Está en la página 1de 7

Ciudadano(a)

Juez(a) de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito Judicial de


Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado
Aragua.
Su Despacho.

El suscrito, CLENARDO ANTONIO SOLANO ESPINOZA, venezolano, mayor


de edad, de este domicilio, cédula de identidad N° V 8.589.904, asistido en este acto por
el Abogado en ejercicio ARQUIMIDES JOSE ROMERO ALFONZO, Inpre N° 76.574,
procedo en este acto a presentar formal DEMANDA DE DIVORCIO POR ABANDONO
VOLUNTARIO, de conformidad con lo previsto en el artículo 185, ordinal 2° del
Código Civil, en contra de mi cónyuge, la ciudadana KARLA MARIA CARMONA
CARRILLO, venezolana, mayor de edad, de este domicilio, cédula de identidad N°
12.810.472, en los siguientes términos:

CAPITULO I
OBJETO DE LA PRETENSION

La presente demanda tiene como objeto obtener por vía judicial la disolución del
vínculo conyugal que me une en matrimonio con la demandada, por haber la misma
incurrido en abandono voluntario de sus deberes conyugales, de conformidad con lo
previsto en el artículo 185, ordinal 2° del Código Civil, hecho que será debidamente
demostrado en su oportunidad procesal.

Adicionalmente, la acción persigue las siguientes finalidades:

1) Obtener un pronunciamiento judicial relacionado con el cumplimiento de las


Instituciones Familiares relacionadas con los derechos e intereses de los hijos
habidos en el matrimonio, que se identificarán en lo sucesivo, así como las
medidas preventivas que sean procedentes dictar para tales fines, con base a la
aplicación de los principios de interés superior y prioridad absoluta de los niños,
niñas y adolescentes.
2) Realizar un inventario de los bienes pertenecientes a la comunidad conyugal,
para que el Tribunal dicte las medidas que sean procedentes, y evitar así la
dilapidación, disposición u ocultamiento fraudulento de los mismos, en perjuicio
de los derechos patrimoniales de cada uno de los cónyuges, y los del resto de los
miembros de la familia.

CAPITULO II
DE LOS HECHOS

Es el caso que la ciudadana KARLA MARIA CARMONA CARRILLO y mi


persona, ambos suficientemente identificados, luego de sostener una estable relación
sentimental, decidimos contraer matrimonio, celebrándolo de manera efectiva el día 24 de
febrero de 2001, según consta de acta N° 44, Libro N° 01 de matrimonios llevados por la
Dirección de Registro Civil del Municipio José Félix Ribas del Estado Aragua. Una vez
formalizada nuestra unión nos residenciamos en la siguiente dirección: Conjunto
Residencial Victoria Hill´s, Calle Caoba con calle apamate, Casa N° 23, Urbanización La
Mora II, La Victoria, Estado Aragua, siendo este nuestro último domicilio conyugal.
(resaltado propio). Producto de nuestra unión matrimonial nacieron nuestros tres hijos:
LEONARDO ANTONIO SOLANO CARMONA, actualmente de 12 años de edad, ANA
CRISTINA SOLANO CARMONA, actualmente de 11 años de edad, y DIANA PAOLA
SOLANO CARMONA, actualmente de 9 años de edad.

Durante los primeros diez años de matrimonio mantuvimos una relación de pareja
estable, conviviendo en armonía, y construyendo una vida familiar sólida que parecía
duradera. En el año 2011 todo comenzó a cambiar cuando mi esposa, contando con mi
apoyo, decidió comenzar a laborar en la empresa NESTLE de Venezuela, desempeñando
un importante cargo de dirección en dicha empresa. Lo que en un principio era un motivo
de alegría para la familia, pronto se volvió una fuente de discordia. Mi esposa empezó a
obtener sus propios ingresos y a vivir su propia vida profesional, y lejos de valorar aquello
como un hecho positivo y hacerle crecer como persona, (y a todos como familia), por el
contrario, se convirtió en un ser irreconocible que confundió independencia laboral con
ruptura sentimental hacia su esposo. Al poco tiempo de comenzar en su trabajo se volvió
irritable, se transformó en alguien difícil, casi imposible de tratar, al extremo de llegar a
denunciarme infundadamente por ante distintas autoridades penales alegando supuestas
agresiones físicas y psicológicas de mí hacia ella. Evidentemente tales acusaciones eran
infundadas, y felizmente ninguna de ellas llegó a tener efectos legales en mi contra.

Durante estos últimos cuatro años hemos vivido en una suerte de montaña rusa
emocional, tanto a nivel de relación de pareja, como a nivel de relación familiar,
padeciendo constantes rupturas-reconciliaciones-rupturas, en un círculo vicioso que parecía
no tener fin, a pesar de los esfuerzos que hacía para tratar de salvar nuestra unión, hasta que
en febrero de este año, luego de regresar de un período vacacional en donde habíamos
disfrutado de gratos momentos familiares e íntimos, de manera sorpresiva, abrupta,
inentendible, caprichosa y unilateral, mi esposa decidió terminar la relación conmigo, sin
que exista un motivo cierto para ello, sin decir el por qué, simplemente ella lo decidió y
punto. Desde entonces vivimos bajo un mismo techo, pero como pareja nos encontramos a
miles de kilómetros de distancia. Dormimos en cuartos separados, cada quien se hace su
propia comida, cada quien atiende sus propias necesidades domesticas por su lado, es decir,
existe una situación de rompimiento total con los compromisos cotidianos de la vida
conyugal, ya que su decisión de abandonar el matrimonio hizo que se rompieran los hábitos
y costumbres que nacen y hacen la vida en pareja.

Pero hay un elemento aún más perturbador. Desde que mi esposa tomó su nefasta
decisión ha puesto una barrera casi insuperable entre mis hijos y yo. A pesar de vivir bajo el
mismo techo, ella ha logrado someterlos a tales niveles de presión psicológica, que sienten
temor de hablar conmigo, y me tratan como si fuera un extraño. Haciendo alarde de la
conducta errática que la ha caracterizado estos últimos cuatro años, ha puesto a mis hijos en
mi contra, obligándoles a tomar partido en esta guerra que me ha declarado, sin tener en
cuenta que ellos no tienen porqué sufrir las consecuencias de nuestras fallas como esposos.
Nosotros somos sus padres y ellos nos necesitan a ambos, en ellos hay un lazo que nos
unirá de por vida aunque ya no exista nada entre nosotros como pareja, y no es justo
ponerlos a elegir entre su madre y su padre, ese es un falso e injusto dilema. Este hecho tan
básico, tan elemental, es olímpicamente desconocido por la ciudadana KARLA MARIA
ANGELINA CARMONA CARRILLO, quien en su afán de quererme hacer daño, y
gobernada por ciegos sentimientos de egoísmo, termina perjudicando a tres personas
completamente inocentes, a quien más bien debe proteger y hacer sentir bien: Nuestros
hijos.

Al día de hoy es claro para mí que no hay posibilidad alguna de recuperar mi


matrimonio. Años de intentar recomponer lo que estaba roto me han dejado desgastado, y el
dolor que pude haber sentido en un principio se ha convertido en una clara necesidad de
terminar con este matrimonio antes de que el daño sea peor para ambos, y para nuestros
hijos. La conducta demostrada por mi esposa constituye una grave falta de su parte a los
deberes que se deben los cónyuges, falta reiterada y constante en el tiempo desde el año
2011 a la actualidad, y agravada desde el mes de febrero de este año; por otra parte, es claro
que existe una voluntad manifiesta de su parte de no continuar con una sana relación
matrimonial, que se traduce en lo concreto en el abandono de sus deberes de esposa; por
último, este abandono es absolutamente inmotivado, caprichoso, producto de una decisión
unilateral que aún no termino de entender, lo único entendible es que la consecuencia
lógica de tal actitud es la imposibilidad de convivir como pareja.

CAPITULO III
DIRECCIONES DE LAS PARTES.

A los fines de practicar las notificaciones a que hubiere lugar, señalo como mi domicilio
procesal el siguiente: Conjunto Residencial Victoria Hill´s, Calle Caoba con calle apamate,
Casa N° 23, Urbanización La Mora II, La Victoria, Estado Aragua. Teléfono: 0414-
4928118, correo electrónico: clenardo18@hotmail.com. La dirección de mi abogado,
ARQUIMIDES ROMERO, es la siguiente: Bloque 11, Apartamento 02-06, Sector 02,
Urbanización Las Mercedes, La Victoria, Estado Aragua, teléfono: 0416-2337013, correo
electrónico: arquimedesromero@hotmail.com. La dirección donde puede ser ubicada la
demandada, ciudadana KARLA MARIA ANGELINA CARMONA CARRILLO es la
siguiente: Empresa NESTLE DE VENEZUELA, Zona Industrial Santa Cruz, Parcela 36-B,
Santa Cruz de Aragua, Estado Aragua, correo electrónico: karla.carmona@ve.nestle.com.

CAPITULO IV
DE LAS INSTITUCIONES FAMILIARES.
Punto previo:

Antes de dar cumplimiento a la obligación legal de indicar la forma como se sugiere


se cumplan con las instituciones familiares en beneficio de los hijos habidos dentro del
matrimonio, una vez verificada la ruptura del vinculo conyugal, es menester hacer algunas
consideraciones fundamentales para que el ciudadano juez ó la ciudadana jueza que
conozcan de la presente causa, tengan todos los elementos decisorios para dar con la
sentencia más justa posible.

En el caso que nos ocupa se presenta una situación sui generis. 14 años de vida
matrimonial hicieron que me enfocara en formar un patrimonio familiar, no un patrimonio
personal. Si a ello se le agrega la actual situación de crisis económica que vive el país, en
donde cada día se acelera la perdida de de poder adquisitivo del salario, nos encontramos
ante una combinación de elementos personales, familiares y sociales que apuntan a un serio
deterioro en mi calidad de vida. El punto es ciudadano juez ó ciudadana jueza, que por
ahora mi situación económica hace que no me encuentre en condiciones de dejar el hogar
común, proyectándose hacia el futuro la necesidad de convivir bajo el mismo techo con mi
actual cónyuge, inclusive después de obtenida la sentencia de divorcio. Evidentemente se
trata de una situación incómoda, no deseada, pero obligada por las circunstancias. En ese
sentido, las instituciones familiares que a continuación se proponen con respecto a nuestros
hijos parten del supuesto fáctico anteriormente señalado. Si llegase a operar algún cambio
de circunstancias que permitan la posibilidad de residir fuera del hogar común, a la
brevedad del término el Tribunal será informado de la nueva propuesta a que hubiere lugar,
en aplicación del principio rec sic stantibus.

De la Responsabilidad de Crianza y la Custodia.

Como quiera que en la presente causa se está planteando el hecho de que mientras
dure el proceso de divorcio, e incluso luego de finalizado éste, los cónyuges se mantendrán
conviviendo en la misma residencia, se propone en consecuencia que tanto la
responsabilidad de crianza como la custodia de los hijos se ejerzan de manera compartida.
En caso de que uno de los padres dejé de convivir en el hogar común, la custodia de los
hijos será ejercida por la madre.

De la Obligación de Manutención

Propongo y solicito se fije el monto de la Obligación de Manutención en DOS MIL


BOLIVARES (Bs. 2000,oo) MENSUALES en beneficio de cada uno de mis hijos, para un
total de SEIS MIL BOLIVARES (Bs. 6000,oo) MENSUALES, pagaderos los primeros
cinco días de cada mes, pudiendo aumentarse dicho monto en la medida en que aumente mi
capacidad económica, de manera que si, por ejemplo, percibo un aumento de salario de
50%, incrementaré proporcionalmente el monto de la obligación de manutención a favor de
mis hijos en un 50%. Mientras permanezca conviviendo con mi actual esposa y mis hijos,
el monto que ofrezco será administrado directamente por mí, y será destinado
exclusivamente a gastos que satisfagan las necesidades de nuestros hijos, tales como
educación, recreación, vestido, salud, alimentación, entre otros, conservando los recibos,
facturas y demás medios de prueba de los pagos que haga a tales efectos. Una vez que se
produzca la separación completa y los cónyuges dejemos de vivir en el mismo hogar, el
monto ofrecido por concepto de obligación de manutención será entregado directamente a
la madre, en las formas que se convengan en su oportunidad.

Para cubrir los gastos propios del inicio del año escolar, (útiles escolares, uniformes,
matrícula escolar, entre otros) ofrezco la cantidad de CINCO MIL BOLIVARES (Bs.
5000,oo) por hijo e hija, los cuales serán pagaderos los primeros días del mes de agosto de
cada año, para un total de QUINCE MIL BOLIVARES (Bs. 15.000,oo) adicionales al
monto de la obligación de manutención mensual. Igualmente, para cubrir los gastos
especiales del mes de diciembre, ofrezco la cantidad de CINCO MIL BOLIVARES (Bs.
5000,oo) mensuales por hijo e hija, los cuales será pagaderos los primeros días del mes de
diciembre de cada año, para un total de QUINCE MIL BOLIVARES (Bs. 15.000,oo)
adicionales al monto de la obligación de manutención mensual. Los montos acá señalados
serán revisados cada año por el oferente, preferiblemente de común acuerdo con la madre.

Los gastos extraordinarios y/o imprevistos (emergencias de salud, actividades


extracurriculares no planificadas, y demás asuntos similares) que se originen con ocasión
de atender las necesidades de los hijos serán cubiertos por ambos padres, razón de 50%
cada uno.

Del régimen de Convivencia Familiar


(Necesidad de intervención del equipo multidisciplinario)

Como quiera que en el presente asunto se ha planteado en reiteradas oportunidades


que el padre se mantendrá conviviendo con los hijos durante el proceso de divorcio y con
posterioridad a su declaratoria por un tiempo no definido, es menester proponer un régimen
de convivencia familiar abierto, que permita al padre mantener contacto diario con sus
hijos, sin perjudicar sus hábitos y actividades propias. Una vez que se el padre esté en
condiciones de fijar su propia residencia en un lugar distinto, se propondrá un régimen de
convivencia familiar bien delimitado, de nuevo, en aplicación del principio rec sic
stantibus.

Ahora bien, como se señaló en el capítulo II, los problemas existentes entre la
demandada y mi persona, lamentablemente han afectado de manera muy negativa la
relación entre padres e hijos, generándose un innecesario y doloroso distanciamiento entre
nosotros. En ese sentido, tengo el fundado temor de que mis hijos se encuentran sometidos
a una situación permanente de angustia y conflictividad interna, como consecuencia del mal
manejo que estamos haciendo los adultos de nuestra diferencias, por tal motivo pido la
intervención del equipo multidisciplinario a los fines de realizar informe integral en la
familia Solano-Carmona, y que el Tribunal se sirva fijar el régimen de convivencia familiar
a que hubiere lugar una vez oídas las recomendaciones de los expertos correspondientes.
(resaltado propio)

CAPITULO V
SOLICITUD DE MEDIDAS PREVENTIVAS
DE CARÁCTER PATRIMONIAL.

Ciudadano juez o ciudadana jueza. Durante el matrimonio adquirimos un inmueble,


ubicado Conjunto Residencial Victoria Hill´s, Calle Caoba con calle apamate, Casa N° 23,
Urbanización La Mora II, La Victoria, Estado Aragua, según consta de documento de venta
debidamente registrado en fecha 10 de agosto de 2009 por ante el Registro Público de los
Municipios José Félix Ribas, José Rafael Revenga, Santos Michelena, Bolívar y Tovar del
Estado Aragua, bajo el N° 2009.1821, asiento registral 1 del inmueble matriculado con el
N° 275.4.3.4.347, igualmente, adquirimos tres vehículos: 1) Una camioneta marca
HYUNDAI, modelo H-1 PANEL 2.4L, año 2007, tipo PANEL, color BLANCO, placa
A98AH2H, entre otras características; 2) Una moto marca BERA, modelo NEW JAGUAR
– 150 CC, año 2007, tipo PASEO, color ROJO, placa AA4B08W; 3) Una moto marca
SUZUKI, modelo DL1000, año 2013, tipo RACING, color NEGRO, placa AM1N96A.

Es el caso que todos los bienes señalados fueron adquiridos formalmente a mi


exclusivo nombre, aunque obviamente pertenecen a la comunidad de gananciales. Por
absurdo que parezca, existe el fundado temor de que mi cónyuge logré disponer de dichos
bienes en perjuicio de mis legítimos derechos. Veamos: Como se indicó en el capítulo II, la
ciudadana KARLA MARIA ANGELINA CARMONA CARRILLO intentó en varias
ocasiones accionar en mi contra por presuntas situaciones de violencia doméstica, acciones
que no prosperaron por carecer de base cierta. Como bien es sabido, la Ley Orgánica Sobre
el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su artículo 50 prevé el delito
de VIOLENCIA PATRIMONIAL, consistente en la presencia de amenazas u
hostigamientos por parte del marido hacia su esposa a los fines de él obtener un beneficio
patrimonial en perjuicio de ella, asimismo, se contempla que la persecución penal puede
cesar si los cónyuges llegan a un acuerdo reparatorio donde la esposa sea resarcida por los
presuntos daños sufridos.

Aunque aún no se han hecho estudios estadísticos rigurosos al respecto, algunos


estudios preliminares presentados por organizaciones defensoras de los derechos humanos e
igualdad de la mujer, advierten que hay elementos para presumir que estamos en presencia
de una tendencia a un tipo de práctica forense en donde se estaría haciendo un uso
desnaturalizado de la norma de defensa de los derechos de la mujer, que vendría siendo
aprovechada por algunas esposas que, actuando sin escrúpulos, ya sea por codicia, ya sea
con la intención de perjudicar a sus esposos, se valen de esa poderosa arma que les confiere
la ley para abusar de ella, obteniendo ventajas inmerecidas.

La experiencia previa me sugiere la posibilidad de que mi esposa haga un uso


abusivo de esa norma. Ante el fundado temor de que eso ocurra pido muy respetuosamente
a este Tribunal se sirva acordar la siguiente medida provisional:

1) Ordenar la elaboración de un inventario de bienes comunes;


2) Dictar cualquiera de las medidas cautelares que permite la ley, y que el Tribunal
estime como necesarias, para evitar que los bienes en cuestión sean dilapidados,
dispuestos u ocultados fraudulentamente.

Una vez realizada la lista de bienes comunes, luego que el Tribunal haya requerido
toda la información que estime necesaria, procederé a solicitar formalmente las medidas
preventivas precisas a que hubiere lugar. (resaltado propio).

Es importante indicar que dentro del inventario de bienes comunes que realice el
Tribunal, se deben incluir las prestaciones sociales que ambos hemos generado en nuestros
respectivos trabajos, para luego hacer los cálculos monetarios que delimiten lo que de
dichas prestaciones corresponde a cada cónyuge, de conformidad con lo previsto en el
artículo 156 del Código Civil.

CAPITULO VI
DE LOS INSTRUMENTOS FUNDAMENTALES
DE LA PRESENTE DEMANDA.
A los fines de dar cumplimiento a lo ordenado a en el artículo 456 de la Ley
Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes se consignan junto con el
presente libelo los instrumentos fundamentales de los cuales se derivan los derechos
deducidos:
1.- Marcado con la letra “A” copia de acta de matrimonio contraído en fecha 24 de
febrero de 2001, por ante el Registro Civil del Municipio José Félix Ribas del Estado
Aragua, bajo el Acta N° 44, del libro N° 01 de Matrimonios, por los ciudadanos
CLENARDO ANTONIO SOLANO ESPINOZA y KARLA MARIA ANGELINA
CARMONA, ambos suficientemente identificados en autos, para demostrar el vínculo
conyugal cuya disolución se demanda.

2.- Marcadas con las letras “B-1” “B-2” y “B-3”, respectivamente, copias de las
actas de nacimiento de nuestros hijos, el adolescente LEONARDO ANTONIO (de 12 años
de edad), la niña ANA CRISTINA (de 11 años de edad), y la niña DIANA PAOLA (de 9
años de edad), a los fines de demostrar la existencia de hijos menores de 18 años dentro del
matrimonio, y por lo tanto, la competencia del Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes para conocer de la presente demanda.

3.- Marcado con la letra “C” copia de documento de compra de inmueble ubicado
en la siguiente dirección: Conjunto Residencial Victoria Hill´s, Calle Caoba con calle
apamate, Casa N° 23, Urbanización La Mora II, La Victoria, Estado Aragua. Dicho
documento fue debidamente registrado, en fecha 10 de agosto de 2009 por ante el Registro
Público de los Municipios José Félix Ribas, José Rafael Revenga, Santos Michelena,
Bolívar y Tovar del Estado Aragua, bajo el N° 2009.1821, asiento registral N° 01 del
inmueble matriculado con el N° 275.4.3.4.347. Se consigna el mencionado instrumento a
los fines de demostrar la existencia de uno de los bienes que hacen parte de la comunidad
de gananciales, a efectos de la elaboración del inventario a que hubiere lugar.

4.- Copia de los títulos de propiedad de los siguientes vehículos automotores: 1)


Marcado con la letra “D-1”, copia de título de propiedad de un vehículo tipo camioneta
marca HYUNDAI, modelo H-1 PANEL 2.4L, año 2007, tipo PANEL, color BLANCO,
placa A98AH2H, entre otras características; 2) Marcado con la letra “D-2”, copia de título
de propiedad de vehículo tipo moto, marca BERA, modelo NEW JAGUAR – 150 CC, año
2007, tipo PASEO, color ROJO, placa AA4B08W; 3) Marcado con la letra “D-3”, copia de
título de propiedad de un vehículo tipo moto, marca SUZUKI, modelo DL1000, año 2013,
tipo RACING, color NEGRO, placa AM1N96A. Se consignan los mencionados
instrumentos a los fines de demostrar la existencia de bienes muebles que hacen parte de la
comunidad de gananciales, a efectos de la elaboración del inventario a que hubiere lugar.

Por último, pido que la presente demanda sea admitida y sustanciada conforme a
derecho. Es justicia que espero en la Ciudad de Maracay, a la fecha de su presentación.

También podría gustarte