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TEMA DOS CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS DERECHOS

HUMANOS A PARTIR DE OTROS.

2.1 Derechos Humanos y Derechos naturales.

2.2 Derechos Humanos y Derechos fundamentales.

2.3 Derechos Humanos y Derechos subjetivos.

2.4 Derechos Humanos y las garantías individuales.

2.1 Derechos Humanos y Derechos naturales.


La crisis del positivismo significó la renovación de una idea de antigua y reconocida
tradición. Los antiguos llamaron a estas exigencias derecho natural. Así, para este
iusnaturalismo, es decir, para la teoría que sostiene que además del derecho positivo
existen derechos naturales, el derecho vigente en una determinada comunidad política
está compuesto por exigencias positivas y naturales, las primeras provenientes de una
fuente social con capacidad jurígena, las segundas anteriores e independientes de la
voluntad humana.

En la filosofía contemporánea del derecho, esta idea ha vuelto a resurgir al hilo


lastrando el nombre "derecho natural" para crear una nueva expresión: derechos
humanos o derechos del hombre.

Ahora bien, ni los derechos naturales, ni los derechos humanos se conforman con ser
exigencias abstractas y efectiva en los ordenamientos jurídicos particulares y concretos
de las comunidades políticas existentes. Estas exigencias reclaman, por su misma
naturaleza, su positivización, es decir, la inclusión en los diferentes y disímiles
ordenamientos jurídicos vigentes, con la finalidad de reconocer y concretar estas
exigencias, para saber cómo y bajo qué condiciones pueden ser realizados en cada
situación particular y concreta, y cómo pueden ser mejor garantizados y protegidos.

La positivización de los derechos humanos da


lugar al concepto de derechos fundamentales.
Así las cosas, estos son derechos positivos que
reconocen exigencias de derechos humanos
incluidas en el ordenamiento jurídico-positivo de
una comunidad política determinada, y ello por su
expresa disposición o querer.

No parece ser exacto decir que el concepto que


el siglo XVIII tenía de los derechos del hombre era una aplicación al individuo de la idea
del derecho divino de los reyes, o de la de los derechos imprescriptibles conferidos por
Dios a la Iglesia, más bien que ese concepto indica, la larga historia de las ideas del
derecho natural y del derecho de gentes, elaboradas por la Antigüedad y la Edad Media, a
partir de Grocio y del advenimiento de una razón totalmente geométrica.

Nos percatamos entonces de que determinado orden ideal, arraigado en la naturaleza del
hombre y de la sociedad humana, puede imponer exigencias morales, por doquier válidas
en el mundo de la experiencia, de la historia y del hecho, y crear, por igual para la
conciencia y para la ley escrita, el principio permanente y las normas primeras y
universales del derecho y del deber. A la vez comprendemos cómo la ley natural exige
ser completada, según la variedad de las circunstancias y los momentos, por las
disposiciones contingentes de la ley humana, y cómo la conciencia que los grupos
humanos logran tener de las obligaciones y de los derechos envueltos en la propia
ley natural, desarrollase lenta y trabajosamente, subordinada al grado de evolución del
grupo y, aunque sujeta a toda clase de oscurecimientos, a la postre progresa en el curso
de la historia, y nunca acabará de enriquecerse y precisarse.

Aquí aparece el papel inmenso del condicionamiento económico y social, y, en


particular, la importancia, para los hombres de hoy, de los nuevos aspectos y los nuevos
problemas, los cuales sobrepasan definitivamente el individualismo liberal o
burgués e interesan los valores sociales de la vida humana, nacidos de las crisis y
las catástrofes de la economía capitalista y del advenimiento histórico del
proletariado.

El triunfo, en el siglo XIX, del positivismo jurídico sobre la doctrina de la ley natural, resulta
en una filosofía positivista de los derechos humanos en que sólo se reconozca al hecho
- o una filosofía idealista, o materialista, de la inmanencia absoluta - es incapaz de
establecer la existencia de derechos naturalmente inherentes al ser humano, anteriores y
superiores a las legislaciones escritas y a los acuerdos entre gobiernos, derechos que no
le incumbe a la comunidad civil el otorgar, sino el reconocer y sancionar como
universalmente valederos, y que ninguna consideración de utilidad social podría, ni
siquiera momentáneamente, abolir o autorizar su infracción.

2.2 Derechos humanos y derechos fundamentales

Se considera que para que exista un derecho fundamental, con anterioridad debe existir
un derecho humano, por ende, un derecho fundamental es una garantía que brinda la
nación a todo individuo que está dentro de su límite territorial, que se ve regido por
una carta magna, y que dota de facultades que deben gozar plenamente todo
individuo dentro de un territorio nacional.

Los derechos fundamentales se ven reflejados y plasmados dentro de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la cual se establecen las garantías con las
que goza el gobernado dentro del territorio nacional, es por esto que se argumenta que
los derechos humanos los dará el propio ordenamiento constitucional mexicano,
que, a diferencia de los derechos humanos, se establecen por un ordenamiento
global. Según Miguel Carbonell, “los Derechos Fundamentales son Derechos Humanos
constitucionalizados”. Luigi
Ferrajoli, sostiene que los
derechos fundamentales son
“todos aquellos derechos
subjetivos que corresponden
universalmente a ‘todos’ los
seres humanos en cuanto dotados del status de personas, de ciudadanos o de personas
con capacidad de obrar”.

Diferencia entre un derecho humano y un derecho fundamental

Para comenzar a aclarar la diferencia entre un derecho humano y un derecho


fundamental, se menciona un ejemplo para entender mejor la diferencia entre ambos; se
dice que todo individuo tiene derecho a participar en elecciones populares, esto sería un
derecho humano ya que se establece de manera global; sin embargo, como derecho
fundamental se establece que se debe cumplir una edad y nacionalidad en específico
para poder emitir un voto en elecciones populares, se expresa que esa mayoría de edad
dependerá del territorio en donde se encuentre el individuo, ya que puede variar según la
patria en donde se encuentre.

Se habla que la principal diferencia entre ambos derechos estriba en el territorio, ya que
en un derecho humano, su aplicación no se ve delimitada territorialmente, es así que una
de sus características principales es que son universales, sin limitación alguna. Por el
contrario, un derecho fundamental es aquellos que se encuentran plasmados en un
ordenamiento jurídico de un Estado en específico, con las limitaciones que la misma ley
otorga.

Esta distinción produce una serie de consecuencias en el orden interno de los Estados.
Entre otras consecuencias, la persistencia de esta distinción entre derechos
fundamentales y derechos humanos tiende a mermar el goce efectivo de los derechos
económicos, sociales y culturales”.

2.3 Derechos humanos y Derechos subjetivos

El derecho subjetivo son las facultades y


potestades jurídicas inherentes de las
personas por razón de la naturaleza,
contrato y otra causa admisible en
derecho. Un poder reconocido por el
ordenamiento y jurídico a la persona para
que, dentro de su ámbito de libertad actúe de
la manera que estima más conveniente a fin
de satisfacer sus necesidades e intereses
junto a una correspondiente protección o tutela en su defensa, aunque siempre delimitado
por el interés general de la sociedad.

Es la facultad reconocida a la persona por la ley que le permite efectuar determinados


actos, un poder otorgado a las personas por las normas jurídicas para la satisfacción de
intereses que merecen la tutela del derecho.

Un derecho subjetivo nace por una norma jurídica, que puede ser una ley o un
contrato, a través de un acuerdo de voluntades para que pueda hacerse efectivo
este derecho sobre otra persona determinada.

La cara contrapuesta de un derecho subjetivo, es una obligación. Todo derecho


supone para una o más personas una obligación de
respetarlo, ya sea de forma activa (obligación de hacer)
o pasiva (obligación de no hacer).

En cuanto corriente los autores que consideran a los


derechos subjetivos como la base del ordenamiento
jurídico enfatizan la primacía del consenso entre los
individuos como fuente de legitimidad, en contraposición
a las que enfatizan que la validez de las instituciones no
se sujeta al libre albedrío de aquellos que nacen en su
seno, también llamadas "del derecho objetivo".

El derecho subjetivo también designa la facultad de


hacer o exigir algo que la norma reconoce a favor de un
sujeto.

Clasificación:

1. Atendiendo a la conducta debida, se distingue entre derechos subjetivos a la


conducta ajena o propia:
 A la Conducta Propia: Hacer / Omitir (no hacer lo que yo diga).
 A la Conducta Ajena: Exigir una conducta positiva (que se haga algo) o
negativa (que no se haga algo).
2. Atendiendo a su efecto, se distingue entre derechos subjetivos relativos o
absolutos:
 Derecho Subjetivo Relativo: Se hacen valer ante otra persona o personas
concretamente identificadas.
 Derecho Subjetivo Absoluto: Se hacen valer ante todas las personas que
integran la sociedad.
3. Atendiendo a su régimen jurídico, se distingue entre derechos subjetivos
públicos y privados:
 Públicos: conjunto de facultades que se hacen valer frente al Estado y
representan una serie de limitaciones que el Estado se impone a sí mismo.
 Privados: Facultades que se ejercen en las relaciones de los particulares entre
sí o con el Estado, cuando éste no actúa en su carácter de ente soberano
Derechos humanos y Garantías individuales

2.4 Derechos Humanos y las garantías individuales

En la Constitución, los Derechos Humanos estaban previstos antes de la reforma de


2011, principalmente en el capítulo llamado “De las Garantías Individuales”. Se
puede decir que la garantía individual es la medida jurídica bajo la cual el estado reconoce
y protege un derecho humano.

Las Garantías Individuales son todas aquellas cuestiones de derecho, que un


individuo ya desde su nacimiento disfrutará y podrá exigir que se cumplan y que
tienen como objetivo final la consecución de la paz, la armonía y el orden en la
sociedad en la cual se encuentran vigentes.

También tienen alcances a la hora de asegurar la convivencia pacífica entre los hombres
que comparten y viven en el mismo territorio, en la obtención de justicia y de bienestar
social y de alcanzar el bien común. Nada ni nadie podrá violarlas y en tanto, es el estado
quien deberá salvaguardar que se respeten.

Entre los derechos constitucionales que otorgan


garantías individuales se reconocen a los
derechos fundamentales o de primera generación,
entre los que se incluye a aquellos que atañen al
ser humano, mientras que los denominados como
de segunda generación son los económicos,
sociales y culturales. En la tercera generación se ubican los derechos vinculados a la vida
en un ambiente óptimo y armónico.

División de las garantías individuales

A la declaración de garantías individuales se la puede dividir en varias partes, las cuales,


se encuentran compuestas por los derechos de libertad, seguridad jurídica, igualdad y
propiedad.

Las garantías de igualdad incluyen:

I. Todo individuo es igual ante la ley y que por caso no debe haber
distinciones en este sentido, además, deberá gozar de los derechos que
otorga la constitución
II. Prohibición de la esclavitud bajo todo punto de vista
III. Todos los ciudadanos tendrán los mismos derechos sin distinciones
IV. Prohibición de los títulos nobiliarios y de fueros.
V. Dentro de las garantías de libertad nos encontramos con estas tres
divisiones:

Libertades inherentes a la persona humana, las libertades que corresponden a la persona


física y las libertades de las personas en cuanto al plano social. En este sentido se
reconoce que la persona es libre para decidir que estilo de vida quiere llevar, lo que quiere
pensar o sentir en materia política y religiosa.

Las garantías de seguridad jurídica implicarán:

I. Derecho de petición
II. La detención de una persona por parte de las fuerzas de seguridad únicamente
con una orden judicial mediante y el derecho a recibir eficaz y efectivamente la
administración de justicia.
III. Por otro lado, estas también protegen a las personas de que no sean molestadas
en sus espacios privados sin que medie una justificación.
IV. Y finalmente las garantías que atañen a la propiedad sostienen que las tierras y
aguas dentro de una región corresponden al estado, quien tendrá el derecho de
transferir las mismas a particulares, daño paso a la propiedad privada
Cabe destacarse que en algunos lugares del mundo las garantías individuales pueden
quedar suspendidas cuando existen escenarios de ataque, invasión externa o cualquier
otro proceso que altere la paz. La decisión de la suspensión corre a cargo del Poder
Ejecutivo en ejercicio.

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