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ILlPJ'E· CAlllER

Derecho diplomático, no precisamos extendernos . sobre la aludi-


da cuestión. Sin embai·go, debe permitírsenos co.ncluir el análisis
insistiendo sobre esta verdad: que un diplonuítico no se impro·
visa y ·que, por lo. tanto, los Estados han de ·dedicar· mucho
cuidado a su formación y demostrar a los aspirantes al .servicio
que la carrera no es una sinecura, sino una función que requiere/
trabajo, cualidades positivas, dedicación y un gran sentido cí-
vico. En conclusión, te1fcmos que rechazar,--salvo el caso de ~ir­
cunstandas excepcionales-la práctica de ciertos Estados que
designan como jefes de misión en los puestos más importantes
a personas que no pertenecen a la carrera diplomática, ya sea
con miras a recompensarles por los. servicios políticos prestados
o en razón a combinaciones de tipo electoral u7, Esta práctica es
deplorable> genera efectos contraproducentes para los intereses de CAPÍTULO V
los Esta-dos que Ja mantienen y no pueden conducirlos más que
a fracasos considerables en su polític¡t internacional.
EL CUERPO DIPLOMATICO Y EL PROnLEtvIA
DE LAS PRECEDE!~CIAS

· Una m1s1on diplomática acrcditaJa onte un Estad~) . no se


··halla aislada, sino qu~ forma parte de un conjunto m~s impor-
. tante constituido or todas las restantes m1s1oncs füptomártcas
· extran 'eras acreditadas ante dicho .Estado. u natura e-za sunílür
-ya que son, etect1vamente, organos encarga os de las re1ac10-
nes exteriores de un Estado-, la analogía de fines ptrseguidos,
la sumisión a las mismas reglas de Derecho dipiomático, cons:"
ti tu en factores que con tribu en a crear en estas m1stones vrncu'-
1

los ciertos. ·s conveniente, por o tanto, examinados br~veme1~

A. EL CUERl'O DII'LOMknco 1

a) Característiccls y {unciones

-.. El Cuerpo diplomático puede definirse como el conjunto· de


.., _________ los "efes de misió11 de todas las categorías, acreditadas ante un
. ' mismo gobierno. En un senti o mas amp iv, esta expresióñ-ac=--
U7En cu:rnto a esta cuestié>n de lo~ diplom:\ticos no profc'lionaks. cf. el
cLlitorial di! septiembre tle 1957 del Foreign Sen•ice Juui11al, que rnut:St":'- .
l P. Pradicr-Fodéré, Cours de droit dip!omatique. París, U-:99, vol. I,
c0mo las cualidades requeridas para llevar una negociación en los asut:tv~ ·
privados no son necesariamente las mismas· que aquellas que se necesitan
pp. 253-256; R. Genet, 1'raité 'de d!plumatie ei de druit c!iplomatique. Pa-
rís, 1931, vol. I, pp. 393-403; A. M:uesca. La mü.,io11i: diplo111atica. ~.lihin.
p;..; ra conducir !as negociaciones diplo::i1áticas. · 1959, pp. 277-286; E. Satow, A guide tu diplomatic prac:tice. LomJri:s,
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Pl-llLIPPE CAfllER DERECHO DJPLOMATJCO c;ONTEMPORANEO

signa no sólo a todos los jefes de mísión, sino tambi.én a Ja miso del gobierno alemán parrl enviar corre.os diplomáticos wia
totalidad del personal de las diierentes misionés éxtran1eras que vez por semana, con él fin de· permitir .a la_s .d~stintas misiones.
posee carácter diplomátieo y que, por tanto. se halla inscrito el ejercicio de sus funciones facilitando inform.ación .a sus res-
en la lista . diplomática. En este último sentido .. suele· decirse, pectivos gobiernos. La petición:, sin embargo, fue rechazada por
que tal persona "forma parte del t='!erpo diplomático"; ~in em- Bismark. El caso de la guerra ·de 1870 es bastante ·.raro, ya que
bargo, a los fines ue ahora nog interesan, debe. considerarse _ el Cuerpo diplomático normalmente actúa y se manifiesta en
aue dicho Cuer o se halla eompue~to por el .conjunto e os ;e es relación con· el Estado receptor, y no con relación a un tercer
de misión extranjera. e e a compara o a a imagen e Estado.
solidaridad entre los Estados" 2 • S_ería erróneo conaj_Q.mrle como En 1924 el Cuerpo diplomático presentó una protesta al go·
una ~~-t!_~ad jurídica aparte, ya que t:ii02P.2~f!e__personalidad jur.C de
bié..rno italiano con ocasión · una sentencia del Trfüuna1 de
_clic~ y no es más gue la reunión de ciertas personas gue son Casación, en cuya virtud, los diplomáticos no gozaban de· inmu-
independientes unas de otras. Pe~_e__a ello, el Cuerpo- diplomático / nidad de jurisdicción por los áctos realizados al margen de sus
constituye una éntidad y su acción común reviste un carácter funciones. El Cuerpo diplomático estimaba que dicha sentencia .
. oficiáL ·- ··- -· - · -·-·· -··· · - entrañaba una auténtica violación de las reglas del ·Derecho di-
La· función· es~ncial ·del' Cuerpo . diplomático c;.onsi.4~rado __. en }.) t.· J,. . plomático en materia de privilegios e inmunidades. En tales ca-
su co~ 'unto es asistir· a las q~r-~J!lqnias públi~~§ del Estado re- . e-/ . ·.t.i..vf" sos, e ·incluso si es un solo E~tado· el afectado_ por las medidas
ccptor, y presentar as felic1tac1ones acostum radas a os je es e : 1 ,_. del Estado receptor, el Cuerpo· diplomático se hace defensor de
Estado con ocasión de ·año ~ñüe.Vo. o las ex resiones de same, ciertos principios que interesan a todos los Estaqos 2-1•
con motivo de un duelo nacional. Con e lo, se facilita Ja unc1on / El jefe del Estado receptor puede también dirigirse al Cuerpo
de representación que es propia de todo agente diplomático. Al diplomático considerado en su· conjunto. El ~arisca] Peta in di-
hdo <le cstn función _importante, el Cuerpo diplomático tiene,. rigióse al Cuerpo diplomático ucrcditndo én Vi'chy el 14 de julio
como finnlidad asegurar colectivamente la protecciói:t.&1~ sus miem- .· <1c 1944, en 'el momento de ser trasladado a Alemania, para
. bros y In defcnsa de sus privilegios. De ello deriva er qüe llegfi 0
• · ··1nformar que abandonaba el ter~itorio nacional contra su vofontad .
· á frfrmular principios comunes. En esta· función a diferencia de [ A veces, se pueden encomendar al Cuerpo diplomático ver- -
lo que ocurre en la precedente, el Cuerpo· diplomático realiza u· ? · daderas funciones· administrativas y así el artículo 49 del Con-
un acto que posee consecuencias jurídicas. Así, en el pasado si~ 1 . venia de La Haya de 1907, para la solución pacífica de conflictos
glo, el Cuerpo diplomático intervino en Turqufa, en favor de la internacionales 3 prevé que el Cuerpo diplomático acreditado en
población cristiana del imperio otomano, que_ a menudo era ob- · dicha ciudad constituye bajo ta presidencia del ministro de Asun-
jeto de persecuciones. Igualmente, durante la guerra . de 1870 tos Exteriores holandés, el Consejo Administrativo permanente
cnfre Francia y Alemania, et Cuerpo diplomático extranjero acre- destinado a dirigir e intervenir la oficina administrativa del Tri-
ditado en París con moti\'o deJ asedio de la ciudad solicitó per- bunal Permanente de Arbitnrjc; .
'.; En resumcn 1 cabe afirmar que cuando el Cuerpo diplomáticD
·!. expresa una voluntad común, puede ser considerado como órgano
1958. pp. 254-255; J. Scrrcs. /\4anud pratique de protncole, Vitry·le-Fran-
; común de los Estados que lo componen -1.
c;ois. 1960. pp. 46-48; S. Nava. Sistema delfa diplomm.itt. Padun. 1950. 1

pp. l 20-125; C. Calvo~ Le dmil illternational t11éorjque el pratiqrw. París, · i


IR8~. vol. IH. p. 185; P. Fauchillc. Traité de dmit internationnl puhlic.
París. 1926. vol. l. 3. 11 pnrlc, p.p • .46-47; A. P. Scrcni, Dirilto i11tcmazio11ale. 2-t Bolestn Ko1.icbrodzki .. Le droit d'll.vilc. Lcydcn, 1962. recoge en el
\lilfin. 1958. vnl. 11. sección prirnern, pp. 488-498; L. Oppcnhcim y H. Lau- ·capítulo dedicado n la g11errn civil cspailola y el derecho de asilo la nota
tcrpachl, lnta11atin11al Law. Londres, 1958, pp. 778-779; G. Balladore· del Decano del Cuerpo Diplomático en Madrid, de 19 de octubre de 1936,
Pallicri. /Jiriflo Jritcma~ionale puhhlico. Milán, 1956. p. 169: M. Sibcrt. al Ministerio de Asuntos Exteriores .de la Rep1iblica sobre el ejercicio por
Trnité ele droil intemfl.(imwl public. Par.ís. 1951,. vol. IT. p. 16; P. Gug· las rcprcsentnciones acreditadas en Madrid del derecho de asilo diplomático.
gcnncim, Trait,~ dr dmit i11tenwtim1al pu/)lic. Ginebra, 1951, vol. l. pp, 492- 3 El texlo en. P. Rcuter y A. Gros, Traitb et doiumenl.f diplmíwaqur.r.
493. Pnrrs, l96P. p. 12. .
2 Blunlschli. /,e tfr<>it i11tematio11al codifié, 1881, p. 141. 4 La tendencia americana. no ob~tanlc. es favorable a la limitación de

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PJJJÜPPE CAlllER 7.,-~DERECHÜ- DIPLO.ylATJCO COlvTEMl'ORANEO

:E{L.~~~!!Xl:,.gip!om_áti_~9.c--c(!_s.~áx_fil~~!4ic!g;.,.EQf,,".~L_efe.f.'!~L~,.~~~1yp._S_. nes que impidieran al Estado que a~í lo deseas!:! conceder u11
f;1~c.~;- so11 ~ g~.f!!.~lmg.:1.~c-~..d~\ C.?f4~~~r., pro~g~QLMiQ·.~; g~,: el._ pQ.i:-., lugar especial a los representante~ de la Santa Sede. De esta
J~Y.9~.,..$.-~JPLJ~f~'""9.<;.A9{J~!2.l!,,CR!l.-:º~~si.ó.<f1~.,. . ~-~~{~ª~-~~-erempaia~ forma el artículo 16, apartado 3) del Corivenio de Viena de 1961,
d~l _J:?s~adp rece,pto_r ;, , qm~n, e_xp¡:csá.Jás, felicltaGjQp.f,!~''.QJQe~,ygJ9s,11' afirma:
y qmen se ~alla pi;c;sente_"yc t<?PJ!.!?9P.tél- . ~l};~_H9.rnQ, ciiplo1Uátiqp_ f!IJ
. las. ~eremomas. a."Jas,.que.. no. puede_fov.itGirse a.)a~:-totaHdad. de 3. Las disposici9nes de este artículo s~~ .;ntendtrán sin pcqu1c10
, .......
¡: ést~: ·Los jefes d.~., misi_9113e _. hallan-·obligiído~ 'i\ ,.visÜ~rfé -·a e su *" de los usos que acepte el_ E!>tado receptor respecto de la pre-
l Jleg~d~. ? .· <! . g1 p~~~i~~' Cómo ·cüstoé1io··ae fas ··-cosfüm hres y· aéi · cedencia del representante de la Santa Sede 6.
ceremomal local, también pucd~. enviar instrucciones a los dife-
rentes jefe~ de misión en .m~!~ria-de -pi=ofoéolo--para- una cere- Se trata de una cuestión de precedenda, pero lógicamente·
monia determinada o dar consejos en materiá- 'de inmunidades concierne también a la precedencia del«.Ii:!ca110 del C::ucrpo diplo-
diplomá~icas, a fin de ·que no se produzcan abusos_ que tengan
mático, ya que es éste quien prima sobrl! todos los deÍn<Ís. Pese
repcr~us1011es sobre la totalidad del Cuerpo <lipl,ómático. Al de-
a una propuesta de Italia de consagrar 1m artículo al prgjiküii.·
cano !ll9Um~e prcse1~tar .~n !19.P:lqf~ d~J (:~terpO diplomático ~Ven~
Oc! ~;rpó .A~filóiñáticg-.,,-·ni Ja Co1ni.sión de Derecho intcrnai:;i.Ó~
tt_tales notas .d_t: .E!'.9!~s_ta. Es evidente que en el ejercicio de fale·s ñaf!í, ·nr la Confereridá·a.e V'en"' 9 ere eran o ortuno retener esta·
funciones el decano no debiera actuar con total discrccionalidad. . sugerencia, ~.a . ue río··,;,-e-lleñ"ó ..ª conseguir un acuerdo sb m~ as- -
Al expresar la volu_ntad del Cu_erpo· (Hplomático ha de consultar , unciones gue habría· de ejerch· el ucrpo diplomátiE.Qi. ni córno
de· antemano a sus colegas, quienes por lo demás, si la cuestión serían ejercidas. Opinamos q!JC la mayoría <le las objccitines cp:Ie
es importante, no se unirán a la· actuación colectiva, sino tras se hicieron no poseían gran valor y que únicamente se explica-
haber consultado a sus gobiernos respectivos. Finalmente y es ban por la defensa del princii-)io <le soberanía de los EstaJos.
normal que así sea, el de~ano posee precedencias .sobrn todos El Cuer_E2 diplomático es una institución bien conocida del De-
!os agentes diplo!!1átic9s. El puesto ·<le decano: por s·u papeC ho·:· recho diplomático y debería haber tenido su lugar dentro (h.! un
norífico y por la importancia que reviste en .ciertas circunstan~ convenio destm2.do a regular las relaciones d1plomat1cas.
cias, evidentemente es deseado_ por los Estados. .q~_r~_()~_ !f.ªt~_g9~ lJi.1.at~raJ~s puedet·~ reservar el puesto de de-
cano al representante de un Estado. En el Tratado de Alianza
El Congreso de Viena de 1815· estableció el uso de que': en y
de'"1936 ··en"t"re.. Egipfo. Gran Bretaña!. hoy abrogado, el emba-
los Estados donde se encontraba acreditado un nuncio aut:omá..-
jador inglés era. automáticamente decaúo dd Cuerpo diplomático
t~cam~~1te f:icra éste ·et ~eca.1~·0...dcl Ct_1crpo dipfOÍ.;uítlcc)'. Él. Con- acreditado en Egipto.
greso de Viena se componía e'n su mayor parte por Estados ca-
N~-1~n~~1men.~e e_!. ___decan9 .. cte1'···c.uerpo ~iplomático es el jefe de .'.r
tólicos, -~i bien el caso aludido se halla extendido también a t::. . . -· .. - ";:;...;... ---... . . .·_._ - . . ~--.------·- ... "-·

Estados ··no católicos. En la Comisión de Derecho internacional


se discutió el problema de si era preciso indufr un texto que 6 En cuanto ::.t la~ discusiones a c~te r.;speclu ca la Conferencia, cf. Cv11-
férence, pp. 127- L~O.
consagrase la precedencia de los enviados del Papa sobre todos 7 Comentado de Italia al proycc.:to de artículos: l<Conwndría :.li'hdir
los demás diplomáticos 5 • Se señaló que se trataba de un uso qüe un artículo 12 bis redactado en los siguientes términos:
a causa de la multiplicidad de nuevos Estados se hallaba res- '·.. . "Los jefes de misióu acreditados en e[ mismo Estado forman el cuer-
tringido a un número muy pequeño de los ·mismos· y que, por -5~,po diplomático. El cuerpo diplomático des~mpeifa las fun'ciones que le
reconocen los usos internacionaks y est;\ representado, a Lodos Jos efectos,
tanto, no parec(a necesario incluirlo en una codificación de la por su decano. Este es el jefe <le misi"6n de mayor edad o, en los países
práctica moderna. No obstante, se objetó que no existían raza- que reconocen esa prerrogativa a la Santa Sede, el Nuncio Apostólico''.
Amrnaire de la Commisslon du droil i111ematio11al. 1958, vol. lI, p. 129.
a Cf. ias discusiones en el seno de la Comisión. Atwtwiri de la Com-
las actuaciones e.Id cuerpo diplomáticb en el campo del cere.monial. Ver n!ission du cfroit inlernational. 1958, vol. I, pp. U6-ll3 y 188-190.
G. H. Hackworth, Digcst of internatio11al law. Washington, 1942, p. 64Q -•. 9 Italia, sin embargo, había becho la misma propuesta en fa Conferen-
5 Amwaire de la Commission du droit intcmationa/, 1957, voi. 'j;·· cia, cf. Doc. A/CONF. 20/C. 1/L. 102; también aquí fue rechazada; cf.
pp. 46-48. Co11fére11ce. pp. 130-131.

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}
PHILIPPE CAHJER DERECHO DlPLOMATJCO CONTEMP.ORANEO

~jfi~D ..de sa.t.l!gqría_:mas _(;!lev~éi~ .. qu.:e ·--~~J_l~~~~-.:"'.ªS~!.~~-~~~?--~-1:~.e.l qúe a su vez se co.ncrcta en una lengua común. Así normalmente.
• pms con mayt;Jr :· antigüedad~ E1 pr()b1enia·: de-~,~(l~er·. ~ .partir .. d~
H
ocurre que Jas misiones diplomáticas de los Estados de la Com-
·-g:rre·.momerifo_.se"'.estirna .~qu~ _µnje..f~.,.~-~,.m~J()p: Ms.ct111e}lz.~g9:··~·ll.s, monwealth o de la comunidad atlántica en el extranjero man-
funciones puede·::yariar.-según, Jos .paJse_s. ·de· acuf;!rdo con lo~ :,cr~.; tienen e,ntre sí relaciones más estrechas que los· demás.
teríos adoptados· por el Estado receptor . .fI.oy, comq saben:ios, "el Las rel11-ciones ··pueden variar también según 1a atmósfera que
artículo:B:° del ~onvenio de Y~~!!ª daja .ªJ9s _EStfl.P.o~l_utl~~9.óJt. reine en el Et:tado receptor. Hace unos años, las relaciones entre
entre Qos crit~r_ios: de_ una parte, ~LITIQTJl~D!O.....,~n 9l1f!_,~l_, i.~~ Jle ., los mi~mbros de las misiones diplomáticas occidentales en Moscú.
misión .ha. pre~e_ntq.do '"~µs .. c;ªjtas. ér~den_da~s,_ ,g _ 9~. '<J.f!~~1" ~L m_~-- -~ tenían un carácter de intimidad que no se daba entre las mi-
_·mento en que .ha'.· n9~.!ft~:adq~.~~.)A~~ª-.Y."h~.Pr.~~~tª~-:en¿}d' sion~s 0:creditadas en otras capitales donde los co111ponentes de
.. Ministerio de. Asuntos Exteriores 9el Esta49,.rec~ptor .un'!_.c_opi?-~ las mismas se sentían menos aislados y menos extraños al medio
&·-estilo :de sus cartas c.redeñcíaTe.~~·~-- .. .,~ . ·'. - , .. - ·--~ ... , ambiente.
Dado que eL-decario ·aer Cuérpó diplomático ocupa ·un lug~~ . Independientemente de estas relaciones basadas en la simpa-
especia1 dentro .de-este Cuerpo, DU<:_>.dr[~.J.g.~q_rjs~~lLP9f ·un 1 tía mutua y que varían según los países_ y circunstancias-aun
. jCfe'" de" róisión bajo pretexto de qu'eef gobierno que representa cuando los diplomáticos deben saber que conviene a su interés
·se halla en malas relacione~ o no· reconoce al gobierno repre:- y al del Estado que representan mantener frecuentes y cordiales
sentado por el 'Ciecáno. tal ·actitud. noTeii<liía .e.ñ cuenta T~ .fun~ . lazos ·con -1os ·demás miembros de las misiones diplomáticas ex-
ción que personifica el '1.ecano independientemente de su person·a tranj7ras-, e.xi~ten. ~relaciones. que pueden considerarsé como qbli-
en cuanto jefe de misión de un Estado determinado; s~'t'(a con- ga!on.a~, ya que forman parte de las obligaciones ru9toco1arias 11.
traria a los usos internacionales y constituiría una afrenta al : En esta categoría cabe considerar, en primer lugaf:ias -comu-
Estado receptor 1º. . nicaciones que ·el jefe de misión ha de. enviar tras. haber · iÍ'1i-
1 ciaffó--sus'
La esposa dc1 decano es la decana y a ·veces tiene como mi- • . • ftinéiél"í1es. El nuevo jefe de . misión . remite una carta
si6n presentar a )as esposas de los restantes agentes diplomáticos • á los restantes jefes, para-informarles que ha entregado sus cartas
a I" esposa del jefe del Estadoi o del ministro de Asuntos .Ex- _credenciales al jefe de Estado, expresando la esperanza de que
teriores. las relaciones entre las dos :misiones diplomáticas sean siempre
excelentes. ~omunicará tamb~én la. llegada o partida de un miem-
bro de la misión, así como en casó de ausencia de cierta du'ra-
b) !.as relaciones entre los agentes diplomáticos que componen ción, el ñoiiifüamiento' de un encargado de negocios ad interim,
el Cuetpo diplomático . que dirigirá Ja misión. Otras comunicaciones señalarán· aconte-
cimientos .especialmente importantes que hayan tenido lugar en
Las relaciones entre las distintas misiones diplomáticas acre- el Estado que él representa, como por ejemplo 1a elección de un
ditadas ante un mismo Estado, evidentemente, varían según el nuevo jefe de Estado. Igualmente tendrá conocimiento de Jos
grado de amistad que Jos Estados representados por tales mi- acontecimientos que puedan producirse en el Estado que otra
siones puedan tpncr entre sí, y asimismo según sus intereses ~isión representa, etc.1 cte. Finalmente,· de Ja rpisma manera que
comune.s y Ja convicción de pertenecer a una misma civilización, hizo a su llegada, comunicará a los demás jefes de misión su
pró~ima partida, felicitándose de las buenas relaciones que ha
podido mantener con ellos durante su estancia en el país.
10 A prop(lsíto de esto. P. Fauchille. op. cit., pp. 46-47, señala. un caso
ocurrido en Pekín en 19:!4. 1.a Unión Soviética había nombrado jefe d~
El agente diplomático también se halla obligado a ha.cer un
misi(m a un embajador. con gran embarazo por parte de los otros Estados, cierto n(tmcro de visitas. A su llegada, ·se presentará ·a los demás
alguno de los cuales no la habían r~conocido, ya que, siendo su emba- .................
jador el únicn en pósccr aquel rango. el decanato. le .recaía automáticamente. 11 Cf. J. Scrrcs. op. cit .• pp. 47-48, 60 y ss.: A. Maresca. op. cit .. pp. 288-
fap6n había propuc-;lo que todas las misiones diplomáticas fueran eleva· 291: M. Dclméc, Ottiáe pratique des que.rtions de protocole, de cérémo-
das ni rnngo de embajada. Fimilmente, no se tomó ·de~isió'n alguna y el 11ial et de Ntiqu,ette. _nrusclas. 1960, pp. 26-28; R. Genct. op. cit .. vol. rr.
embajador sn.,,.iético se convirtió en decano, como era 1uslo. pp. 400-404.

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...... __., ......


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l'HILIPPE CAllJER JJEREC!:HO DlPLOt'Y1A1'1CO CON1'C.MPORANJ.i0

jefes de misión de rango más elevado,. o de su propio rango, y r Y. más honroso. Por razones de honor y de prestigio, el pro-
devolverá las visitas que reciba en situac.:ioncs similares. La ten- ~!11.ª de las recedenciast pese a su aparcuteiüñlítraa:--p¡~siqo
dcnci~ .~ctual, por lo. dcn;ás, es 1a de visitm· también a los jefes. Ju nt~- de ravcs .. conflictos en .e pasa o y tatlto int s cu¿Ú1to(iüé
d.e, nus1on de rango inferior. Durante el tiempo que· dure su mi- como n_o existan reglas 1as, un . . sta o intentaba justificar Ia
sron ~la de ofrecer rcccpciom~s, como por ejemplo con ocasión pretensión de pasar antes que los demás, basándose en criterios .
de la ~i~~~-~ P.Ecional del pa~!i':_que represe1úa; · há M p_~~~!f!par discutibles como el de la antigüedad de la familia re.inante o la :
a.•. "
en las ae sus colegas y, 'finalmente, ha <le "visitar de nuevo -a importancia del mismo Estado. Además el p~oblema se compli- I
~u.s ~oI:~as ·en el mon:icnrn de su partida. Toch este aspecto· de caba debido a las rivalidades entre Estados y principalmente, la/
la v:da mundana reviste importancia para el eje1·cicio de las existente entre España y Francia, e.poyada en el desmedido or-1
fonc10ne~ de un agente diplomático y es conveniente respetar gullo de ·la nobleza de la época, nobleza que frecuente.mentl! cons- ':
m~y estrictamente las reglas generales \.{e protocolo diplomático 1 tituía la diplomacia. Para ~vitar incidentes que en ocnsi0ne:; fue-;
as1. como las particulares del Estado receptor.· ron sangrientos 14 , primeramente, los Estados recurrieron a cicr-'
Una cuestión delicada puede plantearse en lo- relativo a re- tas ~~~!~g~_r:n~.~· como por ejemplo, en el (:_9ngreso de Karlowitz :.
laciones entre jefes de misión que representen a Estados que no . en 1699, donde expre~amente ~-e constituyó una sala redonda. pro- }
s~ recon?zcan. En este caso es evidente que al no. existir rtla- v.i:>~h. dt! cuatro p~1erta.s, ~e for.~1:a que. los cuatro pk:iipotcn.cia-
c1on~s dl~ectas entre estos jefes de misión. corresponderá .a los r~os ~el Congreso entrasen al mismo tiempo por .sus respcctivaS;j
dem~s evitar que se encuentren, a fin de impedir que stirjan si- puertas y ocupasen cuatro asientos similares, tras haber dado m)'
wa~1~1~es m?l~stas. No ,obstante, si el. encuentro tuviera lugar, . número de pasos· iguales, Más tarde, al impouerse la idea de
el Jefe de nus16n actuara con la corrección debida al Estado re- 1 . ·igualdad de. los Estados,· se pensó en basat· la prccec,cncia en la
ceptor, ya que un gesto descortés podría aparecer como una· ¡· antigüedad de Ja precedencia del jefe de misión del Estado re-
ceptor. En 1766 · se hizo una tentativa en tal sentido por el /
i~t~rforencia inlol.c.rablc en los _asuntos int.ernos de ~Jich? Estado.
Fmahnente, tambtcn. se crean ciertas relaciones particulares entre primer ministro ·de Portug:il, pero se tropezó con las oposicio· /
los miembros <le una misión diplomática que ejercen funciones ncs francesa y española, cuyos representantes se disputaban la:
s.emcjantes y así se dan contactos especiales entre agregados mi- J primacíaj ~\"sistema, sin emhmgo,_c;._t,!QÍA.._ consagrarsuor el Ccn- i

htare~! agregados cultur,ales, comerciales, etc. Dado que estas , greso de iena de 181\ que dividió a los ag~~e,s~plS?_~É-t.is:os {;,..-
c.uest10nes pertenecen mas. al protocolo que ::il Derecho diplomá- i en cuatro clases, concediendo a los agentes de la Clase superior
tt<.:o nos cont~ntarcmos, simplemente, con mencionarlas. 'la precedencia sobre los ,,de, la clase iñferi01:.jAsJii.1[iluO:cüfe: \
gJamento de Viena añadió las sig,uieatcs nornu s: ~!.cntrn.....Q&.~_;;i.g.(!. 1
clase los enviados diplomá1 i¡;os_pcg1tin1n_entrc._sL eLorden AUC ._J.
B. EL PROBLEMA DE LAS PRECEDENCIAS 12 se deduzca de la fecha de notifica_cjQJLofi.dí.tL.d!u~µ_Jkgilda..(ar-· ;
t1cúió-·4. 0 ) ; fecha qui s~gtÍn la
práctica se confundía con .la .de l
Puede definirse Iª-i;recedencia como ªquella nreferencia en ) ¡;¡resentación de sus cartas credenciales.- tos enviados dÍplorná- \
c_Llugar de orden y en el rangg__a seguir, cuando se er1cuentraii I · ticos en misión extraordinaria no J?OSeían por tal título ninguna Í
I.Qs ªgentes diplomáticos de varios Est.ados ia. En -ofro~rmf: ~ superioridad en el orden (art. ·3."), ni los lazos de parentesco o /
Il.~ . . es ~1. derecho a QS..!!.Rªr üur~hte una ceremonia, un cortelQr: \, de alianza familiar entre las Cortes eaban preferencia a sus en- .
™-~· el Iugar que entre todos se considera como el mejor ) viados diplomiltÍCo:?. Lo mismn ocurría respecto a las alianzJs l
políticas. En cuanto al déc::mo 1 tenía la precedencia sobre los de- \
12 ~~. Calvo, ~P· cit., p. 207; R .. Gc;-cé, ~ op: cit., vol. I, pp. 402·415; más. agentes diplomáticos, y como ya hemos señalado en su mo- ·}
A._ Ma .. c::sca, op. c11 .• pp. 267-27); P. Prad1er-Foderé, 0¡1. cil., vol. I, pp. 337- . mento frecuentemente es el representante de la Santa Sede. /
(

34) Y. 98-140~ E. Sa.tow, op. <.:il:, pp. 171-173 y 255-262; G. H. Hackworth,


op. crr.. pp. 032-639; P. Faucb1lle, o p. cit., pp. 41-42.
13 . Ddinicíón ligeramente tlifere11te de la dada por P. Pradier-Fodéré, H. Ejemplos de incidentes de este tipo pueden encontrarse en R. Gcnd;
op. Ctl., p. 99. op·. cit .• vol. J, pp. 310-318.

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J
l .
Plí/UPPE CAH!ER DERECHO DIPLOMATICO CONTEMPORANEO

El Convenio de Viena de 1961 ha reéogido ·.las .Hneas gener_a- a9.mitidás con carácter lo suficientemente general. Y así la cate- . .
les de la .anterior ReglamentadcS'n. Mantiene ttes }~l~s~s~.dejefes. gorí~ de los encargados de negocios, en progiedad, tienen pre- (
d!L.filifil<i!LC:..r:t~JE_gar de cuatro, habiendo :.d17saparecldo. la.. catego:.. cedencia sobre los encargados de negocios ad in.terim. En lo · ue \
rí<L.JlJLmirris.trQ r~~füente. Además, en virtud del · art1cul~1;- ij'~pecta a li precedencia de os m1em ros del Cuerpo diplomá- \
. qgg¡_~t.e.__qy_~~L-ªgf~ di Iomático asume sus Íunciones desde el~ ': · en relación con· 1as jerarquías del Estado receptor, cabe se~ (
i:!.lQ}P.~!1.tQ__~lL..m.U~-haya ·pr'e.serita· o sus cartas credenciales o hay.!._ ¡ .iiali!r__gue normalmente os 1e es de misión vienen tras el Jefé \
C,QJTIJJDiGªÓ.~Q-fü!Jle_ggg..f'h-Y....P-resentado -~QpJ.Lde...:C.Stilo_de sus ...car=- í de Estado. el ministrn de Asuntos Exteriores y los presiOeñTeS \
tas credenciales al ministro de Asuntos Exteriores. En consecuen- l de las Cámara del Tribunal Su re o de usticia si existiere:_¡
éia,-eTal·t1CuíoT6, apá-rtado l.º, del Convenio, enuncia la ~iguiente ero se sitúan te ~ ue los demás ministros del obierno . y
regla: · · ·protocolo Iócal no obstante regu a con detalle dichas pi•ece encias.

La precedencia de los jefes de rnisió~, dentro de cada clase,


se establecerá siguiendo el orden de la fecha y hora en que ha-
s
-.. Existe un problema más delicado de resolver y bastante nue-
vo, ocasionado por la aparición de las mujeres como jefes_ de
misión. ¿Cuál es en este caso el 'lugar protocolado del rria.rido
yan asumido sus funciones, de conformidad, con el artíc~~o ,13. d~nma mujerMembajador? Normaliú~e, la mujer de un jefe dg
misión si ue el mismo orden de su marido ro ocurr lo -\
A fin de zanjar un· vieW·cqnflicto Telativo ·al problema .de. si,. ... m1~ñici' con e marido de una muier, . jefe de misión. En ciertos.._,.\-· ..._
la renovación de las cartas credenciales ~uponía un cambio en
la antigüedad de los jefes de.. misión, el apartado 2.º del mismo
paísesíé Jirincif?almerüé · e1r· rtalia;-s·c--"cstiirfa- ·qu·e ·sea· ~ua1 ~t'?W- fa~ T'"' .
c;lase a la que pertenezca la esP.üsa,, el marido tiene un r~ \
arUculq añade: inferior al del encargado de negocios ad interim, solución qY..e...,.
s~io de igualdad de sexos, no r-arece m
Las modificaciones en las cartas credenciales. de un .jefe de j., lógica .•
misión que no entrañen ca'mbio de clase, no alterarán su 'orden . ¡
de I?reccdcncia is.

AsLp.1!.g..s,:_vJtimamente, cuando el iefe de m1s10n cambie de (


pase : a se: emb aiado!.d
c-ª.tp...,gQXl<J.A..s,._n9r ejemplo, de minisfri.::
Q.~Q.L~L.punto de vista de la precedencia se. le. considerara como.. )
1

lkgg_c.kt..Cn....J:U!imo_.lugar- . Países Bajos", pero expresamente se indica que "la cuestión .de Ja prece-
. Estas rcglns no suponen una solución '-para todos los proble-·\ dencia ... queda al margen del presente acuerdo", orn,itiéndose a~f el pun-
p·•íls que pueden originar las preccdéncias y dado que aquéllos } to IV contenido en el acuerdo de 22 de mayo de 1928 entre el Presidente
se vinculan con eI protocolo, se regularán de forma variable de( del TPJI y el ministro de Asuntos Exteriores de los .Países Bajos que se
~~stado a otro 15- 1• No ob.stante, podemos citar algunas reglas) remitía para la solución del problema de la precedencia a la práctica res-
pecto a los cmbnjndorcs ncreditnclos en Ln Hnya. Como quiera que el man-
dato de los jueces del TU es mucho más amplio que el normal desempeño
15 bl Convenio de La Habana de 1928 relativo a los funcionarios di- de un puesto de misión. este hecho les coloca en unn situación de ven-
plomfüicos no contiene artículo algunó que se refiera a la precedencia. taja respecto a su precedencia sobre los jcfes de misiones diplpmáticas.
15-1 El probkma de tas precedencias vuelve a adquirir dificultad en (Cf. Publication's de la Cour Permanente de Justice-- tntcrnationale, Série E.
nuestros días cuando coinciden representantes estatales, j~fes de misión num. 4, pp. 48-58 y Cour Intcrnational de Justicc, Série D: A eles et do·
y personas que ejercen una función internacional a las que se les ha re- cume11ts relatifs <} l'Organisatio11 ch· Ja Cour. ntím. l.)
conocido estatuto diplom;Hico por el Estado receptor. Tal es el caso. por 16 Para In pr:ktícn del Reino Unido, cf. E. Snlow. op, cit., p. 260.
ejemplo, respecto al problema úc precedencias ·existente en La Haya entre V. tamtién para ejemplos clctallado.I\, J. Scrrcs. ap. cit., pp. 99 y ss.; así
los Jueces <lcl Trihunat lntcrnacional de Justicia y los jefes de misión allí como el Decreto núm. 1.780, de 20 de enero de 1939, de Guatemala. rela-
acreditados. El acuerdo por canje de notas entre el Presidente del Tribunal tivo al ceremonial diplomático y ln legislación de Honduras. Serie legisla-
y el Oohieroo holandés de 26 de junio de 1946, scífala que "los miem- tiva de las Naciones Unidas, l..eyc•.v y rf'Rlamr11los rdalfros a los ¡wi\'ilegios
bros del Trihunal gozan en términos generales del mismo· tratado que el r. in~rrrmidades diplomfílico.'I .\' co11.mlares. Nueva York, 1958, pp. 14~·[44
concedido a los jefes de misión acreditados ante S. M. la Reina de los y 151.

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