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Para aquellos que no estén familiarizados con el término, lo primero que deben saber es
que de su subida o bajada depende una parte de nuestro ahorro. No solo porque se trata
de un factor fundamental en la inflación de los países de la zona euro, sino porque afecta
directamente a nuestro bolsillo. Y en los últimos tiempos está fluctuando más de lo
habitual, pues a mediados de 2014 el barril sobrepasaba los 100 dólares, a principios de
2016 llegó a caer por debajo de los 30 dólares y actualmente varía alrededor de los 53
dólares.
Nuestro desembolso en gasolina también ha variado en los últimos meses, al tiempo que
lo ha hecho el precio del Brent. Cabe recordar que nuestro gasto no ha bajado en la
misma medida que el Brent, ya que buena parte del gasto en gasolina se va en
impuestos. Veamos cómo nos impacta la fluctuación:
Para saber el precio medio del combustible en las gasolineras españolas recurrimos a los
datos del boletín petrolero de la UE, donde nos encontramos que a comienzos
de agosto el precio de un litro de super 95 nos cuesta en España alrededor de 1,181 euros
y el de diesel 1,061 euros. Esta situación nada tiene que ver con los precios que
pagábamos hace unos años (en junio de 2014: 1,46 euros por cada litro de gasolina y 1,35
euros por el de gasoil). Este año ha sido más bien propicio para llenar el depósito,
además el precio del petróleo ha ido disminuyendo a lo largo del año y ahora cada litro de
gasolina nos sale alrededor de un 4,5% más barato que en enero, mientras que el de
diésel se ha abaratado cerca de un 5,94%.
De modo que cada vez que llenamos el tanque con 50 litros de gasoil estamos
pagando casi 3 euros menos que a principios de año. Así visto, no cabe duda de cuánto
repercuten las variaciones del Brent al bolsillo de cada español. Pero…¿es así en todo el
mundo? No, depende de cada país. En toda Europa es el valor del Brent el que determina
el precio del combustible, pero en otros lugares del mundo, como en Estados Unidos, el
barril de referencia es el WTI, o West Texas Intermediate. Sigue leyendo porque te vamos
a contar con detalle qué es cada uno y en qué se diferencian.
Brent
¿Y ese nombre?
En ambos casos, para Brent o WTI, hablamos de barril de petróleo pero evidentemente ya
no se traslada el petróleo dentro de barriles. La palabra barril ha quedado como unidad de
medida, equivalente a 42 galones americanos, o 159 litros. Por cierto: el precio de ambos
se expresa en dólares americanos.
Casi más importante que conocer el origen del petróleo Brent es ubicarlo como materia
prima negociada en el mercado de futuros. Concretamente en el ICE (Intercontinental
Exchange) y en el NYMEX de Nueva York, con fechas de entrega para los doce meses del
año. Cada contrato de futuro está formado por 1.000 barriles de crudo y su tick o
variación mínima de cotización es de 0,01 dólar por barril, es decir, 10 dólares por
contrato.
Existen varios tipos de crudo en todo el mundo, pero los cuatro que principalmente sirven
de precio de referencia son el Brent, el WTI, el Dubai y la cesta OPEP. Sin embargo, sobre
el Brent se referencian los precios del crudo en los mercados europeos.
El WTI también cotiza en los mercados de futuros ICE y NYMEX. En el caso de hacerse la
entrega física del petróleo, ésta es en Cushing, en el estado de Oklahoma. Cushing es un
pequeño pueblo, centro neurálgico del crudo y núcleo de oleoductos de distribución del
WTI.
Si el Brent marca el precio de referencia para Europa, en Estados Unidos, los precios del
crudo se establecen en base al WTI.