Sistemas políticos

SOCIEDAD, CIUDADANÍA Y
POLÍTICA
CONTENIDO
1. Concepto y Características.
Concepto de sistema político.
Características de los sistemas políticos.
2. Tipos de sistemas políticos.
Sistema democrático-liberal.
Sistema socialista.
Sistemas autoritarios.
3. Resumen.

4. Bibliografía.

Objetivos
• Profundizar en el concepto de sistema político.
• Establecer los principales criterios de diferenciación
de los sistemas políticos.
• Conocer el sistema demócrata-liberal.
• Conocer el sistema socialista.
• Conocer los sistemas autoritarios de Alemania e
Italia en la primera mitad del siglo XX.
Concepto y Características
Concepto de sistema político
En el apartado anterior se hizo una introducción a la
noción de sistema político en la que se hizo referencia
su naturaleza global en el ámbito de un Estado, ya
que asume las instituciones y acciones políticas que
se producen en el mismo, su régimen político, y las
traspasa, dotándoles del prisma político de los
gobiernos, al resto de actividades: económicas, técnicas
o sociales, entre otras.
Como resumen y conclusión del apartado, se indicó
que el sistema político es la organización de los
distintos agentes, instituciones y normas, de un
territorio para el desarrollo de la actividad política, que
son las bases de la acción gubernamental relacionadas
a la forma de Estado y señaladas en la Constitución.
No obstante, son muchas las definiciones sobre los
sistemas políticos, mostrando a continuación algunas
de las realizadas por los principales autores en este
campo, en orden cronológico:
Así, Duverger, M. afirmó en 1955 que sistema
político es la entidad en el cual confluyen los actores
políticos. Las instituciones políticas son, a su vez, las
partes integrantes de un subsistema político que es lo
que se denomina régimen político.
Huntington, S, P., realizó en 1968 una descripción
del sistema político, al expresar que es el conjunto
formado por unas determinadas instituciones políticas,
que tienen unas determinadas expresiones formales
identificables en el régimen jurídico, en relación con
un cierto nivel de participación que se manifiesta en
conductas observables empíricamente y referidas
al ejercicio del poder político por medio de las
instituciones y los actos del gobierno.
Easton D, afirmó en 1969 que es un conjunto
de interacciones políticas. Lo que distingue las
interacciones políticas del resto de interacciones
sociales es que se orientan hacia la asignación
autoritaria de valores a una sociedad.
Lapierre, J.W., en 1976 indicó que un sistema político
es un conjunto de procesos de decisión que conciernen
la totalidad de una sociedad global.
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En ese mismo año, Almond, G., describió el sistema
político al expresar como un sistema de interacciones,
existente en todas las sociedades independientes,
que realiza las funciones de integración y adaptación,
tanto al interior de la sociedad como en relación con
las otras, mediante el uso o la amenaza del uso de la
violencia física más o menos legítima.
Las definiciones relacionadas, con diferentes grados
de concreción, indican la existencia de actores
políticos, las instituciones, de las interacciones entre
estos actores que generan decisiones, y su transmisión
imperativa al conjunto de la sociedad.
Características de los sistemas
políticos
Rozo, E., en su Diccionario de política y derecho
público, menciona los dos principales enfoques
de análisis de los Sistemas Políticos, las teorías
Funcionalistas y las Jurídico-Políticas.
El sistema político, desde las teorías funcionalistas,
es la unidad que forman las estructuras políticas;
mientras que bajo el enfoque jurídico-político es el todo
formado por las instituciones.
La síntesis de Rozo, sobre ambos enfoques es que las
estructuras se interrelacionan y son interdependientes
con la finalidad de dominar o dirigir a la colectividad.
Respecto a las características de los sistemas políticos
Duverger, M., establece un criterio que relaciona los
dos grandes tipos de regímenes políticos desde el
plano de participación ciudadana: Democracia
y Dictadura; con los dos principales sistemas
económicos: Capitalismo y Comunismo, que da lugar
a cuatro tipos de sistemas políticos:
Democracia + Capitalismo: Sistema Liberal.
Democracia + Comunismo: Democracia Socialista.
Dictadura + Capitalismo: Dictadura Capitalista.
Dictadura + Comunismo: Totalitarismo.
Por su parte, Rozo, E., diferencia los tipos de sistemas
políticos por:
• Teorías Funcionalistas:
-- Democracia-Liberal.
-- Socialismo.
-- Autoritarismo.
• Teorías jurídico-políticas
-- Sistemas Pluralistas: Autocracias.
-- Sistemas Unitarios: Marxistas.

Tipos de sistemas políticos
El análisis de los tipos de sistemas políticos realizado
en este apartado considera el enfoque funcionalista
de los sistemas políticos.
Sistema Democrático-Liberal
La democracia liberal es un sistema político que
consiste en una democracia representativa donde
la capacidad de los representantes elegidos por la
ciudadanía está sometida al Estado de Derecho,
conjunto de leyes y normas, moderada normalmente
por la Constitución y reforzada por distintas
instituciones civiles que administran los derechos y
libertades del individuo.
Las democracias liberales se caracterizan por la
tolerancia y el pluralismo, en el que pueden coexistir
y competir por el poder político diferentes ideologías,
aunque en la práctica lo que se ha producido más
habitualmente es la victoria electoral de los grupos
políticos que defienden la democracia liberal, de modo
que el sistema se perpetua a sí mismo.
El término liberal dentro de la expresión “democracia
liberal” no implica que el gobierno de una democracia
de este tipo deba seguir estrictamente la ideología
política del liberalismo, aunque el concepto de
democracia liberal nace de la corriente del liberalismo
político.
De hecho, el sistema democrático-liberal cuenta con
un conjunto de características que, con el paso del
tiempo, se han constituido como pilares para que se
convierta únicamente en sistema democrático, cuya
esencia básica según la tesis de Dahl, R., en su obra
La Poliarquía, es la “continua aptitud para responder
a las preferencias de sus ciudadanos, sin distinciones
políticas entre ellos”.
Esta característica indica que los sistemas
democráticos deben aportar a la totalidad de sus
ciudadanos igualdad de oportunidades, como requisito
fundamental del ejercicio democrático, que se
materializa en tres condiciones:
• Formular sus preferencias ante cualquier tema o
problema.
• Expresar de forma pública dichas preferencias,
individual y colectivamente.
• Recibir igualdad de trato por parte del gobierno,
sin discriminación alguna por cualquier causa
ante estas preferencias.
Con la finalidad de que los ciudadanos tengan estos
tres derechos, que son necesarios en un sistema
democrático, se deben ofrecer las siguientes garantías
institucionales:
• Libertad de asociación.
• Libertad de expresión.
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• Libertad de voto.
• Derecho de los líderes políticos a competir en
busca de apoyo.
• Diversidad de fuentes informativas.
Además, para expresar las preferencias y recibir
igualdad de trato por parte del gobierno, son necesarias:
• Elegibilidad para el servicio público.
• Elecciones libres e imparciales.
Y la recepción de igualdad de trato por parte del
gobierno, requiere:
• Instituciones que garanticen que las políticas
gubernamentales dependan de los resultados
electorales y otras fórmulas de expresión de las
preferencias que completan las ocho garantías
institucionales necesarias para la consolidación
de un sistema democrático.
Otro de los requisitos fundamentales, que caracterizan
la democracia liberal, en sintonía con la libertad de
trato o de oportunidades es la existencia de pluralismo.
El pluralismo político se identifica con libertades
y derechos como la creación de partidos políticos
y el libre ejercicio de su actividad, que garantiza la
incorporación al sistema de las distintas ideologías
que tienen sus ciudadanos; así como la aceptación del
derecho de elección y las garantías para su ejercicio,
donde destacan logros como la celebración periódica
de elecciones, la implantación del sufragio universal
libre y secreto o las garantías para el escrutinio y la
proclamación de los resultados.
Sin embargo, en el sistema democrático-liberal el
pluralismo también se manifiesta en los ámbitos
económico y social.
La propiedad privada de los medios de producción
y la economía de mercado, basada en la ley de oferta
y demanda están determinadas por el principio
económico que lo sustenta, el capitalismo. No
obstante, la imperfección, que en la práctica, ha
demostrado este sistema económico, ha derivado
en restricciones a la libre competencia y formación
de monopolios y de oligopolios en actividades
consideradas esenciales para el desarrollo de un
territorio, es decir la intervención del Estado. Los
sistemas democrático liberales han propiciado estas
actuaciones, que han sido más intensas en los países
de Europa Occidental, a partir de la segunda mitad
del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, que
ha generado el denominado Estado del Bienestar,
provocando la ruptura con los principios del liberalismo
clásico, más arraigado en otros continentes.

El pluralismo social se manifiesta en el sistema
democrático liberal en el gran número de asociaciones,
fomentado por la ley de libertad de asociación, que
dan voz a las distintas voluntades de los individuos,
mediando entre los ciudadanos y el Estado. Aunque
hay autores que discrepan de esta intermediación,
Rousseau señaló que son un factor de deformación
de la voluntad general, una mayoría considera que
es muy importante en el sistema de transmisión de
información hacia los gobiernos.
Otro de los elementos esenciales de los sistemas
democrático-liberales es la división de poderes: el
ejecutivo, el legislativo y el judicial, fórmula para
equilibrar el ejercicio del poder, garantizando el control
a la acción de gobierno.
La aplicación de la división de poderes en los sistemas
demócrata-liberales presenta dos modelos:
• Modelo Presidencialista: con una división estricta
de los poderes, en la que el poder ejecutivo
lo detenta el Presidente, elegido por votación
popular; que no está vinculado al poder legislativo,
ni al judicial, que es independiente.
• Modelo Parlamentario: el poder legislativo
es elegido por votación popular, y nombra al
gobierno, poder ejecutivo, que le debe rendir
cuentas de su acción política. El poder judicial es,
igualmente, independiente.
Sistema Socialista
Los sistemas socialistas se caracterizan por poseer
una ideología oficial, el marxismo-leninismo, la
existencia de un partido único o de un partido
hegemónico, la concepción del Estado como factor
de dominación de clase y un sistema económico
centralizado que se basa en la propiedad colectiva de
los medios de producción.
Estas características básicas presentan lógicas
diferencias económicas, sociales, culturales, incluso
políticas, de acuerdo con la idiosincrasia de los pueblos
y territorios donde se ha implantado este sistema
político.
La existencia de partido único es uno de los rasgos
de los sistemas socialistas, que rechazan el pluralismo
político, declarando ilegales aquellas ideologías
contrarias al sistema y las únicas asociaciones que
se permiten son las vinculadas al partido único. En
estos países el partido único, que utiliza habitualmente
la denominación de partido comunista, es una
organización burocrática muy jerarquizada que actúa
como la vanguardia de la clase trabajadora, y que
está integrada por técnicos y profesionales de gran
capacidad de acción política, de acuerdo con las tesis
leninistas.
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En muchos de estos países, la organización del partido
único es la misma organización del Estado, como
ocurrió en China cuando llegó al poder Mao Tse Tung
que, tras su victoria en la guerra civil china, proclamó
la República Popular China y puso al nuevo Estado
bajo el control total del Partido Comunista. También la
propia etimología del vocablo “partido único”, que
significa parte única de ciudadanos que interviene en
el gobierno del Estado, refrenda este hecho.
Además del régimen de partido único, hay países
dentro del sistema socialista que utilizan el sistema de
partido hegemónico, que supone un pluralismo político
formal que permite la acción de otras fuerzas políticas,
sobre todo de aquellas que son herederas de partidos
anteriores al establecimiento del nuevo sistema, que en
ningún caso cuestionan la preponderancia del partido
hegemónico, de estilo marxista-leninista, en la vida
política y la gestión del Estado.
El centralismo es el principio de funcionamiento del
Estado, también del partido, único o hegemónico, en
los sistemas socialistas, debido a la desconfianza
en cualquier forma de federalismo o autonomía de
minorías territoriales. La disciplina del partido permite
a la militancia la discusión de los asuntos sobre los
que no hay una decisión central, pero una vez tomada
la decisión debe finalizar el debate y someterse a sus
designios.
Otro de los factores que caracterizan los sistemas
socialistas es la propiedad y planificación económica
centralizada de los medios de producción por parte
del Estado, que señala los objetivos de la economía
nacional.
Las tesis marxistas asocian la propiedad privada de
los medios de producción a la concepción del Estado
como instrumento de explotación, por lo que las clases
trabajadoras, el proletariado, no tendrá libertades
reales ni podrá competir por el poder frente a los
capitalistas.
Esta es la razón por la que propone la destrucción del
capitalismo, única forma para hacer libre al individuo,
al liberarlo de la explotación laboral. La cumbre de la
teoría marxista es llegar a la fase de sociedad
comunista, en la que desaparece el Estado y los
gobernantes, dado que el régimen político es de
democracia total, de autogestión social integral.
Sin embargo, el fracaso de las teorías económicas
comunistas, evidenciadas por la crisis económica
en la China de Mao Tse Tung, cuya más trágica
consecuencia fue la gran hambruna, entre 1959 y
1961; así como la grave crisis económica de la URSS,
determinaron reformas económicas de gran calado,
aunque con muy diferentes consecuencias.

Así, el llamado socialismo chino desarrollado por
Deng Xiaoping a partir de 1978, tras la muerte de Mao
Tse Tung, basado en abrir al exterior la economía y
dotar de medios de producción a la propiedad privada,
con un férreo control estatal, ha tenido muy positivas
consecuencias en la economía china y en el desarrollo
de empresas innovadoras y tecnológicas de esta
nacionalidad.
En el caso de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov
impulsó la reforma económica (Perestroika), que
intentó la modernización e innovación de sus formas
de producción, y la acompañó de una cierta apertura
y democratización política (Glasnot) que acabó con
la desintegración la URSS en 1991, proceso en el que
uno de sus principales hitos fue la caída del Muro de
Berlín, en 1989.
Sistemas autoritarios: Fascismo y
Nacionalsocialismo
El autoritarismo es el sistema político donde la
totalidad de las relaciones, acciones y decisiones
del Estado están sometidas de forma absoluta a una
autoridad, siendo característico de las dictaduras.
Se hace referencia en este apartado a los dos grandes
estados autoritarios europeos del siglo XX, Alemania
e Italia, aunque este último país mantuvo el régimen
político de Monarquía.
Los sistemas políticos autoritarios en ambos países:
Italia (fascismo) y Alemania (nacionalsocialismo),
fueron contemporáneos y aliados en la Segunda
Guerra Mundial, siendo similares en muchos aspectos:
• Totalitarismo, limitando la libertad personal,
debido al estricto control de la vida personal de
sus ciudadanos; así como de los medios de
producción económica.
• Autosuficiencia económica (Autarquía), en ambos
casos como medio para obtener el fin de la
grandeza del Estado, por lo que el gobierno debía
dirigir la vida económica del país.
• Nacionalismo, dado que proclamaban la
supremacía del Estado que personalizaban en el
culto a su caudillo y glorificaban la fuerza militar
como prueba de su superioridad.
• Preconizaban la igualdad y unidad de las clases
en aras a un objetivo colectivo superior, la
grandeza del Estado.
• Sistema de Partido único, las tesis defendidas
impedían una democracia efectiva, señalando al
comunismo como enemigo de la nación con lo
que atrajeron un sólido núcleo de apoyo social,
Al mismo tiempo, acabaron con sus adversarios
políticos mediante episodios de violencia.
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No obstante, la mayor radicalidad del
nacionalsocialismo alemán, motivado según la mayor
parte de los autores por el germen de frustración tras
la derrota en la Primera Guerra Mundial y el Tratado
de Versalles, considerado humillante para el pueblo
alemán; determinó un mayor arraigo y seguimiento de
las doctrinas de Hitler que unido a la mayor eficacia
organizativa de la nación alemana, deparó una gran
fortaleza económica y, por lo tanto de argumentación
bélica de las tesis nacionalsocialistas, que propiciaron
la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial y el
Holocausto judío.
Por otra parte, cabe significar en clave política como
la separación del poder entre el Jefe de Estado, que en
Italia era el rey Víctor Manuel, obviado por completo
por el Jefe de Gobierno, Mussolini; fue útil en Italia,
dado que en 1943, los opositores del régimen fascista
pudieron apelar al monarca que depuso a Mussolini y
ordenó su arresto, con lo que Italia firmo el armisticio
con los países aliados, que supuso su retirada oficial
de la contienda mundial. Por el contrario, no había
nadie en Alemania que pudiera apelar a la cordura.
Resumen
Los sistemas políticos, definidos de muy distintas
formas entre los autores que han profundizado en
su estudio, se pueden describir como la existencia de
actores políticos, las instituciones, cuyas interacciones
y decisiones se transmiten de forma imperativa al
conjunto de la sociedad. Las teorías funcionalistas
y jurídico-políticas definen de forma distinta a los
sistemas políticos, aunque ambos enfoques convergen,
según Rozo, E., en la construcción de una estructura
con la finalidad de dominar o dirigir a la colectividad.
Estas teorías diferencian los tipos de sistemas
políticos, las funcionalistas señalan la democracia-
liberal, el socialismo y el autoritarismo; mientras que
las jurídico-políticas distinguen los sistemas
pluralistas y los unitarios. También Duverger, M.,
estableció un criterio en el que relaciona los dos
grandes tipos de regímenes políticos desde el plano de
participación ciudadana: Democracia y Dictadura; con
los dos principales sistemas económicos: Capitalismo
y Comunismo.
Un análisis de las principales características de
los sistemas políticos señalados por las teorías
funcionalistas, y la deriva en sus principales países de
aplicación durante el pasado siglo, conforma el mayor
contenido de este tema.
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Bibliografía
1. Baca Olamendi et al. (2000): Léxico de la Política.
Fondo de Cultura Económica. México.
2. Caminal Badia, M. (1996): Manual de Ciencia
Política. Technos. Madrid.
3. Emmerich, G.E., y Alarcón, V., (2007): Tratado de
Ciencia Política. Ed. Anthropos México.
4. Ferrando Badia, J., (1997): Regímenes políticos
actuales. Technos. Madrid.
5. Pastor, M., (1989): Ciencia Política. MGraw-Hill.
Madrid.
6. Rozo, E., (1986): Diccionario de política y derecho
público. Esap. Bogotá.