Está en la página 1de 5

EXPEDIENTE: 00841-2022-0-1801-JR-DC-06

MATERIA: HÁBEAS CORPUS


ESPECIALISTA: HUAMAN ZEVALLOS MARÍA
OLINDA
SUMILLA: PRESENTO APELACIÓN

SEÑOR JUEZ DEL SEXTO JUZGADO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPERIOR DE LIMA

CHRISTIAN ANTONIO ESCOBAR ARCE, con casilla 47234 del SINOE, ante Usted me
presento y respetuosamente digo:

Que por la presente APELO LA SENTENCIA DE HÁBEAS CORPUS del expediente de


autos por los fundamentos de hecho y derecho que a continuación paso a exponer:

I. FUNDAMENTOS DE HECHO

I.1. En la sentencia se cita el Art. 2 inciso 11 de la Constitución que reconoce el


derecho de todas las personas “a transitar por el territorio nacional y salir de
él y entrar en él, salvo limitaciones por razones de sanidad…” y es ese una de
los principales argumentos para sostener que no hay vulneración de derechos
fundamentales cuando se ha decretado exigir la vacunación completa para que
las personas puedan desarrollar una vida normal. Estamos hablando de
excepciones al ejercicio normal de los derechos fundamentales de las personas,
estamos hablando de estados de excepción y entendemos perfectamente eso.
Sin embargo, Señor Juez, es absolutamente necesario determinar que las
circunstancias nos exijan realmente suspender los derechos fundamentales de
las personas, que se trate de una verdadera necesidad y no que simplemente
se suspenda el ejercicio de esos derechos inalienables a discreción de los
poderes fácticos. En el caso presente, estamos frente a un hecho que es
indiscutible: LAS PERSONAS NO VACUNADAS NO SON MÁS PELIGROSAS NI
CONTAGIAN MÁS QUE LAS PERSONAS VACUNADAS. Está perfectamente
comprobado y es aceptado que un vacunado contra el COVID – 19 se puede
contagiar del virus con la misma facilidad que lo hace un no vacunado y que la
diferencia estaría en la gravedad de los síntomas que presentan ya enfermos
(supuestamente los no vacunados corren el riesgo de desarrollar síntomas más
complicados que los vacunados); siendo esto así, resulta que las personas no
vacunadas tendrán también la misma posibilidad que las personas vacunadas
de esparcir el virus, ya que una vez infectados serán igualmente contagiosos.
ESTO, SEÑOR JUEZ, DESBARATA COMPLETAMENTE LA TESIS DE QUE SE DEBE
PROHIBIR LA LIBRE CIRCULACIÓN DE PERSONAS NO VACUNADAS (LÉASE
RESTRINGIRLE SUS DERECHOS FUNDAMENTALES) POR “LIMITACIONES POR
RAZONES DE SANIDAD” YA QUE NO EXISTE NINGUNA LIMITACIÓN POR
RAZONES DE SANIDAD EN ESTE CASO.

I.2. Se menciona en la sentencia que la contestación del Procurador Público del


Consejo de Ministros hace mención a que en nuestra demanda solicitamos la
libertad de usar, vender o comprar dióxido de cloro. Creo que el Procurador
Público del Consejo de Ministros se ha confundido de demanda y que su
judicatura no ha tomado nuestra demanda con la seriedad del caso, Señor Juez,
pues mantiene en su sentencia la mención a este tema, cuando EN NINGUNA
PARTE DE NUESTRA DEMANDA MENCIONAMOS SIQUIERA EL DIÓXIDO DE
CLORO.

I.3. En el análisis que realiza su judcatura, Señor Juez, hay un párrafo


verdaderamente lamentable y lo cito textual: “Esta judicatura considera así
que, negar todo control de las personas que no se han vacunado, pudiendo
hacerlo la autoridad, no es proteger un expectantico derecho a no vacunarse
y a transitar libremente sin hacerlo. Una hipotética libertad de ese tipo es
constituye reconocer un inexistente derecho a contagiar, sin el respeto del
derecho de los otros a no ser contagiados para preservar su salud y su vida. Es
obligación de los poderes públicos, incluido el poder judicial, de solidaridad y
respeto del derecho del otro, a preservar la salud. Constituye así también un
extremismo, el pretender imponer un estado, creencia u opinión determinado
a los otros y como tal un uso abusivo del derecho o libertad personal. Esa es
una decisión que afectando el derecho de los demás afecta también el propio
sistema Constitucional, como tal no es un derecho ni una libertad, en tanto es
perjudicial”. Este viene siendo el argumento central de su supuesto análisis
para desestimar nuestra demanda. Vamos a desmenuzar este argumento e
iremos frase por frase analizando el análisis. Empieza usted diciendo, Señor
Juez, que negarse a controlar a los no vacunados no es proteger un
“expectantico” derecho a no vacunarse. No sé qué habrá querido decir, quizás
quiso decir “expectaticio” derecho a no vacunarse. Le quiero recordar, Señor
Juez, que existe una Ley (norma de mayor rango que estos decretos supremos
que cuestionamos… ¿recuerda usted la pirámide de Kelsen?), la Ley 31901, que
dice que vacunarse es “libre y voluntario”, es decir no se trata de un derecho
expectaticio, se trata de un derecho otorgado por una LEY. Luego sostiene, con
una muy mala redacción (debería llamar la atención a su especialista pues hace
muy difícil entender lo que pretende sostener), que “una hipotetica libertad de
ese tipo (me imagino que se refiere al derecho de decidir no vacunarse,
derecho reconocido por la LEY 31901 en su Art. 1) es constituye reconocer un
inexistente derecho a contagiar”; esto, además de mal escrito, está mal
concebido. Señor Juez, si nosotros estuviéramos pretendiendo cuestionar el
uso de mascarillas como lo han hecho otras personas, estaríamos claramente
pretendiendo que se reconozca un inexistente derecho a contagiar y su
argumento tendría validez (aunque mejor redactado). Sin embargo, en el
presente caso, Señor Juez, se sabe que un vacunado no contagia menos que un
no vacunado; se sabe que la diferencia radica en la gravedad de la enfermedad
adquirida, y las personas están en su total derecho de decidir no vacunarse
asumiendo ese riesgo si así lo consideran. Eso hace absurdo su argumento.
Luego, continúa sorprendiéndonos cuando escribe “Es obligación de los
poderes públicos, incluido el poder judicial, de solidaridad y respeto del
derecho del otro, a preservar la salud”; interesante redacción que,
nuevamente, dificulta entender lo que pretende sostener, sin embargo,
creemos que quiso decir que es obligación del Poder Judicial preservar la salud.
Muy innovadora su afirmación; sin embargo, he revisado detenidamente la Ley
Orgánica del Poder Judicial y no he encontrado nada que señale algo
semejante. Hay otras obligaciones de los Jueces, entre ellas, actuar con
imparcialidad y de acuerdo a la Ley.

I.4. Insiste, Señor Juez, en mencionar como parte importante de su supuesto


análisis del caso, que el dióxido de cloro “conforme ya se ha señalado en la
presente sentencia, debe tenerse en cuenta que se tiene información oficial
que ésta produciría efectos negativos en seres humanos”. Nosotros, Señor Juez,
en nuestra demanda no hemos dedicado siquiera una línea a mencionar
absolutamente nada acerca del Dióxido de Cloro. Esto nos confirma
simplemente que usted no ha siquiera leído nuestra demanda y la ha declarado
infundada simplemente leyendo las contestaciones de los Procuradores
Públicos. Una verdadera lástima que un Juez actúe de esa manera, lo cual
seguramente nos llevará a iniciar una acción contra su judicatura por
prevaricato. Lo menos que se debe hacer es revisar una demanda o
mínimamente encargar a su especialista que lo haga y no simplemente copiar y
pegar argumentos de las procuradurías en sus contestaciones de demanda para
elaborar una sentencia fácil y sin el menor análisis. Definitivamente, creemos
que esta sentencia debe ser anulada porque además vulnera el principio del
juez imparcial, pues, el juez que ha resuelto este Hábeas Corpus lo ha hecho
basándose únicamente en la contestación de la demanda sin siquiera leer la
demanda.

I.5. En consecuencia, a lo anterior, nos encontramos frente a una sentencia


indebidamente motivada – No hay que hacer mucho análisis para darse cuenta,
solo basta leerla -, y de suyo se esta violando en esta, nuestro derecho
fundamental a una debida motivación, norma constitucional cita en el artículo
139° inciso 5 de nuestra Constitución, consecuentemente también se está
violando nuestro derecho constitucional al debido proceso y la tutela
jurisdiccional, artículo 139° inciso 3 de nuestra carta magna.

I.6. En cuanto a la exigencia de motivación de las resoluciones judiciales, este


Colegiado ha sostenido en reiterada jurisprudencia que “uno de los contenidos
esenciales del derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los órganos
judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de procesos, lo que es
acorde con el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución. La necesidad de que
las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que informa el
ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, un derecho
constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se garantiza que la
administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con la Constitución y
las leyes (artículos 45° y 138. ° de la Constitución) y, por otro, que los
justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa” (Exp. N.º
04729-2007-HC, fundamento 2).
I.7. En ese sentido, la propia Constitución establece en la norma precitada los
requisitos que deben cumplir las resoluciones judiciales; esto es, que la
motivación debe constar por escrito y contener la mención expresa tanto de la
ley aplicable como de los fundamentos de hechos en que se sustentan.

I.8. Al respecto, este Colegiado (STC 8125-2005-PHC/TC, FJ 11) ha señalado


que la “(…) exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en
proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139 de la Norma
Fundamental garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia a la
que pertenezcan, expresen la argumentación jurídica que los ha llevado a
decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la ley; pero también con la
finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los
justiciables (...)”.

I.9. Además, cabe señalar que, en sentencia anterior, este Tribunal Constitucional
(Exp. N.º 1480-2006-AA/TC. FJ 2) ha tenido la oportunidad de precisar que:
“[…] el derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que los
jueces, al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas
que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones (...) deben
provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de
los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso.

I.10. El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una


garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones no se encuentren justificadas en el mero capricho de los
magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o
los que se derivan del caso.

II FUNDAMENTOS DE DERECHO

- Artículo 139 inciso 3 de la Constitución: La Observancia del debido proceso


y la tutela Jurisdiccional efectiva.

- Artículo 139 inciso 5 de la Constitución: La debida motivación escrita de las


resoluciones judiciales.

- Artículo 21° y siguientes del Nuevo Código Procesal Constitucional, en lo


relacionado a Medios impugnatorios.

También podría gustarte