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Enseñanzas de la pandemia

Nunca me había puesto a pensar en mi epitafio. Tampoco en el momento en el que deje de respirar.
Pero creo que ahora, más que nunca, ese pensamiento está en nuestra mente.

Creo que como a todos, la pandemia me quitó muchas cosas, experiencias y personas de mi vida.
Personas que se supone que deberían estar presentes para poder discutir a dónde ir a comer el fin
de semana, sin preocuparnos por tener alcohol y una mascarilla, sin desconfiar de la gente a
nuestro alrededor sólo por escuchar a alguien estornudar.

Antes de la pandemia, creíamos que éramos seres invencibles. Durante la pandemia, nos dimos
cuenta que somos tan efímeros como la carrera entre 2 gotas de lluvia sobre una ventana: “Nuestra
existencia no es más que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad.” Dijo Vladimir
Nabokov en "Habla, memoria" (1967).

Con la pandemia, al estar encerrados en casa, estuvimos obligados a aprender a manejar Zoom,
Google Meet y otras aplicaciones para poder estudiar, nos dimos cuenta que tenemos nuevos
hobbies, aprendimos a cuidarnos para así cuidar a nuestra familia y a nuestro entorno.

Nos dimos cuenta que somos huéspedes de este planeta, no sus dueños; y que nuestras acciones
siempre tienen consecuencias. Siempre.

A lo que quiero llegar con este texto es que la pandemia, pese a que nos robó muchas cosas; nos
enseñó algo creíamos saber, pero no lo vivimos hasta ahora:

“Aprovecha el día. No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más
feliz, sin haber alimentado tus sueños”- Walt Whitman

Entonces, querido lector, vive tu vida mientras puedas, vive tu vida mientras respires y sientas el sol
en tu rostro, aunque sea a través de una ventana.

Aún estamos en pandemia, y lo primordial es que te cuides para cuidar a tu familia. Pero ESTÁS
VIVO. Eso significa que, pese a que no puedas salir o que te cueste mucho despertar por la mañana,
tienes la oportunidad de vivir momentos como si fuesen los últimos y aprender mucho más sobre ti
mismo.

ESTÁS VIVO. Recuérdalo.

Finalmente, pregúntate esto:

¿Qué quieres recordar de la pandemia cuando ya se acabe?

Escrito por: Andrea Berthin Soto

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