La identidad pedagógica está en construcción y reconstrucción, definición y fundamentación, como la misma
ciencia. Es un proceso de desarrollo inherente a nuestra cultura e ideología del pensamiento y una manera de asumir nuestras tareas a través del proceso enseñanza aprendizaje para la formación y desarrollo de una sociedad. Hablar de la identidad implica conocer la forma en que cada sujeto individual o colectivo se constituye como tal en su vivir, en su hacer y pensar a diario. La constitución de una identidad es un proceso complejo y conflictivo, es una fijación previa a los fundamentos que formara la identidad. La identidad del pedagogo depende del tipo de relación y vivencias de este en la institución en la cual se forma, la disciplina su práctica y la vida laboral sujetos a un contexto y época específicos. La pedagogía es: “el proceso bidireccional que busca o atiende el desarrollo armónico e integral de las facultades del individuo; que está determinado por un contexto histórico social”. Cabe destacar que la identidad se va formando a través de la interacción con el entorno que nos rodea, así que cada individuo lo puede entender de una manera distinta según su medio. Hablar de identidad, es hablar de reconocernos con los otros, de convivir y tratar de llevar una vida saludable, en la cual todos intervengamos y hagamos un trabajo en conjunto para llegar a un fin en común, en este caso es la educación, porque el objeto de estudio de la Pedagogía es la educación. La Pedagogía es un estilo de vida, que lleva un gran peso en el ámbito educativo; ya que a lo largo de la carrera vimos que un pedagogo trabaja con seres humanos, y es por ello que debemos entender todos los contextos en los que se desarrolla, y debemos de igual manera entender que con el paso del tiempo las creencias ideologías y tipos de enseñanza van a cambiar, y por ello debemos de adaptarnos y encontrar métodos funcionales para la educación. La pedagogía es una de las carreras más humildes, y por ello no debemos de limitarnos a solo ciertos conocimientos que nos den en los salones de clases, si no que debemos ir más allá y enriquecernos día a día tanto de los maestros como del entorno en el que nos rodeamos. El que hacer docente. Para nadie es un secreto que la educación como practica social tiene lugar un choque entre lo que nos dicen los libros de pedagogía y lo que enfrentamos cuando entramos por primera vez a un salón de clases, es decir entre lo ideal y lo real; en el aula se encuentran una cantidad de estudiantes con diferentes perspectivas de entender el mundo y el docente debe orientar la clase de manera democrática y abierta para no caer en la monotonía porque termina sin darse cuenta en la desatención de los estudiantes. A partir de cuestionamientos propios de la labor docente y de las preguntas que interpelan a los profesionales que deciden enseñar, es que se hace un estudio del estado de la cuestión, se reflexiona acerca del valor de la capacitación docente. Los docentes hoy en día no sólo deben saber mucho, sino que, también deben tener la capacidad para promover en sus estudiantes la construcción de ese saber. El docente hoy debe enfrentarse a los grupos fortalecido, con una formación, particular y permanente, que lo nutra de elementos suficientes para enseñar de forma adecuada, tomando decisiones didácticas fundamentadas. A fin de saber cómo enseñar, pero no suele ser tan simple, ya que el problema inicia en el aula con los estudiantes, al conocer sus contextos y realidades, es ahí el gran reto del docente puesto que, es en la práctica donde el docente adquiere su experiencia la cual puede llegar a ser significativa y enriquecedora siempre y cuando se aprenda de ella. La docencia ha sido punto de debate desde la formalización de la educación hasta nuestros días; sin embargo, a debatir no han cambiado mucho pues siguen concentrándose en métodos, técnicas, corrientes pedagógicas, teorías psicológicas, planes y programas de estudio, evaluación, etc.; con ello se pretende responder a las problemáticas que presenta el sistema educativo. La docencia se concibe más que como transmisión, como un proceso complejo donde interactúan diversidad de elementos, entre ellos, de manera destacada, la información y la relación pedagógica entre profesores, estudiantes y otras instancias académicas, donde la atención se centra en los procesos de diversos aprendizajes: conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, valores, etc.