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Sinopsis
Traducido por Júls
Cuando Ben dejó a Liz hace diez años, ella pensó que su mundo había
terminado. Ahora, un encuentro casual que lo ha llevado a estrellarse
de nuevo en su vida, y con él las mismas pasiones que había sentido
hace una década. Ahora Liz debe elegir, negar los impulsos y el deseo
que se levanta dentro de ella o encontrar una manera de perdonar al
hombre que la abandonó cuando ella más lo necesitaba.
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Staff
Moderado, Traducido y Corregido por:
Júls
MoN_Sookie
Neptbell
Diseño
Júls
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Índice
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Capítulo 1
Traducido por Júls
Liz amaba conducir por Old River Road. Era un camino largo y sinuoso
entre los bosques, y ella apreciaba su belleza. La mayoría de veces, sin
embargo, amaba que no hubiera ningún sitio para que los policías se
sentaran y se escondieran. A Liz le encantaba conducir, y le gustaba
más conducir rápido. Para un recién llegado, este camino podría ser
intimidante, pero Liz llevaba viviendo en Milton toda su vida. Ella había
estado conduciendo a casa desde el trabajo por esta carretera durante
los últimos diez años, y antes de eso, era el camino que seguía para
volver a casa desde el trabajo. Esta era su casa, y nada de aquí la
sorprendía.
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Capítulo 2
Traducido por Júls
—¿Estás segura? —Su preocupación por ella hizo que Lizzie le quisiera
aún más. Cualquier temor que tuviera simplemente se desvanecía con su
presencia. Se sentía segura en sus brazos.
—¿Piensas que estás lista, Lizzie? —le preguntó—. Creo que me voy a ir.
Quiero estar dentro de ti.
Ben se movió de modo que estaba apoyado sobre sus manos mientras
suavemente pasaba por su pequeña entrada. Parecía estar teniendo
problemas para encontrarla de nuevo, por lo que Lizzie se estiró y lo guió
hacia dentro. Él empujó hasta el fondo de ella. La cuál se quedó sin
aliento por el dolor. No fue solo el dolor de romper el himen. Sus dedos
habían ayudado, pero ella no se había dado cuenta de lo grande que era
un pene. Pensó que sería como poner un tampón, solo un poco más
grande. Pero era completamente diferente. No había tampón en el mundo
que fuera tan grande como un hombre.
—Estoy bien. —Dijo ella, cerrando los ojos, así él no vería que estaban
llenos de lágrimas—. Solo ve despacio, ¿vale? —Tan lentamente como
pudo, Ben empezó a deslizarse dentro y fuera de ella. Estuvo así por lo
menos treinta segundos hasta que se fue. Lizzie se preguntó si esto era
normal.
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Capítulo 3
Traducido por MoN_Sookie
—¡Muy bien! —le espetó. Deslizó sus dedos en los agujeros entre los
botones de su blusa y tiró apartándolos con un movimiento rápido. Los
oyó arrancarse y vio algunos botones volando, pero no le importó. Metió
la mano en el sujetador y sacó sus pechos, exponiéndolos a la vista y al
aire fresco de la noche. En un segundo de claridad, se detuvo y se
preguntó a si mismo cómo reaccionaría. Si ella lo empujaba lejos, 12
quería creer que podía controlarse a sí mismo lo suficiente para irse,
pero, honestamente, no lo sabía.
Lizzie se quedó sin aliento cuando la brisa fresca golpeó sus pechos y
luego tomó represalias arrancándole la camisa. Le ayudó y tiró de ella
antes de enterrar su cara en sus hermosos y grandes pechos. Oyó el
gemido de placer de Lizzie mientras se deslizaba un pezón en la boca y
comenzó a molestar al otro con el pulgar y el índice.
Liz podía sentir las lágrimas en sus ojos, y con enojo, las obligó a
desaparecer. Ella no lloraría por Ben Anderson. Podía sentarse allí
desnuda, perdida y sola, o podía recogerse a sí misma, obtener un
vestido, y conducir a casa. Su elección fue clara.
Capítulo 4
Traducido por MoN_Sookie
A las 18.50, Liz estaba corriendo por su casa como una loca. Había
pasado mucho tiempo desde que había tenido una cita, y esta era
mucho más que una cita cualquiera. Generalmente, Liz era la clase de
mujer que solo se probaba un conjunto antes de salir de casa. Esta
noche, ella se probó nueve. Incluso había probado a ponerse algo de
maquillaje; se lo había dejado su hermana en su habitación. Se conocía
a sí misma lo suficiente como para saber que parte de su pánico venía
de querer que Ben supiera que había cometido el peor error de su vida,
y en parte porque ella seguía teniendo sentimientos por él. Por fin había
elegido un vestido cuando sonó el timbre.
Cuando Lizzie abrió la puerta, que era lo único que podía hacer para no
dejar que su mandíbula cayera. Llevaba un elegante vestido negro que
enfatizaba sus curvas, y un collar que él le compró en su primer
aniversario. Estaba hermosa. Había amado mirarla cuando estaban en
el instituto, pero ahora era una mujer. Había una fuerza y madurez en
ella que no había tenido entonces. En ese momento, deseaba con todas
sus fuerzas no haberse ido—que era sin duda su intención.
—Lo son —le aseguró—. Siempre amaré las rosas —dejó el jarrón sobre
su pequeña mesa en la cocina y lo admiró—. Gracias.
—El tacón del zapato se rompió. Supongo que eso es lo que me pasa por
usar tacones antiguos —ella retrocedió para sentarse en el sofá y se
inclinó para quitarse el zapato roto.
—Sí, yo… —se calló cuando Ben encontró su camino hacia el interior de
su muslo. Él la besó ahí. Sin decir una palabra, metió las manos debajo
de su vestido. Instintivamente, Lizzie levantó las caderas para que él
pudiera quitarle sus bragas de encaje negro. Descuidadamente, él las
tiró lejos y volvió a besar su muslo. Poco a poco, se fue moviendo más
cerca de su coño. Cuanto más se acercaba, más rápida se hacía su
respiración, hasta que finalmente llegó y sus piernas cayeron como
pétalos dándole acceso completo a su hermosa humedad.
Ben definitivamente aprendió algo durante los últimos diez años. Lizzie
seguía sintiéndose casi al borde del orgasmo cuando él bajaría la
velocidad, alejándola del precipicio, dejando que su orgasmo se
construyera, pero no dejándola que llegará a este.
—Por favor, Ben —le rogó—. Tengo que… ¡Oh, Ben! —ella gritó su
nombre mientras se hacía añicos. Lizzie sintió las oleadas de su
orgasmo recorrerla. Se sintió totalmente relajada y, sin embargo,
completamente despierta. Mientras yacía en el sofá jadeando, Ben se
levantó y la tomó en brazos. Con mucho cuidado, la llevó a su
dormitorio. Mirando su rostro, Lizzie pudo observar la satisfacción
sobre sí mismo. Mientras la llevaba, ella se acercó y besó sus labios
hermosos. Ella pudo probarse a sí misma en ellos.
Fin
Próximo libro
Un correo electrónico inesperado
de Clarke reaviva los viejos
recuerdos de Beka, ¿será capaz
de resistirse a su deseo? ¿Clarke
todavía vale la pena después de
tantos años que incluso la
pusieron en contra de su
hermana Anne? Y que hay en la
cabeza de Clarke después de
todo, que le cambió… ¿tras
tantos años? Ha cambiado o
solo está fingiendo haberlo
hecho…
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Sobre el autor
Danielle Lewis es un autor auto-publicista que ama escribir sobre los
diferentes sabores de la ficción erótica. Su mayor ventaja es su gran
imaginación. Ávida lectora desde la infancia, le gusta explorar los
diferentes colores de la sensualidad con sus personajes.
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Traducido, corregido
y diseñado en:
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