Está en la página 1de 23

POLITICA ECONOMICA

1. Concepto
La política monetaria consiste en la acción consciente emprendida por las autoridades
monetarias, o la inacción deliberada, para cambiar la cantidad, la disponibilidad o el
coste de dinero, con objeto de contribuir a lograr algunos de los objetivos básicos de la
política económica. (Cuadrado, 2010). Es decir, controlar la cantidad de dinero que
existe en la economía, para conseguir los objetivos previamente establecidos.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF, s.f.) definen política monetaria como una
política económica que usa la cantidad de dinero como variable de control para asegurar
y mantener la estabilidad económica. Para ello, las autoridades monetarias usan
mecanismos como la variación del tipo de interés, y participan en el mercado de dinero.
La política monetaria, por ejemplo, a través de las decisiones sobre la emisión de
dinero, puede generar efectos sobre el crecimiento y dinamización económica, la
inflación o las tasas de interés
2. Entidad que regula la Política Monetaria en el Perú
La política monetaria es la disciplina de la política económica que controla los factores
monetarios para garantizar la estabilidad de precios y el crecimiento económico.
Aglutina todas las acciones que disponen las autoridades monetarias para ajustar el
mercado de dinero. Por ende, los bancos centrales son las autoridades responsables de
proveer de moneda y de instrumentar la política monetaria. Para el caso peruano, el ente
encargado es el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), entidad autónoma e
independiente del gobierno central. 
La Constitución Política del Perú de 1993 y la nueva Ley Orgánica del Banco Central
de Reserva del Perú, vigente desde el mismo año, otorgan al Banco Central autonomía
dentro de su Ley Orgánica, es así que el BCRP a partir de 1993 está constituido de
manera independiente de las autoridades políticas y otras influencias que puedan
comprometer el logro de sus funciones y objetivos. En este sentido, el Banco Central
define e implementa la política monetaria sin opinión previa de otras autoridades,
remarcándose que las facilidades crediticias al gobierno están prohibidas.
Además, para un país como el Perú, que ha tenido varios episodios de inflación alta o
hiperinflación, la existencia de un banco central autónomo y competente es de suprema
importancia.
3. Objetivo
Los objetivos de la política monetaria difieren entre países, algunos implementan un
mandato único y, otros, un mandato doble. Los primeros tienen como finalidad la
estabilidad monetaria, como en el caso del Perú, mientras que los otros, además de lo
anterior, deben asegurar un nivel adecuado de empleo (o algún otro indicador de
actividad real). Estos objetivos se establecen en términos de estabilización de precios
y/o producción debido a que la volatilidad de estas variables macroeconómicas afecta
negativamente el bienestar de las personas (Woodford, 2001).
La Constitución Política del Perú de 1993 y la nueva Ley Orgánica del Banco Central
de Reserva del Perú, vigente desde el mismo año, establecen la estabilidad monetaria
(definida como el logro de una meta anual de inflación definida por el BCRP) como
objetivo único de la política monetaria. Asimismo, la nueva Ley Orgánica del Banco
Central establece las siguientes prohibiciones y principios que garantizan la autonomía
del Banco Central para el logro del objetivo de estabilidad monetaria:
a. Prohíbe el financiamiento directo al sector público, y limita el financiamiento
indirecto hasta 5 por ciento del saldo de la base monetaria al cierre del año
precedente.
b. Prohíbe al Banco Central conceder financiamiento a las instituciones financieras
estatales de fomento; asignar recursos para constituir fondos especiales con el
fin de promover alguna actividad económica; e imponer coeficientes sectoriales
o regionales en la composición de la cartera de colocaciones de las instituciones
financieras.
c. Se establece que el Banco Central propiciará que las tasas de interés se
determinen por libre competencia.
d. Prohíbe fijar regímenes de tipo de cambio múltiples.
Por su parte, Cuadrado (2010) afirma que “el objetivo más importante para la política
monetaria es, sin duda, la estabilidad de precios, pero también puede contribuir al logro
de un crecimiento sostenido y, obviamente, en favor del equilibrio externo”. Es decir, la
política monetaria en el Perú es el brazo de la política macroeconómica cuyo objetivo
central es mantener la estabilidad de los precios.
Frente al objetivo de la política monetaria en el Perú, Carrasco (2016) afirma lo
siguiente:
Existe consenso en el hecho de que la estabilidad de precios –entorno de inflación
baja y estable– provee beneficios sustanciales a las economías. En particular, un
entorno así permite que las familias y las empresas tomen mejores decisiones por la
menor incertidumbre sobre su poder adquisitivo y sobre los precios relativos;
además, permite una mejor asignación de los recursos productivos. La estabilidad de
precios también previene una sobreinversión en el sector financiero y disminuye las
distorsiones generadas por la interacción del sistema tributario y la inflación. Todo
esto sugiere que entornos de inflación baja y estable incrementan la eficacia de los
recursos productivos empleados en la economía y, por ende, el bienestar de la
población. (p. 4)
4. Instrumento
Según BCRP, la regulación de la liquidez del sistema financiero es dinámica conforme
se conocen las condiciones del sistema financiero día a día de modo que la tasa de
interés interbancaria se ubique en un nivel cercano al de referencia. Los instrumentos de
política se pueden clasificar en: instrumentos de mercado, instrumentos de ventanilla y
medidas de encaje.
4.1. Instrumentos de mercado
Son todas aquellas operaciones de compra-venta realizadas por el Banco central. Son
una de las medidas de planificación de política monetaria que puede llevarse a cabo en
un mercado abierto, acompañadas con determinados ajustes o modificaciones de la tasa
de interés, de la tasa de cambio y de la tasa de encaje bancaria y operaciones con el
sector público y con el propio sector bancario. Asimismo, es un instrumento que
dispone el BCR para aplicar la política monetaria, a fin de dotar al sistema de la liquidez
necesaria y ajustar las tasas de interés de corto plazo.
Es así que, algunos de los instrumentos de mercado son:
 Certificados de Depósito del BCRP (CD BCRP)
 Certificados de Depósito Reajustables del BCRP (CDR BCRP)
 Certificados de Depósito Liquidables en Dólares del BCRP (CDLD BCRP)
 Depósitos a Plazo en el BCRP (DP BCRP):
 Operaciones de Reporte de Cartera y Operaciones de Reporte de Fideicomiso
(REPO de Cartera y REPO de Fideicomiso)
 Subastas de depósito a plazo con recursos del Banco de la Nación y del Tesoro
Público (COLOC TP y BN BCRP) 
 Operaciones de Reporte de Monedas (REPO de Monedas) 
 Operaciones de Reporte de Créditos con Garantía
 Operaciones de Reporte con Reprogramaciones de Carteras de Créditos
 Operaciones de Reporte de Valores (REPO)
 Compra-venta de moneda extranjera
 Swaps Cambiarios
 Swaps de Tasas de Interés

4.2. Instrumentos de Ventanilla


Se realizan a solicitud de las entidades financieras para compensar movimientos
inesperados de su tesorería al cierre de las operaciones del día. Entre los instrumentos
de ventanillas existen:
 Crédito de regulación monetaria
 REPO directa
 Compra de BTP en el mercado secundario
 Compra spot y venta a futuro de moneda extranjera (Swap directo)
 Depósitos overnight

4.3. Encaje
El encaje es uno de los principales instrumentos de política monetaria del BCR, este
instrumento permite regular la liquidez en el sistema financiero, por ende, en la
economía.
5. Esquema de Política Monetaria
Luego del episodio de hiperinflación observado hacia finales de los años ochenta, la
política monetaria fuere-estructurada de tal manera que diez años después fue posible
obtener niveles de tasa de inflación de un solo dígito. Armas, Grippa, Quispe, y
Valdivia (2001) documentan esta transición. El esquema implementado fue el de control
de agregados, tomando para ello como ancla nominal la base monetaria. En otros países
latinoamericanos se tomó como ancla nominal el tipo de cambio; no obstante, en el año
1990 el Perú no contaba ni con las reservas internacionales suficientes ni con el marco
institucional adecuado (en particular, por la baja credibilidad de la política monetaria)
para implementar un esquema similar.
Posteriormente, a partir de enero de 2002, la política monetaria del Banco Central se
conduce bajo un esquema de Metas Explícitas de Inflación (inflation targeting), con el
cual se busca anclar las expectativas inflacionarias del público mediante el anuncio de
una meta de inflación. Adicionalmente, la cuenta corriente (CC) de los bancos en el
BCRP fue utilizada como meta operativa hasta setiembre de 2003, donde se adoptó
como meta operativa la tasa de interés de referencia. Sin embargo, además de la meta
operativa mencionada, el BCRP también empleó instrumentos alternativos
simultáneamente, que le permitieron cumplir con el objetivo final y a la vez mantener el
mercado interbancario en equilibrio.
Cuadro 1: Evolución de los Esquemas de Política Monetaria

Esquema Fecha Meta Meta Meta Intervención Medida


Operativa Intermedia Final Cambiaria de
Encaje
Agregados 1995 a CC de los Emisión Inflación Sí Sí
monetarios 2001 bancos en el Primaria
BCRP
Metas 2002 a CC de los Inflación Sí Sí
Explicitas 2003 bancos en el
de Inflación BCRP
Metas Desde Tasa de Inflación Sí Sí
Explicitas 2003 interés
de Inflación interbancaria

Fuente: Castillo, P., Pérez, F. y Tuesta, V. (2011). Los mecanismos de transmisión de la


política monetaria en el Perú.

5.1. Metas explicitas de inflación (MEI)


Este enfoque de política monetaria consiste en un compromiso explícito y público de
mantener la estabilidad monetaria a través del uso de metas de inflación, la cual fue
implementado por primera vez en Nueva Zelanda en 1990, para luego extenderse a más
de 20 países entre los que se encuentran Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia,
Corea, Israel, México, Polonia, Reino Unido, República Checa, Suecia y Turquía entre
otros. Algunos países fijan una meta de inflación puntual, otros usan un rango meta
como Perú, pero en rangos diferentes y cada país con rangos meta distintos.
El anuncio de una meta cuantitativa de inflación, la toma de decisiones anticipadas de
política monetaria para poder alcanzarla y una comunicación activa con el público de la
racionalidad de las mismas, constituyen la parte principal del marco bajo el que opera el
Banco Central para preservar la estabilidad monetaria. Consistente con estos criterios, el
Banco Central sigue un esquema de Metas Explícitas de Inflación (conocido como
"inflation targeting" en inglés) desde el año 2002, la cual consiste en anunciar una meta
de inflación que el BCRP se compromete a alcanzar. Inicialmente dicha meta estaba
entre 1.5% y 3.5% anual. El 2006 se modificó y desde el nuevo rango meta se ubica
entre 1% y 3%, para la tasa de inflación, medida como la variación porcentual del
Índice de Precios al Consumidor (IPC) en los últimos doce meses y calculada por el
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esta meta permite anclar las
expectativas de inflación del público en este nivel.
La inflación en un rango de 1 por ciento a 3 por ciento fortalece la confianza en la
moneda nacional en el largo plazo, favoreciendo la desdolarización. Como comentan
Armas y Grippa (2006), la fijación del esquema de MEI fomentó además la disminución
del coeficiente de dolarización, fenómeno originado en entornos de altas inflaciones y
que implica una mayor preferencia por moneda extranjera. A medida que la confianza
en la moneda local vaya aumentando, producto de tasas de inflación bajas, se esperaría
una reducción progresiva en el grado de dolarización de la economía. Asimismo, una
meta de inflación en dicho rango iguala el ritmo de inflación del país con el de las
principales economías desarrolladas, evitando la desvalorización relativa de nuestra
moneda.
Para alcanzar el objetivo de estabilidad de precios, el Banco Central busca prever
posibles desviaciones de la tasa de inflación y/o de sus expectativas respecto de la meta.
Esta anticipación se debe a que los efectos de las medidas de política monetaria que
tome el BCRP se reflejarán gradualmente en la tasa de inflación y serán observados en
su totalidad luego de algunos trimestres.
Asimismo, el Banco Central evalúa el cumplimiento de su meta de inflación de manera
continua desde 2006, revisándose mensualmente la evolución de la inflación de los
últimos doce meses. De este modo, el Perú se suma al grupo de países con tasas de
inflación bajas y estables que hacen uso de una evaluación continua del objetivo
inflacionario.
Por su parte, Carrasco (2016) afirma lo siguiente:
Dentro de este esquema, la credibilidad y reputación del banco central contribuye a
que las expectativas, y por tanto, la inflación se encuentren dentro del rango meta.
Así, mientras más creíble sea el banco central será más sencillo guiar la inflación
hacia la meta y cumplir con su compromiso, lo que a su vez refuerza su credibilidad.
(p. 5)
6. Herramientas de Política Monetaria
Bajo el esquema de Metas de Inflación la oferta monetaria es endógena siendo la
herramienta más importante de política monetaria la tasa de interés de referencia (TR),
definida como la tasa de interés que el Banco Central fija cada mes y que es el promedio
de las tasas de interés que el BCR cobra los bancos comerciales (Tasa de descuento o
Tasa de Regulación) y la tasa de interés pasiva o Tasa Overnight que paga el BCR a los
Bancos Comerciales por sus depósitos en el BCR.
Dependiendo de las condiciones de la economía (presiones inflacionarias o
deflacionarias), el Banco Central modifica la tasa de interés de referencia (hacia arriba o
hacia abajo, respectivamente) de manera preventiva para mantener la inflación en el
rango meta. Ello se debe a que las medidas que toma el Banco Central afectan a la tasa
de inflación con rezagos.
La Tasa de Referencia influye decisivamente en la tasa de interbancaria la cual a su vez
influye en las diversas tasas que los bancos cobran a las empresas y familias a las cuales
presta. A su vez estas tasas afectan a las decisiones de consumo, de inversión, también a
las decisiones de entrada de capitales lo que influye a su vez en el tipo de cambio
afectando a las exportaciones netas. Por tanto, la tasa de referencia influye en la
Demanda Agregada y mediante ello al nivel de precios. La figura 1 muestra los
mecanismos de transmisión de la Metas Explicitas de Inflación en el Perú:
Figura 1. Esquema la influencia de la Política Monetaria sobre la Inflación

Sector Finanzas
externo Públicas

Política Tipo de cambio


Monetaria: Actividad Económica
Tasa de interés de (brecha del PBI con
Tasas de interés Inflación
referencia e el producto potencial)
instrumentos de
gestión de liquidez Liquidez y
crédito
Expectativas
de inflación

Choques Choques de Choques de


financieros demanda oferta
Fuente: Banco Central de Reserva del Perú (BCRP, 2021). Reporte de Inflación:
Panorama actual y proyecciones macroeconómicas 2021-2023.
Si el BCRP cree que hay presiones inflacionarias que llevarían a que la inflación
desborde el rango meta el BCRP incrementa la TR ello tiende a subir las Tasas de
interés que los Bancos comerciales cobran a sus clientes con lo cual baja el consumo,
baja la inversión, además induce a que los agentes quieran pasar de dólares a soles. La
menor demanda de dólares hace bajar el valor de dicha moneda generando un impacto
negativo en las exportaciones netas por lo tanto también en un crecimiento más lento de
la Demanda Agregada. Así, tendríamos un mecanismo para que el BCRP influya sobre
los precios para que la inflación se ubique en el rango meta.
Adicionalmente el BCRP también tiene otros instrumentos como la tasa de encaje, la
cual se usa solo en casos especiales, en situaciones que podría considerarse como de
emergencia. La TR es la más relevante para el control de la inflación
7. Transparencia de la política monetaria
La transparencia es una condición necesaria para fortalecer la credibilidad en el Banco
Central y, de esa manera, mejorar la efectividad de la política monetaria. Por ello, las
decisiones de política monetaria son explicadas al público en general y especializado
mediante la difusión de:
7.1. Nota Informativa del Directorio sobre el Programa Monetario
Desde 2001, a comienzo de cada año el Banco Central publica el calendario de las
decisiones de política monetaria. La decisión se comunica mediante la Nota
Informativa del Programa Monetario, la cual contiene una breve descripción de la
evolución macroeconómica reciente, la decisión sobre la tasa de interés de
referencia y el sustento de dicha decisión, así como las tasas de interés para las
operaciones del Banco Central con el sistema financiero.
7.2. Reporte de Inflación
Mediante este documento, el Banco Central informa sobre la evolución
macroeconómica reciente y en particular la dinámica de la inflación y la 13
ejecución de la política monetaria. Además, difunde las perspectivas de las variables
macroeconómicas y financieras que se utilizan en el análisis de la política
monetaria, tales como el entorno internacional, las condiciones de oferta y demanda
domésticas y la posición de las finanzas públicas, entre otros. Con base en esta
información se publica la proyección de inflación del Banco en el horizonte
relevante de política monetaria y se hacen explícitos los principales riesgos de la
proyección (balance de riesgos). El reporte se publica cuatro veces al año, con
información a marzo, junio, setiembre y diciembre.
7.3. Reporte de Estabilidad financiera
Desde 2007, el Banco Central publica este documento con la finalidad de identificar
los riesgos que afectan el funcionamiento de los mercados financieros y la situación
del sistema financiero y de los sistemas de pagos. Los choques financieros pueden
reducir la efectividad de la política monetaria, en tanto alteren los canales que
vinculan las variables financieras con las variables reales y, eventualmente, con la
inflación. El reporte se publica dos veces al año, con información a marzo y
setiembre.
8. Cronograma de la publicación de los informes del BCRP
El Banco, a comienzos de cada año, publica las fechas de cada mes en las que el
Directorio del BCRP tomará las decisiones de política monetaria. Estos acuerdos y
medidas se anuncian de manera inmediata al público a través de una Nota Informativa,
en la que se resume la razón principal que sustenta las decisiones tomadas. La Nota
Informativa se publica en el portal de Internet del Banco Central
(http://www.bcrp.gob.pe).
Para que la meta de inflación sea creíble y logre su propósito de anclar las expectativas
de inflación, es importante que el BCRP comunique al público cómo intenta alcanzarla
y los argumentos que sustentan sus decisiones. Por ello, adicionalmente a la Nota
Informativa, el Banco Central publica cada tres meses en su portal de Internet un
Reporte de Inflación. En este documento se analizan la evolución reciente que ha tenido
la tasa de inflación y las decisiones adoptadas por el BCRP. Asimismo, se comparte la
visión que tiene el Banco Central sobre la evolución de las variables económicas, y
cómo podrían influir sobre la trayectoria futura de la tasa de inflación. El Reporte de
Inflación da cuenta también de los principales factores que, a consideración del Banco
Central, podrían desviar la inflación en un sentido u otro, a lo que se denomina balance
de riesgos.
Tomando en cuenta las previsiones que se publican en el Reporte de Inflación, el Banco
Central toma sus decisiones de manera transparente y consistente con su objetivo, por lo
que es usual que las notas informativas mensuales sobre las decisiones de política
monetaria tomen como referencia o hagan alusión a dicho Reporte.
APLICACIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA EN EL PERÚ DESDE 1919
HASTA LA ACTUALIDAD
1. Gobierno de Augusto B. Leguía (1919-1930)
El gobierno de Augusto B. Leguía, el oncenio (1919-1930), trató de construir
una nación moderna en estrecha relación con el desarrollo capitalista que
sucedió a la Primera Guerra Mundial. Con este proyecto, que se llamó “Patria
Nueva”, Leguía tomó ventaja del periodo de bonanza de la economía
norteamericana y del apoyo que el gobierno estadounidense brindaba a los
gobernantes latinoamericanos dispuestos a abrir nuevos mercados y a facilitar la
inversión.
Según Peralta (2001), afirma lo siguiente:
El enfrentamiento faccioso dentro del más importante partido político del
país empeoró cuando el otro líder del civilismo progresista, Augusto B. Leguía,
asumió la presidencia en 1908. El programa político de Leguía se caracterizó no
sólo por el apoyo a la ley del trabajo, sino por el intento de conciliar con algunos
grupos de la oposición. (p.175)

El fracasado asalto de los líderes demócratas al palacio de gobierno el 29


de mayo de 1909 el que impulsó la división del Partido Civil en dos bandos. La
insurrección condujo a Leguía a adoptar una política sustentada en la represión y
el personalismo, que, a su vez, favoreció que el presidente maniobrase para que
la facción que le secundaba dentro del civilismo desplazara a los opositores. (p.
175)

1.1. La “Patria Nueva” de Leguía


En esta época, dominada por una élite económica y conocida como la
“República Aristocrática”, entra en la escena nacional Augusto B. Leguía, quien
fue un personaje clave en la génesis del BRP. Luego de prosperar en la
exportación de azúcar y en el rubro de los seguros. La “Patria Nueva” de Leguía,
objeto de polémica hasta nuestros días, manejaba un discurso político orientado
a los empresarios, profesionales, burócratas y estudiantes de la clase media y
buscaba modernizar al país mediante un ambicioso programa de inversiones
públicas, el cual debía ser financiado mediante una agresiva política de
endeudamiento. Durante el Oncenio (1919- 1930), la deuda externa habría de
crecer de US$12 millones a US$124 millones, principalmente con la banca de
Nueva York.
1.2. Creación del Banco Central de Reserva
En 1929, tuvo lugar el Crash de Wall Street, que trajo consigo serias
perturbaciones fiscales y cambiarias, provocó la quiebra del importante Banco
del Perú y Londres y precipitó la caída de Leguía. La gran depresión mundial de
1929-1930 dejó sentir rápidamente sus efectos en la economía del país, la cual
era en extremo dependiente del capitalismo monopólico internacional y como
hemos visto del norteamericano, en particular. Por otro lado, la política
entreguista de Leguía agudizó la situación configurándose así una profunda
crisis económica que no sólo sometió al pueblo a miserables condiciones de
vida, sino que afectó duramente a los sectores medios e incluso a amplios
sectores de las clases propietarias.
En 1931, arribó al Perú la célebre Misión Kemmerer, convocada por
recomendación del entonces presidente del BRP, Manuel Augusto Olaechea, y el
mismo año se creó el BCRP en sustitución del BRP. La Misión recomendó
cambiar la gobernabilidad de la autoridad monetaria para limitar el control por
parte de los intereses bancarios, aumentar su capacidad de resistir presiones
políticas y reforzar su función de mantener la estabilidad de la moneda. Si bien
es cierto que el BRP no disponía de todos los mecanismos institucionales que
actualmente aseguran la transparencia del banco central, y la independencia del
proceso de toma de decisiones no contaba con el apoyo técnico de los planteles
especializados de la actualidad, nuestros primeros banqueros centrales hicieron
un aporte fundamental al desarrollo de la banca moderna en el Perú y enfatizaron
la necesidad de mantener la disciplina monetaria en un contexto político
complejo.
Sus decisiones al frente del BRP reflejaron el considerable profesionalismo
acumulado por la banca hasta entonces y, luego de afrontar varias perturbaciones
serias en las décadas anteriores, un aprecio por la estabilidad macroeconómica.
Entre los resultados más destacados de la política económica se encuentran la
crisis cambiaria de 1929, ligada a la caída de los precios de las principales
exportaciones, la restricción del crédito internacional y las medidas fiscales
expansivas, que se traducirían en una acelerada depreciación de la moneda local
con el recrudecimiento de la crisis, la Junta Directiva suspendió la venta de oro y
dejó flotar el tipo de cambio, que desde abril de 1928 se había fijado en 4 dólares
estadounidenses por libra peruana.
En febrero de 1930, el sol-oro reemplazó a la libra peruana como unidad
monetaria del país, y el Gobierno se apropió de la plusvalía del cambio en la
paridad de la moneda nacional contra el oro, en vez de usar aquellos ingresos
para mejorar la posición externa del Banco Central.
Según Barreto (2007), indica que:
Cada sol-oro fue hecho equivalente a una décima parte de la libra
peruana. La paridad de la moneda nacional, que se había fijado en 7,323 gramos
de oro por libra en 1922, se devaluó en 18%, a 6,01853 gramos por libra.

La revalorización del oro produjo plusvalía, que le permitió al Gobierno emitir


una mayor cantidad de soles-oro contra las reservas de oro existentes en el
Banco Central. Según las fuentes, estos ingresos fueron utilizados para cubrir el
déficit fiscal en vez de ser depositados en el Banco Central. El sol-oro siguió
siendo una moneda inconvertible en oro, tal como había sido el caso de la libra
peruana. La fundación del banco de reserva fue un triunfo del presidente
Augusto B. Leguía en su pulseo contra la élite civilista que dominaba la
agricultura de exportación y los bancos de Lima. Cierto es que, como
argumentan los voceros de dicha élite, fueron los bancos quienes salieron a
emitir la moneda de emergencia que fueron los cheques circulares, debido al
desprestigio que aún tenía entre la gente la palabra del Estado, a raíz de la
experiencia que significó la última vez en que el Gobierno se puso a emitir
dinero de papel. Precisamente el nombre de “cheques circulares” fue usado para
evitar la palabra “billete”, de infamante recuerdo entre la población que vivió en
el último cuarto del siglo XIX por estas tierras.
2. Gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerro (1931-1933)
El gobierno de Sánchez Cerro se enmarcó en el contexto de una compleja
situación política caracterizada por la agitación y el ambiente insurreccional, que
tiene su umbral en la insurgencia de Trujillo en julio de 1932.
Luis Miguel Sánchez Cerro (1931-1933), accedió a la Presidencia de la
República mediante su triunfo en las elecciones generales de 1931; empero, no
supo capear el descontento general, la oposición aprista y la crisis económica
posterior a la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York.
2.1. LA SITUACIÓN BANCARIA EN 1931
Los bancos siguieron trabajando en 1931, como en 1930, con una política de
prudencia y su situación continúo siendo sólida, lo cual representó otro elemento
favorable en medio de la crisis. Hubo, es cierto, otra vez disminución de
utilidades que condujo a la reducción o supresión de los dividendos a los
accionistas. Dentro de la tendencia de mantener en estado líquido y disponible
los capitales para hacer frente a cualquier eventualidad, resultó lógica la
disminución en el monto de las obligaciones a plazos (más o menos él fue de 8
millones de soles en 1931) con un aumento correlativo de las obligaciones
inmediatas (de más o menos 7 millones de soles). La nueva Ley de Bancos
dictada en aquel año, si bien creó varias restricciones, fue una garantía de solidez
para estas instituciones y un factor de confianza para la opinión pública.
En 1930, el entonces presidente del Banco de Reserva, Manuel Augusto
Olaechea propuso realizar una reforma monetaria con el fin de detener la caída
del valor de la divisa peruana. Como parte de su propuesta, Olaechea recomendó
la venida de una misión de expertos estadounidenses en calidad de asesores. Esta
llegó poco después al país, encabezada por el profesor Edwin W. Kemmerer.
2.2. LA REFORMA MONETARIA
El 18 de abril de 1931 la Junta Nacional de Gobierno expidió el decreto ley N°
7126 para estabilizar el sol de oro con un valor de 42.1264 centigramos de oro
fino, o sea el equivalente de 28 centavos oro americano. Dicha estabilización fue
hecha de acuerdo con el proyecto de la misión de consejeros presidida por el
profesor Kemmerer. El tipo de estabilización correspondía, más o menos
exactamente, al poder adquisitivo interior de la moneda y al promedio más bajo,
en los últimos tres meses, de su poder adquisitivo exterior.
Habían surgido dos tendencias para afrontar el futuro del cambio. Una de ellas,
sostenida por un grupo de comerciantes importadores, quería la revalorización
del sol de oro por obra del Banco de Reserva a un tipo más en armonía con el
cambio de la época en que el Perú saldaba la balanza de pagos con el producto
de los empréstitos. El segundo punto de vista, que era el de muchos agricultores,
consideraba indispensable que la moneda peruana descendiera a niveles muy
bajos, probablemente hasta el 100% de premio para la libra esterlina. Entre esas
dos posiciones extremas, ambas peligrosísimas, Kemmerer se puso en un
término medio.
La nueva ley monetaria, basada en el principio del "Gold Exchange Standard" o
sea la paridad con el oro en las operaciones internacionales de cambio, excluyó
la libre circulación de este precioso metal en el interior de la República. Junto
con la ley sobre el Banco Central de Reserva, implicó la vuelta al patrón de oro
suspendido en el Perú desde 1914. La emisión debía tener un respaldo de 50%
en oro y divisas oro y los billetes debían ser convertidos a su presentación por el
Banco Central de Reserva en barras de oro o giros sobre Londres o Nueva York
pagaderos en oro o su equivalente. El encaje oro al nuevo tipo de estabilización
representó más del 11% con una circulación monetaria de más de 60 millones de
soles.
Cuadro 2: Situación Económica del Perú 1931:

SITUACIÓN ECONÓMICA DEL PERÚ 1931


EXPORTACIONES IMPORTACIONES
Representaron en ese
En 1931 se registraron
año 73 millones de
importaciones por
soles. En la época,
97.925.362 soles. Sin
los dos principales
embargo, las
productos de
importaciones por
exportación del Perú
aduanas disminuyeron en
LA ECONOMÍA EN 1931 Tras la caída del eran el algodón y el
un 18%. Los principales
presidente Augusto B. Leguía, se agravó la crisis azúcar. Otros
insumos importados
financiera que aquejaba al país. insumos importantes
fueron trigo y harina de
fueron los minerales,
trigo. En total, las
como el cobre,
importaciones
petróleo y sus
disminuyeron en un 31%,
derivados. En ambos
comparadas con las del
casos, la venta tuvo
año anterior.
una gran caída.
SITUACIÓN LA REFORMA
BALANCE COMERCIAL LA MONEDA
BANCARIA MONETARIA
La comparación del volumen Los bancos Para 1931, el sol de El 13 de enero de 1931,
de importaciones y nacionales oro, moneda creada incitada por el Banco
exportaciones de 1931 resultó mostraban un por Leguía, se Central de Reserva, llegó
negativa para el país en más panorama sólido. encontraba a la baja al país una misión
de 20 millones de soles, a Sin embargo, la en su cotización, estadounidense dirigida
pesar de lo cual fue un mejor crisis económica debido a la por el profesor Edwin
resultado que en años nacional y disminución de las Kemmerer, con la
anteriores. Este se debió a la mundial se hizo importaciones, a la finalidad de preparar un
disminución del volumen de sentir con la merma de los informe que ayudara a
importaciones disminución de productos de salir de la crisis
las utilidades, la exportación y a la económica. Una de sus
baja de
dividendos en las
medidas más importantes
acciones y la desconfianza política
fue la referida a la
disminución en el generalizada
estabilización monetaria.
monto de las
obligaciones.
Fuente: Basadre, J. (2005). Historia de la República del Perú 1822 – 1933.

El Banco de Reserva del Perú establecido el 9 de marzo de 1922 era enteramente


ajeno al mercado de cambios e incapaz, por tanto, de dar estabilidad a la
moneda. La convertibilidad de sus billetes quedaba subordinada a la
normalización financiera internacional y a la decisión posterior del Poder
Ejecutivo a pedido del Directorio del Banco, lo que equivalía a aplazar la
convertibilidad por un tiempo indeterminado.
En este período se decidió el cambio de la unidad monetaria. Esta medida se
tomó en 1930, para permitir ingresos reales al fisco mediante el señoreaje. El Sol
de Oro se convirtió en nuestra nueva unidad monetaria mediante la Ley N° 6747,
que permitió poner en circulación monedas de diez soles (S/. 10,00),
equivalentes a una libra peruana, nuestra anterior unidad monetaria. En materia
de políticas económicas, la primera operación de financiamiento directo al
gobierno se realizó en 1932. El Gobierno ordenó sacar de circulación los
cheques circulares de la Junta de Vigilancia mediante la Ley N° 7488, obligando
al Banco Central de Reserva a entregar al Tesoro Público el monto de los
cheques que no habían sido presentados a canje hasta febrero de 1933.
Asimismo, la citada Ley dispuso S/. 2 millones de anticipo a cuenta de préstamo
al Fisco, que coincidía con una estimación de los cheques circulares destruidos o
totalmente perdidos.

3. Primer Gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1939-1945)

El período de 1930 a 1945 fue testigo de una desaceleración del crecimiento del
producto bruto interno (PBI) per cápita y un deterioro simultáneo de la situación
fiscal y de balanza de pagos en un contexto internacional muy difícil (cuadro 4,
panel inferior). Durante 1930- 1939, el colapso de Wall Street y la posterior
deflación mundial llevaron a una fuerte desaceleración en la inversión y la
actividad económica en el Perú, aunque la tasa de cambio nominal contra el
dólar solo se depreció marginalmente, ya que el deterioro del comercio
internacional (que presionó hacia la depreciación del tipo de cambio) fue
contrarrestado por la caída del dólar en los mercados internacionales tras la
decisión de los Estados Unidos de abandonar el patrón oro en 1933.
De 1940 a 1945, la Segunda Guerra Mundial exacerbó, en general, la crisis de
comercio internacional, aunque varios acuerdos bilaterales con el Gobierno
estadounidense apoyaron determinadas exportaciones peruanas de productos
agrícolas y mineros al mercado americano. En el frente financiero, el flamante
Banco Central de Reserva, que remplazó al Banco de Reserva en 1931, fijó la
tasa de cambio en 6,5 soles por dólar a mediados de 1940 e introdujo controles
cambiarios y de comercio internacional que forzaron, en gran medida, un
equilibrio entre los ingresos de exportación y los gastos en importaciones de
bienes y servicios. Para entonces, sin embargo, la inflación había estado
aumentando progresivamente debido a los déficits fiscales financiados por el
crédito del Banco Central (“la maquinita”), ya que el recurso a endeudamiento
externo era prácticamente imposible debido a la incertidumbre financiera
mundial y al impacto de la moratoria del pago de la deuda externa.
En el Perú, mientras tanto, el tipo de cambio osciló libremente alrededor de 4,9
soles por dólar hasta 1937, antes de depreciarse gradualmente hasta 6,5 soles por
dólar a mediados de 1940. La intervención del Banco Central en el mercado de
divisas evitó fluctuaciones bruscas del tipo de cambio frente al dólar, aunque a
partir de 1938 hubo una venta casi constante de moneda extranjera a la vez que
las tensiones bélicas aumentaban en Europa.
El Banco Central de Reserva fijó el tipo de cambio en 6,5 soles por dólar en
junio de 1940, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial (en septiembre de
1939). La fijación del tipo de cambio nominal, acompañada por la introducción
de controles de precios sobre productos básicos, insumos industriales y
alquileres de vivienda, fue un esfuerzo para lograr una estabilidad de jure de
precios internos. A su vez, el estallido de la Segunda Guerra Mundial llevó a la
introducción de controles cambiarios y de importación que forzaron a establecer
una rápida consonancia entre los gastos de importación e ingresos exportación,
especialmente durante los primeros años de la guerra.
En general, durante el período de guerra, las reservas oficiales del Banco Central
mostraron un limitado, pero del todo bienvenido aumento, incrementándose
alrededor de 12 millones de dólares, equivalentes a 2,3 meses de importaciones.
a finales de 1930 a casi 24 millones a mediados de la década de 1940,
equivalentes a 3,6 meses de importaciones.
Figura 2. Perú: BCRP, cobertura de reservas internacionales, 1934-1959 (en meses de
importaciones, a fin de diciembre)

Fuente: Zegarra, L., Parodi, C., & Kuramoto, J. (2014). La economía peruana entre la
gran depresión y el reformismo militar 1930-1980.
La decisión del Gobierno de fijar el tipo de cambio en junio de 1940 fue
desafiante dado el desequilibrio fiscal subyacente y su impacto expansivo sobre
la emisión monetaria del Banco Central. En efecto, durante 1939-1945, Perú
registró continuos déficits fiscales, en gran parte impulsados por sobregastos
respecto a los presupuestos aprobados, lo que llevó a un aumento de casi uno a
uno en la deuda nacional. La combinación de un tipo de cambio fijo e inflación
persistente condujo a una apreciación significativa del tipo de cambio real, un
rápido aumento de las importaciones y un progresivo deterioro de la posición de
reservas internacionales del Banco Central (la cual había mejorado durante los
primeros años de la Segunda Guerra Mundial con respecto a la década de 1930).
Las importaciones de productos básicos crecieron a tasas de dos dígitos a pesar
de los controles de cambio y de importaciones implantados durante la
administración Prado, mientras que las reservas internacionales brutas se
redujeron de un equivalente a alrededor de 5 meses de importaciones en 1942 a
un promedio de 3,5 meses de importaciones en los años 1944-1945. Según la
información disponible, a pesar de los controles de precios y el rápido
crecimiento de las importaciones, hubo escasez de productos básicos, y surgió
un mercado negro de comercialización de dichos productos. La rentabilidad de
las principales exportaciones, como el algodón y el azúcar, también se vio
afectada por la apreciación del tipo de cambio real, aunque, en promedio, el
período de la Segunda Guerra Mundial fue testigo de algunas mejoras en los
términos de intercambio internacionales que, en parte, mitigaron otras presiones
sobre la rentabilidad de estas actividades agrícolas.
Figura 3. Perú: Fuentes de expansión de la base monetaria, 1941-1945

Fuente: Zegarra, L., Parodi, C., & Kuramoto, J. (2014). La economía peruana entre la
gran depresión y el reformismo militar 1930-1980.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, la hoja de balance del Banco Central
mostraba el peso de la política fiscal, como la principal fuente de creación de la
base monetaria. A fines de 1945, el stock de crédito neto del Banco Central al
Gobierno alcanzó un pico de 570 millones de soles (comparado a uno de 130
millones de soles en 1940), mientras que las otras fuentes de creación de base
monetaria (es decir, el cambio en las reservas internacionales netas y el aumento
de crédito del Banco Central a los bancos comerciales) aumentaron en menor
medida durante el período de la guerra. A su vez, las cuentas nacionales
mostraban que principalmente el consumo final y en menor medida la inversión
eran los motores del crecimiento económico, mientras que las fuentes de
creación de valor agregado permanecían en el En efecto, durante 1940-1945, la
contribución al crecimiento del consumo final fue casi el doble que aquella de la
inversión, a pesar de un marcado aumento en la formación bruta de capital fijo,
principalmente en la minería local (oro, plata, plomo y zinc) respecto al período
1930-1939. Una contribución negativa al crecimiento de parte del sector
exportador reflejaba, en gran medida, los efectos nocivos de la Segunda Guerra
Mundial sobre el comercio multilateral, a pesar de que los acuerdos comerciales
bilaterales con los EE. UU. mantuvieron alta la demanda de exportaciones de
productos básicos seleccionados.
4. Gobierno de Manuel A. Odría (1946-1954)
4.1. 1945-1949: La transición de un sistema de tipo de cambio fijo a uno
flotante, una tarea difícil
La actividad económica se recuperó algo después de la Segunda Guerra
Mundial, pero la creciente inflación y las tensiones emergentes en los mercados
de divisas dominaron la escena económica, culminando con un golpe de Estado
en octubre de 1948 encabezado por el general Manuel A. Odría. El presidente
Bustamante y Rivero (1945-1948) había sido incapaz de controlar las presiones
inflacionarias, el aumento del déficit fiscal y un creciente desequilibrio en el
mercado de divisas. La junta militar de Odría rápidamente abordó algunas de las
distorsiones del sistema cambiario y de comercio internacional, pero finalmente
abandonó la paridad del tipo de cambio de 6,5 soles por dólar. Una apreciación
temporal del sol frente a otras monedas, combinada con una contracción
monetaria y otras medidas deflacionarias, redujo la tasa de inflación de manera
significativa a finales de 1949. Para ese entonces, la primera misión del FMI
había llegado a Lima en febrero de 1947, inaugurando un proceso de consultas
técnicas con el Gobierno peruano que eventualmente se convirtieron en un
evento continuo durante los próximos treinta años.
El dinamismo de la inversión observado durante la Segunda Guerra Mundial se
había pues desvanecido. Una constante entre el período 1945-1949 y el de 1940-
1945 fue la contribución negativa de las importaciones al crecimiento
económico en un contexto de grandes déficits fiscales y presiones constantes en
el mercado de divisas a las que el Gobierno trató en vano de hacer frente a través
de controles de cambio y de comercio internacional. Por otro lado, un aumento
en la tasa de crecimiento de la población, combinado con la gran migración de
las zonas rurales a los centros urbanos, demandaba un modelo de crecimiento
alternativo que brindara apoyo a la exportación e inversión, el cual fue aplicado
por la junta militar encabezada por el general Manuel A. Odría.
La inflación interna, que se había mantenido en dos dígitos (11% al año) hasta el
final de la Segunda Guerra Mundial, se aceleró rápidamente a 30% al año
durante 1947-1948. La presión sobre los precios reflejó el impacto del
financiamiento monetario del déficit fiscal y el aumento de los precios de
importación de las materias primas y alimentos, así como el rápido crecimiento
de los agregados monetarios, al son de las alzas de los precios internacionales
del azúcar y el algodón, que beneficiaron a los exportadores peruanos. Si bien no
hay índices fiables de la evolución salarial, la información disponible indica que
los salarios nominales aumentaron considerablemente durante el período 1945-
1949, aunque los aumentos salariales fueron, en ocasiones, menores que el de la
inflación. El incremento de los sueldos y salarios fue reflejo en parte de una
mejora de los derechos laborales otorgados por la administración de Bustamante
y Rivero, tales como el establecimiento de un salario dominical mínimo, una
política de gubernamental orientada a mejorar la prestación de servicios públicos
básicos a fin de aumentar la productividad del trabajo y un fuerte aumento en el
número de sindicatos que defendieron los derechos de los trabajadores en la
agricultura, minería e industria.
La depreciación de la moneda se tradujo en un aumento generalizado del precio
de bienes importados y de la tasa de inflación interna, en general. La reforma fue
pues revertida a fines de agosto de 1947, cuando todos los productos de
importación fueron nuevamente sujetos a licencias y controles de importación a
fin de reducir la demanda de dólares en el mercado libre de cambios.18 Como
resultado de estas medidas, y probablemente también como reacción al excesivo
aumento anterior, el dólar en el mercado libre cayó drásticamente de 17 a 11
soles por dólar en noviembre de 1947, aunque esta apreciación de la moneda fue
tan solo temporal.
En noviembre de 1949, la junta militar abandonó la paridad oficial de 6,5 soles
por dólar en un contexto de rápida depreciación del tipo de cambio en el
mercado de certificados de exportación y una fuerte caída de las reservas
internacionales del Banco Central. Con las reservas internacionales brutas
equivalentes a menos de dos meses de importaciones de bienes y servicios, Perú
abandonó la paridad fija de 6,5 soles por dólar y adoptó un sistema dual de tipo
de cambio flotante: una tasa aplicable a los certificados de exportación y otra
aplicable al mercado de giros. La tasa de los certificados era aplicable a la
mayoría de importaciones de bienes y algunas transacciones de la cuenta de
servicios, mientras que el tipo de cambio giro se aplicaba al resto de operaciones
externas de cuenta corriente y cuenta capital. Los certificados de exportación
emitidos contra el ciento por ciento de las remesas de exportación eran
libremente negociables con los importadores y otros con los usuarios autorizados
(aquellos encargados del pago de invisibles y transacciones de cuenta de capital
de la balanza de pagos). Según el Gobierno, la reforma del sistema cambiario
permitiría que la moneda nacional encontrase su nivel de equilibrio, y,
finalmente, facilitaría el establecimiento de un sistema de cambio unitario, con
una paridad fija. La flotación del tipo de cambio llevó a una apreciación
temporal del sol en el mercado de certificados en razón de que los montos de
certificados emitidos fueron mayores de lo previsto y el crecimiento de las
importaciones se contuvo, en parte reflejando una reducción de inventarios
acumulados antes de la reforma cambiaria por razones especulativas.
La oferta monetaria se expandió significativamente (15.7%) en 1953, debido al
aumento de las operaciones de crédito, especialmente al Tesoro. Los requisitos
de encaje mínimo legal y marginal para la banca comercial se cambiaron a 20%
y 50% para depósitos a la vista y obligaciones, respectivamente, y 10% como
encaje mínimo legal y 25% de encaje marginal para depósitos a plazo fijo y
obligaciones y ahorros en abril de ese año. En septiembre se dispuso a los
bancos comerciales que se abstuvieran de otorgar nuevos créditos o ampliar los
existentes a favor del gobierno por encima de las limitaciones acordadas; esta
condición debe aplicarse también a los créditos a favor de empresas privadas
destinados a financiar empresas públicas.
5. Segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1957-1962)
Las condiciones iniciales de la época eran bastante buenas, con el Perú
beneficiándose de un entorno favorable en el frente interno e internacional. En el
primero, el sol se había apreciado frente al dólar y la inflación había descendido
tras la liberalización del tipo de cambio de noviembre de 1949, mientras que el
crecimiento económico se aceleró y las expectativas de inversión se
incrementaron dentro de una perspectiva optimista para el desarrollo del sector
privado. Al mismo tiempo, el déficit presupuestario estaba bajo control y el
crecimiento del crédito bancario comercial había disminuido debido a los
aumentos en la tasa de encaje promedio y marginal impuesta a los depósitos
bancarios y el establecimiento de límites máximos de crédito por persona
individual o jurídica. En el frente externo, un cálido apoyo del Gobierno a la
inversión directa extranjera se tradujo en flujos de capital importantes que
financiaron un desequilibrio creciente en cuenta corriente de la balanza de pagos.
Entre 1952 y 1954, el Gobierno llegó a un acuerdo con los acreedores externos
sobre el servicio de los bonos peruanos que habían estado en mora desde el
gobierno de Sánchez Cerro, en 1931. El estallido de la Guerra de Corea
benefició a las exportaciones peruanas, que experimentaron aumentos
importantes en los precios internacionales de productos básicos, especialmente
de los metales.
Durante 1950-1951, el impacto inflacionario debido a un rápido crecimiento de
los flujos de capital y de los agregados monetarios fue un reto para los
encargados de la política económica, quienes reaccionaron de manera eficaz y
lograron la estabilidad de precios y del tipo de cambio. En septiembre de 1951,
la Superintendencia de Bancos introdujo una serie de políticas deflacionarias
para enfrentar el crecimiento de los agregados monetarios y crediticios. Estas
políticas incluyeron, entre otras medidas:
Un aumento en el encaje medio y marginal de depósitos bancarios.
Controles selectivos de crédito bancario para importación.
Límites en el redescuento automático por el Banco Central de las letras del
Tesoro en poder de los bancos comerciales y topes máximos en el
financiamiento bancario de bienes raíces.
La construcción de viviendas y la compra de bienes de consumo duradero.
Al mismo tiempo, los requisitos de entrega al Banco Central de los ingresos de
exportación, se redujeron con el fin de inducir un aumento de las tenencias de
activos financieros en el extranjero de parte del sector privado. En suma, a
finales de 1951, el crecimiento de los agregados monetarios y el crédito había
disminuido, la tasa de inflación anual se estabilizó por debajo del 10% y tanto la
tasa de cambio en el mercado de certificados como la tasa en el mercado de giros
se mantuvieron alrededor de 15,2 soles por dólar, en comparación con los 15,4
soles por dólar de fines de diciembre de 1950.
En 1953, el sol cayó de nuevo bajo presión debido a un deterioro de los términos
de intercambio en las secuelas del final de la Guerra de Corea. El tipo de cambio
en el mercado de certificados y de giros aumentó a 19,43 soles por dólar a
finales de diciembre de 1953. Los ingresos de exportación del azúcar, algodón y
los principales minerales disminuyeron en razón de la baja en los precios
internacionales de productos básicos, mientras que las importaciones
aumentaron en parte debido al incremento de la inversión directa extranjera (que
impulsó las importaciones de maquinaria y equipo) y en parte debido a un
aumento en las importaciones de bienes duraderos y no duraderos tras la
eliminación de todas las prohibiciones a la importación en febrero de 1951. La
respuesta de política económica a las presiones sobre del tipo de cambio fue
nuevamente rápida y eficaz, incluyendo la introducción de fuertes medidas
deflacionarias fiscales y monetarias, mientras que el Perú se comprometió a su
primer stand-by (Acuerdo de Contingencia) con el FMI en febrero de 1954.31 El
Perú fue el primer país latinoamericano en firmar un acuerdo stand-by con el
Fondo. El acuerdo financiero fue aprobado por el directorio ejecutivo del FMI el
17 de febrero de 1954, y fue seguido por un mensaje a la nación del presidente
Odría. El stand-by con el Perú fue el primer acuerdo concedido por el Fondo a
un país sin un tipo de cambio fijo contra el dólar. En febrero de 1954, el único
otro país en el mundo con un tipo de cambio flotante y con mínimos controles de
cambio y comercio internacional era Canadá. Tanto Perú como Canadá
disfrutaban en ese entonces de las más altas tasas de inversión directa extranjera
en el mundo.

CONCLUSIÓN

 La Política Monetaria es el manejo de la oferta monetaria o de la tasa de interés


por parte de la autoridad monetaria normalmente denominado como Banco Central. Los
cuales tienen como objetivo central la Estabilidad de Precios, o sea, un bajo nivel de
inflación. En nuestro país el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) es una entidad
independiente y autónoma del Gobierno Central. Existen diversos tipos de política
monetaria. En el caso peruano, el objetivo fundamental señalado por la Constitución es
la estabilidad monetaria, o sea que los precios sean estables.
 La política monetaria en el Perú, con un régimen de MEI implementado por un
banco central autónomo, ha contribuido significativamente al logro de la estabilidad
macroeconómica, base del crecimiento económico y del desarrollo de largo plazo.
 En el Gobierno de B. Leguía, tuvo la iniciativa de realizar cambios estructurales
en la sociedad y al Estado peruano. Sin embargo, en la práctica fue una asimilación y
dependencia descarada de EEUU, obteniéndose de esta forma empréstitos que llevara a
cabo tal operación y que originaría el caos económico de 1930. Al iniciar el Proyecto de
la "Patria Nueva", este fue apoyado por una mayoría campesina en busca de
reivindicación social y económica, en contra de los intereses gamonales.
 En el Gobierno de Sánchez Cerro, la función principal del Banco Central debía
ser la de mantener estable el valor de la moneda y proporcionar al país; en determinadas
circunstancias, un aumento de crédito líquido, para dar a la circulación monetaria la
necesaria flexibilidad en armonía con la demanda variable del comercio. Al recibir el
banco la facultad de emitir billetes convertibles, se retornó en el Perú, después de casi
setenta años, a la convertibilidad que hubo en este país, aunque otrora dentro de sistema
diferente por la pluralidad de bancos privados de emisión y descuento.
 El primer gobierno de Ugarteche se desenvolvió en un entorno complejo a nivel
mundial, debido a que en aquel entonces se presentaba la segunda guerra mundial, que
trajo consigo desenlaces para Perú en diversos ámbitos como fue en la economía,
repercutiendo estos sucesos en la balanza del comercio. La política económica estuvo
basada en tomar decisiones que tenían como objetivo apoyar el monopolio de la
burguesía industrial y el capital de Estados Unidos con algunos privilegios parciales a
los sectores agro exportadores.
 En el Gobierno de Odría, la situación del país era un descontrol tanto en lo
político como en lo social. Mientras que las lucha entre dos clases sociales
desestabilizaban la economía, la tasa de crecimiento poblacional no hacía más que
demandar las necesidades básicas a los gobiernos. Según Portocarrero (2000), “La
política económica aplicada hasta ese momento por Odría le había otorgado una relativa
autonomía política”. Las bases del gobierno de Odría se enfocaron en la atención a los
sectores populares de los distintos departamentos de nuestro país, no obstante, esta
política asistencialista despertaría el recelo de la oligarquía exportadora ante las
diferencias que existían por las políticas del presidente.
 En el Segundo Gobierno de Prado Ugarteche, en la década de 1950 cerró pues
con éxitos importantes en la gestión financiera de la economía en cuanto a estabilidad
de precios y de tipo de cambio. Desde el primer programa stand-by en febrero de 1954
hasta el drástico programa de estabilización de 1959, hubo un esfuerzo continuo para
controlar el financiamiento del Banco Central al Gobierno y el rápido crecimiento del
crédito comercial bancario, vigor que con el tiempo resultó en una mejoría en las
reservas internacionales del Banco Central.

REFERENCIAS
Armas, A. y Grippa, F. (2006). Metas de inflación en una economía dolarizada: La experiencia
del Perú. https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Dolarizacion-Financiera/Dolarizacion-
Financiera-06.pdf

Armas, A., Grippa, F., Quispe, Z. y Valdivia, L. (2001). De metas monetarias a metas de inflación
en una economía con dolarización parcial: caso peruano. Revista Estudios Económicos.
https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Estudios-Economicos/07/Estudios-
Economicos-7-2.pdf

Banco Central de Reserva del Perú (2021). Reporte de Inflación: Panorama actual y
proyecciones macroeconómicas 2021-2023.
https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Reporte-Inflacion/2021/diciembre/reporte-de-
inflacion-diciembre-2021.pdf

Barreto E. (2007). El valor adquisitivo de la moneda: otras cuestiones monetario-bancarias.


Lima: Lume.

Basadre Grohmann, J. (2005). Historia de la República del Perú 1822 –1933 novena edición
(novena ed., Vol. 18). El Comercio.
https://bibliotecacarmelitas.weebly.com/uploads/2/8/9/5/2895662/254708803-historia-de-la-
republica-del-peru-t-1-1.pdf
Carrasco, A. (2016). Costos de reducir la inflación y la credibilidad de la Política Monetaria.
Moneda, pp. 4-5. https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Moneda/moneda-
167/moneda-167-01.pdf

Castillo, P., Pérez, F. y Tuesta, V. (2011). Los mecanismos de transmisión de la política


monetaria en el Perú. Revista Estudios Económicos.
https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Estudios-Economicos/21/ree-21-castillo-
perez-tuesta.pdf

Cuadrado, J. (2010). Política Económica. Elaboración, objetivos e instrumentos (4 ed.). Madrid:


McGraw-Hill.

Ministerio de Economía y Finanzas. (s. f.). Concepto básico. https://www.mef.gob.pe/es/?


option=com_content&language=es-
ES&Itemid=100694&view=article&catid=23&id=62&lang=es-ES

Peralta, V. (2001). Un científico en la política peruana. Mariano H. Cornejo, la república


aristocrática y la patria nueva. (U. Complutense, Ed.) Revista Complutense de Historia de
América (27), pg. (162-189).

Portocarrero, R. (2000). El Perú contemporáneo. Recuperado de


https://docplayer.es/35874132-El-regimen-oligarquico.html
Woodford, M. (2001). The Taylor Rule and Optimal Monetary Policy (2 ed., Vol. 91). American
Economic Review Vol.

Zegarra, L., Parodi, C., & Kuramoto, J. (2014). La Economía Peruana entre la gran depresión y el
Reformismo Militar 1930- 1980 (Tomo 5 ed.). Carlos Contreras.

También podría gustarte