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CAPITULO I
OBJETO DE LA PRETENSION
La presente demanda tiene como objeto obtener por vía judicial la disolución del
vínculo conyugal que me une en matrimonio con la demandada, por haber la misma
incurrido en abandono voluntario de sus deberes conyugales, de conformidad con lo
previsto en el artículo 185, ordinal 2° del Código Civil, hecho que será debidamente
demostrado en su oportunidad procesal.
CAPITULO II
DE LOS HECHOS
Durante los primeros diez años de matrimonio mantuvimos una relación de pareja
estable, conviviendo en armonía, y construyendo una vida familiar sólida que parecía
duradera. En el año 2011 todo comenzó a cambiar cuando mi esposa, contando con mi
apoyo, decidió comenzar a laborar en la empresa NESTLE de Venezuela, desempeñando
un importante cargo de dirección en dicha empresa. Lo que en un principio era un motivo
de alegría para la familia, pronto se volvió una fuente de discordia. Mi esposa empezó a
obtener sus propios ingresos y a vivir su propia vida profesional, y lejos de valorar aquello
como un hecho positivo y hacerle crecer como persona, (y a todos como familia), por el
contrario, se convirtió en un ser irreconocible que confundió independencia laboral con
ruptura sentimental hacia su esposo. Al poco tiempo de comenzar en su trabajo se volvió
irritable, se transformó en alguien difícil, casi imposible de tratar, al extremo de llegar a
denunciarme infundadamente por ante distintas autoridades penales alegando supuestas
agresiones físicas y psicológicas de mí hacia ella. Evidentemente tales acusaciones eran
infundadas, y felizmente ninguna de ellas llegó a tener efectos legales en mi contra.
Durante estos últimos cuatro años hemos vivido en una suerte de montaña rusa
emocional, tanto a nivel de relación de pareja, como a nivel de relación familiar,
padeciendo constantes rupturas-reconciliaciones-rupturas, en un círculo vicioso que parecía
no tener fin, a pesar de los esfuerzos que hacía para tratar de salvar nuestra unión, hasta que
en febrero de este año, luego de regresar de un período vacacional en donde habíamos
disfrutado de gratos momentos familiares e íntimos, de manera sorpresiva, abrupta,
inentendible, caprichosa y unilateral, mi esposa decidió terminar la relación conmigo, sin
que exista un motivo cierto para ello, sin decir el por qué, simplemente ella lo decidió y
punto. Desde entonces vivimos bajo un mismo techo, pero como pareja nos encontramos a
miles de kilómetros de distancia. Dormimos en cuartos separados, cada quien se hace su
propia comida, cada quien atiende sus propias necesidades domesticas por su lado, es decir,
existe una situación de rompimiento total con los compromisos cotidianos de la vida
conyugal, ya que su decisión de abandonar el matrimonio hizo que se rompieran los hábitos
y costumbres que nacen y hacen la vida en pareja.
Pero hay un elemento aún más perturbador. Desde que mi esposa tomó su nefasta
decisión ha puesto una barrera casi insuperable entre mis hijos y yo. A pesar de vivir bajo el
mismo techo, ella ha logrado someterlos a tales niveles de presión psicológica, que sienten
temor de hablar conmigo, y me tratan como si fuera un extraño. Haciendo alarde de la
conducta errática que la ha caracterizado estos últimos cuatro años, ha puesto a mis hijos en
mi contra, obligándoles a tomar partido en esta guerra que me ha declarado, sin tener en
cuenta que ellos no tienen porqué sufrir las consecuencias de nuestras fallas como esposos.
Nosotros somos sus padres y ellos nos necesitan a ambos, en ellos hay un lazo que nos
unirá de por vida aunque ya no exista nada entre nosotros como pareja, y no es justo
ponerlos a elegir entre su madre y su padre, ese es un falso e injusto dilema. Este hecho tan
básico, tan elemental, es olímpicamente desconocido por la ciudadana KARLA MARIA
ANGELINA CARMONA CARRILLO, quien en su afán de quererme hacer daño, y
gobernada por ciegos sentimientos de egoísmo, termina perjudicando a tres personas
completamente inocentes, a quien más bien debe proteger y hacer sentir bien: Nuestros
hijos.
CAPITULO III
DIRECCIONES DE LAS PARTES.
A los fines de practicar las notificaciones a que hubiere lugar, señalo como mi domicilio
procesal el siguiente: Conjunto Residencial Victoria Hill´s, Calle Caoba con calle apamate,
Casa N° 23, Urbanización La Mora II, La Victoria, Estado Aragua. Teléfono: 0414-
4928118, correo electrónico: clenardo18@hotmail.com. La dirección de mi abogado,
ARQUIMIDES ROMERO, es la siguiente: Bloque 11, Apartamento 02-06, Sector 02,
Urbanización Las Mercedes, La Victoria, Estado Aragua, teléfono: 0416-2337013, correo
electrónico: arquimedesromero@hotmail.com. La dirección donde puede ser ubicada la
demandada, ciudadana KARLA MARIA ANGELINA CARMONA CARRILLO es la
siguiente: Empresa NESTLE DE VENEZUELA, Zona Industrial Santa Cruz, Parcela 36-B,
Santa Cruz de Aragua, Estado Aragua, correo electrónico: karla.carmona@ve.nestle.com.
CAPITULO IV
DE LAS INSTITUCIONES FAMILIARES.
Punto previo:
En el caso que nos ocupa se presenta una situación sui generis. 14 años de vida
matrimonial hicieron que me enfocara en formar un patrimonio familiar, no un patrimonio
personal. Si a ello se le agrega la actual situación de crisis económica que vive el país, en
donde cada día se acelera la perdida de de poder adquisitivo del salario, nos encontramos
ante una combinación de elementos personales, familiares y sociales que apuntan a un serio
deterioro en mi calidad de vida. El punto es ciudadano juez ó ciudadana jueza, que por
ahora mi situación económica hace que no me encuentre en condiciones de dejar el hogar
común, proyectándose hacia el futuro la necesidad de convivir bajo el mismo techo con mi
actual cónyuge, inclusive después de obtenida la sentencia de divorcio. Evidentemente se
trata de una situación incómoda, no deseada, pero obligada por las circunstancias. En ese
sentido, las instituciones familiares que a continuación se proponen con respecto a nuestros
hijos parten del supuesto fáctico anteriormente señalado. Si llegase a operar algún cambio
de circunstancias que permitan la posibilidad de residir fuera del hogar común, a la
brevedad del término el Tribunal será informado de la nueva propuesta a que hubiere lugar,
en aplicación del principio rec sic stantibus.
Como quiera que en la presente causa se está planteando el hecho de que mientras
dure el proceso de divorcio, e incluso luego de finalizado éste, los cónyuges se mantendrán
conviviendo en la misma residencia, se propone en consecuencia que tanto la
responsabilidad de crianza como la custodia de los hijos se ejerzan de manera compartida.
En caso de que uno de los padres dejé de convivir en el hogar común, la custodia de los
hijos será ejercida por la madre.
De la Obligación de Manutención
Para cubrir los gastos propios del inicio del año escolar, (útiles escolares, uniformes,
matrícula escolar, entre otros) ofrezco la cantidad de CINCO MIL BOLIVARES (Bs.
5000,oo) por hijo e hija, los cuales serán pagaderos los primeros días del mes de agosto de
cada año, para un total de QUINCE MIL BOLIVARES (Bs. 15.000,oo) adicionales al
monto de la obligación de manutención mensual. Igualmente, para cubrir los gastos
especiales del mes de diciembre, ofrezco la cantidad de CINCO MIL BOLIVARES (Bs.
5000,oo) mensuales por hijo e hija, los cuales será pagaderos los primeros días del mes de
diciembre de cada año, para un total de QUINCE MIL BOLIVARES (Bs. 15.000,oo)
adicionales al monto de la obligación de manutención mensual. Los montos acá señalados
serán revisados cada año por el oferente, preferiblemente de común acuerdo con la madre.
Ahora bien, como se señaló en el capítulo II, los problemas existentes entre la
demandada y mi persona, lamentablemente han afectado de manera muy negativa la
relación entre padres e hijos, generándose un innecesario y doloroso distanciamiento entre
nosotros. En ese sentido, tengo el fundado temor de que mis hijos se encuentran sometidos
a una situación permanente de angustia y conflictividad interna, como consecuencia del mal
manejo que estamos haciendo los adultos de nuestra diferencias, por tal motivo pido la
intervención del equipo multidisciplinario a los fines de realizar informe integral en la
familia Solano-Carmona, y que el Tribunal se sirva fijar el régimen de convivencia familiar
a que hubiere lugar una vez oídas las recomendaciones de los expertos correspondientes.
(resaltado propio)
CAPITULO V
SOLICITUD DE MEDIDAS PREVENTIVAS
DE CARÁCTER PATRIMONIAL.
Una vez realizada la lista de bienes comunes, luego que el Tribunal haya requerido
toda la información que estime necesaria, procederé a solicitar formalmente las medidas
preventivas precisas a que hubiere lugar. (resaltado propio).
Es importante indicar que dentro del inventario de bienes comunes que realice el
Tribunal, se deben incluir las prestaciones sociales que ambos hemos generado en nuestros
respectivos trabajos, para luego hacer los cálculos monetarios que delimiten lo que de
dichas prestaciones corresponde a cada cónyuge, de conformidad con lo previsto en el
artículo 156 del Código Civil.
CAPITULO VI
DE LOS INSTRUMENTOS FUNDAMENTALES
DE LA PRESENTE DEMANDA.
A los fines de dar cumplimiento a lo ordenado a en el artículo 456 de la Ley
Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes se consignan junto con el
presente libelo los instrumentos fundamentales de los cuales se derivan los derechos
deducidos:
1.- Marcado con la letra “A” copia de acta de matrimonio contraído en fecha 24 de
febrero de 2001, por ante el Registro Civil del Municipio José Félix Ribas del Estado
Aragua, bajo el Acta N° 44, del libro N° 01 de Matrimonios, por los ciudadanos
CLENARDO ANTONIO SOLANO ESPINOZA y KARLA MARIA ANGELINA
CARMONA, ambos suficientemente identificados en autos, para demostrar el vínculo
conyugal cuya disolución se demanda.
2.- Marcadas con las letras “B-1” “B-2” y “B-3”, respectivamente, copias de las
actas de nacimiento de nuestros hijos, el adolescente LEONARDO ANTONIO (de 12 años
de edad), la niña ANA CRISTINA (de 11 años de edad), y la niña DIANA PAOLA (de 9
años de edad), a los fines de demostrar la existencia de hijos menores de 18 años dentro del
matrimonio, y por lo tanto, la competencia del Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes para conocer de la presente demanda.
3.- Marcado con la letra “C” copia de documento de compra de inmueble ubicado
en la siguiente dirección: Conjunto Residencial Victoria Hill´s, Calle Caoba con calle
apamate, Casa N° 23, Urbanización La Mora II, La Victoria, Estado Aragua. Dicho
documento fue debidamente registrado, en fecha 10 de agosto de 2009 por ante el Registro
Público de los Municipios José Félix Ribas, José Rafael Revenga, Santos Michelena,
Bolívar y Tovar del Estado Aragua, bajo el N° 2009.1821, asiento registral N° 01 del
inmueble matriculado con el N° 275.4.3.4.347. Se consigna el mencionado instrumento a
los fines de demostrar la existencia de uno de los bienes que hacen parte de la comunidad
de gananciales, a efectos de la elaboración del inventario a que hubiere lugar.
Por último, pido que la presente demanda sea admitida y sustanciada conforme a
derecho. Es justicia que espero en la Ciudad de Maracay, a la fecha de su presentación.