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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

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Luis M. Valdés Villanueva

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Interpretación de textos literarios II

FLORES VARGAS, CYNTHIA DEL PILAR

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

ACTITUDES
« LAS PALABRAS NO SE REFIEREN A LAS COSAS »

PROPOSICIONALES

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

INTRODUCCIÓN
Las actitudes proporcionales, es una estado mental caracterizado por
una relación entre el sujeto y una proposición. El tipo de relación entre el sujeto
y proposición es actitudinal, ya sea, que en un claro panorama de una actitud
proposicional es el de la creencia; creer en algo puede entenderse como un
estado en el que cierto sujeto (S) tiene una determinada actitud hacia una
proposición (P). Que una persona crea que está lloviendo puede verse como “S
cree en P”.

“Todos los hombres son inteligentes”

“Sócrates es hombre”

“Sócrates es inteligente”

Leibniz; propuso un principio que parece gobernar el comportamiento de


los conceptos, que denomino “salva veritate”. Este principio afirma que si dos,
conceptos tienen la misma referencia, por ejemplo, si nombran el ismo objeto,
pueden intercambiarse libremente en cualquier oración en la que aparezcan,
sin alterar el valor de verdad de las oraciones. Frege, por su parte dijo que si un
término aparece dentro del contenido de una actitud proposicional, su
referencia cambia.

Una aproximación a las actitudes proposicionales requiere un


examen de oraciones con verbos denominados de actitud proposicional,
entre los que destacan «creer», «saber», «desear», etc... Para ello se puede
adoptar un punto de vista psicológico, desde el que se trata de establecer el
estatuto psicológico de las «creencias», «concernientes», «deseos», etc.; otro
es el enfoque lingüístico mediante el cual el examen se hará teniendo en
cuenta el carácter oblicuo de estas oraciones, la forma en que aparecen las
oraciones subordinadas, las cláusulas que suelen acompañar a los verbos de
actitud proposicional (que», «de que», «a», ...), etc... Por último, destaca el
punto de vista cervántico 0, mejor aún, lógico, es decir, el estudio de la forma
lógica de este tipo de oraciones, condiciones de verdad, etc.

En este trabajo haremos sobre todo un estudio lógico, señalando


algunos problemas y dificultades de este ámbito que un sistema de lógica
debe resolver, entendiendo que un sistema tal viene dado por un lenguaje
formal, una cervántica para este y un mecanismo deductivo. Más
concretamente, concluiremos con un «modelo matemático» de lógica de
segundo orden que, en buena medida, capta la aproximación relacional a las
actitudes proposicionales. Estos modelos matemáticos se definen como la
terna <L, L, CD>, donde L representa un lenguaje formal, L la semántica de L

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

(ya sea intencional 0 extensional) y, por último, CD el correspondiente calculo


deductivo. Por «aproximación relacional» se entiende el conjunto de versiones
cuyo denominador común es la consideración de las creencias (y las otras
actitudes) como relaciones entre individuos y determinadas expresiones, ya
sean estas un tipo especial de enunciados 0 cualquier otra clase de expresión
significativa del lenguaje de que se trate.

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

CUANTIFICADORES Y
ACTITUDES PROPOSICIONALES
(WILLAD V. O. QUINE)

Quine es conocido por su afirmación de que el modo en que el individuo


usa el lenguaje determina qué clase de cosas está comprometido a decir que
existen. Además, la justificación para hablar de una manera en lugar de otra, al
igual que la justificación de adoptar un sistema conceptual y no otro, es para
Quine una manifestación absolutamente pragmática. También es conocido por
su crítica a ciertas doctrinas del empirismo lógico y la distinción tradicional
entre afirmaciones sintéticas (proposiciones empíricas o basadas en hechos) y
afirmaciones analíticas (proposiciones necesariamente verdaderas), al poner
en duda la distinción analítico-sintético, propone un holismo semántico en el
cual las proposiciones tienen significado en conjunto y no por separado cada
una. Quine realizó sus principales contribuciones a la teoría de conjuntos, una
rama de la lógica matemática que tiene que ver con la relación entre
los conjuntos. Quine también realizó un aporte fundamental a
la lingüística teórica, al proponer métodos recursivos para construir gramáticas
que describan el lenguaje humano, separando así las clases K de secuencias
significativas idiomáticamente de las asignificativas idiomáticamente, método
formal que inspiraría a su alumno Noam Chomsky a estudiar en profundidad las
estructuras sintácticas de las lenguas naturales. En lingüística, Quine ha tenido
posturas cercanas al conductismo, aunque en ocasiones ha declarado en sus
escritos que hay cierta predisposición a adquirir el lenguaje por parte del niño.

Comprender la postura de Quine ante las actitudes proposicionales


requiere en primer lugar entender, si bien a grandes rasgos, su posición
epistémica puesto que las actitudes proposicionales, en tanto entidades
mentales, pertenecen a la esfera, tanto de lo que resulta conocido, como de lo
que aspira a ser en algún sentido conocimiento. Ante todo, debemos resaltar su
Naturalismo. Para Quine el término “naturalizado”, (esto es, una epistemología
naturalizada), significa “científico”. Esto supone que la epistemología entendida
como ciencia natural habrá de estar constituida tal como cualquier otra ciencia;
por hipótesis, observaciones y conclusiones. Esto, llevado al tema que nos
ocupa supone hacer de la mente humana el sujeto de tales hipótesis,
observaciones y conclusiones. Así, al cuestionarnos por los contenidos
mentales, tales como las creencias, la pregunta no será si tales creencias están
justificadas, puesto que tal intento de justificación de lo mental carece de
sentido para Quine, sino ¿Qué causa estas creencias? Esta postura sitúa a
Quine en una perspectiva psicologista ante la mente humana y sus contenidos
y, más aún, en una perspectiva conductivista donde todo contenido mental es
determinado por factores externos y ambientales. Por otro lado, y como hemos

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

anotado antes, también consecuencia de su naturalismo, está la negación de la


búsqueda de justificación de las creencias, ya que lo que para él requiere una
explicación es el mundo físico o natural, y no el mental.

Existe además para Quine una fuerte conexión entre el ser y el lenguaje.
No se trata de que el ser dependa del lenguaje, sino de que aquello que
podemos decir que hay sí depende de él. Por ello, Quine nos dirá que un
cambio de lenguaje supone un cambio de ontología. Queda claro por tanto que
el estudio del mundo, o de lo que conocemos de él, viene dado por el lenguaje,
y si es a través de éste como podemos afirmar una cierta ontología, deberemos
hacer de él un vehículo transparente de la referencia, sólo aquellas
proposiciones que mantengan tal transparencia podrán tener sentido y estar
referidas a lo que hay. ¿Pertenecen las actitudes proposicionales a este grupo
de proposiciones transparentes? La respuesta a esta cuestión dependerá de
llevar a cabo una reglamentación del lenguaje pues las ambigüedades del
lenguaje natural no nos permiten responder a tal pregunta. La importancia de
traducir nuestro lenguaje y nuestras creencias a una notación canónica viene
dada por lo siguiente: “Si estamos intentando retratar la estructura verdadera y
última de la realidad, entonces nuestro esquema canónico habrá de ser el más
austero, el que no conoce más cita que la directa, ni actitudes proposicionales,
sino sólo la constitución física y el comportamiento de los organismos”. De lo
dicho hasta ahora se desprende que en su búsqueda por construir una
epistemología, Quine postula que ésta ha de ser naturalista, basándose así en
una ontología fisicalista la cual debe ser “aprehendida” a través del examen de
un lenguaje reglamentado que sea traducción de nuestro lenguaje natural y que
nos permita discernir cuáles de entre todas las entidades lingüísticas tienen un
referente en la realidad. Es aquí donde retomamos nuestra cuestión: ¿pueden
las actitudes proposicionales ser traducidas de tal modo que sean
referencialmente transparentes? Otro de sus principios básicos nos permitirá
avanzar en la comprensión de su postura. Se trata de su defensa del Holismo,
el cual toma de Duhem. Este supone que ninguna sentencia no observable
puede ser, a título individual, verificada o falsada de manera concluyente por la
experiencia ya que las sentencias de este tipo (tales como las actitudes
proposicionales) nunca aparecen aisladas, sino como parte de una teoría más
general. Ninguna sentencia individual posee por sí misma un significado
completo. Puesto que el significado va para Quine ligado a consecuencias
observacionales (por su naturalismo y empirismo) y tales consecuencias
pertenecen a las teorías y no a las sentencias, resulta así mismo que el
significado se predica propiamente de las teorías, y no de las sentencias
aisladas. Esto tiene dos consecuencias que nos interesan:

En primer lugar, aunque las actitudes proposicionales en tanto


sentencias no observables no pueden ser verificadas ni falsadas de manera
concluyente, sin embargo sí podemos decir que los contenidos de los estados

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

mentales provienen de comportamientos observables de objetos físicos, y si


esto es así, podemos por tanto explicar los estados mentales y las actitudes
proposicionales en términos de tales objetos físicos. Este será uno de los
pasos que Quine dará, aunque llegará a la conclusión de que tal reducción no
será del todo posible pues sólo aquellas proposiciones que se vean provocadas
por estimulaciones observacionales y directas podrán ser interpretadas con un
grado aceptable de fiabilidad, en aquellas que no tienen su origen en tal tipo de
estimulación la interpretación y traducción a términos comportamentísticos y
empíricos será una tarea lejana de la práctica científica

En segundo lugar y en relación con lo anterior debemos anotar que para


Quine el significado de nuestros términos y la referencia de nuestras actitudes
proposicionales no vienen dados individualmente, sino como parte de una
teoría más general. Una buena prueba de ello es la imposibilidad de la
traducción radical de un lenguaje extraño al nuestro sobre la base de la
conducta, sin diccionarios previos. Es más, para Quine, teoría y lenguaje son
similares, y decir, como de hecho nos dice, que las teorías (y lenguajes) deben
ser interpretados para poder vislumbrar cuáles son los objetos que tal teoría o
lenguaje afirma supone una tarea imposible de realizar puesto que ninguna
teoría o lenguaje puede estar completamente interpretado. Esto último nos
sitúa en otra de las premisas de su epistemología: La tesis de la
indeterminación de la traducción. Esta tesis afirma que no hay significados
determinados para los términos de un lenguaje puesto que siempre podemos
establecer interpretaciones alternativas. Esto supone que es un error suponer
que los hablantes tienen significados definidos en la mente cuando intentan
emitir oraciones, puesto que nada nos impide emplear una traducción diferente
y hacer, por tanto, una asignación diferente de significado. Así pues, no hay
estados mentales específicos tales como pensamientos o creencias que
podamos expresar cuando usamos el lenguaje, ya que puesto que podemos
dar interpretaciones alternativas de la oración que representa lo que se cree,
no hay nada determinado que la persona crea. Esto es también para Quine
aplicable a nuestro discurso interno. De todo ello se sigue que tenemos que
limpiar de términos intencionales tales como la creencia a todo aquello que
consideremos ciencia, y por tanto de la epistemología y de la psicología (lo que
para Quine no es sino la ciencia de la conducta humana bajo la mirada
conductista).

Lo único que podemos hacer es preguntarnos “¿Qué rasgos de las


observaciones del hablante nos interesan?”, esto es, intentar interpretar
fijándonos en toda una serie de circunstancias y características que puedan
ayudarnos a acercarnos a una interpretación fidedigna de la cita directa o de la
creencia directa. Esta situación nos lleva ya a un terreno peligroso para
cualquier pensador que aspire a acercarse al método científico y a hacer de la
filosofía parte de la ciencia, tal como es el caso de Quine. Más aún si la

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

concepción que de la ciencia se tiene es la sostenida por Quine. En el intento


de constituir el ámbito del saber cómo el ámbito de lo natural, de lo generado a
partir de lo empírico, las dudas y la inseguridad que el intento de interpretación
de la creencia lanza sobre el terreno de lo cognoscible, la hacen sospechosa
de no ser un auténtico objeto para el saber humano objetivo. La creencia no
parece poseer los atributos del conocimiento científico, y por ello, Quine no la
puede ver como imprescindible.

Las conclusiones, se podrán ver en que los lenguajes naturales son


como las teorías científicas y que el significado empírico es todo el significado
que hay, están en contradicción con los resultados del primer argumento, que
en caso de apelar a la evidencia, otorgan a la traducción hecha por un sujeto el
significado que éste considere adecuado (si nos basamos en su principio de
caridad, sino , no hay significado posible) llevando por tanto la esfera del
lenguaje lejos de la objetividad científica. Una solución es que a la hora de
otorgar creencias a los otros sujetos nos basamos en nuestras teorías del
mundo, las cuales se han construido de manera empírica. El principio de
caridad se basaría así en el propio empirismo y no se caería en la subjetividad.
Pero a esta conclusión se llega si se acepta la concepción quineana de que el
hombre es un ente que busca generar teorías para producir predicciones y que
para ello se basa en lo aprendido empíricamente. Esto sin embargo parece una
visión muy incompleta del ser humano puesto deja fuera de juego facetas
humanas tan universales como las de ser social, buscar el desarrollo personal,
o las facetas lúdicas y artísticas que tanto nos representan. La ciencia y la
búsqueda de construcciones de teorías científicas tampoco puede verse
reducida a un intento de hacer predicciones ya que la ciencia tiene otros fines
tan importantes como éste, tal es el caso de la búsqueda de la simplicidad, la
importancia de aplicar los nuevos conocimientos o fines pragmáticos y
humanitarios como los de mejorar nuestras condiciones de vida. La predicción
es sólo una de sus metas. No parece pues que la visión que Quine necesita
postular sobre el ser humano y las teorías científicas esté en acuerdo con los
hechos, acciones e historia del hombre así como tampoco concuerda con la
actividad, metas e historia de la ciencia. La estructura de la ciencia defendida
por Quine se debe a su concepción holista del conocimiento, procedente de su
crítica a la división entre juicios analíticos y sintéticos. Su propuesta sin
embargo se nos revela inconsistente con algunas de las tesis más fuertes y
valiosas de Quine tal como la negación de la diferencia entre juicios sintéticos y
analíticos.

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

SOBRE DECIR QUE (DONALD DAVIDSON)


Donald Herbert Davidson (Springfield, Massachusetts, 6 de marzo,
1917 - Berkeley, California, 30 de agosto) fue un filosofo estadounidense de
orientación analítica. Fue conocido por si carismática personalidad así como
por la profundidad y dificultad de su pensamiento

A partir de la década de 1960, su figura se hizo prominente en la


comunidad filosófica mundial, debido, sobre todo, a sus contribuciones en los
campos de la semántica, la teoría de la acción y la epistemología. En el
epígrafe de Inquiries into Truth and Interpretation, volumen recopilatorio de sus
artículos más importantes en filosofía del lenguaje, Davidson reconoce su
deuda intelectual con W. V. Quine, a cuyo nombre también podría sumarse los
de Alfred Tarski, C. I. Lewis, F. P. Ramsey y Ludwig Wittgenstein. Davidson
cursó los estudios de pregrado y maestría en la Universidad de Harvard,
obteniendo en 1941 el grado de magíster en filosofía clásica. En el periodo de
1942 a 1945, participó en la Segunda Guerra Mundial como miembro de
la Armada Estadounidenseen el Mar Mediterráneo. En 1949 obtuvo el grado de
doctor en la misma universidad con una tesis sobre el Filebo de Platón. De
1951 a 1967, durante dieciséis años, trabajó en la Universidad de Stanford.
Luego, se desempeñó como catedrático en la Universidad de Princeton (1967-
1970), la Universidad Rockefeller (1970-1976) y la Universidad de
Chicago (1976-1981). De 1981 hasta su muerte en el año 2003 trabajó en
la Universidad de California con sede en Berkeley. Murió a consecuencia de
un paro cardíacorepentino, después de una cirugía de rodilla. Davidson ha sido
un pensador muy influyente y ha sido reconocido como influencia a las ideas
de John McDowell.

En este artículo se presentan tres elementos básicos para caracterizar


una semántica neodavidsoniana. Primero, el rechazo a la tesis según la cual el
contenido semántico es idéntico al contenido del acto de habla de una emisión;
segundo, la adopción de un minimalismo semántico como el dominio más
apropiado para desarrollar una teoría veritativo condicional del significado para
el lenguaje natural y, finalmente, la aceptación de un pluralismo del acto de
habla entendido como el dominio apropiado para dar cuenta de cuándo dos
emisiones dicen lo mismo. Estos elementos dan cuenta de uno de los asuntos
fundamentales de la filosofía del lenguaje del siglo XX, a saber, cómo el
contenido semántico puede ser compartido en contextos diferentes.

El planteamiento semántico propuesto por Davidson es elaborar una


teoría constructiva del significado que tiene como teoremas oraciones de la
forma “s es verdadera si y sólo si p”, donde s debe ser sustituida por una

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

descripción de la oración del lenguaje objeto cuyo significado pretendemos dar,


y p ocupa el lugar de una oración del metalenguaje de la teoría que
proporciona las condiciones de verdad de s. A este tipo de oraciones se las
suele llamar oraciones-T. La propuesta de Davidson es utilizar una teoría de la
verdad del estilo que Tarski enseñó a construir para que sirva de esqueleto
formal de su teoría del significado. La idea básica, que se retrotrae e Frege y
Wittgenstein, es que dar las condiciones de verdad de una oración es un modo
de dar su significado, pues conocer el significado de una oración supone saber
bajo qué condiciones es verdadera.24 ¿Por qué escoge Davidson este
itinerario? Sin duda, es un camino que parece doblemente alejado del propósito
decisivo de esclarecer el significado. Ya vimos que las teorías constructivas no
responden nunca directamente a este problema, sino que sólo ofrecen pistas
indirectas para su solución. Pero, al menos, parece que las teorías que
desembocan en teoremas del tipo “s significa p” o “s significa que p” ofrecen
una inspección más directa y razonable del significado que la oferta esquinada
de Davidson: las oraciones-T, que no hablan del significado en absoluto, sino
sólo de las condiciones de verdad.

Se desarrollará una discusión en torno a una cierta tesis atribuida con


frecuencia a Davidson con respecto a su semántica del discurso indirecto. Se
recuerda que, de acuerdo con su enfoque paratáctico del discurso indirecto,
una emisión de una oración como ‘Galileo dijo que la tierra se mueve’ es
verdadera sólo en el caso de que haya una emisión realizada por Galileo que
dice-lo-mismo que mi emisión de ‘la tierra se mueve’ que sigue a ‘Galileo dijo
que’. No vamos a defender aquí el controversial enfoque paratáctico o
demostrativo del discurso indirecto, aunque uno podría preguntarse si hay
algún enfoque sobre el discurso indirecto que no sea controversial. En vez de
esto queremos modelar nuestra discusión alrededor de un concepto clave del
enfoque paratáctico, a saber, el de decir-lo-mismo. Cuando Davidson introdujo
por vez primera el decir-lo-mismo, se limitó a sostener que dos emisiones e y e’
dicen-lo-mismo si y sólo si ambas dicen la misma cosa. Es difícil imaginar a
alguien que niegue esto. Muchos filósofos cuando se ven presionados acerca
de las condiciones bajo las cuales dos emisiones dicen la misma cosa, han
atribuido a Davidson, casi como si fuera un truismo, la tesis de que el contenido
semántico de una emisión e que hace un reporte indirecto verdadero ‘A dijo
que p’ es igual al contenido semántico de p. Esto quiere decir que lo que
alguien dice al emitir es su contenido semántico.

Todos estos reportes indirectos le atribuyen diferentes cosas dichas a la


misma emisión, y no constituyen sino una muestra modesta. Lo que resulta
crucial acerca de este caso -–y esto también es verdad de todos los casos de
reporte indirecto– es que nuestras intuiciones sobre lo que dicen los hablantes
con sus emisiones están influidas al menos por consideraciones como las
siguientes: (i) Hechos sobre las creencias e intenciones del hablante: los

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

reportes mencionados hacen suposiciones acerca de lo que Nixon cree, por


ejemplo, que él piensa que ‘estas personas’ tienen ciertas posiciones y
detentan cierta clase de poder, que él tiene ciertas creencias acerca de la CIA y
el FBI, acerca del sistema legal, etc. (ii) Hechos acerca de contexto
conversacional de esta emisión en particular: los reportes de lo que dijo Nixon
están influidos por la información que tenemos acerca de las personas de
quienes hablan Nixon y Haldeman, el asunto de la conversación, etc. (iii) Otros
hechos sobre el mundo: tales reportes están influidos por hechos sobre lo que
es ilegal, por ejemplo, que sería un crimen que el presidente de Estados
Unidos pidiera a la CIA que le exigiera al FBI parar la investigación o que
conseguir que la CIA persuada al FBI de cierta manera constituye una
influencia indebida, etc. (iv) Relaciones lógicas: si Nixon dijo que él quería que
el director de la CIA Richard Helms impidiera la investigación del FBI sobre el
Caso Watergate diciendo que era una operación de la CIA, entonces se sigue
que él también dijo que quería que el director de la CIA Richard Helms
impidiera la investigación del FBI sobre el Caso Watergate.

Aunque hay muchos datos interesantes que rodean la práctica de


reportar indirectamente a los demás, en lo que sigue quisiéramos enfocarnos
sólo en dos de ellos: primero el pluralismo, es decir, el dato de que cada una de
nuestras emisiones dice muchas cosas; y segundo la negación de la
centralidad del contexto original de emisión, es decir, el dato de que algunas
veces nuestros reportes de lo que dicen los otros con sus emisiones recurren a
información del contexto en el cual se realiza el reporte. Uno podría inclinarse a
pensar, al menos prima facie, que el contenido del acto de habla de una
emisión está fijado por hechos acerca del hablante, su oyente, y el contexto
común a ambos. Sin embargo, sólo un poco de reflexión bastará para darse
cuenta de que esta postura no se acomoda con los datos. Ciertos hechos que
no son conocidos ni están disponibles para el hablante (o su oyente) aún
pueden claramente marcar una diferencia en lo que es dicho, y los supuestos
realizados por personas que no tienen nada que ver en absoluto con el
contexto original de la emisión pueden fijar incluso lo que dijo el hablante
original con su emisión. La negación de la centralidad del contexto original de la
emisión Uno podría inclinarse a pensar, al menos prima facie, que el contenido
del acto de habla de una emisión está fijado por hechos acerca del hablante, su
oyente, y el contexto común a ambos. Sin embargo, sólo un poco de reflexión
bastará para darse cuenta de que esta postura no se acomoda con los datos.
Ciertos hechos que no son conocidos ni están disponibles para el hablante (o
su oyente) aún pueden claramente marcar una diferencia en lo que es dicho, y
los supuestos realizados por personas que no tienen nada que ver en absoluto
con el contexto original de la emisión pueden fijar incluso lo que dijo el hablante
original con su emisión.

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“LA BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO”

INOCENCIA SEMÁNTICA Y SITUACIONES


NO COMPROMETIDAS (JON BARWISE Y JOHN PERRY)
La semantica de situaciones: Barwise y Perry (1981) presentan originalmente la
semantica de situaciones como una especial de semantica que supera
problemas inherentes a la semantica modelitica Del lengi natural. El desarrollo
de tal semántica crea la necesidad de una teoría general de información:
una teoría matemática del flujo, transmisión y almacenamiento de
información, que denominaron teoría de situaciones. A partir de aqui la
semantica situaciones se considera como una aplicación de las herramientas
de la teoría de situaciones estudio del significado, de modo que incluso puede
pensarse en diversas semánticas, según tipo de lenguaje o fragmento que se
pretenda estudiar. Se podrá introducer entonces, en primer lugar, algunos
conceptos básicos de la teoría de situaciones necesarios para la presentaci6n
de la semantica de situaciones que luego realizaremos.

Una teoría que sustituye los mundos por situaciones: Las situaciones
son partes del mundo. Nosotros discutiendo la redacción final de trabajo, el
partido de pelota de ayer, yo diciéndote a ti "son las diez" ..., todas vestas
cosas situaciones. Las situaciones son primitivos de la teoría, es decir, no se
definen sobre ningún otro primitivo. Los humanos las individualizan o
discriminan como partes del mundo y fueron comportamiento de acuerdo con
Elias. La información esta en el mundo. Fluye a través de las situaciones.
Examinemos ejemplo que ilustra esto. Piensese en la situacion que consiste en
un tronco cortado. situaci6n lIeva mucha informaci6n: la edad del arbol
cuando fue cortado, el tipo instrumento utilizado para ello, la orientaci6n con
respecto a los puntos cardinales,.

En si de diversas relaciones legaliformes, naturales o convencionales,


denominadas restriccioi entre este tipo de situación y otros tipos, el tronco
cortado transporta información de situaciones diferentes y mas o menos
remotas.

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