Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TEXTO N° 01
…Yo solo me quedé junto a don Froylán, pero cerca de Justina, de mi Justinacha ingrata, Y no fui
desgraciado. A la orilla de ese río espumoso, oyendo el canto de las torcazas y de las tuyas, yo
vivía esperanzas; pero ella estaba bajo el mismo cielo que yo, en esa misma quebrada que fue mi
nido. Contemplando sus ojos negros, oyendo su risa, mirándola desde lejos, era casi feliz, porque
mi amor por Justina fue “warmakuyay”y no creía tener derecho todavía sobre ella; sabía que
tendría que ser de otro, de un hombre grande, que manejara ya zurriago, que chara ojos roncos
peleara a látigos en los carnavales y como amaba a los animales, las fiestas indias, las cosechas,
las siembras con música y jarawi, viví alegre en es quebrada verde y llena de calor amoroso de
sol. Hasta que un día me arrancaron de mi querencia, para traerme a este bullicio, donde gentes
tranquilo, añuque maula, será mejor novillero, el mejor amansador de potrancas, y le respetarán
los comuneros. Mientras yo, aquí vivo amargado y pálido, como un animal en los llanos fríos,
a) II, III, V
b) Todas menos III, IV, V
c) Todas menos I.
3. “El Kutu …está en su elemento; en un pueblecito tranquilo, añuque maula, será mejor
novillero, el mejor amansador de potrancas, y le respetarán los comuneros.”, connota:
a) Que lo respetarán como el capataz de la comunidad.
b) Vive en la dureza del terreno montañoso.
c) Comodidad, éxito social por sus destrezas.
Atahualpa, como se ha dicho, fue de buen ingenio y muy agudo. Entre otras agudezas que tuvo, que le
apresuró la muerte, fue que viendo leer y escribir a los españoles, entendió que era cosa que nacían con
ella; y para certificarse de esto pidió a un español de los que le entraban a visitarle o de los que le
guardaban, que en la uña del dedo pulgar le escribiese el nombre su Dios. El soldado lo hizo así. Luego
que entró otro le preguntó: “¿Cómo dice aquí?” El español se lo dijo y lo mismo dijeron tres o cuatro.
Poco después entró Don Francisco Pizarro, y, habiendo hablado ambos un rato, le preguntó Atahualpa
qué decían aquellas letras. Don Francis no acertó a decirlo, porque no sabía leer. Entonces entendió el
Inca que era cosa natural, sino aprendida. (de “Los Comentarios Reales”)
A los 10 años yo era el monarca de las azoteas y gobernaba pacíficamente mi reino de objetos destruidos.
Las azoteas eran los recintos aéreos donde las personas mayores envidiaban las cosas que no servían para
nada: se encontraba allí sillas cojas, colchones despanzurrados, maseteros rajados, cocinas de carbón,
muchos otros objetos que llevaban una vida purgativa, a medio camino entre el uso póstumo y el olvido.
Entre todos estos trastos yo erraba omnipotente, ejerciendo la potestad que me fue negada en los bajos.
Podía ahora pintar bigotes en el retrato del abuelo, calzar las viejas botas paternales o blandir como una
jabalina la escoba que perdió su paja. Nada me estaba vedado: Podía construir y destruir con la misma
libertad con que insuflaba vida a las pelotas de jebe reventadas, presidia la ejecución capital de los
maniquíes.
Mi reino, al principio, se limitaba al techo de mi casa pero, poco a poco, gracias a valerosas conquistas,
fue extendiendo sus fronteras por las azoteas vecinas. De estas largas campañas, que no iban sin peligro
– pues había que salvar vallas o saltar corredores abismales – regresaba siempre enriquecido con algún
5.- la expresión” podía ahora pintar bigotes en el retrato del abuelo” revela que el niño:
a)no puede jugar libremente
b)está obligado a respetar dicho retrato
c)observa con mucha seriedad el retrato.
d)Puede expresar su creatividad
e)No puede expresar su mundo interno.
TEXTO Nº 04
Ciro Alegría, dos años antes de su muerte, nos habló sobre su posición frente a la literatura. “solo debo
decir que en mí, las letras han sido una vivencia muy antigua recogida del pueblo y que han representado
escritor, como creo que hay en el fondo de todos los escritores peruanos que pertenecemos a estas
generaciones que han tenido más bien una imagen triste de la patria, el deseo de hacerla mejor y la
necesidad de mostrar la injusticia y el mal; ha sido un acto de adhesión al pueblo y de protesta contra la
injusticia y de idealismo en espera de que vengan tiempos mejores. Por eso, nuestras novelas, yo creo,
tienen ese sentido de denuncia, de acusación y de adhesión; son por eso, fundamentalmente, con muy
pocas excepciones, actos de revalorización del pueblo, pueblo al que los novelistas han levantado y
destacado, anticipándose como siempre al proceso político de justicia que está llegando y que será más
pleno en el futuro”.
“Creo que por eso el Indigenismo dejará de ser ismo, pero como expresión indígena va a vivir siempre y
cada día, a medida que se integre el indio, va a tomar formas más amplias de expresión de una sensibilidad,
Lo habían traído de madrugada. Y ahora era ya entrada la mañana y el seguía todavía allí, amarrado a un
horcón, esperando. No tenía ganas de nada. Solo de vivir. Ahora que sabía bien que lo iban a matar, le
habían entrado unas ganas tan grandes de vivir como solo las puede sentir un recién resucitado. Quien le
iba a decir que volvería aquel asunto tan viejo, tan rancio, tan enterrado como creía que estaba.
Don Lupe Terreros, el dueño de la Puerta de Piedra por más señas su compadre. Al que él, Juvencio Nava,
tuvo que matar por eso; por ser el dueño de la puerta de Piedra y que, siendo también su compadre, le
Primero se aguantó por puro compromiso. Pero después cuando la sequía, en que vio cómo se morían uno
tras otro sus animales hostigados por el hambre y que su compadre don Lupe seguía negándole la yerba
de sus potreros…
“y me mató un novillo”.
“Esto pasó hace treinta y cinco años, andaba yo en el monte, corriendo del exhorto. No me valieron ni las
diez vacas que le di al juez, ni el embargo de mi casa para pagarle la salida de la cárcel…Así que la cosa
ya va para viejo, y según eso debería estar olvidado. Pero, según eso, no lo está
“Yo entonces calculé que con unos cien pesos quedaba arreglado todo. El difunto don Lupe era solo,
solamente con su mujer y los dos muchachitos todavía de a gatas. Y la viuda pronto murió también dizque
de pena. Y a los muchachitos se los llevaron lejos, donde unos parientes. Así que, por parte de ellos, no
había que tener miedo… Cada vez que llegaba alguien al pueblo me avisaban;
“A veces tenía que salir a la media noche. Eso duró toda la vida. No fue un año ni dos. Fue toda la vida”
-yo nunca le he hecho daño a nadie – eso dijo. Pero nada cambio. Ninguno de los bultos pareció darse
cuenta. Las caras no se volvieron a verlo. Siguieron igual, como si hubieran venido dormidos.
-Pregúntele que si ha vivido alguna vez en Alima -volvió a decir- la voz de allá adentro.
- Sí. Dile al coronel que de allá mismo soy. Y que allí he vivido hasta hace poco.
-Guadalupe Terreros era mi padre. Cuando crecí y lo busqué me dijeron que estaba muerto. Es algo difícil
crecer sabiendo que la cosa de donde podemos agarrarnos para enraizar está muerta. Con nosotros, eso
pasó.
Lo que no se olvida es llegar a saber que el que hizo aquello está aún vivo, alimentando su alma podrida
con la ilusión de la vida eterna No podría perdonar a ése, aunque no lo conozco; pero el hecho de que se
haya puesto en el lugar donde yo sé que esta, me da ánimos para acabar con él. No puedo perdonarle que
Desde acá, desde fuera, se oyó bien claro cuando dijo. Después ordenó:
a) II, III, IV
b) todas menos IV
c) I, II, IV
d)III, IV, V
e) Todas
7.- Respecto a la situación final de Juvencio, señale la relación correcta:
1.- desesperanza y fatalidad
2.- la venganza del hijo de Juvencio
3.- un sentimiento puro que conmueve
4.- El padecimiento de castigo inexorable
5.- El coronel acepta el soborno
a) VVFVF
b) FVFVF
c) FFFVV
d) VVFVV
e) VFFVF
TEXTO Nº 06
Evaristo Mazuelos, el farmacéutico de P, y Hebaristo, el sauce fúnebre de la parcela, eran dos vidas
paralelas; dos cuerdas de una misma arpa; dos ojos de una misma misteriosa y teórica cabeza; dos brazos
de una misma desolada cruz; dos estrellas insignificantes de una misma constelación. Mazuelos era
huérfano y guardaba, al igual que el sauce, un vago recuerdo de sus padres. Como el sauce era árbol que
solo servía para cobijar a los campesinos a la hora cálida del medio día, Mazuelos solo servía en la aldea
para escuchar la charla de quienes solían cobijare en la botica; y así como el sauce daba una sombra
indiferente a los gañanes mientras sus raíces rojas jugueteaban en el agua de la acequia, así él oía con
desganada abnegación la charla de otros, mientras jugaba , el espíritu fijo en una idea lejana, con la
cadena de su reloj o hacía con su dedo índice gancho a la oreja de su botín de elástico, cruzadas, una
Hebaristo, el melancólico sauce de la parcela, no fue, como son la mayoría de los sauces, hijo de una
necesidad agrícola; no. El sauce solitario fue hijo del azar, del capricho, de la sin razón. Era el fruto
arbitrario del Destino. Si aquel sauce en vez de ser pintado en las afueras de P, hubiera sido sembrado
como era lógico, en los grandes saucedales de las pequeñas pertenecías, su vida no resultara tan solitaria
y trágica. Aquel sauce, como el farmacéutico de “El amigo del pueblo” sentía desde muchos años atrás,
la necesidad de un afecto, el dulce beso de una hembra, la caricia perfumada de una unión indispensable.
Cada caricia del viento, cada ave que venía a posarse en sus ramas florecidas hacía vibrar todo el espíritu
y cuerpo del sauce de la parcela. Hebaristo que tenía sus ramas en un florecimiento núbil, sabía que en
las alas de la brisa o en el pico de los colibrís, o en las alas de los chucracos debían venir el polen de su
amor, pero los sauces que el destino le deparaba debían estar muy lejos, porque paso la primavera y el
beso del dorado polen no llegó hasta sus ramas florecidas. Hebaristo, el sauce de la parcela, comenzó a
secarse del mismo modo que el joven y achacoso farmacéutico de “El Amigo del Pueblo” Bajo el cielo
de P, donde antes latía la esperanza, cernió sus alas fúnebres y estériles la desilusión.
TEXTO Nº 07
Un piojo muy humilde, solo conocía la aridez de la cabellera de un soldado raso. No se quejaba de su
suerte sus antepasados, durante generaciones, había vivido en esos paramos, y conociendo solo pelo
apestoso, era incapaz de aspirar a un sitio mejor. Quiso el destino que el coronel pasara revista a la
sudorosa tropa. El piojo emocionado, levanto una de sus patas delanteras para el también hacer el saludo
militar; entonces un viento repentino lo saco de su hediondo alberge y fue a depositarlo en la cabeza del
coronel. El insecto se llenó de orgullo “¡La armada está bajo nuestro mando!”, exclamo. Y una cálida
sensación de poder embargo su corazón. Desde ese día desprecio a sus congéneres. Es más rogó al cielo
que su jefe exterminara por sucios y feos. Aferrado a la fragante cabellera, se sintió dueño del mundo
obedecido por todos, de pronto estalló un motín y los soldados con lanzallamas, quemaron al coronel. El
piojo, a pesar de gritar innumerables veces “¡Soy inocente!”, murió tan achicharrado como la cabeza que
lo albergaba.
01.- El piojo cambia de conducta porque:
a) El coronel pasa revista a la tropa
b) Hizo un saludo militar
c) Gracias al viento se cambió de albergue
d) Lo embargo una sensación de poder
e) Seguía la costumbre de sus antepasados.
TEXTO N°08
Es increíble el efecto que producen las cosas que decimos. La mayoría de las veces no nos damos cuenta
Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos. Lo primero que nos ocurre es tener
un pensamiento que puede ser bueno o malo, luego, si no cortamos ese pensamiento, se puede transformar
en palabras y posteriormente en acciones. Por eso es importante inclusive revisar nuestros pensamientos
Muchas veces lastimamos, ofendemos o enredamos las cosas sólo con lo que decimos o dejamos de decir,
por eso tenemos que pensar antes de hablar. Una vez alguien dijo: “Dios nos dio dos oídos y una sola
boca, usémosla en esa misma proporción”, es decir escuchemos más y hablemos menos.
Tratemos de construir al hablar y no destruir. Una recomendación que les doy es que confirmen si la otra
persona está entendiendo exactamente lo que Ud. quiere decir. Muchas veces preguntamos: ¿entendiste?
Y la otra persona responde: sí, eso no es suficiente, preguntémosle qué entendió y verifiquemos si es o no
lo que queríamos decir, de esta manera se ahorra uno muchos malos entendidos. La comunicación no es
nada fácil, por lo general hablamos muy rápido y nos tomamos el tiempo para aclarar muchas cosas.
Las palabras encierran un poder que desconocemos pero que cada día se comprueba más y más, trabajan
sobre nuestro cerebro constantemente enviándole información. Esta información genera en nosotros
sentimientos, actitudes, pensamientos, etc. Si hablamos cosas positivas, es mayor la probabilidad de que
sucedan cosas buenas, si hablamos cosas negativas, pues eso será lo que recibamos.
Los hombres se gobiernan por diversas clases de leyes; por el derecho natural; por el derecho divino, que
es el de la religión; por el derecho eclesiástico, llamado canónico, que es el que regula la religión: por el
derecho de gentes que se puede considerar como un derecho civil del universo, tomando a cada pueblo
como ciudadano de dicho universo; por el derecho político general, que tiene por objeto la sabiduría
humana que ha formado todas las sociedades; por el derecho político particular, que concierne a cada
sociedad; por el derecho de conquista, basada en que un pueblo ha querido, podido o debido hacer
violencia a otro; por el derecho civil de cada sociedad, por el cual un ciudadano puede defender sus bienes
y su vida contra cualquier otro ciudadano; finalmente, por el derecho doméstico, fundando en la división
Hay pues diferentes órdenes de leyes; la sublimidad de la razón humana consiste en saber bien o cuál de
dichos órdenes se refiere principalmente las cosas sobre las que se debe estatuir, y en no sembrar la