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“Podemos enseñar fotografía como una manera de ganarse la vida,

pero lo que tenemos que conseguir es que los estudiantes la vean


como una forma de vida”. Minor White

“La fotografía es como la vida, ¿qué significa? No lo sé, pero deja una impresión, un sentimiento,
me dan desconfianza las personas que saben que significa la vida”. Leonard Freed

¿Qué es la fotografía?
Si buscamos respuestas a nivel técnico o “científico” podemos encontrarnos con
definiciones más o menos como ésta:

“Fotografía es la ciencia y el arte de obtener imágenes duraderas por la acción de la luz. Es el


proceso de capturar imágenes y fijarlas en un medio material sensible a la luz. Basándose en el
principio de la Cámara oscura, se proyecta una Imagen captada por un pequeño agujero sobre una
superficie, de tal forma que el tamaño de la imagen queda reducido y aumentada su nitidez. Para
almacenar esta imagen, las Cámaras fotográficas utilizaban hasta hace pocos años una Película
sensible, mientras que en la actualidad, en la Fotografía digital, se emplean, generalmente, sensores
CCD y CMOS y Memorias digitales.”

Pero, ¿es suficiente para definir el mundo que nos ofrece la fotografía?

Si investigamos a nivel morfológico, nos encontramos con lo siguiente:

FOTO=LUZ GRAFIA=ESCRIBIR

Esto se traduciría a que la fotografía es “escribir con luz”. Mediante el control de


ciertos parámetros y el uso de ciertos mecanismos en la cámara fotográfica,
nosotros podemos crear imágenes a partir de la luz.

A nivel “técnico” esto sería suficiente, pero por suerte la fotografía nos ofrece todo
un mundo metafórico, filosófico y artístico que podemos analizar y contemplar.
La Fotografía como un Arte
Se dice que la fotografía es “el arte del instante”. Capturamos un instante, un
momento que una vez capturado ya no existe. Pasa a ser una captura del
pasado. Podemos tomar a la cámara como una máquina del tiempo que congela
el pasado y la imagen es eso, nuestro pasado. Entonces cada vez que
necesitemos recordar podemos recurrir a esa imagen. Es por esto que a mi,
personalmente, me gusta decir que la mejor forma de congelar un recuerdo es
fotografiandolo, ya que la memoria es selectiva.

“El fotógrafo es el ser contemporáneo por excelencia; a través de su mirada, el ahora se vuelve
pasado”. Berenice Abbott -

“La fotografía es una lucha. El enemigo es el tiempo y vences cuando consigues congelarlo en
el momento adecuado, evitando que algo que habla de ti y de lo que está pasando muera y
desaparezca para siempre.” Cristina García Rodero

Cristina García Rodero no sólo habla de la importancia de capturar un momento


para poder preservarlo y no muera sino también de “congelarlo en el momento
adecuado”. Esto nos lleva a la teoría del “instante decisivo” de Henri Cartier
Bresson (que más adelante desarrollaremos en profundidad). Esta teoría marca la
importancia de decidir el instante en el que decido apretar el obturador de la
cámara y sacar una foto. ¿En qué se basa esta importancia? En que si estamos
tomando una foto de algo que esté en movimiento, si presionamos el obturador
milésimas de segundo antes o milésimas de segundo después, ya la foto no será
la misma. Este hincapié nos lleva a la idea de que yo puedo decidir qué instante
fotografiar dependiendo lo que quiero mostrar o expresar a las personas que
luego observarán mi foto.

“Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo


eje”. Henri Cartier-Bresson
¿Sacar o hacer fotos?
“La fotografía es el arte de la observación. Se trata de encontrar algo interesante en un lugar
ordinario. Me he dado cuenta de que tiene poco que ver con las cosas que ves y mucho con cómo
las ves” Elliott Erwitt .

La diferencia entre “sacar” una foto y “hacer” una foto se centra en que cuando
“saco” una foto simplemente observo un fondo con un objeto (o sin el) tomo la
camara y lo fotografío. “Hacer” una foto tiene que ver con el por qué yo elegí tomar
y componer esa foto… como vi ese fondo, como vi ese objeto, que me genero al
verlo y como decidí componer mi porción de imagen en base a toda esa realidad
que contemplé.

Tiene que ver con qué elegí mostrar y qué no. Qué está “dentro de cuadro” y qué
está “fuera de cuadro”. Y esa elección se basa en cómo observé.

“Lo importante es ver aquello que resulta invisible para los demás”. Robert Frank-

¿A qué nos referimos con “composición”?


“Componer” una foto se trata de decidir qué va a estar dentro de la foto y en qué
lugar lo voy a ubicar, sean personas, objetos, fondos, etc. Depende en qué posición
ubique los objetos, personas, paisajes, etc, dependerá el “impacto” que tendrá la
imagen, dónde se posará la mirada del observador en primer lugar y qué recorrido
hará dentro del cuadro.

Podemos ver el encuadre como si fuese una ventanita. Esa es MI ventanita y YO


decido qué ver a través de ella. Puedo moverla a través de la porción de realidad
que estoy observando y decidir qué voy a “enmarcar”. Lo que finalmente termine
“enmarcando” será lo que mostraré al mundo mediante mi foto.

Dicho todo esto me lleva a la siguiente pregunta: ¿Es la fotografía objetiva o


subjetiva?

Muchos suelen creer que hay cierta fotografía que es objetiva y cierta que no lo es.
Por ejemplo, que la fotografía “documental” o “periodística” muestra la realidad,
por ende es objetiva y que la fotografía “artística”, “creativa” o “de autor” es subjetiva
porque expresa lo que el fotógrafo nos quiso mostrar. ¡Error! ¿Por qué? Si bien la
fotografía periodística o de documental nos muestra imágenes “reales” de
personas y escenarios “reales”, sigue siendo la porción de realidad que el fotógrafo
decidió retratar. Es decir, sigue siendo “su ventana”. Entonces no podemos afirmar
que la realidad sea 100% objetiva, puesto que sólo podemos ver lo que el fotógrafo
decidió incluir en su encuadre.

Pongámoslo en un ejemplo:

Supongamos que disponemos de un estudio fotográfico y ubicamos en el centro


a una modelo que se queda estática en la misma posición. Uno a uno hacemos
pasar a diferentes fotógrafos para que hagan un retrato de dicha modelo. Si luego
proyectáramos las fotos veríamos que todas las fotografías serían distintas una de
la otra, ninguna foto sería exactamente igual. Tendríamos diferentes ángulos,
diferentes posiciones de cámara, diferente iluminación, a pesar de que el tamaño
de plano sea el mismo: retrato. Esto es porque cada fotógrafo tiene su propia visión
de esta modelo, más allá de que todos estén representando un retrato. Las
interpretaciones del mismo serán todas distintas.

Para seguir corroborando esta teoría de que la fotografía es subjetiva basta con
que googleemos fotos de la torre eiffel, por ejemplo. En todas las fotos aparecerá
la misma torre, pero siempre vista de diferentes puntos de vista.

La Fotografía como lenguaje universal


Lo hermoso que tiene la Fotografía es que es un “lenguaje universal”, es decir, no
distingue nacionalidades. Si saco una foto en Buenos Aires, puede verla alguien de
Hong Kong por ejemplo y estaríamos contemplando lo mismo sin necesidad de
“traducir”. Es cierto que hay cierta “traducción” en una foto al momento de explicar
por qué elegí tal o cual encuadre o qué quise expresar, pero esos son detalles
precisos. La “idea” de la foto la podrán “entender” en cualquier parte del mundo.

¿Qué es la Fotografía Artística y Creativa?


Una fotografía se considera “artística” cuando el autor realiza la imagen para
transmitir algún concepto, sentimiento o sensación. Cuando yo “creo” mi propio
escenario mediante la elección de tal o cual fondo, de tal o cual figura y la
posición en la que colocaré la o las figuras dentro del cuadro.

La fotografía artística va más allá de representar la realidad, de mostrar mi


entorno, lo que veo (como se usó en los comienzos de la fotografía). Se trata de
representar lo que veo pero desde mi propio punto de vista, mi perspectiva, como
yo “siento” esta realidad en la que estamos inmersos. Es por esto que se dice que
dentro del campo de la fotografía artística y/o creativa, la foto habla más del
fotógrafo que del sujeto/objeto retratado.

El término fotografía artística/creativa englobaría todos los conceptos de


composición que hemos nombrado hasta ahora.

La palabra “creativa” tiene que ver directamente con la palabra “creación” que
quiere decir “producir cosas de la nada”. Como nos es imposible producir desde
la nada misma, en este sentido tiene más que ver con usar la imaginación para
“transformar” o dar nuevo significado a las cosas que tenemos a nuestro
alrededor.

Tiene que ver con aprovechar todo lo que hay a nuestro alcance, como si
estuviéramos cocinando una torta. Tomar todos los ingredientes y mezclarlos de
tal forma que al hornearlos se transformen en un riquísimo bizcochuelo. En este
caso los ingredientes podrían ser objetos, personas, naturaleza, paisajes, etc, el
“horneado” sería el momento en el que apretamos el obturador de la cámara y el
bizcochuelo sería la foto.

¿Es necesario “nacer con el don de la creatividad”?

Muchas veces escuchamos frases como “yo no soy creativo, no tengo ese don” o
“para ser creativo hay que nacer con eso”. Este tipo de frases no pueden ser más
erróneas.

Todos, absolutamente todos tenemos la capacidad de ser creativos gracias a


nuestra habilidad innata de imaginar, sólo que algunos ejercitaron, quizás, esa
parte del cerebro más que otros entonces llegan a la “creación” con más facilidad.
También existe la idea errónea de que la creatividad se limita al campo del arte.
Sí, en este campo la creatividad juega un papel fundamental. Pero ¿Si nos
ponemos a pensar en las veces que se nos presenta algún tipo de problema que
no sabemos cómo resolver? Bueno, al encontrarle solución ¡Estamos siendo
creativos!

Facundo Manes, especialista en neurociencias dice: “La creatividad aparece


cuando hallamos una visión original, ya sea para cocinar la cena o crear una
obra de arte.”

¿Y cómo podríamos ejercitar la creatividad en un sentido artístico? Probando una


y otra y otra vez. Observar todo mi alrededor, detenerme en lo que me interesa,
preguntarme por qué me detuve en tal o cual cosa y tratar de encontrar un por
qué, preguntarme por qué tal cosa me hace pensar en tal o cual sensación o
sentimiento y jugar con todos los recursos que el mundo nos provee. Es muy
importante hacer hincapié en la observación. Nadie “crea” nada de la nada. Previo
al momento de “iluminación” (se le llama así al momento en que aparece en mi
cabeza una “idea” de lo que quiero crear) hay una infinita investigación en base a
lo que queremos realizar. ¿Cómo puedo crear una fotografía que exprese la
soledad si no conozco su significado, cómo se representa visualmente en el
inconsciente colectivo de la gente, qué colores se le asocian? A nadie se le
ocurren las cosas de la nada, todo es el resultado de un largo proceso de
observación. Cuanto más observe, mezcle, imagine y produzca, más ideas nuevas
aparecerán en mi cabeza. A ese ejercicio se lo denomina “creatividad”.

Otra cosa muy importante de todo este ejercicio es divertirnos. No existe tal cosa
como “estás creando mal”. Los resultados a los que llegues, estés o no conforme
con ellos teniendo en cuenta tus expectativas, van a estar bien porque son TU
creación.

A hacer fotos se aprende haciendo fotos


Una persona puede leer todos los libros de técnica, composición, creatividad, arte
que quiera, pero si nunca en su vida agarra una cámara con sus propias manos y
comienza a sacar fotos todo esto sería en vano.

Uno aprende a hacer fotos justamente haciendo fotos. En este caso la frase “la
práctica hace al maestro” aplica a la perfección.

Si bien es muy importante saber de reglas de composición para saber cómo


ubicar los recursos dentro del plano, de técnica para saber usar una cámara y
potenciar su uso gracias al manejo de sus partes, de luz para aprender a iluminar,
etc, lo más importante es la práctica. Tomar la cámara y sacar una, diez, cien, mil
fotos hasta conseguir la idea que quiero transmitir. Incluso previo a tener una
idea, tomar la cámara, el celular o el dispositivo que tengas y salir a fotografiar lo
que sea. Al poner en práctica toda la teoría te vas a encontrar descubriendo cosas
por vos mismo, probando técnicas, mezclandolas, descubriendo ángulos que no
conocías. Incluso hasta los fotógrafos más profesionales nunca deben dejar la
práctica. Porque lo hermoso de la fotografía creativa es que nunca “terminás de
aprender del todo”. Siempre hay un mundo nuevo por explorar, técnicas que
mezclar, sensaciones que transmitir.

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