Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Herrera
Matrícula: 100573357
Facultad: Humanidades
Sección: PSI 3410 -06
Maestra: Milton F. Vadez Ybert
INICIOS
Otros tratamientos históricos los encontramos en Egipto con: El papiro Edwin Smith el cual
contiene descripciones detalladas sobre el tratamiento de heridas así como operaciones
quirúrgicas. Se encontró dentro de este, por primera vez en la historia, una descripción del
cerebro, el cual se habia reconocido como el lugar donde se ubican las funciones mentales.
También se encuentra El papiro Ebers dentro del cual se ofrece otra perspectiva sobre el
tratamiento de enfermedades. Presentando la medicina interna y al sistema circulatorio,
aunque estaba más orientado hacia encantamientos y fórmulas mágicas.
Durante esta época dorada vivió Hipocrates el cual insistía en que los trastornos
mentales, como cualquier otra enfermedad, tenían causas naturales y eran
susceptibles de ser tratados. Consideraba que el cerebro era el órgano principal de la
actividad intelectual y que los trastornos mentales se debían a una patología del
mismo.
Hipócrates clasificó los trastornos mentales en tres categorías generales: manía, melancolía,
y frenitis y ofreció descripciones clínicas muy detalladas de alguno de los trastornos
incluidos en cada categoría.
Platón fue un filósofo griego que estudió cómo tratar a las personas con un trastorno
mental que habían cometido actos criminales. Este escribió que esas personas no
eran responsables de sus actos y no deberían ser castigadas como otras personas
normales.
Platón consideraba que los fenómenos psicológicos eran respuestas del organismo
que representaban su estado interno y sus apetitos naturales.
Aristóteles, un discípulo de Platón, escribió extensamente sobre los trastornos
mentales. Entre sus más conocidas contribuciones a la psicología podemos encontrar
su descripción de la “conciencia”.
Uno de los médicos griegos más influyentes fue Galeno. Su contribución principal no
fue el tratamiento o la descripción clínica de los trastornos mentales, sino una serie
de contribuciones a la anatomía del sistema nervioso. Este adoptó una perspectiva
científica, dividiendo las causas de los trastornos psicológicos en físicas y mentales.
Durante esta época los conocimientos científicos de la medicina griega sobrevivieron gracias
a los intelectuales árabes. El primer hospital mental que conocemos se fundó en Bagdad en
el año 792 después de Cristo, y en seguida se construyeron otros en Damasco y Alepo. En
estos hospitales las personas con trastornos mentales recibían un tratamiento humanitario.
La figura más destacada de la medicina árabe fue Avicena, este fue autor del Canon
de Medicina, probablemente el trabajo médico más completo que jamás se haya
escrito. En sus escritos Avicena se refiere frecuentemente a la histeria, la epilepsia,
las reacciones maníacas y la melancolía.
Durante la Edad Media europea, eran los sacerdotes quienes se encargaban de las personas
con trastornos mentales. Durante la primera parte de la época medieval, las personas con
trastornos mentales eran tratadas con una gran amabilidad. El”tratamiento” consistía en
oraciones, agua bendita, óleos sacrificados, el aliento o la saliva de los sacerdotes, el
contacto con reliquias, la visita a lugares sagrados y versiones moderadas de exorcismo.
Paracelso fue un médico suizo que insistía en que la manía danzante no era tanto
una posesión sino un tipo de trastorno, y que como tal debía ser tratado. También
propuso que existía un conflicto entre la naturaleza instintiva y espiritual del ser
humano, y formuló la idea de que la enfermedad mental tenía causas físicas, para
cuyo tratamiento propuso el “magnetismo corporal”, que más adelante recibió el
nombre de hipnosis.
Johann Weyer fue un médico y escritor alemán. Este realizó un estudio muy
meticuloso sobre las torturas a las que se sometía a los acusados de brujería y, en el
año 1563, publicó un libro: El fraude de los demonios, que contenía una refutación
paso por paso del Malleus Maleficarum, un manual publicado en 1486 para que los
inquisidores pudieran reconocer a las brujas y enfrentarse con ellas.
En su libro, Weyer argumenta que la mayoría de las personas apresadas, torturadas
y quemadas por brujas eran en realidad enfermos mentales y que, por lo tanto, se
estaban cometiendo tremendos errores contra gente inocente.
San Vicente de Paul declaró que “la enfermedad mental no difiere de la enfermedad
del cuerpo, y la cristiandad reclama de los humanos y poderosos la protección y la
capacidad de aliviar la una así como la otra”. Este tipo de alegatos científicos y
humanistas continuó durante los siguientes dos siglos hasta acabar con la demología
y la superstición.
A partir del siglo XVI proliferaron una serie de instituciones especiales denominadas “asilos”,
destinadas exclusivamente al cuidado de los enfermos mentales. Los primeros asilos se
crearon para poder eliminar de la sociedad a los individuos problemáticos que no eran
capaces de cuidar de sí mismos. Si bien los avances científicos sobre la conducta anormal
eran cada vez mayores, sin embargo los primeros asilos conocidos como «manicomios» no
eran precisamente placenteras residencias, sino más bien almacenes para enfermos.
Poco después de que comenzara la revolución francesa, Pinel fue nombrado director
de La Bicête de París. Entre sus atribuciones recibió el permiso del Comité
Revolucionario para poner a prueba su idea de que los pacientes mentales deberían
ser tratados con amabilidad y consideración, como a personas enfermas y no como
bestias o criminales.
William Tuke fundó el York Retreta, una agradable casa de campo donde los
pacientes mentales vivían, trabajaban y descansaban en una atmósfera
amablemente religiosa,
Rush fue el fundador de la psiquiatría americana, mientras trabajó en el hospital de
Pennsylvania en 1783, Rush impulsó el tratamiento humanitario de los enfermos
mentales; escribió el primer tratado sistemático de psiquiatría en América,
Exámenes y observaciones médicas sobre las enfermedades de la mente.
Dorotea Dix fue una enérgica maestra de Nueva Inglaterra que se convirtió en la
defensora de las personas pobres y “olvidadas” que permanecían en las prisiones y
las instituciones mentales desde hacía décadas. Dix llegó a convertirse en una
impulsora del tratamiento humanitario para los pacientes psiquiátricos.
El siglo XX comenzó con un crecimiento continuo de los asilos para enfermos mentales. Sin
embargo, esto no ha sido completamente positivo. Durante el siglo XX, el número de
hospitales mentales, fundamentalmente para alojar a personas con trastornos mentales
graves como la esquizofrenia, la depresión, trastornos mentales orgánicos como la sífilis
terciaria, y el alcoholismo agudo creció sustancialmente.
Mientras que el movimiento de higiene mental ganaba terreno en los Estados Unidos
durante los últimos años del siglo XIX, se estaban produciendo, tanto dentro como fuera de
sus fronteras, enormes descubrimientos tecnológicos. Los avances más identificables se
dieron en el estudio de los factores biológicos y anatómicos que subyacen a los trastornos
físicos y mentales.
Con la aparición de la ciencia experimental durante la primera mitad del siglo XIX, los
conocimientos sobre anatomía, fisiología, neurología, química y medicina general,
avanzaron rápidamente. Tales avances condujeron a la progresiva identificación de diversas
patologías que subyacen muchas dolencias físicas.
Sigmund Freud, es el psicólogo teórico más citado de todo el siglo XX. Este dedicó
cinco décadas a observación, terapias y escritos, y desarrollo una teoría global de la
psicopatología que exponía la dinámica interna de los motivos inconscientes que
supone el núcleo de la perspectiva psicoanalítica.
Franz Anton Mesmer, un médico austriaco que desarrolló las ideas de Paracelso
referentes a la influencia de los planetas sobre el cuerpo humano. Mesmer
consideraba que los planetas afectaban a un fluido magnético que tenemos en el
cuerpo, cuya distribución influye a su vez sobre la salud y la enfermedad. Para
intentar encontrar curación a los trastornos mentales, Mesmer llegó la conclusión de
que todas las personas poseen fuerzas magnéticas que pueden influir sobre la
distribución del fluido magnético en los demás, lo que podría facilitar su curación.
Ambrose August Liébeault, fue un médico francés que ejercía en la localidad de
Nancy, utilizaba con éxito la hipnosis como terapia. Durante esos mismos años
ejercía también en esa localidad como profesor de medicina Hipólito Bernheim, que
se interesó mucho por la relación que pudiera existir entre la histeria y la hipnosis.
LA PERSPECTIVA CONDUCTUAL
Si bien el psicoanálisis dominaba el pensamiento psicológico hacia finales del siglo XIX y
principios del XX, durante esta época estaba naciendo otra escuela, el conductismo, que
comenzó a desafiar su supremacía a medida que las teorías del aprendizaje comenzaron a
utilizarse para comprender mejor la conducta patológica. Los psicólogos conductistas
consideraban que el estudio de la experiencia subjetiva no podía proporcionar datos
científicos aceptables.
CONDICIONAMIENTO CLÁSICO
Este trabajo comenzó con el descubrimiento del reflejo condicionado por el fisiólogo
ruso Iván Pavlov. Este demostró que los perros comenzaban a producir saliva cuando
veían estímulos no alimenticios, tales como una campana, una vez que el estímulo
había acompañado de manera habitual a la comida.
CONDICIONAMIENTO OPERANTE
TERMINOS
Conciencia: Conocimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, de sus estados y
de sus actos.