CASO: “Lealtad en el trabajo”

Javier es un empleado bancario respetado

por su compañerismo y lealtad hacia la
institución. Es un hombre joven, cuya
aspiración es ser un buen profesional y
reconocido por sus superiores.

Cada día, al terminar con la atención al

público, realizaba un arqueo de su caja en el
que detallaba todos los movimientos producidos en el día. En reiteradas ocasiones su jefe directo
le solicitó canjear unos cheques por efectivo, sin informar, ante lo cual Javier accedió. A pesar que
él sabía que era incorrecto según las políticas del Banco, accedía por tratarse de su jefe, un
hombre leal y con trayectoria en la empresa.

Estos hechos no habían causado problema, ya que se mantenían en secreto y al momento de las
auditorías internas, Javier era advertido por su jefe.

Un día en el banco se efectuó una auditoría general que no fue informada por los superiores,
siendo esta realizada por una empresa externa para detectar las irregularidades que se estuvieran
presentando internamente.

Al revisar la caja de Javier, se dieron cuenta que habían varias transacciones no informadas, por lo
que Javier fue llamado a rendir un informe sobre estas transacciones, lo cual comenzó a
complicarle su existencia, puesto que no pudo 3 justificar estas acciones y tampoco informó que
su jefe era quien le solicitaba este favor, por “cuidar la espalda de su jefe”.

Finalmente Javier reconoció el error como suyo.

La auditoría, al no quedar conforme con la explicación, emitió un informe de los hechos y solicitó
una revisión histórica de los arqueos, encontrándose que tales transacciones se habían realizado
en varias ocasiones. El resultado de este informe produjo el despido de Javier, sin tener opción de
reclamo, por haber faltado al reglamento interno. Por otra parte, su jefe se hizo el desentendido
para no verse involucrado y evitar ser despedido.