de ataque, siguiendo el modelo napoleónico y lanzándolas sobre el ala
derecha enemiga (Batallón Talavera) apoyada por la caballería del coronel José
Matías Zapiola, pero los granaderos tropezaron con el profundo cauce de Las
Margaritas, que no habían visto, no pudiendo pasar en formación de ataque y
retrocedieron tras una andanada de fuego enemigo, sin sufrir muchas bajas, hasta el
cerro de los Halcones, donde se reorganizaron. De nuevo O'Higgins y Cramer las
lanzaron al asalto, dirigiendo ahora la caballería contra el flanco derecho y la
infantería contra el centro. Un pelotón de caballería rompía la línea realista
entre la extrema izquierda del Talavera y la derecha del grueso del batallón
Chiloé, arrollando a los artilleros. La infantería ya casi vencedora, acudió en
auxilio de la caballería. Zapiola, después de romper el cuadro formado por los
talaveras, rebasó el ala derecha realista y una segunda carga sobre la infantería y
la caballería enemigas produjo la dispersión. Los restos del ejército realista
huyeron a la desbandada hacia las casas de Chacabuco distante a pocos kilómetros, y
dejando en el campo la tercera parte de sus efectivos. En medio de la batalla San
Martín llama a Osorio, el General Realista, para que saque a sus heridos de la
batalla, dando así San Martín un ejemplo de hacer una campaña con el menor costo de
sangre posible.

En veinticuatro días hemos hecho la campaña; pasamos la cordillera más elevada del
globo, concluimos con los tiranos y dimos libertad a Chile.
José de San Martín13
Parte de batalla de José de San Martín
Poco después de finalizar la batalla el general San Martín dirigió al Director
Supremo argentino Juan Martín de Pueyrredón el parte oficial:
Excelentísimo Señor:
Una división de mil ochocientos hombres del ejército de Chile acaba de ser
destrozada en los llanos de Chacabuco por el ejército de mi mando en la tarde de
hoy. Seiscientos prisioneros entre ellos treinta oficiales, cuatrocientos cincuenta
muertos y una bandera que tengo el honor de dirigir es el resultado de esta jornada
feliz con más de mil fusiles y dos cañones. La premura del tiempo no me permite
extenderme en detalles, que remitiré lo más breve que me sea posible: en el
entretanto, debo decir a V. E., que no hay expresiones como ponderar la bravura de
estas tropas: nuestra pérdida no alcanza a cien hombres.
Estoy sumamente reconocido a la brillante conducta, valor y conocimientos de los
señores brigadieres don Miguel Soler y don Bernardo O’Higgins.
Dios guarde a V. E. muchos años. Cuartel general de Chacabuco en el campo de
batalla, y febrero 12 de 1817.

Excelentísimo supremo director del Estado.


José de San Martín14
Los patriotas muertos fueron 12 y 120 heridos, mientras que los realistas sufrieron
500 muertos, quedando prisioneros 32 oficiales y 600 soldados.6 Fue capturada la
bandera del Regimiento de Chiloé, junto con aproximadamente mil fusiles, dos piezas
de artillería, seis espadas, 16 cajones de municiones, dos barriles de pólvora,
cuatro fardos de vestuarios, una treintena de equipajes y la correspondencia. Sin
embargo, San Martín cometió el error de no perseguir a los realistas vencidos,
dando la oportunidad de reembarcar hacia el Perú a 1600 soldados, que serían la
base de la expedición de Mariano Osorio en el siguiente.15 De otro modo, estiman
varios historiadores, Chacabuco hubiera sido la batalla decisiva de la
independencia y la expedición al Perú no se hubiera atrasado tres años.

El 16 de febrero la victoria fue conocida en Mendoza y el 24 de febrero a las 9


horas llegó a Buenos Aires en un pliego enviado por cuenta del gobernador de Cuyo
Toribio de Luzuriaga. El 26 de febrero el sargento mayor Manuel Escalada llegó a
Buenos Aires conduciendo el parte oficial de San Martín y la bandera tomada a los
realistas.16 Un día antes de la llegada de Escalada el director Pueyrredón -
habiéndose puesto en conocimiento de la victoria del ejército a través de
Luzuriaga- le envió a San Martín la siguiente comunicación:

“¡Gloria al restaurador de Chile! Sí, mi amigo querido, la fortuna ha favorecido


los heroicos esfuerzos de usted y la América nunca olvidará la valiente empresa de
usted sobre Chile, venciendo a la naturaleza en sus mayores dificultades. Usted
venció y yo me glorío con usted y lo abrazo con toda ternura de mi alma reconocida
a sus servicios. Ayer ha sido un día de locura para este gran pueblo. No tengo
tiempo para expresar a usted los términos con que se ha explicado el sentimiento de
regocijo público por la victoria de Chacabuco, cuya noticia llegó a las nueve de la
mañana por pliego despachado con Luzuriaga. Eran las once de la noche y aún se oía
un ruido sordo de vivas en toda la ciudad. La fortaleza y seis buques de nuestra
marina hicieron salva triple. Escalada que conduce los pliegos no ha llegado y me
tiene su demora impaciente porque quiero imponerme de algunos pormenores de la
acción. Lo que sé por Luzuriaga es que usted con dos escuadrones de granaderos tuvo
que meterse entre las líneas enemigas. De esto infiero, o que la cosa estuvo
apurada, o que no tuvo usted jefe de caballería de confianza, porque en todo otro
caso yo acusaría a usted del riesgo en que se puso. Dígame usted con la franqueza
que debe lo que hubo en esto; mientras yo quedo en el más grave cuidado con la
noticia que también me da Luzuriaga, de que en resultas de la fatiga personal que
usted tomó en la acción quedaba muy afligido de su pecho. Por Dios, cuídese usted,
porque su vida y su salud interesan extraordinariamente al país y a sus amigos”.17
Consecuencias
Fue tal la sensación que esta desgracia produjo entre las esparcidas tropas reales,
que al día siguiente se abandonó la capital sin más pensamiento que el de acudir a
Valparaíso, cada uno como podía, y embarcarse hacia Lima, aumentando el desorden y
el espanto de las familias que se precipitaban a ganar un buque porque se creían
comprometidas. Consiguientemente el general Marcó del Pont, muchos jefes y
oficiales, las principales autoridades y la mayor parte de la tropa cayeron en
poder de los vencedores, quienes sin mas resistencia invadieron todo el país hasta
las confines de la fiel provincia de Concepción de Penco. La imparcialidad exige
confesar que la pronta organización de un ejército en Mendoza con las dificultades
que ofrece el país, el plan de la invasión a Chile y su entendida ejecución
recomiendan el mérito de San Martín ...
General español Andrés García Camba18

Condecoración otorgada al General San Martín por su victoria.


Reunida la asamblea bajo la presidencia del gobernador don Francisco Ruiz-Tagle,
elegido interinamente por el pueblo al tiempo de la fuga de Marcó del Pont, los
concurrentes declararon por aclamación que a la voluntad unánime era nombrar a don
José de San Martín gobernador de Chile con omnímoda facultad, y así lo hicieron
constar en el acta que se levantó y todos firmaron ante escribano público. El
general fiel a sus instrucciones y a su plan político, se negó a aceptar el mando
que se le ofreció, y convocó por intermedio del Cabildo una nueva asamblea popular
a que concurrieron 210 vecinos notables. El auditor del ejército de los Andes, Dr.
Bernardo de Vera y Pintado, reiteró públicamente la renuncia de San Martín, y fue
aclamado en el acto el general O’Higgins Director Supremo del Estado de Chile,
declarando Vera que la elección era del agrado del General San Martín. El nuevo
Director nombró por ministro del interior a don Miguel Zañartu, carácter entero y
decidido partidario de la alianza chileno-argentina, y en el departamento de guerra
y marina al teniente coronel don José Ignacio Zenteno, secretario de San Martín. Su
primer acto de gobierno, el 17 de febrero de 1817, fue dirigirse al pueblo en una
proclama con alusión honorífica al general San Martín:1920

"Ciudadanos: elevado por vuestra generosidad al mando supremo de que jamás pude
considerarme digno es una de mis primeras obligaciones recordaros la mas sagrada
que debe fijarse en vuestro corazón. Nuestros amigos los hijos de las Provincias
del Río de la Plata de esa nación que ha proclamado su independencia como el fruto
precioso de su constancia y patriotismo acaban de recuperaros la libertad usurpada
por los tiranos. Estos han desaparecido cargados de su vergüenza al ímpetu primero
de un ejército virtuoso y dirigido por la mano maestra de un general valiente
experto y decidido á la muerte ó á la extinción de los usurpadores. La condición de
Chile ha cambiado de semblante por la grande obra de un momento en que se disputan
la preferencia el desinterés mérito de los libertadores y la admiración del
triunfo. ¿Cuál deberá ser nuestra gratitud á este sacrificio imponderable y
preparado con los últimos esfuerzos de los pueblos hermanos?. Vosotros quisisteis
manifestarla depositando vuestra dirección en el héroe. ¡Oh! si las circunstancias
que le impedían aceptar hubiesen podido concillarse con vuestros deseos yo me
atrevería á jurar la felicidad permanente de Chile. Pero me cubro de rubor cuando
habéis sustituido mi debilidad á la mano fuerte que os ha salvado. Instruíos de los
antecedentes que vosotros mismos habéis formado para esta elección y os uniréis á
mis sentimientos. Los de la unidad y concordia deben inflamar el espíritu de los
Chilenos. Un olvido eterno de esas mezquinas personalidades que por sí solas son
bastantes á hacer la ruina de los pueblos. Yo exijo de vosotros aquella confianza
recíproca sin la cual el gobierno es la impotencia de la autoridad ó se ve forzado
á degenerar en despotismo. No perder los laureles adquiridos con tantos
sacrificios. Resolverse á no existir antes que dejarse oprimir otra vez del bárbaro
español que perezca el último ciudadano en la defensa del precioso suelo en que vió
la primera luz un reconocimiento eterno á sus libertadores un amor á la patria que
sea el distintivo de todo Americano un zelo activo por la justicia y el honor un
odio irreconciliable á los maquinadores de nuestra esclavitud hé aquí los
sentimientos de vuestro director y los que han de hacer vuestro carácter si hemos
de ser libres. Cooperad y seréis el ejemplo de la gratitud el terror de la tiranía
y la envidia de la paz"
Santiago, 17 de febrero de 1817.

Bernardo O'Higgins

Miguel Zañartú, Secretario.21


Gracias a la Batalla de Chacabuco, en la que los patriotas salieron victoriosos,
pudieron entrar en Santiago de Chile el 14 de febrero. Finalizando el período de la
Reconquista o "Restauración" y empezando el período de la Patria Nueva.

Notas y referencias
Las banderas son meramente ilustrativas del infobox, cumplen la función de mejorar
la comprensión del lector, no necesariamente son estandartes empleados en la
batalla. Ni la bandera nacional argentina ni la española se emplearon en la
batalla, y la bandera chilena aquí representada nació unos meses después. El cuerpo
militar argentino peleó bajo la bandera de los Andes.
Si bien no hubo división o unidad militar chilena alguna que peleara en la
contienda se incluyó a "patriotas chilenos" como beligerante debido a la existencia
de algunos oficiales y soldados de ese origen en el cuerpo militar argentino.
Recién después de Chacabuco se crearía una división chilena que junto al ejército
de los Andes formaría el llamado "Ejército Unido Libertador de Chile".
El número de soldados negros esclavos y castas reclutados en el ejército de los
Andes es de entre 2.000 y 3.000 "libertos argentinos" (aunque Lynch -San Martín.
John Lynch, Editorial Critica, 2009.- y otros autores - Cita: "Los hombres de color
fueron generosamente incorporados en los ejércitos patrios en las luchas de la
Revolución y de la Independencia. El ejército de los Andes contó con 1.554
esclavos". - dicen que libertos eran poco más de la mitad -1.554 hombres-, de
manera que la otra mitad de soldados negros no eran esclavos), y que cruzaron los
Andes hacia Chile en 1817 con San Martín. De ellos menos de 150 volvieron con él en
1823, después de seis años de campaña a través de Chile, Perú y Ecuador. - Afro-
latinoamérica, 1800-2000. George Reid Andrews, Iberoamericana Editorial, 2007, pp.
109.
Sobre el tamaño del ejército republicano o patriota además de los 1.500 soldados
de la División de Soler y 2.000 de la de O`Higgins (Encina & Castedo, 2006, IV: 34)
debemos considerar la reserva y el Estado Mayor que acompañaban a San Martín, con
estos efectivos la tropa bien pudo haber alcanzado los 4.000 hombres (Frías, 1978:
221-222): 3.000 eran infantes, 700 jinetes organizados en 5 escuadrones de
granaderos a caballo, 250 artilleros, 10 cañones de batalla, 2 obuses y 9 piezas de
montaña, toda la artillería había sido fabricada en Cuyo (Ponz, 1957: 120).
Respecto del ejército realista, en muchas ocasiones se lo ha estimado en 1.400
(Encina & Castedo, 2006: 35) a 1.600 (Frías, 1978: 221) hombres pero el historiador
Agustín Toro Dávila señala que si bien la tropa pudo ser inicialmente de alrededor
de 1.450 infantes y 250 jinetes (1977: 102) durante la marcha y en los días previos
a la batalla se les sumaron más unidades, pudiendo alcanzar los 2.000 hombres
(Toro, 1977: 103-104; Silva & Guerrero, 2005: 52; Barros Arana, 1857: 413), se
descartarían así cifras más elevadas como las de Ocampo, que da 2.450 realistas
(2005: 162-169). De estos bien pudieron ser de infantería alrededor de 1.400
(Barros Arana, 1857: 413) destacando el batallón Talavera y los veteranos chilotes.
A estos se les pueden sumar 120 artilleros con hasta cinco piezas.
Debe mencionarse que un factor que forzó a atacar a San Martín fue que los
realistas, que buscaban conseguir sólidas posiciones defensivas esperaban la
llegada de más refuerzos del sur (Toro, 1977: 103), en particular de Rancagua, San
Fernando, Curicó y Talca. De haberse presentado, los realistas bien hubieran podido
alcanzar los 3.000 hombres (Encina & Castedo, 2006: 33), fuerza suficiente para
poner en un verdadero peligro a todo el Ejército de los Andes.
Efectivamente, las fuerzas monárquicas estaban dispersadas tratando de defender
toda la Capitanía General, es decir, un frente de casi mil kilómetros. El Ejército
Real, de acuerdo a Paladino, eran 5 batallones de infantería de 700 hombres cada
uno (apodados Concepción, Chillán, Chiloé, Valdivia y Talavera); además de 1.400
jinetes agrupados en 7 escuadrones (Carabineros de Abascal, Húsares de la Concordia
y Dragones), 250 artilleros operando 16 piezas y otros 250 hombres guarneciendo
Valdivia. Si eso no era poco contaban con el apoyo de 2.000 milicianos aunque de
inferior calidad (Paladino, 1936: 99).
Regimiento de Linea.
Fuerza que por su Regimiento tenía en 1808.
III. Cada Regimiento de Línea constará de tres Batallones totalmente iguales en su
pie y fuerza.
IV. Cada Batallon de ocho Compañías también iguales, la de una de Granaderos, otra
de Cazadores y seis de Fusileros.
V. Cada Compañía, así de Granaderos como de Cazadores, y así de Fusileros,
constarán de un Capitan, dos Tenientes, dos Subtenientes, un Sargento primero,
cuatro segundos, dos Tambores, que en las de Cazadores serán Cornetas, ocho Cabos
primeros, quatro segundos y quarenta y ocho Soldados, en todo sesenta plazas de
fusil, cinco Sargentos y dos Tambores, ó bien sesenta y siete plazas: y para tiempo
de guerra se aumentará cada Compañía con quatro Cabos segundos y sesenta y quatro
Soldados, (...)
Historia General de la República de Chile. Vicuña Mackenna. Santiago, Imprenta
Nacional, 1866-1882.
Maroto fue nombrado definitivamente jeneral en jefe del ejército acantonado en
Chacabuco, en la noche del 10 de febrero. Según la relacion publicada en su
biografía, (Galeria de españoles célebres) sin duda por datos que él suministró,
salió de la capital a las doce de aquella noche i llegó a las casas de Chacabuco al
rayar el sol del 11.
Encontró en aquel lugar una división de solo seicientos ochenta i tres hombres i
otra de doscientos que ocupaba la cima de la cuesta. Al amanecer del 12 recorrió
este punto Maroto, i dio órden al oficial que mandaba ese destacamento de no
retirarse de la altura sino hubiese perdido dos tercios de su fuerza. Pero apenas
había descendido a la llanura recibió el siguiente parte del oficial que mandaba en
la cuesta, "Tenemos al enemigo mui próximo en número de quinientos a seiscientos
hombres, entre caballería e infantería, los que amenazaban por dos puntos i dentro
de pocos momentos romperemos fuego".
Maroto formó su línea i mandó a su caballería en proteccion de la fuerza que bajaba
de la cuesta hostilizada por el enemigo; i luego que hubo llegado aquella, la
incorporó en su línea de batalla poniendo al centro el batallón Talavera, el de
Chiloé a la derecha i el de Valdivia a la izquierda. El primero en ceder fue el
cuerpo de chilotes, i rota la derecha fue envuelto en seguida en centro i arrollada
la izquieda.
No existen documentos o partes oficiales que especifiquen concretamente el aporte
de patriotas chilenos en los 3.778 soldados de tropa del ejército argentino. El
único documento oficial relacionado existente es el parte oficial del político y
militar chileno José Miguel Carrera fechado el 22 de octubre de 1814, el mismo
totalizó en 708 a los soldados chilenos que emigraron a Mendoza después de la
batalla de Rancagua; también se conoce que, por diferencias entre San Martín y
Carrera, solo una fracción de los emigrados se unió al ejército de los Andes. Para
más información leer artículo Emigración chilena como consecuencia de la Batalla de
Rancagua. Escritores chilenos como Osvaldo Silva y Agustín Toro Dávila se refieren
a un aporte mayor de patriotas chilenos, aunque ninguno detalla la fuente
documental utilizada en la aseveración, el primero en su libro Atlas de la Historia
de Chile, Editorial Universitaria (2005), pp. 76, afirma que había 1200 chilenos en
el ejército de los Andes reunido en Mendoza y el segundo en su libro Síntesis
histórico militar de Chile, Fondo editorial Educación moderna (1969), pp. 110,
menciona un número similar, el autor escribe: "De los 209 oficiales de dotación,
alrededor de 50 eran chilenos, y el resto argentinos. No se conoce exactamente la
proporción de chilenos en los 3.778 hombres de tropa. Se estima que no sería más de
un 30%."
El paso de las Andes. Crónica histórica de las operaciones del ejército de los
Andes, para la restauración de Chile en 1817 - Jerónimo Espejo (1882) - Extracto
pag. 578-579 :
En el reparto que el General hizo, dio al mando de la primera division al Brigadier
Soler, denominándola también ala derecha. Su composición fue, de los dos batallones
Nº1 de Cazadores, Comandante Alvarado, y Nº11 el Coronel Las Heras: de la columna
de preferencia formada de las dos compañías de granaderos y cazadores de los
batallones Nº7 y Nº8, al mando del teniente coronel don Anacleto Martinez y como 2º
el sargento mayor don Lucio Mansilla: del 4º escuadron de Granaderos comandante
Melian: del Escuadron Escolta del General en Gefe, comandante Necochea; y 7 cañones
de montaña de á 4 con 80 artilleros de dotación. El total de esta columna era de
2.100 hombres proximamente, pero si se atiende á su calidad, se verá que era de la
parte mas selecta y aguerrida del ejército, por cuanto su misión era la de iniciar
la batalla por la retaguardia del enemigo, ó por lo menos, por su flanco izquierdo.
Al Brigadier O'Higgins dio el mando de la segunda división, designándola ala
izquierda. Fué organizada de los dos batallones Nº7 comandante Conde, y Nº8
comandante Cramer: de los tres escuadrones restantes de Granaderos a caballo, 1º,
2º y 3º, coronel Zapiola; y 2 cañones de montaña (que perderían en el desfiladero)
de á 4, con el resto del batallon de artilleria. Ascendía el total de esta columna
a 1500 hombres, pues su destino era solo como para entretener al enemigo por el
camino real, y segundar el ataque de la división Soler llegado el caso. A la
columna de O'Higgins debia seguir el cuartel General y Estado Mayor.
Referencias
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Granaderos a Caballo Grl San Martín 1812-1820”. Buenos Aires: Editorial Dunken. pp.
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a Chile independiente. p. 686. «En Chacabuco (febrero de 1817) participaron, a lo
sumo 160 españoles, y, lo más probable, es que no hayan subido de ciento.»
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Editores, pp. 354.
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& Leopoldo Castedo, editorial Santiago, edición 2006, pp. 30
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Chiloé, p. 257.
Soler tenía a su mando la 1.ª División o ala derecha con 2100 soldados y O'Higgins
la 2.ª División o ala izquierda con 1500 soldados. El paso de las Andes. Crónica
histórica de las operaciones del ejército de los Andes, para la restauración de
Chile en 1817. Jerónimo Espejo (1882), pp. 578-579.
Encina & Castedo, 2006, IV: 33
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Encina & Castedo, 2006, IV:33
Nueva Historia de Chile, Luis Emilio Rojas, Batalla de Chacabuco
Parte oficial de la batalla
Silva Galdames, 2005: 52
Revista de Buenos Aires: historia americana, literatura y derecho, Volumen 15. pp.
525. Editor: Impr. de mayo de 1868
Bartolomé Mitre, Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana, Volumen
1, ed. F. Lajouane, 1890, pág. 28-29
"Memorias para la historia de las armas españolas en el Perú" pág. 267
"El paso de las Andes. Crónica histórica de las operaciones del ejercito de los
Andes, para la restauracion de Chile en 1817 (1882) pág. 649
Instituto Nacional Sanmartiniano Archivado el 26 de diciembre de 2009 en Wayback
Machine.
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Troisiéme, Paris, 1864. pag. 293-294
Véase también
Monumento a la Victoria de Chacabuco
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ISBN 956-7300-21-6.
Toro Dávila, Agustín (1977). Síntesis histórico-militar de Chile. Santiago de
Chile: Editorial Universitaria.
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Chile con participación argentinaBatallas del Ejército de los AndesChile en
1817Historia de la Región Metropolitana de Santiago
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