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2. ¿Qué tarea debemos llevar a cabo ante una idea desprovista de sentido o una acción
carente de fin?
Sabemos que el sentido de un síntoma reside en una relación del mismo con la vida
íntima del enfermo. Cuanto más individualizado se halla un síntoma, más fácil resulta
establecer dicha relación. La labor que nos incumbe, cuando nos hallamos ante una
idea desprovista de sentido o de un acto sin objeto, será, por tanto, la de descubrir la
situación pretérita en la que tales ideas o tales actos poseyeron sentido y objeto
respectivamente.
3. ¿Qué encuentra Freud en el análisis que realiza de las neurosis obsesivas y de las
neurosis traumáticas en la conferencia 18?
Las dos pacientes nos producen la impresión de hallarse, por decirlo así, fijadas a un
determinado fragmento de su pasado, siéndoles imposible desligarse de él y
mostrándose, por tanto, ajenas al presente y al porvenir.
Existe un extremo en el que coinciden ambos generos de neurosis, pues en las
traumaticas hallamos como base de la enfermedad una fijación del sujeto al accidente
sufrido. Los pacientes reproducen regularmente en sus sueños la situación traumatica,
y en aquellos casos que se presentan acompañados de accesos histeriformes,
susceptibles de análisis, puede comprobarse que cada acceso corresponde a un
retorno total del sujeto a dicha situación. Diríase que para el enfermo no ha pasado
aun en el momento del trauma, y que sigue siempre considerándolo como presente,
circunstancia que merece todo nuestro interés, pues nos muestra el camino hacia una
teoría, que pudiéramos calificar de econmica, de los procesos psíquicos. En realidad,
ya el termino “traumatico” no posee sino ese sentido económico, pues lo utilizamos
para designar aquellos sucesos que, aportando a la vida psíquica, en brevísimos
instantes, un enorme incremento de energía, hacen imposible la supresión o
asimilación de la misma por los medios normales y provocan de este modo duraderas
perturbaciones del aprovechamiento de la energía.
La semejanza entre ambas dolencias neuróticas nos induce a considerar también como
traumáticos los sucesos a los que nuestros enfermos de neurosis espontanea parecen
haber quedado fijados. Obtenemos asi una etiología extraordinariamente sencilla para
esta neurosis, pues podremos asimilarla a una enfermedad traumatica y explicar su
patogénesis por la incapacidad del paciente para reaccionar normalmente a un suceso
psíquico de un carácter afectivo muy pronunciado.
5. ¿Cuáles son las tres definiciones de síntoma que da Freud en la conferencia 23?
Los síntomas son actos nocivos o, por lo menos, inútiles, que el sujeto realiza
muchas veces contra toda su voluntad y experimentando sensaciones
displacientes o dolorosas. Su daño principal se deriva del esfuerzo psíquico,
que primero exige su ejecución y luego la lucha contra ellos; esfuerzo que en
una amplia formación de síntomas agota la energía psíquica del enfermo y le
incapacita para toda otra actividad.
De los síntomas neuróticos sabemos ya que son efecto de un conflicto surgido
en derredor de un nuevo modo de satisfacción de la libido. Las dos fuerzas
opuestas se reúnen de nuevo en el síntoma, reconciliándose, por decirlo asi,
mediante la transacción constituida por la formación de sintoams, siendo esta
doble sustentación de los mismos lo que nos explica su capacidad de
resistencia.
Los síntomas crean una sustitución de la satisfacción denegada, por medio del
retroceso de la libido, a fases anteriores, circunstancia que trae consigo el
retorno a los objetos u organizaciones caracteristicos de dichas fases.