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Autor: Javier Manzano Franco


Categoría académica: Alumno interno del
departamento de Literatura Española. Estudiante
de cuarto curso en Facultad de Filología.
Universidad de Sevilla
Institución: Facultad de Filología. Universidad de
Sevilla
Dirección de correo electrónico:
javier.gato87@gmail.com

ANÁLISIS DE EL
MATRIMONIO PALAVRAKIS,
DE ANGÉLICA LIDDELL
ANALYSIS OF THE
PALAVRAKIS MARRIAGE BY
ANGÉLICA LIDDELL.

Fecha de recepción: Septiembre 2011


Fecha de aceptación: Octubre 2011

BIBLID [2254-2108 (2011), 4; 44-58]

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ANÁLISIS DE EL
MATRIMONIO PALAVRAKIS,
DE ANGÉLICA LIDDELL

RESUMEN: Angélica Liddell (1966) es la 1. LA POESÍA DRAMÁTICA DE ANGÉLICA


dramaturga española más popular en la
LIDDELL
actualidad tanto dentro como fuera de
nuestras fronteras, y en los últimos años su Angélica Liddell es el teatro. Con esta
teatro está siendo objeto de numerosos rotunda afirmación iniciaba Luis María Anson
estudios críticos que entroncan a éste con el (2007), de la Real Academia Española, su
in-yer-face británico de los años 90 entre reseña en El Cultural sobre Perro muerto en
otras tendencias. Este artículo es un análisis
tintorería: los fuertes, de 2007. Afirmación
de El matrimonio Palavrakis (2001), drama
que constituye su primera obra de madurez que se suma a otras muchas de la crítica
y que abre la trilogía teatral denominada por literaria más reciente, la cual se decide por fin,
la autora “Tríptico de la Aflicción”. tras casi veinte años de vacilaciones, a aceptar
a Angélica Liddell como figura clave de nuestra
SUMARY: Angélica Liddell (1966) is the most actual dramaturgia y a concederle un
popular Spanish playwright nowadays, both
merecido puesto dentro de la nómina de
within and out of the Spanish frontiers. In
autores de la joven literatura española de
the last years, her theatre is being object of
many critic studies which relate it to the fines del siglo XX. Las atormentadas visiones
British in-yer-face theatre of the nineties, de un mundo corrompido en su misma
among other trends. This article is an esencia, manchado de absurda violencia hasta
analysis of El matrimonio Palavrakis (2001), la raíz, no han sido hasta hace poco
play that represents her first work of reconocidas por los estudiosos de la literatura
madurity and begins Liddell's dramatic
española contemporánea (Víllora, 2004; Micu,
trilogy known as “Tríptico de la Aflicción”.
2005; Cornago, 2005a y 2005b; Vidal Egea,
2010) como las expresiones más autóctonas,
Palabras clave: Angélica Liddell; El originales y logradas de la corriente británica
matrimonio Palavrakis; dramaturgia; in-yer- del in-yer-face theatre de los años noventa. En
face theatre; literatura española; siglo XX. el presente artículo me dispongo a realizar un
análisis del drama El matrimonio Palavrakis
Keywords: Angélica Liddell; The Palavrakis
(2001) de la mencionada autora,
marriage; drama; in-yer-face-theatre;
Spanish literature; XX century. deteniéndome previamente a repasar, a modo
de introducción, algunos de los aspectos
fundamentales de la trayectoria poética de
Liddell para situar en el debido contexto la
obra que nos ocupa.
Angélica González nace en Figueras,
Gerona, en 1966. Su infancia transcurre en un
continuo peregrinar por la geografía española
debido al trabajo de militar de su padre. El
ambiente hostil de los cuarteles militares en
los que pasó su niñez, unido a supuestos
abusos de militares a sus

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compañeras de juego presenciados por ella, tal persigue a modo de entelequia.


y como ha confesado en algunas declaraciones Un año después se estrena Dolorosa, la
(Citemor, 2007), marcan a Angélica desde muy historia de una prostituta casi infantil y
temprana edad, y la predisponen a centrar su desvalida -aunque sólo en apariencia- que se
obra lírica y dramática en los temas del dolor y propone redimir a todos los hombres muriendo
de la angustia existencial, de la violencia, de la por ellos. En esta ocasión, la estructuración de
infancia desgarrada y, en definitiva, del mal la obra está mucho más acabada -cualidad que
como cualidad intrínseca del hombre y como irá progresando con el tiempo hasta llegar al
esencia de las cosas. Obtiene su licenciatura en llamado “Tríptico de la Aflicción”- y el reparto
Psicología y más tarde estudia Intepretación en se reduce a dos personajes, interpretados por la
la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid. propia Angélica Liddell y por Gumersindo
Convencida al final de su carrera de que “el Puche, lo cual agudiza significativamente el
teatro (…) vive de espaldas al arte” (Francisco, enfrentamiento dialéctico, de marcado carácter
2003), Liddell crea junto con Gumersindo Puche ritual, que existe entre ambos.
la compañía de teatro Atra Bilis y comienza a Tras la redacción en 1996 de los
escribir sus primeras obras de teatro. Con la dramas Morder mucho tiempo tus trenzas. Las
primera de ellas, Greta quiere suicidarse (1988), condenadas y Suicidio de amor por un difunto
obtendría el Premio Ciudad de Alcorcón. desconocido, en los cuales continúa
Posteriormente escribe otra obra, La condesa y desarrollando los temas del dolor como vía
la importancia de las matemáticas (1990), la purgativa y redentora y del mesianismo más
cual es calificada por la propia Angélica Liddell gótico y decadente, Angélica Liddell estrena en
como “producto de una mala digestión del cine 1997 Frankenstein. Se trata de una obra de
de Peter Greenaway” (Vallejo, 2002). Otras grandes títeres que sigue la técnica del teatro
obras menores que le siguen son El jardín de las japonés bunraku. En ella, los actores-
mandrágoras (1991), La cuarta rosa (1992) y torturadores manipulan grandes muñecos, cuya
Leda (1993). condición de víctimas queda brutalmente
El primer estreno de una obra suya acentuada debido a su indefensión e inocencia.
data de 1993, cuando se representa El jardín de A partir de Frankenstein, Angélica Liddell toma
las mandrágoras. Pequeña tragedia sexo- decisivamente conciencia de su compromiso
metafísica en nueve escenas y cinco lirios. En con la obra de arte total, y comienza a exigirse
esta obra, escrita en 1991, aparecen ya algunos con mayor ahínco la necesidad de elaborar un
motivos que se repetirán en su producción teatro que trascienda el mero texto literario y
posterior, como el suicidio ceremonial y el dolor que cultive más intensamente la labor física del
como vía privilegiada para alcanzar la actor y el arte de acción, aunque sin traicionar
redención. Todo ello plasmado en el texto con la calidad de la palabra poética. Opuesta al
un lenguaje intensamente lírico, de regusto artificio, Liddell se propone escribir, dirigir y
barroquizante, que se mezcla de forma representar un teatro lleno de realidad, en el
magistral con la música y el arte plástico para que las más atroces fantasías y acciones del
dar como resultado una obra artística total. género humano atraviesen la cuarta pared y
Como la propia Angélica Liddell ha declarado en golpeen violentamente al espectador, tal como
numerosas ocasiones, la inevitable angustia se proponía el teatro de la crueldad de Antonin
que conlleva la existencia sólo puede superarse Artaud y como ha logrado su manifestación más
por medio del arte en todas sus disciplinas, eficaz y acabada: el in-yer-face theatre británico
fusionadas sobre las tablas. La función de la de los años noventa.
poesía dramática de Liddell, así pues, consiste La falsa suicida (1998) anuncia ya el
en la sublimación del dolor para lograr esa tan inconfundible estilo dramático que acompañará
deseada trascendencia que el ser humano toda la producción posterior de Angélica

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Liddell, particularmente las agrupadas en el están repletas de recursos de apelación ad


“Tríptico de la Aflicción” (El matrimonio spectatores que, pese a contribuir al carácter
Palavrakis, 2001; Once upon a time in West ficcional propio de cualquier narración, logran
Asphixia, 2002; e Hysterica passio, 2003) y en la la ruptura de la cuarta pared y, con ella, la
trilogía de “Actos de resistencia contra la invasión de las conciencias del público
muerte” (Y los peces salieron a combatir contra asistente, el cual se siente inmerso en un ritual
los hombres, 2003; Y como no se pudrió... de perversión sin límites. Este carácter ritual es
Blancanieves; y El año de Ricardo, ambas de fácilmente detectable en la proyección
2005). Constituye, por así decirlo, la antesala de simbólica de las palabras y de las acciones
la madurez dramatúrgica de Angélica Liddell. La performáticas, dispuestas en cuadros
falsa suicida recupera a los personajes fragmentarios que, ajenos a cualquier lógica
hamletianos de Ofelia y Horacio, reproducidos temporal, van urdiendo una compleja trama de
ahora como contrafiguras esperpénticas de los conclusiones absolutamente
originales. El texto dramático cede mayor desesperanzadoras. El colofón final de esta
protagonismo a la performance y a la expresión trilogía, el monólogo Lesiones incompatibles
corporal, a la vez que la estructura de la obra se con la vida (2003), reafirma la ideología
torna más fragmentaria, compuesta por pesimista de Angélica Liddell y, en particular, su
cuadros autónomos que permiten un mayor rechazo de la institución familiar, su renuncia a
despliegue de lirismo en el lenguaje gracias a la tener hijos, y por ende, a propagar la especie
nueva autonomía obtenida. humana -y el mal, y la miseria existencial de
Finalmente, el 22 de febrero de 2001 ser-para-la-muerte en palabras de Heidegger-
se estrena, dentro de la programación del sobre la faz de la tierra.
Festival Escena Contemporánea de Madrid, El
matrimonio Palavrakis, primer texto del Tríptico
de la Aflicción y primera obra de madurez de
nuestra autora (Alonso, 2001; Caruana, 2001;
Moreno, 2001; Víllora, 2001; Francisco, 2002;
Vallejo 2002). Las propuestas temáticas,
estilísticas, escenográficas, etc. experimentadas
por Liddell en los trece años previos terminan
cuajando en una trilogía dramática sobre la
familia como estructura compuesta por
oposiciones conflictivas entre sus miembros y
generadora de traumas irresolubles, de
violencia y de crueldad, que se transmiten
inevitablemente en una cadena fatídica
2. EL MATRIMONIO PALAVRAKIS: ESTRUCTURA
inseparable de la cadena evolutiva, de la vida.
El “Tríptico de la Aflicción” es un DE LA PIEZA.
retablo de estética barroquizante en el que se
dan cita personajes locos y marginados, El matrimonio Palavrakis cuenta la
historia, conducida por la inquietante voz en off
elevados al pedestal del arte a la manera
romántica y enfrentados entre sí y, a la vez, de una narradora, de la turbulenta vida
conyugal de Elsa y Mateo, víctimas de malos
enfrentados a un público estupefacto por el
horror de la condición y de la mente humanas, tratos durante la infancia y perpetuadores
ineludibles de la crueldad y de la angustia, las
incapaz de quedarse indiferente ante el desfile
desasosegante de torturas, obsesiones, cuales son presentadas por Angélica Liddell
como cualidades connaturales al ser humano.
perversiones y culpabilidades. Las tres obras
Unidos por el rencor común hacia sus padres y

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hacia una sociedad enferma, en la que el bajos instintos, y comete indiferentemente y


hombre es un lobo para el hombre, llevan una con frecuencia asesinatos y actos de necrofilia y
vida monótona e insustancial en un barrio de pedofilia.
donde la única diversión consiste en insípidos Cuando Mateo asesina violentamente
concursos de baile, los cuales pierden al perro de Elsa -es decir, la contrafigura de
sistemáticamente, como en el resto de sus Chloé-, vuelve a matar simbólicamente a la hija,
empresas vitales. A pesar del factor que los une y con ello, las esperanzas de Elsa por escapar de
en oposición al mundo -el odio, su condición mortal y de su consiguiente
significativamente-, Elsa y Mateo encarnan dos angustia. La señora Palavrakis provoca un
posturas radicalmente contrarias respecto de la accidente de coche en el que Mateo muere y
condición humana. Mientras que Mateo se ella sale ilesa. Al ir a la comisaría para
siente portador de la crueldad heredada de sus entregarse, la Narradora -que es la voz del
padres y, por ello, merecedor de hundirse en la policía-sociedad, pero también del superyó de
nada, Elsa tiene la imperiosa necesidad de la propia Elsa- somete a la madre a un duro
concebir a un hijo como única forma de “dejar interrogatorio con el cual la obliga a recordar
algo vivo sobre la tierra”, de trascender su todo el daño que provocó a su hija y su culpa.
condición vulgarmente material y burlar al Con la última pregunta de la Narradora, que
absurdo de su mortalidad. hunde al espectador en un angustioso enigma
En medio de este abismo entre ambas que jamás se llega a resolver, Elsa Palavrakis cae
posturas nace su hija, Chloé, la cual desde muy al suelo, víctima de un infarto provocado por la
temprana edad empieza a mostrar, junto a una grave culpa que pesa sobre ella.
belleza deslumbrante, los signos inequívocos de
estar sufriendo terribles abusos sexuales. La
locura que padece el matrimonio desencadena
en ambos un miedo exagerado a que la niña sea
dañada por los vecinos; este miedo no es otra
cosa que la proyección en el otro de la propia
culpabilidad, del miedo que tienen de sí
mismos al saberse unos atroces
desequilibrados. Poco después Chloé, de siete
años de edad, aparece salvajemente masacrada
al borde de una carretera.
A partir de este momento, el
matrimonio Palavrakis gana repentinamente el
concurso de baile, tal y como profetizaron
siendo niños el día que se prometieron el uno al
otro odiar al mundo y asesinar a sus respectivos
padres. Observamos como, tras la muerte de
Chloé, la vida conyugal de los Palavrakis se ha
Con la muerte de los dos
deteriorado gravemente. Elsa es una mujer
protagonistas, ultrahombres que a la manera
ensimismada que jamás se separa de un del Calígula de Camus trataron fallidamente de
caniche ciego al que identifica enfermizamente
burlar al absurdo de la existencia por medio del
con su hija, a partir de una perversa relación libertinaje, concluye la obra con la pintura de
inconsciente entre perros y niños que salpica
una sociedad gris y desesperanzada, poblada
todo el drama y a la que me referiré más
por individuos callados, tristes, “enfermos y
adelante. Por su parte, Mateo Palavrakis ha
aniquilados”, incapaces de comunicarse por
adquirido valor a la hora de satisfacer sus más
miedo y aferrados al discurso frío y monológico

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de la televisión. no pocas veces la alusión al lobo feroz de los


El matrimonio Palavrakis se aparta cuentos, que devora niños y que, en la historia
deliberadamente de la dramaturgia que nos ocupa, es encarnado por el mundo
estructurada en actos, adulto que amenaza constantemente la
típica del teatro anterior a las Vanguardias vulnerabilidad infantil.
históricas. El drama está estructurado en La primera parte se abre con un
cuadros, que constituyen situaciones complejas cuadro, situado en el tiempo actual de los
y hasta cierto punto autónomas, totalmente personajes, que sirve de presentación a la
desconectadas entre sí en la línea temporal. desquiciada psicología de Elsa y Mateo. Éste se
Heredera de las Vanguardias, y en especial del encuentra hablando con una niña que, por el
teatro brechtiano, Angélica Liddell abandona la diálogo, se debe de hallar implícitamente
tradicional división en escenas, las cuales conversando con él, mientras que Elsa habla
suelen seguir una lógica temporal progresiva. El ensimismadamente a su perro ciego. El discurso
matrimonio Palavrakis, en cambio, se construye de ambos personajes contiene reiteradas
a partir de constantes saltos en el tiempos hacia referencias analépticas a sus experiencias
adelante y hacia atrás que producen un infantiles, y son estas analepsis las que inician la
extrañamiento en el espectador y le obligan a mirada hacia el pasado del matrimonio
considerar cada cuadro como una entidad Palavrakis, que abarca gran parte de la obra. La
cerrada, plena de significado propio, y a última frase del primer cuadro, “Mi hija es un
recomponer la trama que se encuentra perro”, pronunciada por Elsa, da pie a la
oníricamente desordenada. Este efecto de Narradora para que inicie el segundo cuadro, en
extrañamiento respecto del habitual el que se representa la noche en que la pareja
encadenamiento sintagmático de las escenas concibió a Chloé. A continuación, el cuadro
contribuye decisivamente a la sensación de tercero nos muestra el primero de los conflictos
angustia que Angélica Liddell quiere producir en conyugales, durante el embarazo de Elsa. Tras el
el espectador, ansioso por desentrañar la cuadro cuarto, una “meta-analepsis” que nos
enmarañada red de recuerdos y anécdotas que proporciona una información decisiva acerca de
dan lugar a la gran tragedia de los la niñez de los personajes, el cuadro quinto
protagonistas. De este modo, el público es regresa a la situación pasada del embarazo,
obligado a entrar en la macabra historia, pues a cuando Mateo y Elsa tienen monstruosos
él ha abandonado la dramaturga la sueños que subrayan su miedo a hacer daño a
responsabilidad de hilar los elementos su propia hija y que vaticinan el fatídico
heterogéneos hasta encajar todas las piezas desenlace de la primera parte. La creciente
que componen el horror de la familia tensión dramática culmina en el cuadro sexto,
Palavrakis. el nacimiento de Chloé. Este nudo de la acción
La obra se compone de dos partes, la provoca una secuencia nueva, dominada por el
primera de doce cuadros y la segunda de terror de los padres a que la hija enferme o se
cuatro, separadas entre sí por un macabro acto haga daño. Este terror enfermizo culmina en el
performático que simboliza el asesinato de asesinato de Chloé, en el cuadro doce, con el
Chloé Palavrakis a manos de sus padres. Todos que se cierra la primera parte.
los cuadros quedan delimitados entre sí por la En un orden lógico temporal, a la
intervención de una Narradora en off que situación representada en el cuadro doce
presenta el cuadro siguiente, rompiéndose así seguiría la del cuadro once, analépticamente
la tradicional ilusión de verosimilitud antepuesto, que muestra la reacción de Mateo
perseguida por el tradicional teatro realista- y Elsa al ver el cadáver de su hija Chloé después
naturalista y situando el drama en una de haberla matado. A continuación, el cuadro
atmósfera cuasi cuentística, a la que contribuye nueve con la monumental pelea del

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matrimonio causada por los remordimientos de Mateo, en el otro.


haber matado a su hija (escénicamente, un En el primer esquema, el sujeto es Elsa
núcleo fundamental de una poderosa fuerza Palavrakis. Elsa desea un objeto, que es su hija
por la violencia de la interpretación), y después Chloé, resultado a su vez de un objeto último
el ocho, en el que Mateo y Elsa hablan sobre el que sería la Maternidad. El destinatario de la
funeral de Chloé que ha tenido lugar acción de concebir a una hija sería la
recientemente. Estos tres cuadros forman una trascendencia del espíritu sobre la materia, la
secuencia nuclear perfecta, compuesta por tres primacía de la Vida más allá de la Muerte a
funciones de presentación, realización y cierre través de Chloé. El destinador, o actante que
muy bien delineadas. El drama concluye con motiva a Elsa a desear ser madre, es la Visión
una última secuencia, también alterada en su pesimista del mundo, la cosmovisión de los
lógica temporal, compuesta de tres funciones. Palavrakis resumida en que el Mal se halla en la
La primera, sucedida poco después del funeral esencia de todo y que la existencia, absurda por
de Chloé, narra la vida conyugal de los completo, se acaba miserablemente con la
Palavrakis tras la muerte de Chloé (cuadros uno muerte
y dos de la segunda parte), el repentino éxito inevitable. Elsa se halla patéticamente sola en
de Elsa y Mateo en el concurso de baile (de su proyecto de sobrevivir a su muerte y de
nuevo, el cuadro ocho) y el regreso del redimirse a través de su hija, puesto que carece
matrimonio a su casa en coche, cuando se de ayudantes. En cambio, sí cuenta con un
topan con un accidente de tráfico justamente importante oponente: su propio marido, Mateo
en el mismo lugar donde “encontraron” el Palavrakis (e incluso ella misma).
cadáver de su hija hacía años (cuadro décimo). El segundo esquema tiene como sujeto
La segunda función, materializada en el cuadro a Mateo Palavrakis. Comparte con su mujer Elsa
tercero de la segunda parte, supone el nudo el mismo destino: la Visión pesimista del
final de la obra: al llegar a su casa, Mateo mata mundo. Sin embargo, el objeto que desea
al perro ciego de Elsa y, con él, vuelve a matar Mateo no es la Vida, sino todo lo contrario: la
simbólicamente a la hija. La ira de la señora Muerte -suya y de toda la Humanidad- como
Palavrakis desencadenará la tercera función de acabamiento del dolor insoportable que
cierre, en que asesina a su marido en un constituye la existencia. Es por ello que el
supuesto accidente de tráfico y se entrega a la destinatario sería la misma Visión pesimista del
policía. mundo que constituye el destinador, pero
también el propio Mateo: la Muerte consiste en
un alivio para él. A este desesperanzado y
3. LOS SEÑORES PALAVRAKIS. FUNCIONES siniestro deseo de la Muerte se oponen su
DRAMÁTICAS DE LOS PERSONAJES esposa Elsa, con su esperanza de no extinguirse
para siempre en la nada gracias a la
Como consecuencia de la intención de maternidad; y el resultado de esta esperanza,
Angélica Liddell de mostrar a la institución su hija Chloé. Mateo tampoco cuenta con
familiar como una fuente de conflictos y ayudantes: es un hombre solitario y marginado,
traumas, el esquema actancial que ofrece El falto de amor y condenado a la vida conyugal
matrimonio Palavrakis se basa en un con Elsa.
enfrentamiento total entre Elsa y Mateo, En ambos esquemas actanciales, los
portadores de dos tesis opuestas radicalmente triángulos activos (formados por sujeto, objeto
sobre sus destinos y el de la Humanidad en y oponente) reflejan un grave conflicto de tipo
general. Por tanto habría que hablar de dos dos en la terminología de Anne Übersfeld
esquemas actanciales, que tienen como (1993), esto es, un conflicto que surge a raíz de
respectivos sujetos a Elsa, en uno de ellos; y a que el oponente se opone al deseo del sujeto

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por el objeto. Mateo se opone a los proyectos personaje aludido, al que se refieren siempre
maternales de Elsa y a la existencia de su hija, los Palavrakis pero que, al estar muerta, no
del mismo modo que Elsa -decididamente- y puede aparecer ya en escena. Mención aparte
Chloé -con su sola existencia- se oponen a los merece el personaje latente de la niña con la
deseos de Mateo de abandonarse a la muerte y que dialoga Mateo Palavrakis en el primer
extinguirse, sin dejar huella ni descendencia. cuadro de la primera parte. Aunque no aparece
Los triángulos psicológicos presentes realmente en el escenario, no existe ningún
en ambos esquemas actanciales son idénticos: inconveniente de peso por el cual no pueda
la relación entre sujeto y objeto viene causada aparecer.
por un mismo destinador: la profunda Teniendo en cuenta su psicología y la
convicción de que la existencia es un información que Angélica Liddell ofrece sobre
sufrimiento y una náusea que se concluye ellos, los Palavrakis son personajes redondos,
absurdamente con la muerte, y que el mundo muy complejos y llenos de traumas, miedos y
es malo en su esencia. Esta cosmovisión pensamientos muchas veces inconscientes, que
pesimista tiene su origen, tanto para Mateo evolucionan significativamente a lo largo de la
como para Elsa, en sus experiencias vitales acción. Se trata de individuos,
desde la infancia: malos tratos y abusos pluridimensionales, con una turbulenta vida
sexuales recibidos de sus propios padres, interior y sobre los que se aportan numerosos
percepción muy temprana de que sus datos biográficos, psicológicos y físicos para
progenitores son asesinos y alcohólicos (en el comprender mejor el contexto en el que viven y
caso de Mateo), visión de actos sádicos como el evolucionan.
ahorcamiento de galgos en el bosque, etc. Un caso especial es la Narradora de El
No obstante, los triángulos ideológicos matrimonio Palavrakis. Durante todo el drama
de ambos esquemas actanciales (formados por se comporta como un “elemento de juicio”: es
sus respectivos sujetos, objetos y destinatarios) un cuasi-personaje extradiegético que no toma
son totalmente opuestos. El destinatario de partido en la lucha de los personajes y cuyas
Elsa, la eternidad de su espíritu a través de su introducciones a los cuadros ayudan al
progenie, revela una ideología optimista, la espectador a reflexionar sobre los mismos. Sin
esperanza de que el ser humano no sea embargo, en el último cuadro de la obra, la
únicamente materia absurdamente lanzada sin Narradora se convierte en el policía que
razón a este universo de desdichas y condenada interroga a Elsa Palavrakis. Este policía ausente
a la miseria de la muerte, sino también espíritu, en el escenario salvo por su voz, del que no
esencia dotada de un sentido y resistente al tenemos más información que su oficio,
paso del tiempo, inmutable por la muerte. El constituiría un tipo dramático y no un
destinatario de Mateo, por el contrario, individuo.
responde a una ideología pesimista que no Chloé, por su parte, es un personaje
hace sino dar la razón al pesimismo del actante unidimensional del cual sólo conocemos su
destinador. Angélica Liddell, dramaturga corta edad y su extremada belleza, por lo que
absolutamente pesimista y depresiva, hace constituye un carácter o personaje
triunfar en el drama la tesis de Mateo, al caracterizado por un solo rasgo: ser “la hija”. No
permitir los abusos sexuales a Chloé y su obstante, en el último cuadro de la obra, Elsa
asesinato a manos de sus desquiciados padres. Palavrakis confiesa en el interrogatorio policial
En lo que atañe en su participación en que su hija parecía estar enamorada de su
la acción, Elsa y Mateo Palavrakis son padre; amor incestuoso que, de no haber sido
personajes plenamente dramáticos, presentes interrumpido por la muerte de Chloé, habría
en el escenario en todo momento en calidad de dotado al personaje de una problemática
protagonistas. Junto a ellos, Chloé es un psicológica y moral tan compleja que la habrían

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elevado a la condición de individuo dramático. lejanos en el pasado, sino espacios actualizados


para el espectador, aunque no visibles. La casa
de los Palavrakis, la carretera donde
4. EL ESPACIO DE EL MATRIMONIO encontraron a su hija muerta, el salón de baile
PALAVRAKIS donde concursan, la comisaría de policía... son
espacios virtuales de los que sólo tenemos
El espacio escenográfico de El noticia gracias al relato de la Narradora en off,
matrimonio Palavrakis no cambia a lo largo de en un primer momento; y a las alusiones
todo el drama. Se trata de un espacio único, de implícitas en el diálogo de los Palavrakis,
carácter psicológico, en el que se halla posteriormente.
exclusivamente casi media tonelada de Mención especial merece el espacio
muñecos desmembrados, inequívoco símbolo latente o contiguo que aparece en el primer
del triple delito de pedofilia, incesto e cuadro de la obra, cuando Mateo Palavrakis
infanticidio que han cometido los Palavrakis. conversa con una niña de doce años a la que no
Estos trozos de muñecos, que durante toda la podemos ver. La niña se encuentra en una
representación se encuentran en escena y que prolongación del espacio escenográfico oculta
dificultan los movimientos de los actores por el para el espectador, pero sabemos que es un
escenario, no son pues otra cosa que un espacio contiguo al que ocupa Mateo, lo
recuerdo imborrable y horripilante del que Elsa bastante cercano como para que estén
y Mateo no pueden escapar, una conciencia de manteniendo ambos una conversación.
culpabilidad en la que están condenados a
verse inmersos.
Junto a este sentido de obsesión por la 5. EL TIEMPO EN EL MATRIMONIO
propia culpa, la utilización de un espacio único PALAVRAKIS
por Angélica Liddell se puede interpretar
también como la imposibilidad de cambio, dado El factor tiempo en El matrimonio
que hasta casi el final de la obra Mateo se Palavrakis configura una estructura
dedica a seducir niñas y a asesinar. Este sentido, fragmentaria, compleja, totalmente ajena a
por otro lado, es común a casi todos los dramas cualquier lógica de progresión cronológica, que
del teatro del absurdo. obliga al espectador a participar dolorosamente
Sin embargo, El matrimonio Palavrakis en la reconstrucción de un crimen -el asesinato
es un drama en el que se materializan de Chloé- y de un absurdo -el de la existencia
numerosos espacios virtuales, gracias a la humana-. Antes de hablar de los saltos
evocación de anécdotas analépticas y temporales hacia adelante y hacia atrás, así
prolépticas que desencadena la Narradora. como de su sentido en el drama, habría que
Debido a que el espectador sólo ve en el analizar los diversos niveles temporales según
escenario un símbolo de la culpa que pesa la clasificación que propone García Barrientos
sobre los personajes, es mediante la palabra (2001).
como únicamente puede averiguar en qué El tiempo diegético de El matrimonio
lugares se encontraba el matrimonio durante la Palavrakis, es decir, el tiempo de la fábula que
acción acaecida en cada cuadro. el espectador debe reconstruir a partir de los
Estos espacios virtuales son, en un fragmentos representados, abarca desde la
principio, espacios narrados por la voz en off. niñez de Elsa y Mateo Palavrakis hasta su
Una vez nombrados por la Narradora, éstos muerte. De este amplio periodo de tiempo tan
toman cuerpo en la escena, pasando a ser sólo se muestran, separados por dos elipsis,
espacios ausentes, puesto que gracias a la tres momentos fundamentales: la infancia de
técnica de la analepsis ya no son espacios Mateo y Elsa, la gestación e infancia de Chloé y

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la vida conyugal de los Palavrakis posterior a la hija muerta. Esta coincidencia les hace recordar
muerte de su hija. el asesinato de su hija, y se desencadena una
El tiempo dramático, o tiempo de la analepsis o retroceso hasta el día en que Elsa y
acción dramática, es un tiempo artístico, Mateo depositaron en la carretera el cadáver de
manipulado artificiosamente a base de la niña. Esta analepsis, a su vez, desencadena
continuos saltos hacia adelante y hacia detrás. otra meta-analepsis que nos conduce a la
El presente de la acción transcurre varios años - misma noche en que Chloé Palavrakis es
no se precisa cuántos- después del asesinato de asesinada, aproximadamente veinticuatro horas
Chloé a manos de sus padres. Elsa y Mateo antes.
Palavrakis regresan del concurso de baile, que La segunda parte se inicia en la misma
han vuelto a ganar. El primer cuadro recoge en analepsis en la que concluyó la parte anterior
realidad, a modo de presentación de los (época del asesinato de Chloé). Los señores
protagonistas, la rutina en la vida conyugal de Palavrakis, conscientes de su culpabilidad,
los Palavrakis después de la muerte de su hija. sienten terrores inconscientes hacia el fantasma
Tras esta presentación se retrocede de su hija y hacia el viento, que no son otra
analépticamente al inicio del conflicto principal cosa que la proyección de su culpa para evitar
de la acción dramática, que es la maternidad de el conflicto moral. El segundo cuadro sucede
Elsa: la concepción de Chloé. El tercer cuadro cronológicamente al primero, y el tercero se
sucede cronológicamente al segundo, al traslada, de un salto, hacia el presente de la
representar un momento durante el embarazo acción dramática. Elsa, de regreso del concurso,
de Elsa, pero al enterarse ésta de que su bebé toma una ducha y al salir se encuentra con que
va a ser una niña, se realiza una meta-analepsis, su marido ha asesinado salvajemente a su
en la cual la señora Palavrakis recuerda una perro, lo cual supone un segundo asesinato
conversación sobre asesinos de niños que tuvo simbólico de Chloé Palavrakis.
con su marido cuando ambos eran niños. El Furiosa y atormentada por la culpa y el
siguiente cuadro regresa a la analepsis anterior, silencio, Elsa provoca el accidente de tráfico en
que va desarrollándose de forma continua: el siguiente y último cuadro y mata a su marido.
embarazo, parto e infancia de Chloé. Es llevada a comisaría, donde se entrega a las
Antes de permitir que la narración autoridades y confiesa los abusos sexuales y los
continuada desvele el horroroso crimen de los malos tratos que su marido y ella infligieron a
Palavrakis, Angélica Liddell da un salto hacia su hija durante siete años. En este
adelante, salto que es una prolepsis en relación interrogatorio se da un caso de tiempo narrado,
con el embarazo de Elsa pero a la vez una puesto que Elsa evoca dos momentos de la
analepsis en relación con el instante en que se infancia de su hija y un momento de su propia
inicia El matrimonio Palavrakis. Se trata de una juventud, cuando cuidaba bebés. Estos
conversación entre Elsa y Mateo, recién momentos no han sido puestos en escena y
premiados en el concurso de baile, varios años sólo podemos conocerlos por su evocación. Elsa
después de la muerte de Chloé. La conversación Palavrakis se desploma en el suelo, víctima de
viene seguida de una analepsis catálica, que un infarto. Con la última performance concluye
sirve para complementar a aquélla y representa la obra.
la monumental discusión que Mateo y Elsa
tienen la noche anterior al concurso de baile. 8. PECULIARIDADES DEL TEXTO
Con los gritos desgarrados de impotencia de la DRAMÁTICO Y DE SU ENUNCIACIÓN
pareja, la acción dramática vuelve al final del
cuadro ocho, con el regreso de Mateo y Elsa a El matrimonio Palavrakis, doce años
su casa y el encuentro de un accidente de coche después de su elaboración, se revela como la
en el mismo lugar donde “encontraron” a su obra de madurez de Angélica Liddell y el texto

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más representativo del in-yer-face theatre en el primer cuadro de la primera parte Mateo
nacional, en la línea de dramaturgos británicos Palavrakis va entretejiendo las frases y creando
de los años noventa como Sarah Kane, Mark una compleja urdimbre de reiteraciones y
Ravenhill o Martin McDonagh. progresiones:
El texto propiamente literario está
constituido por los diálogos de los señores MATEO.- ¿Seguro que están
Palavrakis, algunos monólogos y soliloquios y usadas? ¿Seguro que te las has
las intervenciones de la Narradora. El recurso puesto? ¿Quién te compra las
de una Narradora extradiegética que enuncia bragas? Deberías comprar tus
invariablemente su discurso ad spectatores propias bragas. Deberías elegir tus
cumple no solamente la función de dividir el bragas. Es algo íntimo, ¿me
drama en sus diversos cuadros, sino también la entiendes? Íntimo. Es tu elección, tu
de evocar una atmósfera propia de la narrativa punto de vista sobre las cosas, tu
oral popular, cuentística; atmósfera carácter. Hasta el gusano tiene
corroborada en algunos guiños a Caperucita un punto de vista sobre las cosas.
roja, que van desde el propio acoso al que se ve Toma, coge dinero. Cómprate unas
sometida Chloé Palavrakis hasta la bragas que te gusten. Tienes
identificación que hace la Narradora, en el derecho. No dejes que tu madre elija
último cuadro, de Mateo Palavrakis con el por ti. Cómprate unas bragas
personaje folclórico del lobo feroz. La historia bonitas. Algún día tienes que empezar.
de los Palavrakis, concebida como cuento que Es algo importantísimo. Hazme caso,
narra una voz desconocida desde fuera de la importantísimo. [El subrayado
diégesis, contribuye a romper la ilusión teatral es mío].
del teatro realista-naturalista, consecuencia de
un pacto de ficcionalidad con el espectador El lenguaje poético del diálogo posee un
según el cual lo que vemos en el escenario es la simbolismo muy especial que cumple una
fiel reproducción de un conflicto en el que sus función proléptica en la historia. Así, por
protagonistas actúan totalmente ajenos a las ejemplo, la imagen de los perros se repite a lo
miradas procedentes del patio de butacas. La largo de toda la obra, y por medio de
apelación al público, tan habitual en nuestro repeticiones y progresiones se llega a una
teatro clásico y que hunde sus raíces en las identificación entre estos animales, que en el
primeras manifestaciones ceremoniales y pueblo de Elsa eran asesinados sádicamente
mágicas del arte dramático, fue afanosamente porque “no servían”, y los niños, que en el
recuperada por las Vanguardias y las universo poético de Angélica Liddell viven
posteriores neovanguardias, que desearon siempre bajo la amenaza de los adultos,
inventar un nuevo teatro, crítico y militante, quienes siempre parecen desear cruelmente su
que removiese las conciencias del público sufrimiento y corrupción. Los niños se
gracias a la recuperación del primitivo sentido identifican metafóricamente con los perros por
ritual y que no se limitase a ser un mero su inocencia e indefensión ante la maldad
entretenimiento burgués. refinada del hombre adulto, que a su vez
Los diálogos entre Elsa y Mateo están también fue en su día un niño amenazado por
elaborados en un lenguaje altamente poético, la maldad de otros hombres. La humanidad
de cierto regusto surrealista. Las intervenciones queda de este modo catalogada por Liddell
de los personajes se caracterizan por la como una especie maldita, condenada al mal y
repetición de frases a las cuales, casi al vicio, y la institución familiar queda erigida
imperceptiblemente, se les va añadiendo un como el origen más claro de los traumas, del
rema o progresión del texto. Asi, por ejemplo, odio y de la crueldad, creándose un círculo

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vicioso de dimensiones trágicas del que resulta medios que “tengo una inclinación natural a
imposible salir. Elsa, que de pequeña fue hablar de la parte podrida de las cosas”
sometida por su padre a extrañas prácticas (Perales, 2009).
sexuales, dejando que los perros le lamieran los Ocasionalmente, el diálogo entre los
muslos, reproduce esta conducta enfermiza y señores Palavrakis rompe la ilusión teatral de la
confiesa al final de la obra que gozaba viendo cuarta pared y se dirige al público, el cual no
cómo los perros lamían a los niños que cuidaba puede escapar de la toma de conciencia
siendo niñera en su juventud, por no hablar de respecto de la problemática social que entraña
que consentía a su marido que abusara de el drama. Esta actitud ante el espectador
Chloé. Mateo Palavrakis, por otra parte, fue en implica en última instancia un compromiso con
su día uno de esos niños-perro, criado en un la realidad muchísimo más potente del que el
hogar dominado por la violencia de un padre teatro naturalista, obcecado con la
“asesino de niños” (calificativo que verosimilitud, paradójicamente carecía. Un
posiblemente alude a malos tratatos infligidos a ejemplo clarísimo -e impactante para el público
la madre durante su embarazo, por no imaginar que en su día asistió a la representación de El
cosas peores). Ya en su adultez, ha pasado de matrimonio Palavrakis- se halla en el tercer
ser un perro -inocente e indefenso- a ser un cuadro de la primera parte, en que Elsa y
lobo -cruel, agresivo-, tal y como afirma la Mateo conversan asustados sobre la gravísima
Narradora-policía en el último cuadro de la responsabilidad de traer un hijo al mundo.
obra. Súbitamente, Mateo señala al público y
Otro tropo inquietante que se repite a comenta a Elsa: “Fíjate en las caras de toda esa
lo largo de todo el drama es lo dulce como gente. Están destruidos, aniquilados,
retorcido símbolo de la pedofilia. Desde el enfermos”. La ilusión fundamentada en la
primer cuadro, Mateo Palavrakis está “suspensión de la incredulidad” queda rota -del
obsesionado con el sabor dulce y con que a sus mismo modo que ocurre en la novela
amantes infantiles jamás les falten caramelos y posmoderna mediante las metaficciones y los
golosinas, dado que “el deseo de lo dulce nos poioumena-, y el espectador queda indefenso
mantiene con vida”. Gracias a la información ante el horror de una verdad presente en el
analéptica que constituye el cuadro cuarto, mundo real. Asimismo, el cuadro octavo de la
sabemos que ya desde su infancia Mateo primera parte cuenta con un diálogo entre Elsa
Palavrakis opinaba, quizá por influencia de un y Mateo, años después de haber asesinado a su
padre también pedófilo, que “la carne de las hija, en el que los actores hablan en un
niñas es más dulce”. Esta información resulta principio de los asistentes al concurso pero, de
crucial para entender los posteriores cuadros forma metonímica, podrían estar refiriéndose al
siete de la primera parte y uno de la segunda, público que los observa desde las butacas:
en los que Mateo insiste en que a su hija, aun
después de muerta, no le falten caramelos y MATEO: Se lo están contando.
golosinas, probablemente con el deseo de que ELSA: Déjalos, que lo cuenten.
su carne continúe siendo sabrosa. Así pues, lo MATEO: Parecemos un
dulce se transforma en símbolo del deseo souvenir. Una maldita postal de playa.
pedofílico, gracias a la habilidad de Angélica ELSA: No lo pueden evitar.
Liddell de retorcer la semántica del discurso Déjalos, que hablen, que lo cuenten.
poético hasta sacar a relucir su sentido más MATEO: Te gusta que lo
enfermo y malévolo. La propia autora, decidida pregonen. A todo el mundo y a todas
a trabajar en profundidad sobre las más bajas horas. Te gusta. No lo niegues.
pasiones humanas con el fin de transmutarlas ELSA: Me mantienen con vida.
en belleza a través del arte, ha declarado a los MATEO: Te compadecen como

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a un perro. cuenta el psicoanálisis de Freud y su


ELSA: Hay gente que moriría prolongación en las teorías de Jacques Lacan,
por un gesto de compasión. En el tanto a la hora de componer los textos como de
fondo nos envidian. diseñar las acciones escénicas. Al conjuro de las
MATEO: ¿Es que no pueden palabras en off de la Narradora, los señores
hablar de otra cosa? Palavrakis vuelven a la vida ante nuestros ojos,
pero también vuelven a sus vidas, marcadas por
Angélica Liddell parece estar haciendo la angustia existencial, el odio hacia sí mismos y
un guiño irónico y metafictivo alusivo a la el remordimiento por haber cometido un
ruptura de la ilusión de la cuarta pared que crimen. Así, El matrimonio Palavrakis sería en
supone su obra, cuando hace decir a Elsa: su conjunto un proceso de regresión en las
“Hemos estropeado sus sueños para siempre”. mentes de los protagonistas, una condena a
La ausencia de acotaciones, explícitas y aun mirar siempre hacia atrás, hacia la violencia de
implícitas, que nos aclaren si realmente este la que han sido víctimas y victimarios, y a no
diálogo se dirige a unos personajes ausentes o olvidar jamás. Esta regresión aparece
ad spectatores, se relaciona con cierta simbolizada por la luz de las velas, que como la
tendencia del teatro actual de los últimos conciencia de los personajes, arroja una luz
treinta años, en que el dramaturgo, o bien implacable y constante sobre la “montaña de
dirige su propia obra y funda su propia muñecos desmembrados”, que no
compañía, o bien ha concedido al director representaría otra cosa que la conciencia de
escénico una libertad sin precedentes, evitando culpa y la marca que en ellos ha dejado la
en lo posible constreñir su interpretación de la violencia infantil que sufrieron previamente.
obra. La primera parte se cierra con otra
Hablando de acotaciones, merece la acción performática de un simbolismo
pena mencionar la información que nos francamente siniestro y espantoso. Tras
proporcionan los paratextos de El matrimonio habernos presentado una trama que no evita
Palavrakis. Partiendo de la situación en ningún momento el choque con lo
anteriormente comentada de que la absoluta escabroso, soez y repulsivo, Angélica Liddell nos
libertad del director escénico ha ido reduciendo evita la visión del asesinato de Chloé Palavrakis
progresivamente la aparición de unas en una suerte de acatamiento paródico de la
acotaciones que finalmente terminaban siendo clásica regla del decoro. De este modo, Liddell
ignoradas en los montajes, Angélica Liddell se burla de la dramaturgia clásica y el humor
solamente escribe acotaciones cuando quiere más macabro aflora en una performance que
indicar acciones escénicas más cercanas al arte sirve de metáfora escénica del crimen. Dicha
de la performance que al teatro tradicional. performance se inicia después de un diálogo
Estas acciones, por su poderosa carga simbólica entre los señores Palavrakis en el que deciden
y su fuerza visual, sirven para abrir y cerrar las aniquilar a su hija, pero en lugar de salir del
dos partes de la obra, al constituir metáforas escenario para llevar a cabo su cometido, Elsa
performativas de puntos álgidos en el succiona lascivamente un biberón y Mateo
desarrollo de la acción. bebe leche de un orinal mientras sobre ellos se
La primera parte de El matrimonio proyecta la imagen del pato Donald. El
Palavrakis se abre con los dos personajes desagradable contraste simbólico entre
rodando por la montaña de muñecos elementos infantiles (la leche, el biberón, el
desmembrados, con velas encendidas en la pato Donald, el orinal para niños pequeños) y
boca. Angélica Liddell, que se licenció en elementos perversos (el gesto obsceno al lamer
Psicología antes de estudiar Interpretación en la el biberón, el hecho escatológico de beber de
RESAD, elabora sus dramas teniendo muy en un orinal) provoca en el espectador una cierta

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sensación nauseabunda de corrupción de los teatro», El Cultural, 22 de noviembre.


símbolos más claros de la inocencia infantil.
Todo ello, unido a la conversación anterior Caruana, Pablo (2001), «Desde dos lados
entre Elsa y Mateo, nos hacen deducir que la sombríos», Primer acto, nº 288, pp. 132-133.
niña Chloé ha sido asesinada tras,
probablemente, una repulsiva violación. Citemor (2007), «Angélica Liddell na 29ª edição
Igualmente, la obra se termina con do Citemor, Festival de Montemor-o-Velho»,
otra performance de extremada vídeo accesible en
grandilocuencia teatral. El Mesías de Händel http://www.youtube.com/watch?v=fN-
resuena estruendosamente en la sala, y Mateo CIM7ug0M (última consulta, 19 de marzo de
y Elsa vuelven por última vez a la vida como 2011).
sombras: aquél desnudo y con el sexo
embadurnado en nata de la tarta del séptimo Cornago, Óscar (2005a), «Conversaciones con
cumpleaños de Chloé, edad a la que fue Angélica Liddell», Políticas de la palabra: Esteve
asesinada (símbolo del incesto); ésta con una Graset, Carlos Marquerie, Sara Molina,
cámara fotográfica instantánea. Elsa hace Angélica Liddell, Madrid, Fundamentos, pp.
fotografías al sexo untado en nata de Mateo (es 317-329.
decir, materializa en una fotografía su culpa, el
crimen, el Mal en definitiva) y las lanza al ---- (2005b), «La poesía escénica de Angélica
público, rompiendo una vez más la cuarta pared Liddell: el rito de la perversión», Salina, nº 19,
y, desde un punto de vista mágico, echándole 2005, pp. 125-138.
una “maldición”, pues le está lanzando
materializaciones del horror que supusieron sus Francisco, Itzíar de (2002), «Procesos creativos.
vidas. Con esta acción de connotaciones Ciclo “Perfil'”del Festival Escena
brujescas, el público ya no puede escapar Contemporánea. Angélica Liddell», Primer acto,
definitivamente de la crueldad del caso que se nº 296, pp. 130-140.
ha presentado en escena: ahora está “maldito”, ---- (2003), «Angélica Liddell: “El teatro actual
marcado por la atroz conciencia de que el está lleno de pacatería”», El Cultural, 16 de
drama que ha visto no es una ilusión ni una enero.
trama ficticia, sino una realidad tenebrosa -la
del abuso a menores- que le rodea todos los García Barrientos, José Luis (2001), Cómo se
días sin darse cuenta y que Elsa, encarnada por comenta una obra de teatro: ensayo de
la propia Angélica Liddell, se encarga de método, Madrid, Síntesis.
lanzarle hasta alcanzar las butacas. Liddell
aborda la crítica social no desde la ficcionalidad, Grillo Torres, María de la Paz (2004),
sino desde la realidad más cruel y Compendio de teoría teatral, Madrid, Biblioteca
desagradable. En palabras de la última Nueva.
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