Está en la página 1de 22

UNIVERSIDAD GESTALT

Con reconocimiento de Validez Oficial de Estudios No. 2006128 del 13 de marzo


del 2006

“La Conectividad con la Naturaleza como Efecto Positivo en el Ser

Humano”

P R E S E N T A:
PAULINA G. GARIBAY

México D.F. 2019


ÍNDICE

RESUMEN………………………………………………………….

INTRODUCCIÓN………………………………………………….

1. Ejes Temáticos………………………………………………

1.1 Fenómeno del sargazo………………………………….

1.2 Componente Ambiental……………………………….

1.3 Comportamiento proambiental………………………..

1.4 Conectividad con la naturaleza……………………….

1.5 Preservación del ambiente……………………………

2. Descripción del caso……………………………………..

3. Discusión………………………………………………….

4. Conclusión ………………………………………………

5. Bibliográficas ……………………………………………
RESUMEN

La sociedad moderna ha construido gran número de obstáculos alrededor de las

experiencias benéficas y positivas en la naturaleza, uno de los problemas más

importantes derivados de esto es la creciente desconexión con el mundo natural.

Los paseos y rumbos a través de entornos naturales son frecuentes en la

educación ambiental, pero existe poca evidencia empírica de investigaciones que

aporten resultados que permitan comprender mejor los efectos de las experiencias

de contacto directo con ambientes naturales, y menos aún acerca de su relación

con la conectividad y la naturaleza, las preocupaciones ambientales y el

comportamiento proambiental. En la siguiente investigación se presenta a un

varón de 26 años que vivía en la Ciudad de México y hoy en día vive en Playa del

Carmen, centrándonos en como este cambió tuvo un efecto positivo en él. En tal

sentido, la investigación se desarrolla dentro de los ejes temáticos como lo son:

discusión del caso, componente ambiental, componente proambiental y para

comprender la investigación de manera precisa se muestra discusión y conclusión

donde se demuestra la conexión con el medio ambiente.

Palabras clave: Contaminación ambiental, Conectividad, Proambiental.


Abstract

Modern society has built a large number of obstacles around beneficial and

positive experiences in nature, one of the most important problems arising from

this is the growing disconnection with the natural world. Walks and courses through

natural environments are frequent in environmental education, but there is little

empirical evidence of research that provides results to better understand the

effects of direct contact experiences with natural environments, and even less

about their relationship with connectivity and nature, environmental concerns and

pro-environmental behavior. The following research presents a 26-year-old man

who lived in Mexico City and now lives in Playa del Carmen, focusing on how this

change had a positive effect on him. In this sense, the research is developed within

fundamental thematic axes as they are: discussion of the case, environmental

component, pro-environmental component and to understand the research in a

precise way, discussion and conclusion are shown where the connection with the

environment is demonstrated.

Keywords: Environmental pollution, connectivity, environmental.


INTRODUCCIÓN

Desde los inicios de la humanidad hasta la época actual, la diferencia en la

periodicidad a la exposición de la naturaleza parece ir en ampliación, pues a

medida que la población urbana se expande, es mayor la distancia que marca con

la naturaleza. Fundamentalmente las personas de los países más prósperos

gastan la mayor parte de su tiempo en ambientes cerrados (MacKerron & Mourato,

2013).

Esta desconexión física de los ambientes naturales provoca un impacto

negativo en el bienestar emocional de las personas e irrumpe la conexión

favorable entre este y su entorno.

Hace miles de años, según Pretty (2002) desde la divergencia de la especie

humana con los primates, unas 350,000 generaciones han permanecido en un

íntimo y prolongado contacto con la Naturaleza, siendo integrante de ella y de un

ecosistema equilibrado.

No obstante, desde el siglo XIX, el proceso de industrialización y

urbanización ha pasado a ser, el principal protagonista en el modo de vida de las

personas, reduciendo en algún modo vinculación con la Naturaleza. Si bien estos

últimos años son un mero suspiro en la historia de la especie Homo sapiens, no es

extraño pensar que, debido a que ha evolucionado en un entorno natural, el ser

humano tuviera un lazo y conexión innata con la Naturaleza esto según Tang,

Sullivan y Chang (2014). De allí que, las ciencias sociales siempre han

considerado la pertenencia del individuo a grupos humanos como una necesidad

básica de los mismos (e.g.: Baumeister y Leary, 1995; Fiske, 2004; Myers, 2000).

Extendiendo esta necesidad de pertenencia hacia la Naturaleza, Fromm (1964) y,


posteriormente, Wilson (1984) y Kellert (1997), fundamentaron el concepto

conocido como biofilia, una hipótesis cuya principal premisa propone una

necesidad biológica e innata del ser humano a sentirse conectado con el mundo

natural.

Especialmente en los últimos años, debido a los efectos de la gran

sobreexplotación de recursos, que produce el ser humano y el daño que esta

provoca en el medio ambiente, existe una creciente preocupación de carácter

político, mediático, etc. hacia la promoción de un Comportamiento Proambiental

(CPA) en las personas esto según Corral-V Y Pinheiro (1999), es indudable el

avance que ha experimentado la investigación del CPA en apenas tres décadas.

Como lo muestran los hallazgos encontrados ahora se sabe más acerca de las

características personales y las condiciones que propician el actuar proambiental

en las personas.
1. EJES TEMÁTICOS

1.1 Fenómeno del Sargazo

Este fenómeno que se presentó al momento que el sujeto investigado llego

a Playa del Carmen, es un género de macroalgas planctónicas de algas marinas

de talo diferenciado en falsos tallos y falsas hojas que pueden vivir libres o fijadas

a un sustrato, En la parte noroccidental del Atlántico existe un extraño mar de

aguas tranquilas, no limitado por tierra alguna. Esta masa ovalada de agua, que

ocupa una superficie equivalente a dos tercios de la extensión de los EE.UU., gira

entorno a las islas Bermudas, cuyas magníficas playas son la única tierra que

bañan las aguas del mar de los Sargazos. El mar de los Sargazos se encuentra

rodeado por importantes corrientes oceánicas: la corriente del Golfo por el norte, y

las corrientes que circulan hacia el oeste a lo largo del trópico de Cáncer, por el

sur.

Este acorralamiento da como resultado un sistema de aguas superficiales

relativamente cálidas que gira lentamente, en el sentido de las agujas del reloj,

sobre las aguas profundas del océano, mucho más frías y densas. Esta

estratificación del agua por densidades, provocada por la diferencia de

temperatura, tiene importantes consecuencias ecológicas.

Por esta razón, en las regiones superiores del mar de los Sargazos apenas

existe vida animal, y carecería de interés biológico si no fuera por el alga que le da

el nombre, el sargazo, que forma grandes campos, rebosantes de organismos

marinos. Parece que fueron los navegantes portugueses quienes pusieron el


nombre al alga y al mar. El sargazo es un alga que forma grandes conjuntos

enmarañados, que se mantienen a flote por medio de vejigas llenas de gas, y se

extienden hasta el horizonte.

Como procedían de un país donde abundan las vides, los conjuntos de

vejigas de gas les parecieron racimos de uvas de una variedad

denominada salgazo. Así fue como el mar de los Sargazos adquirió su nombre.

Estas extensas praderas de algas pueden parecer horribles, pero en realidad

constituyen la base de un ecosistema cerrado, que depende de la productividad

primaria de estas plantas. Hay toda una serie de organismos sedentarios que

viven adheridos a la superficie rugosa de las algas: algas más pequeñas,

celentéreos hidroideos como una especie de coral blando, gusanos tubícolas que

filtran el agua en busca de partículas de alimento, colonias de briozoos y otros

muchos, esto según Whitfield, P. (2017).

Estas macroalgas llegan a las playas del Caribe de forma moderada, pero

algunas veces la cantidad del sargazo es extremadamente abundante. Afectando

no solo las costas del caribe mexicano, sino también de Barbados y el norte de

República Dominicana, asustando a los turistas que desean playas color turquesa

y arenas blancas, elevando el nivel de cancelaciones en los destinos.

1.2 Componente Ambiental

Según OAB, (2016). Señala que desde la perspectiva de los sistemas

ecológicos, un componente ambiental corresponde a cada uno de las partes que

define su estructura y que tiene la potencialidad de ser afectados por agentes

contaminantes o de deterioro ambiental, ya que el medio ambiente es un conjunto


equilibrado de elementos que engloba la naturaleza, la vida, los elementos

artificiales, la sociedad y la cultura que existen en un espacio y tiempo

determinado. El medio ambiente está conformado por diversos componentes

como son los físicos, los químicos y los biológicos, así como, los sociales y los

culturales. Estos componentes, tangibles e intangibles, se encuentran relacionan

unos con otros y establecen las características y el desarrollo de la vida de un

lugar. Ejemplos de estos componentes o elementos son los animales, las plantas,

los seres humanos, el suelo, el aire, el agua, el clima, la geología, las expresiones

culturales, las relaciones sociales y económicas, la ocupación laboral, el

urbanismo, los enfrentamientos armados, entre otros.

El ser humano es el ser vivo que más interviene en el medio ambiente, ya

que lo explora, lo modifica y hace uso de sus recursos a fin de alcanzar su

bienestar general. Sin embargo, la actividad humana ha afecto de manera

negativa el medio ambiente, se agotan sus recursos naturales, se extinguen la

flora y fauna, la industrialización ha aumentado los niveles de contaminación

ambiental, el crecimiento demográfico es continuo y los recursos naturales se

consumen de manera desmedida, con relación al estudio de caso que se está

desarrollando.

Es importante resaltar que la misma ha estado orientada fundamentalmente

por una generalidad conservacionista, entendiendo esto como contexto natural, la

cual hace hincapié en la conservación del ambiente, entre ciertos aspectos tales

como la contaminación provocada por el modo como viven los habitantes de Playa


el Carmen y el no tener una amplia visión en cuanto a la conservación y al medio

ambiente.

1.3 Comportamiento Proambiental

El Comportamiento Proambiental (CPA) ha sido analizado como un

comportamiento general o como una conducta más o menos específica un

ejemplo de ello sería el Ahorro de agua, el reciclaje o simplemente el activismo

ambiental. Desde este punto de vista podría ser una concepción unidimensional y

otra multidimensional del CPA.

La primera considera que está compuesto por un conjunto estructurado,

estable y consistente de diversas conductas específicas relacionadas entre sí. Sin

embargo, algunas investigaciones han indicado que no hay correlación entre

conductas proambientales específicas, esto ha dado lugar al desarrollo de una

concepción multidimensional del CPA, que considera que hay distintas categorías

de conducta, con un alto grado de homogeneidad intracategorial y una alta

diferenciación intercategorial, no obstante, esta concepción se vincula con la

identificación de factores predictivos, considerándose el CPA como un conjunto de

acciones relativamente independientes entre sí.

Así es posible identificar, con mucha claridad una buena variedad de

problemas que plagan la investigación de las conductas protectoras del ambiente


y de acuerdo con Corral-V Y Pinheiro (1999), las cuales serían: a) A pesar del

conocimiento que hasta ahora se ha adquirido, lo que no sabemos acerca de la

conducta responsable con el medio, es mucho más de lo que conocemos en él. b)

Aunque la conducta proecologica acontece en los escenarios cotidianos de la

calle, el trabajo, la casa, los sitios recreativos, en interacciones entre los individuos

y su ambiente, la mayoría de las investigaciones de la CPA se llevan a cabo en

escenarios artificiales. c) Otro problema más es la concentración de los esfuerzos

de investigación en áreas geográficas bien delimitadas de nuestro planeta.

Se ha notado que quienes tienen credos ecológicos o proambientales

tienden a tener estados emocionales auténticos como consecuencia, contando

con una relación significativa entre creencias ambientales asociadas con la

tranquilidad según Moyano-Díaz, Cornejo, & Gallardo, (2011). Debido a esta

situación, es aquí donde José se da cuenta que se ha conectado con la naturaleza

por todas estas conductas, se va generando la conectividad con la misma.

En tal sentido varios autores hablan de ella y muestran diferentes

definiciones, por ejemplo: la conectividad la naturaleza se puede definir como la

conexión emocional que tiene una persona con el mundo natural (Mayer & Frantz,

2004). Para Schultz (2004) hace referencia al grado en que un ser humano incluye

a la naturaleza dentro de su propia representación cognitiva.

Para Hedlund, de Boer & Boersema (2014) la conexión con la naturaleza es

la manifestación personal de un sentido de conectividad con el medio natural y el

cuidado de este. Esto implica también la preferencia por un estilo de vida más

consciente y natural, así́ como el desarrollo de actitudes que permitan contribuir de


manera personal para que esto sea posible, esta noción representa una afiliación

y un profundo aprecio por los entornos naturales.

1.4 Conectividad con la naturaleza

La conectividad la naturaleza se puede definir como la conexión emocional

que tiene una persona con el mundo natural (Mayer & Frantz, 2004). Para Schultz

(2002) hace referencia al grado en que un ser humano incluye a la naturaleza

dentro de su propia representación cognitiva. Para Hedlund, de Boer & Boersema

(2014) la conexión con la naturaleza, es la manifestación personal de un sentido

de conectividad con el medio natural y el cuidado del mismo.

Esto implica también la preferencia por un estilo de vida más consciente y

natural, así como el desarrollo de actitudes que permitan contribuir de manera

personal para que esto sea posible. Según Tang, Sullivan y Chang (2014) esta

noción representa una afiliación y un profundo aprecio por los entornos naturales.

Schultz (2001) encontró que la conectividad con la naturaleza se correlacionaba

con las preocupaciones por la biosfera y el comportamiento ecológico auto-

reportado por los participantes. Por su parte Hinds y Sparks (2008) encontraron

que la conexión afectiva con la naturaleza era un predictor de las intenciones de

comprometerse con el medio ambiente natural.

Así mismo, Olivo, Aragonés y Navarro (2013) encontraron una asociación

positiva entre la conectividad y el comportamiento pro-ambiental. De acuerdo con

Corral (2012) el sentimiento de conectividad es necesario para logar la

conservación del medio ambiente físico y social, esto aunado a una perspectiva

global para actuar y pensar, además de la aplicación de recursos materiales,


intelectuales y sociales y poseer una orientación temporal enfocada al futuro.

Como se ha mencionado, la conectividad puede estar ligada la conservación del

ambiente tanto físico como social, mismas que enuncian en el ideal de la

sustentabilidad.

Una medida relacionada con la conexión con el medio natural es la eco-

afinidad, Kals, Shumacher y Montada (1999) la definen como un vínculo a nivel

emocional y un interés en términos de contacto y experiencia, que permite al

humano la protección de la misma a partir de la relación afín y de afecto con el

ambiente. Esta afinidad hacia la naturaleza también ha demostrado ser un buen

predictor de conductas pro-ambientales, como lo señalan Müller, Kals y Pansa

(2009) cuya investigación sugiere que la afinidad emocional hacia el medio natural

está relacionada significativamente con el compromiso a largo plazo para proteger

el medio ambiente.

Aunado a esto, Montada, Kals, and Becker (2007) afirman que las

emociones relacionadas con el ambiente y la responsabilidad percibida, son

mejores predictores del compromiso ambiental a largo plazo. Indicadores como

este, a través de la autopercepción crítica del mundo actual y el aprendizaje

adecuado de los ecosistemas y la naturaleza, pueden otorgar una visión de

respeto y cooperación, propiciando un mayor involucramiento en conductas pro-

ambientales (Irurtia, 2012)

1.5 Preservación ambiental

La preservación ambiental, aborda la protección de la naturaleza

independientemente de su valor económico o utilidad, señalando al hombre como

la causa de la violación de este equilibrio original. De carácter explícitamente


protector, propone la creación de santuarios naturales, intocables, sin sufrir

interferencias relacionadas con los avances del progreso y su consecuente

degradación. En otras palabras, tocar, explotar, consumir e investigar se vuelven

actitudes hirientes a estos principios. De posición considerada más radical, ese

movimiento fue responsable de la creación de parques nacionales, como el

Parque Nacional de Yellowstone en 1872, en los Estados Unidos.

En tal sentido, de acuerdo a Douglas, (2009) señala que la preservación del

medio ambiente, conservación ambiental o protección ambiental, se refiere a las

distintas maneras que existen para regular, minimizar o impedir el daño que las

actividades de índole industrial, agrícola, urbana, comercial o de otro tipo

ocasionan a los ecosistemas naturales, y principalmente a la flora y la fauna.

La preservación del medio ambiente es el objetivo primordial del

conservacionismo, un movimiento social en defensa de políticas y leyes

ecológicas, y tiene como valores la biodiversidad, el equilibrio biótico, la armonía

paisajística, entre otros. Esta postura, no obstante, no es idéntica a la de los

ecologistas, ni debe confundirse con ella. Estos últimos abogan por la

no explotación de los recursos de la naturaleza, mientras que los

conservacionistas demandan una explotación responsable y sustentable en

términos ambientales.

La conservación del medio ambiente es producto de razones de diversa índole,

como son:

Razones científicas. La preservación de la biodiversidad genética es clave

para sostener la vida en la tierra, además de que el daño ecológico irreparable

suele tener repercusiones químicas y biológicas imprevisibles, que bien pueden


atentar contra la salud humana. Razones económicas. La explotación sustentable,

que permite la reposición de los recursos naturales y no destruye el hábitat en que

se encuentran se hace más rentable a largo plazo, ya que estos duran mucho más

que si simplemente se saquean y se agotan en poco tiempo. Razones éticas.

Dadas las razones previas, el Estado tiene la obligación ética de salvaguardar el

bien común de sus habitantes y, en conjunto con los demás Estados, de la

especie. Para ello debe preservar el medio ambiente.

2. DESCRIPCIÓN DEL CASO

El entrevistado es un joven de 26 años de edad al que se le dará por

nombre José, puesto que no será identificado con su nombre verdadero, para

proteger su privacidad y no afectar el desarrollo de la investigación. El mismo

responde a un joven oriundo de Ciudad de México, toda su infancia y adolescencia

transcurrió en la ciudad, viviendo en una colonia del centro, se crio en medio del

tráfico, el ir y venir de las personas hacia sus sitios trabajo, el solo acudía a

parques de la zona y cuando sus padres tenían tiempo de llevarlo, y en su

adolescencia solo asistía a campamentos una vez al año y era por pocos días

debido a los compromisos laborales de sus padres, sus estudios fueron de manera

regular al igual que su carrera universitaria, debido a esto, este joven nunca tuvo

conexión directa con el medio ambiente, en cuanto a naturaleza se trata, debido a

que gran parte de su vida aconteció en una de las ciudades más ruidosas y

grandes del mundo.

Por ende, al vivir José, en la Ciudad no tenía consciencia del daño que él y

su familia generaba al planeta. El nivel económico de sus padres era muy bueno y

lo mandaban de intercambio cuando tocaban sus vacaciones de igual modo no


interactuaba con la naturaleza, pero no fue hasta el momento que decide irse a

vivir a Playa del Carmen que comenzó a hacer conciencia por el medio ambiente.

El joven jamás se familiarizo, con actividades que promoviesen el cuidado del

entorno, ni siquiera en cosas sencillas de realizar, relacionadas con el reciclaje, el

cultivo de huertos y similares.

En el no hubo incentivos de origen familiar o en su entorno cotidiano

conducentes a despertase su interés por la prevención y cuidado del ambiente, de

hecho, ni siquiera en sus años de estudiante sintió la necesidad de conocer algo

relacionado al tema, a pesar que su educación tenía relación con el ramo turístico.

Debido a su profesión y la relación que esta tiene desde algún punto con la

naturaleza y los diferentes ecosistemas que pueblan el mundo, con el pasar del

tiempo requiere viajar y establecerse en Playa del Carmen. Consecuentemente al

cambiar su residencia a una zona costera, su percepción en cuanto a la vida

comienza a modificarse, despertando en él un sentimiento de preocupación e

interés por la preservación del ambiente que lo rodeaba.

De acuerdo a esto Leff (2007), quien da por hecho que todo evento es

unitario, y que su fragmentación disciplinar responde únicamente a intereses de

tipo profesional con el fin de poder interpretar mejor dichos eventos, y así el

ambiente aparece como una expresión de los diferentes órdenes de lo real.

La psicología al abordar el estudio de los eventos psicológicos pretende

abordar los aspectos referentes al elemento comportamental de los problemas

psicológicos. Por tal motivo el principal afectado por los problemas ambientales no

es el ser humano únicamente; la naturaleza misma, y todos los seres vivos que se

encuentran en ellas también resultan afectados por la degradación del medio


ambiente natural, esto responde al estudio de aspectos relacionados con el

comportamiento del ser humano por ser el principal agente degradador del medio

ambiente; por lo tanto la primera cuestión es que sí los problemas ambientales

existen como tales, a nivel psicológico, es en donde podemos ubicar la génesis de

los mismos Corral y Obregón, (1992).

Sin embargo se pueden orientar en términos de identificar cuáles son los

factores disposicionales, en el estudio de los predictores ambientales; y así quizás

el problema se ubique en la alteración de los predictores internos tal como lo

suponen los psicólogos de corte cognoscitivista, quienes hablan de tales

predictores internos refiriéndose a las actitudes, las creencias, el conocimiento,

esto nos lleva a observar cómo fueron sus conductas iniciales, comenzaron con

separar la basura, sustituyendo bolsas de plástico por bolsas de tela, cuidando el

uso del agua al bañarse y lavar los platos, atender el depósito de sus desechos

como la colilla de cigarro, la cual empezó a tirar con mayor atención y prudencia,

surgió en él un profundo respeto por los animales que cruzan por las carreteras.

La vida de José transcurrió por 25 años en la Ciudad de México junto a sus

padres, quienes habitaban en la zona norte, este joven señala que, en su casa

jamás se promovió el cuidado por el medio ambiente, la basura no era separada

porque no era relevante realizar dicha actividad, ya que los encargado de recoger

la basura la mezclaban al colocarla en el camión, las bolsas traídas con las

compras del súper eran usadas para la basura a pesar de que tuvieran un cajón

lleno de ellas, el cuidado del agua era mínimo, sus padres tiraban las colillas de

los cigarros a las calles y no prestaban atención en qué lugar caían, dejaban los

deshechos bien fuesen orgánicos e inorgánicos, en cualquier área.


El comenta que cuando llego a Playa justo acababa de entrar la crisis del

sargazo, de hecho ni siquiera él, sabía lo que era sargazo ni por qué se estaba

originando, fue hasta 2 meses después de su llegada, que un día fue a Tulum a

pasar el día en la playa y el mar estaba de color café y tenía un pésimo olor (a

huevo podrido) en ese momento José comenzó a investigar porque estaba

sucediendo esto y se preocupó mucho por la situación, dado su cambio cotidiano

de actividades, entre las cuales resplandecía el contacto directo con la naturaleza.

Correr, fue una de las nuevas aficiones del joven, cosa que no hacía en la

ciudad, otra fue aceptar la diversidad de ambientes y olores que estos emanan, en

otras condiciones habría manifestado asco al salir a correr con el olor del que

muchos turistas huían, hasta el punto de que la clientela del hotel en el que José

laboraba empezó a disminuir, ya que la alteración al paisaje de una de las zonas

con mayor atractivo turístico en México se hacía más notoria con este fenómeno,

provocado que los turistas empiecen a valorar otros destinos por encima de Playa

del Carmen.

Esta situación condujo a José a considerar el ambiente natural, desde otra

perspectiva, no tanto como empleado del hotel o como simple turista, sino con

una visión ambientalista, ya que el tener una educación en valores

conservacionistas representaría una vía de promoción para los cambios

permanentes de actitudes, en una formación de conciencias y sensibilidad hacia

los problemas socioambientales existentes en la actualidad, por lo que al cooperar

y participar en diferentes actividades que sean ampliamente pro-ambientalistas,

José podrá tener una mejor conexión con medio ambiente.


Es en ese momento donde José se vuelve una persona pro-ambientalista y

comienza a participar como miembro activo de organizaciones en donde se

encuentran personas que ayudan a limpiar las playas llenas de sargazo y de

basura. De donde surge su preocupación por la necesidad de la existencia de

organizaciones o entes para la formación de una sociedad responsable en materia

de conservación y protección del ambiente, razón por la cual esta formación o

desarrollo de conciencia en José, representa un incentivo o modelo a seguir

dentro de la sociedad como alternativa para la formación ambiental, tal y como

ocurrió con José.

Quien ha llenado su vida de valores conservacionistas con el propósito de

orientar y dirigir las acciones de manera consciente que garanticen el equilibrio

racional, manteniendo el control de sus acciones sobre el entorno natural,

oportunidad que se le presento en Playa del Carmen y que a pesar de su

desconocimiento acerca de la naturaleza porque desde edad temprana no tuvo

una formación adecuada, vienen a ser las circunstancias que lo llevan hasta ese

lugar o simplemente los contratiempos generados por situaciones ambientales

como fue la crisis del sargazo, lo que despertó en él una nueva visión por lograr

una relación significativa con el ambiente que lo rodea.

En tal sentido, es importante entender que la conectividad con la

naturaleza corresponde a un tipo de identidad ambiental, probablemente

provenientes tanto de las sensaciones presentes de agrado como de las

experiencias pasadas con entornos naturales en la infancia o adolescencia. La

relación entre las creencias ambientales y la conectividad, sugiere que la relación

de pertenencia con la naturaleza está centrada en las sensaciones de satisfacción


personal, al estilo de los efectos restauradores de los ambientes naturales, como

se ha mencionado anteriormente.

3. DISCUSIÓN

La conexión existente entre un individuo y el medio ambiente claramente

ayudaría a la comprensión de la Conectividad con la Naturaleza, así como al

análisis de la conducta proambiental. Un primer aspecto, sería el apoyo a la idea

de que él comportamiento proambiental es multidimensional, ya que se observa

que sus componentes tienen relaciones de distinta intensidad con la conectividad,

las preocupaciones ambientales, de hecho, en este caso particular hay una clara

evidencia de los comportamientos proambientales.

No obstante, estos resultados deben ser repetidos en otros

contextos para ser validados, además de contrastarse con otras escalas de

comportamiento proambiental. Un segundo aspecto claramente seria la conducta

proambiental, esto sugiere que la disposición a actuar de manera proambiental

con cierta inclinación al aspecto ecológico conservacionista, ya que su

comportamiento cambio de ser una persona indiferente a convertirse en voluntario

ambientalista y se refiere a un cambio profundo hacia una identidad ambiental

correspondiente a una actitud de mejor comportamiento y un alto nivel de

compromiso con el medio ambiente de acuerdo a un código moral, un compromiso

personal asumido, o simplemente una identificación ecológica.

4. CONCLUSIÓN
Es así como se parte del hecho de que los problemas ambientales son

originados por los seres humanos por naturaleza sociales generadores de

cambios ambientales, en ocasiones mediados por la condición social más que

ambiental, es decir en busca de la satisfacción de las necesidades, lo cual origina

le responsabilidad de saber hacer uso de los recursos naturales generando así

una visión diferente con relación a la conectividad con el ambiente. En relación a

esto, Schultz et. al (2004) señala que, las personas que perciben conexiones más

fuertes con el medio ambiente natural manifiestan una mayor preocupación por la

biosfera y reportan participar en acciones que ayudan a preservar el ambiente,

José comenta, que el al estar en constante contacto con la naturaleza comenzó a

notar que sus niveles de ansiedad y estrés disminuyeron, su actividad física

aumento y su condición también, sentía que ya no se irritaba tanto por cuestiones

laborales o sociales etc. Estos son algunos de los efectos positivos que existen

cuando el ser humano está en constante contacto con la naturaleza.

5. BIBLIOGRAFÍA

1. Aragonés, M. y Navarro, J. (2013). Psicología Ambiental (pp. 307-333).


Madrid: Pirámide.
2. Boer, J., y Boersema, J. (2014). Fomentar opciones de alimentos más
sostenibles: ¿Puede la teoría de la autodeterminación ayudar? Calidad y
preferencia de los alimentos, 35, 59-
69. https://doi.org/10.1016/j.foodqual.2014.01.008
3. Corral V y Pinheiro, J.: “Condičoes para o estudo do comportamento
proambiental”. Estudos de psicología, 4, 7-22, 1999.
4. Corral, A. (2012). Psychological science, conservation, and environmental
sustainability. Frontiers in Ecology and the Environment, 11, 377-382. doi.
org/10.1890/120351
5. Corral, V.: Comportamiento proambiental. Una introducción al estudio de
las conductas protectoras del ambiente. Resma: Tenerife, España, 2001.
6.  Douglas G. (2009) Brinkley, The Wilderness Warrior: Theodore Roosevelt
and the Crusade for America 
7. Fiske, S. T. (2004). Social beings: A core motives approach to social
psychology. Nueva York: Wiley.
8. Hinds, J y Sparks, P. (2008). Compromiso con el entorno natural: el papel
de la conexión afectiva y la identidad. Revista de psicología ambiental, 28,
109 - 120.
9. Irurtia, A. (2012). Conciencia Ambiental en la Educación Secundaria: hacia
una Nueva Percepción. España: Universidad pública de Navarra.
10. Kals, E., Schumacher, D., & Montada, L. (1999). Emotional Affinity toward
Nature as a Motivational Basis to Protect Nature. Environment and
Behavior, 31(2), 178-202.
11. Kellert, S. (1993), “The biophilia hypothesis”.
12. LEFF, E.: Psicoanálisis y saber ambiental, ¿diálogo imposible?
Ambientalizar la psicología o psicoanalizar el ambiente. Encuentro de dos
saberes frente a la ciencia.
13. MacKerron, G. & Mourato, S. (2013) Happiness is greater in natural
environments. Global environmental change. ISSN 0959-3780. Disponible
en:
https://eprints.lse.ac.uk/49376/1/Mourato_Happiness_greater_natural_2013
.pdf
14. Mayer, F. S. & Frantz, C. M. (2004). The connectedness to nature scale: a
measure of individuals’ feeling in community with nature. Journal of
Environmental Psychology, 24, 503-515. doi:
org/10.1016/j.jenvp.2004.10.001.
15. Montada, L., Kals, E., & Becker, R. (2007). Willingness for continued social
commitment: A new concept in environmental research. Environment and
Behavior, 39(3), 287- 316
16. Observatorio Ambiental de Bogota (OAB), (2016). Disponible en:
http://oab2.ambientebogota.gov.co/es/glosario/componente-ambiental
17. Pretty, J. (2002). Agricultura. Reconexión con la naturaleza.
18. Schultz, P. (2004). Implicit connections with nature. Journal of
Environmental Psychology, 24, 31-42. doi.org/10.1016/S0272-
4944(03)00022-7.
19. Schultz, P. W. (2014). Strategies for promoting proenvironmental behavior:
Lots of tools but few instructions. European Psychologist, 19(2), 107-117.
doi: 10.1027/1016-9040/a000163
20. Tang, I. C., Sullivan, W. C. & Chang, C. Y. (2014). Perceptual Evaluation of
Natural Landscapes: The Role of the Individual Connection to Nature.
Environment and Behavior, 47, 6, 595-617.
21. Whitfield, P. (2017). El mar de los Sargazos. El extraño mar inmóvil.
Disponible en: http://www.mgar.net/mar/sargazos.htm
22. Wilson, E. (1984), “Biophilia”. Cambridge: Harvard University press.

También podría gustarte