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Comprar en internet.

Internet no fue pensado, en un principio, para realizar compras. Era una


herramienta para el intercambio de información, para la comunicación. Sin
embargo, se convirtió en una gran oportunidad de negocio y eso propició que
empezara una adaptación de Internet al comercio electrónico. Fueron creándose
mecanismos de seguridad para la transmisión de datos confidenciales, como los
datos bancarios. Además, se impulsaron muchos y diversos métodos de pago.
Las ventajas de la compra a través de Internet son innegables. Se puede comprar
cómodamente desde casa y en tiendas de todo el mundo. Todas las tiendas están
a la misma distancia del usuario, cuesta exactamente un clic del ratón llegar a
cualquiera de ellas.
Cómo comprar
La compra por internet puede ser una compra inteligente, meditada. En las tiendas
convencionales solemos observar un escaparate, entrar y realizar compras más o
menos impulsivas. La única referencia que tenemos es nuestro propio
conocimiento y la del comercial que nos atiende, cuyo objetivo es vender. Sin
embargo, en internet lo habitual es que el consumidor ya sepa lo que quiere. Lo
busca, se informa sobre el producto, busca opiniones de otras personas que lo
adquirieron antes, observa imágenes y vídeos del funcionamiento, se informa
sobre la reputación de la tienda, compara precios entre distintos sitios y,
finalmente, compra.
Busca información sobre la tienda donde piensas comprar. Si está en las redes
sociales demuestra transparencia, ya que en ellas sus clientes formarán una
comunidad e intercambiarán experiencias y opiniones. Puede ser un buen lugar
donde informarse de la satisfacción de otras personas.
Las tiendas virtuales más completas y fiables suelen incorporar, dentro de su
propia página, la posibilidad de opinar sobre los productos o un sencillo sistema
que te permite valorar cada producto (normalmente del 1 al 5, representado con
estrellas). Algunos ejemplos son Amazon, Fnac, El Corte Inglés o La casa del
libro donde se valora la reputación del vendedor.
Infórmate sobre el producto. Puedes buscarlos directamente en buscadores o
en páginas especializadas en comparación entre productos o reviews que te
ayudarán a decidirte. En ellas verás las opiniones de expertos, o de personas que
lo compraron anteriormente. Algunos ejemplos
son Ciao, Dooyoo, Kelkoo o Shoomo, que destacan por las opniones y análisis de
productos y sus comparadores. Twenga ofrece un ránking de popularidad de
tiendas y productos. Y Google Shopping, el comparador de precios que destaca
por sus métodos de búsqueda. Una vez sabemos la marca y el modelo que nos
interesa podemos usar los comparadores de precios para buscar el mejor precio
en las tiendas online.
Utiliza portales especializados. Inicialmente, trabajar con los grandes siempre
da ciertas garantías. Incluso es posible que tu tienda habitual tenga una tienda
virtual con precios rebajados u ofertas especiales. Podrás ver sus productos con
tiempo y tranquilidad, y en el horario que tú desees. Una vez domines la compra
por Internet, serás capaz de valorar la seriedad de las tiendas pequeñas y comprar
en ellas.
Lee las condiciones de la compra atentamente, para conocer las condiciones
de devolución o de garantía, o cómo responderá la tienda si el envío no llega a
tiempo o en condiciones. Es mejor saberlo de antemano y no llevarse una
sorpresa cuando haya problemas y ya sea tarde.
Valora los métodos de pago que te ofrece la tienda y suma los gastos de
envío para conocer el precio final. Un consejo: si conoces más gente que puede
querer comprar productos, podéis aunar el pedido y así repartiros los gastos de
mensajería.
¿Qué se puede comprar en Internet?
Se puede comprar casi de todo. Sin embargo, la gente tiende a comprar más en
ciertos sectores, y menos en otros.
Algo que nos puede orientar en este aspecto es conocer qué es lo que está
comprando actualmente la gente. Si miramos algunas de las listas de hábitos de
compra por Internet veremos que hay unos pocos productos que acaparan casi
todo el tráfico de ventas.
Los productos y servicios que mejor se venden son, sin pretender ser
exhaustivos, los discos, los libros, los viajes y reservas de hoteles, entradas para
el cine, la formación y productos diversos subastados. Esto es así por varias
razones:
Tendemos a comprar en Internet productos que van a resultar idénticos en la
tienda física que en la virtual, o que ofrecen alguna ventaja en su compra online.
Es decir, que su calidad es conocida previamente y no variará por el hecho de
comprarlos por Internet, como los libros. Algunas tiendas de discos y libros
son Fnac y Amazon.
Solemos contratar por Internet servicios en grandes compañías, en que ya
estamos acostumbrados a adquirir de forma telefónica. Por ejemplo tarifas
telefónicas o de conexión a Internet, servicios bancarios, seguros, etc.
Algunos ejemplos son The Phone House, Movistar, Orange o Vodafone para el
sector de la telefonía. O BBVA, LaCaixa, Ibercaja para la banca.
Adquirimos servicios o productos que aporten algo distinto a la compra
convencional. Donde salgamos ganando, no ya por el precio, sino por la calidad,
exlusividad o las posibilidades del producto o servicio.
Encontrar lo que buscamos puede ser más sencillo en Internet que a pie
de calle. La centralización de la información es la que ha hecho que cualquier
internauta, incluso los inexpertos, se atrevan a contratar viajes a través de
Internet. Por ejemplo, en Internet el sector que más vende es el del turismo.
Vuelos, viajes, hoteles y ofertas de ocio varias. Esto es por la competencia de sus
precios y en gran parte por la facilidad para encontrar lo que buscamos.
También compramos productos que no solemos encontrar fácilmente.
Productos especializados que quizá no encontraríamos a menos que realizáramos
grandes desplazamientos, como artículos de coleccionismo, productos
homeopáticos, comida para vegetarianos o exótica, ropa para deportes
específicos o minoritarios (Barrabes, SuperSport), etc.
Estos productos tienen poca salida en el mercado, por eso las tiendas
convencionales no se especializan, sino que simplemente disponen de una
pequeña muestra. Sin embargo en Internet venden a nivel nacional o internacional
y no necesitan disponer de stock, por lo que es mucho más sencillo encontrar lo
que buscas.
Productos y servicios que nos avergüenza comprar. Lencería atrevida,
juguetes o servicios sexuales, han consegido un gran mercado en la red gracias a
que garantizan una total discreción.
Productos baratos de Asia. Internet es un gran canal para comprar productos
baratos de Asia (China, Taiwan, Singapur,...), que no podemos adquirir de otra
forma al mismo precio. Debido al gran volumen de ventas, los gastos de envio
para Europa son muy pequeños y se pueden comprar artículos de menos de 5 €,
sin gastos de envio. Lo que mas se vende son productos de electrónica en tiendas
como DX, Alibaba, Focalprice. Hay que tener en cuenta que la calidad y el servicio
técnico de estos productos tan batatos no es el mismo que para los fabricantes
que venden habitualmente en cada país
Formas de pago
Aparte de lo que acabamos de comentar acerca de los productos que se adaptan
mejor o peor a la venta por Internet, el motivo que más frena el despegue de las
ventas por Internet es la desconfianza de los usuarios en los sistemas de
pago. Esta desconfianza, si bien tiene cierta base real, ha sido magnificada por
los medios de comunicación.
Transferencia bancaria.
Mediante transferencia bancaria el comprador realiza en ingreso del dinero en la
cuenta bancaria de la empresa vendedora. Hay que hacer el pago antes de recibir
la mercancía, con lo cual si después esta no se recibe puede haber problemas
para recuperar el dinero.
Tarjeta de crédito.
Al comprar por Internet mediante la tarjeta de crédito deberemos indicar el número
de la tarjeta, la fecha de caducidad, el código de seguridad que figura en la propia
tarjeta y el nombre del titular.
Micropagos.
Dado que muchas compras por Internet son de pequeña cuantía están
apareciendo sistemas de pago adaptados para comprar estos productos, como
por ejemplo los libros o los discos, de ahí que a estos sitemas se les conozca
como micropagos, aunque también se pueden utilizar para pagar cantidades más
elevadas.
Tarjetas virtuales.
Al ver que los servicios de micropagos funcionaban tan bien, y que las compras en
internet proliferaban, los bancos se pusieron las pilas y presentaron su propia
propuesta: las tarjetas virtuales.
Seguridad
Como hemos venido comentando el mayor freno a la expansión de las ventas por
Internet es la sensación que tienen los usuarios de falta de seguridad en las
transacciones por Internet. La falta de seguridad se apoya en hechos ciertos en
algunas ocasiones y en otras ocasiones se basa en rumores poco fundados. Por
otro lado, también es posible que te estafen al realizar una compra a una tienda
física. Para estar seguros simplemente hay que conocer los riesgos y los
mecanismos de seguridad.
Conclusiones:
Según lo anterior, las compras en internet han ido evolucionando, se puede
adquirir una variedad de productos muy grande, de toda calidad, precio y
apariencia, hoy en día es un proceso sistemático de fácil entendimiento que con el
simple hecho de contar con una tarjeta de crédito o con transferencia se puede
hacer el proceso de transacción, aunque si hay que aclarar que aun no es 100%
seguro esta actividad, pues al ser virtual totalmente, no se tiene con certeza el
proceso de verificado.

Cibergrafía:
-Curso gratis de Internet. aulaClic. 8 - Comprar en Internet. (s. f.). Recuperado de
https://www.aulaclic.es/internet/t_8_1.htm

EJERCICIOS DE LA UNIDAD 8.
Aquí se puede donar o comprar un curso, sin embargo, no pude comprarlo, metí
mis datos pero al final no me dejo comprarlo y no me llego el código.

Aquí te enseñan a descargar y descomprimir el curso que compre pero no pude


hacerlo, porque no compre el curso.

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