Ministerio FEI

Formación Eclesiástica Integral

La Meta del Maestro

en la Docencia
Cristiana

P. Ronald Arce D.
La necesidad de plantarse buenas metas:
Dicho Popular: “ El que a nada apunta, a nada
Pega…”
La Biblia nos enseña sobre lo necesario de tener metas
y objetivos a alcanzar
El Apóstol Pablo: 1 Corintios 9:26
“ Por tanto, yo de esta manera corro, no como
sin tener meta; de esta manera peleo, no como
dando golpes al aire, LBLA

La meta de Pablo en su vida y

ministerio: Filipenses 3:13-14
• JOB 1:22 Nos enseña que Dios siempre
permite las cosas con un propósito.
aunque las circunstancias sean difíciles y
parezcan cosas malas.
• La Palabra de Dios nos invita a que
nosotros también tengamos metas en la
vida secular y cristiana
Pon en manos del Señor todas tus
obras, y tus proyectos se cumplirán.
Proverbios 16:3 | NVI |
•
 Que te conceda lo que tu corazón desea; que
haga que se cumplan todos tus planes.
Salmos 20:4 | NVI

Como Maestros de LA PALABRA, necesitamos

entender:
- Dios envía su palabra para que por ella se
cumplan sus propósitos ISAIAS 55: 10, 11
- Cristo compara la PALABRA con una
semilla. LUCAS 8:10-11
Si la PALABRA es la semilla, el maestro de la
palabra es entonces un SEMBRADOR
Sembrar no es labor sencilla, requiere
esfuerzo, sacrificio y muchas veces LAGRIMAS
Salmos 126: 6

¡Que los que entre sollozos esparzan la

semilla, vuelvan alegres trayendo sus
gavillas! RVC (Reina Valera Contemporánea)

Muchas veces, serán otros

los que sieguen lo que
nosotros sembramos.
Juan 4:37
 NO TE PREOCUPES si no vez con tus ojos
la cosecha, sembremos bien y bastante
para que el que riega y el que siega
tengan mucho que regar y recoger.

Lo verdaderamente importante es que se

siembra, riega y cosecha para la gloria de
Dios

No importa quién planta o quién riega; lo

importante es que Dios hace
crecer la semilla.1Corintios 3:6
El que planta y el que riega trabajan en
conjunto con el mismo propósito y cada
uno será recompensado por su propio
trabajo (v7-8)
Al ministrar la PALABRA a mis alumnos,
es importante tener una meta correcta.
No debemos perder el enfoque:

La LECCIÓN es un medio, no un fin

Nuestra meta nunca puede ser dar

una lección, aunque te salga muy
bonita.
La Lección es una herramienta para lograr
alcanzar un objetivo más elevado.
“EL que DIOS determino”.

ÉL tiene un regalo espiritual ,una bendición

un milagro que quiere dar y hacer en la
vida de cada alumno y para hacerlo, envía
su palabra.
La lección es el pico, la pala , el
carretillo y todo lo que requerimos
para PODER SEMBRAR LA PRECIOSA
SEMILLA.
Nuestros alumnos necesitan escuchar a Dios en
cada una de las lecciones que impartimos.
Nuestras Opiniones son importantes, pero solo
la palabra de Dios transforma, liberta, bendice,
sana y salva.
Ser en buen sembrador de la palabra implica
ser un buen mensajero. Fiel al mensaje que
Dios le envía a cada alumno.

Por esa razón DEBEMOS

conocer bien las Escrituras y
buscar la ayuda y dirección
del Espíritu Santo.
2 Tim 2:15 – Jn 16:13
 ¿ Cuál es entonces nuestra meta ?
Lograr que el alumno OIGA y ENTIENDA
la PALABRA Mateo 13( La parábola del sembrador)
La Parábola del Sembrador nos enseña
PRINCIPIOS que no podemos ignorar.

.oir sin entender, es una semilla que

será arrebatada por el maligno (V19)

. OIR y ENTENDER la Palabra,

garantiza fruto en la vida del
alumno. (V23)
Cada lección requiere una meta que
alcanzar:
- Que el alumno aprenda un principio
espiritual.

- Que el alumno logre tener una vivencia

con Dios y las cosas espirituales

- Que tome decisiones que

traerán bendición a su vida
III La meta que nos fijemos va
a determinar :
1. Que texto o pasaje bíblico
usar
2. Que manualidades u objetos
emplear
3. Que coros cantar y
que música emplear
4. Que actividades
debo realizar
No olvidemos que: Durante el desarrollo de
la lección, debemos enfatizar las partes
que nos ayudaran a alcanzar la meta fijada
y que nos ayuden a que el alumno OIGA Y
ENTIENDA la palabra.

Si se siembra la semilla con fe y se

cuida con perseverancia, sólo será
cuestión de tiempo recoger
sus frutos.

(Thomas Carlyle)
La Promesa de Dios para los Maestros
de la palabra