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Alan Angell, 1974.

“Historia del movimiento obrero y su herencia”:

En la década de los veintes, los políticos chilenos discutían la necesidad de que hubiera un
cÓdigo del trabajo para restringir y contener las actividades de los obreros sindicalizados,
actividades que entonces crecían y se radicalizaban cada vez más.
1924: promulgación de Ley de trabajo por presión de “comunistas y anarcosindicalistas”.
Importante papel que desempeñan las características y la estructura de los cuadros directivos
sindicales para la formación de una tradición política e industrial tenaz.
Dos tendencias radicales:
1- Raidacla fuera del sistema", una negativa a mezclarse en las intrigas de un parlamento
desprestigiado y a comprometer sus principios a cambio de ganancias poco duraderas.
2- tendencia radical Cuya meta era, cuando menos en teoría, la completa y definitiva
transformación de la sociedad, pero que estaba dispuesta a trabajar dentro del sistema
electoral y participar en el juego político.

Las posturas anteriores respondían a la división entre comunistas y anarquistas ortodoxos.


Además, el parido comunista también estaba dividido entre stalinistas y troskistas. La formación
del partido socialista en la década de los treintas representó una nueva división. Sin embargo,
hasta la época del turbulento periodo político de fines de la década de los veintes y principio de
la de los treintas, el acontecimiento más importante para el movimiento obrero fue la creación y
consolidación de la autoridad del partido comunista.
Origenes
Partido Obrero Socialista (POS), se creó en 1912.
Federación Obrera Chilena: FOCh. (desde sociedad mutualista llegó a convertirse en una
federación sindical revolucionaria). Estos movimientos se fundaron a raíz del creciente
movimiento obrero consolidado a la par de la industria del nitrato y otros minerales (transporte
y embarcación mineral).
El final del siglo xix y el principio del xx vieron las grandes masacres de la historia de la cIase
obrera chilena: la primera huelga general de los obreros del nitrato en Iquique, en julio de 1890,
que se extendiÓ a Valparaíso, y fue severamente reprimida por el ejército;
La huelga de la marina mercante en Valparaíso a mediados de 1903, que iniciÓ la lucha por la
jornada de 8 horas y que resultÓ en la muerte de unos cuarenta obreros; la "semana roja" en
Santiago, en octubre de 1905, cuando muchos obreros fueron muertos en actos de protesta
contra el alza del costo de la vida; la huelga de los ferrocarrileros en 1906, en Antofagasta; y la
represiÓn más infame de todas, cuando entre l 000 y 3 000 obreros del nitrato fueron segados
jpr el ejército en un patio de escuela, en Iquique, en 1907, cuando protestaban jpr las
condiciones de trabajo en las minas y por el cese masivo de obreros al iniciarse recesos en la
industria.
Hubo dos Tespuestas a largo plazo a estas condicioríes de trabajo. Una fue la de fundar y apoyar
a varios partidos pdíticos reformistas y revo-1ucionarios.'° La otra fue la formaciÓn de
sindicatos. Hubo tres tipos de sindicato: las sociedades mutualistas, importantes en los sectores
artesanales; las "sociedades de resistencia" o '"sindicatos para la protección del
trabajador", importantes en los medios obreros en que influían los anarquistas; y las
hermandades mancomunales, que predominaban entre los mineros del norte y los trabajadores
portuarios.

Las sociedades mutualistas:


Las sociedades mutualistas se formaron muy temprano en la historia dc las organizaciones
obreras chilenas. Para 1870, 13 de ellas habían sido rcconocidas por el gobierno; para 1880, 39;
y para 1924 había ya 600, que contaban con 90 000 miembros, sin tomar en cuenta las
sociedades que no habían solicitado reconocimiento oficial."" Sus metas eran la cooperaciÓn
mutua entre los miembros y proveer un xistema rudimentario de s<uridad social que no era
probable que sumistraran ni el Estado ni el patrón. Aunque al principio sólo incluían artesanos,
más tarde parecen haberse organizado entre otro tipo de trabajadores. Su relación con el
sindicalismo era ambivalente. Ellos mismos, bajo la presión de los acontecimientos,. podían
actuar como sindicatos, pero su objetivo declarado era la cooperaciÓn, no el enfrentamiento con
el patrón y el Estado. Excluían a las sociedades de resistencia y otros movimientos o grupos
radicales. Su movimiento tenía un carácter artesanal y cooperativo.
Las sociedades de resistencia (tendencia socialsita)
Las sociedades de resistencia y los sindicatos para la protecciÓn de los obreros fueron más
comunes .entre los obreros industriales y jxjrtuarios que entre los mineros. No eran tan
imjmtantes ni 'tan numerosos como las mancomunales del norte. Más que a la influencia de
Proudhon traída por Bilboa y Arcos, sus antecedentes intelectuales correspondían a la difusión
de ideas anarquistas y socialistas desde Argentina." Concentraban sus actividades en el sitio de
trabajo, no fuera de él, y luchaban por el día de ocho horas, aumentos de salario y mejores
condiciones de trabajo.
Aunque había entre ellos anarquistas, también había sectores más .moderados que estaban
ligados al partido demÓcrata. Las sociedades de resistencia se concentraban en la zona central
del país, especialmente en Santiago y Valparaíso, aunque había algunas en d norte, hasta que
fueron sustituidas casi todas por las mancomunales.
Las sociedades de resistencia decayeron junto con el anarquismo y había una tendencia a
remplazarlas por un sindicalismo más profesional y ajxjlítico del tipo de las sociedades
mutualistas, o Ix)r sindicatos marxistas μoliti3ados.

Las mancomunales
Son los trabajadores del norte: El movimiento obrero chileno era menos radical, menos
agresivo, menos urbano, y menos perseguido (cuando menos de manera sistemática) que en
Argentina. Era más probable que los obreros radicales europeos que venían a Chile
fuerananarquistas urbanos que socialistas de las zonas mineras?' Los minerE chilenos procedían
en su mayoría de zonas rurales; sus sistemas de valor ' se derivaban. de la estructura social rural
y tradicional, y se requería tiempo y algunas violentas sacudidas para convertirlos en militantes
sindicales. No eran, como en Argentina, anarquistas y socialistas dispuestos a transformar el
Estado en cuanto llegaban de Europa. La clase obrera chilena apenas si tenía aceptaciÓn o
representaciÓn en el sistema social y político, pero hasta que se fortaleci6 la FOCh fue
demasiado débil para tratar de minar o reformar ese sistema.
la oNiciÓn al capital extranjero desempeñÓ un papel importante, ya que la mayor parte de las
zonas nitreras estaban controladas por compañías inglesas y norteamericanas, y esto tendía a
separar al capital y a los obreros para formar de grupos claramente definidos. Puesto que las
empresas nitreras también necesitaban controlar el transporte, las facilidades portuarias y, de
hecho, la mayor parte de la estructura econ6mica del norte, el movimiento obrero tenía una
imagen clara de la extensi6n del poder del capital.
La organizaciÓn sindical que se cre6 para luchar contra estas condiciones, o sea la sociedad
mancomunal, reflejaba la situaci6n del obrero norteño. Estaba organizada por territorios y no
por tipo de trabajo, ya que había pocas distinciones de este tipo entre los obreros; planteaba
demandas de tipo general respecto a salarios y condiciQnes de habitaci6n y de trabajo; era débil,
y estaba sujeta a continuas irritaciones por parte del Estado y del patrÓn, que volvieron su
existencia efímera y peligrosa; pero como representaba las exigencias de una mayoría de la
fuerza de trabajo reaparecía constantemente.
En un principio hubo tres organizaciones políticas obreras: el partido democrático, los
anarquistas, y los movimientos socialistas que dieron lugar a la formación del POS, que más
tarde se convirtió en el PC.
El Partido democrático
Este partido tuvo su origen en los esfuerzos de un grupo de jóvenes radicales de clase media por
organizar centros en donde obreros, artesanos y miembros de la clase media que ejercían
profesiones liberal% se unieran para tratar de resolver el "problema social". Sus actividades no
eran bien vistas por e! partido radical y se separaron para formar el partido democrático,
convocando a su convenciÓn fundadora en 1887." En su primer programa proclamaron como
meta la emancipaci6n política, social y económica del pueblo;" e insistían en la necesidad de
ofrecer al pueblo educación y servicios sociales, y de eliminar la corrupción de la vida pública
en términos que habían de reflejarse en muchos de los manifiestos de las sociedades mutualistas
y de los primeros sindicatos.
Se apoyaba en artesanos y pequeños burgueses, más que en la clase obrera, y se relacionaba con
las sociedades mutualistas más que con las formas más radicales de organización obrera.
Los anmquistas
Los anarquistas representaban una forma diametralmente opuesta de acciÓn. Sus ideas
influyeron en Recabarren (cuyos primeros escritos se apoyan fundamentalmente en las obras de
Reclus, Kropotkin y Malatesla), aunque éste había reChazado esas ideas antes de abandonar e!
partido democrático. Ya en 1904 había de afirmar en contra de los anarquistas que era necesario
entrar en el mundo de la política para realizar las inetas de la clase obrera.
Siis ideas eran típicas de los movimientos anarquistas en todas partes. lmhctían en la
importancia de la acci6n directa y en el rechazo de la ityucln exterior, especialmente si provenía
de políticos, pues veían a los p+ |l|i{'{)3, sea cual fuere d partido al que pertenecieran, como
explotadores dc' la cIase obrera. Se oponían especialmente a la organización de partidos d)lrl'os,
Atacaban a Recabarren e intentaron probar que se había vendido u la burguesíad" Las relaciones
internas de la clase obrera se deterlorióron aún más después de la revoluciÓn rusa, de la
formación dél jmrticln comunista chileno, y de la conversiÓn de la FOCh en una secci6n del
RILU. Los anarquistas alegaban que la FOCh se había vuelto totalmente dependiente de Moscú,
y actuaba como fuerza divisoria dentro de la clase obrera; constantemente atacában al PC con el
lema de "abajo todos los gobiernos, proletarios d buluueses"."'
la influencia del anarquismo en el movimiento obrero fue importante. Muchos de los futuros
dirigentÉ del PC, tanto intelectuales (como Carios Contreras Labarca,8' que fue secretario
general del PC) cuanto proletarios (como Juan ChacÓn, antiguo trabajador portuario de
Valparaíso que más tarde fue miembro del comité central. y portavoz del partido sobre asuntos
agrarios) pasaron por las filas del mar- "quismo," También hubo anarquistas que después
figuraron de manera importante en el partido socialista, como Óscar Schnake, que fue un
promÍnentE socialista y ocupÓ un puesto en el gabinete del gobierno del Frente Popular. Las
viejas disputas entre Marx y Bakunin se repitieron en los debates de los congresos del partido
socialista hasta la mitad de la década de los cuarentas.
Mouimientos socialistas y el POS

La fundación del partido socialista en 1897 fue d primer intento serio' C|llc' hubo de fundar un
partido que representara a esta tendencia. Lo ' ('omtituía un grupo confuso pero activo, muchos
de cuyos dirigentes, como lúrjmdro Escobar Carballo, habían de decidirse más tarde por el
"socialimo libertario" y e] anarquismo. Su programa era avanzado para la Cμoc.a: exigían un
día de trabajo de ocho horas; consejos de obreros .y jmtronw para resolver las disputas
industriales y reglamentar las condi- ('iunm de trabajo en las fábricas (los miembros del consejo
serían pagados jKjl' d Estado) ; impuestos directos y progresivos; aboliciÓn de monopolios t,
jn'ivih'gios; salarios proporcionados a la producci6n y a las utilidades.
En 1912 se fundÓ el POS, más como un grupo separado dél partidovdemocrático que como la
creación de un movimiento socialista autÓnomo.vHacía tiempo que entraban y salían grupos
socialistas dél partido democrático;vya desde 1891 se había separado dél mismo el núcleo de un
partido proteccionista, alegando que el partido democrático no se preocupaba 10 suficiente por
las condiciones econÓmicas de la clase obrera. Estos movimientos, generalmente de corta vida,
regresando algunos de sus miembros al partido democrático y convirtiéndose otros en
anarquistas, eran' bastante frecuentes." Pero la división clave se había de producir al formal"
Recabarren el POS, antecesor del PC chileno.
LA FOCH
El periodo de 1920:22 fue vital para el desarrollo de la FOCh, por Ber éste el de la gran disputa
respecto a la conveniencia de formar un xolo partido μMtico al estilo del partido laboral
británico, y de ingresar al RILU. En el congreso que se organizÓ en 1920, y que presidiÓ
Recabarren. se consideró esta idea, aprobada anteriormente por el comité ejecutivo 'de la FOCh,
de formar un partido político popular de masas. Se llegÓ al acuerdo de discutir el asunto con el
POS y el partido democrá-tico; y se esperaba que el congreso de la FOCh, que tendría lugar en
1921, pudiera celebrar la fusión de las tres organizaciones, Pero el partido" democrático no
pudo aceptar la idea de formar un solo partido que no formaría alianzas con ningún otro grupo;
en cambio sí acept6 el principio de la cooperqci6n con la FOCh en su lucha contra el
capitalismo y . también el proyecto de formar pactos electorales con la FOCh con exclusión de
otros gruEos (aceptación que pronto retirÓ para aliarse con el partido radical).
La FOCh probablemente llegÓ a su máxima fuerza en 1924, antes de que los efectos
combinados de la intervención de los militares en la política, Ja dictádura de Ibáñez y la
depresiÓn mundial, arrojaran a todo el movimiento obrero en un estado de confusiÓn y
decadencia, al resentir el golpe combinado de la persecuciÓn y del desempleo.
CONCLUSIONES
Para 1924 es posible definir algunas características generales y persistentes del movimiento
obrero. En primer lugar, se puede afirmar que es un movimiento sumamente politizado. Las
divÍsiones sindicales reflejan divisiones de partido o ideolÓgicas; tiene pocas oportunidades de
éxito un dirigente que abogue por la completa separaciÓn de sindicato y partido, o sea por un
sindicalismo apolítico., aunque muchos se adhieran verbalrnente a esta posición.
El hecho de que estas discusiones políticas tienen lugar dentro de los sindicatos crea una tensión
entre la inclusividad (si el sindicato debe abarcar a todos los miembros de la clase trabajadora,
incluyendo a los trabajadores de cuello blanco) y la exclusividad (sólo los fieles al partido), y
esta disputa ha sido permanente. Cada partido· cree que es el único en seguir una política
sindical correcta; pero por otra parte los miembros de los demás grupos representan a grandes
sectores de la clase obrera.
Debido a que muchos obreros rechazaban o se mantenían indiferentes ante una discusiÓn
llevada en términos políticos, muchos de los obreros, aun los que estaban formalmente afiliados
a un partido, eran vulnerables a un llamado de tipo nacionalista en boca de un dirigente
genuinamente popular, como Alessandri, en 1920, que se mantenía independiente de la disputa
sindical interna. Pero si los dirigentes populistas arrastran a' muchos electores, no arrastran 'a los
dirigentes sindicales. El PC fue bien servido por aquellos dirigentes sindicales que, a pesar de
persecuciones y ceses, permanecieron fieles al partido y a su ideología, y mantuvieron en
operación dentro de los sindicatos una organizaciÓn de partido sumamente reducida. aun en las
épocas en que el partido mismo había sido declarado ilegal.
No había en Chile, como lo hubo en Argentina, un rompimiento entre la "vieja clase" de
dirigentes obreros, y una "clase nueva", formada en distintas circunstancias, en respuesta a
distintas presiones (tales como la industrializaciÓn masiva o el surgimiento de dirigentes como
PerÓn o Vargas). La continuidad de las ideas, actitudes, estructuras, dirigentes, hace que sea
sumamente importante entender la tradiciÓn del movimientonbrero chileno.
Los diez años posteriores a 1924 fueron muy agitados para el movimiento obrero chileno. Se
iniciÓ la formaciÓn de sindicatos legales. y todo el sistema ele relaciones industrialG fue
reglamentado por el Es- (:|(lo; una dictadura militar interrumpiÓ el largo periodo de gobierno
civil (1||(! había vivido Chile, proscribiÓ al partido comunista y persiguiÓ a la 1"( )Ch; al
principio de la década de los treintas, el desempleo redujo r.l tamaño de los sindicatos y la
industrializaciÓn modificÓ su forma a fines de la misma década; surgiÓ un nuevo partido
marxista para retar iíl comunista, ahora que los anarquistas habían perdido fuerza; y la
( kmintern cambiÓ su política, dejando de proclama
En 1924 la tradiciÓn chilena de gobierno civil se vio interrumpida. Un golpe militar introdujo
un periodo de subordinaciÓn a las fuerzas armadas, hasta que la principal figura militar, el
coronel Carios Ibáñez, como la presidencia, desde 1927 hasta 1931. En julio de 1931 Ibáñez,
corno muchos otros presidentes latinoamericanos, cayÓ víctima de los efectos de la depresiÓn
económica. Siguieron dieciocho meses de agitaciÓn pdítica, antes de que se volviera a
establecer firmemente el gobierno civil, "al ser elegido presidente por segunda vez Arturo
Alessandri.
Los obreros sindicalizados fueron espectadores más que partícipes active de estos
acontecimientos. Una nueva constitución, un código laboral, una legislación social, todos
fueron aprobados sin consultar a los sindicatos.
En un principio los gobernantes militares hicieron algunos gestos de acercamiento para ganarse
el apoyo de los obreros, pero pronto cambiaron de táctica y adoptaron la más efectiva de
perseguir y desorganizar al movimiento sindical.

Sobre el texto de Annino: Ampliar la nación


Plantea que la paradoja de que la misma situacion de conflictos faccionales y guerras civiles e
internas de cada Estado-Nación que propició la aparición de caudillos locales qe representaban a
los poderes regionales frente aun centro que paulatinamente fue consolidando su poder durante
todo el siglo XIX. La oligarquia sería asi, fruto de estas negociaciones entre lospoderes
regionales y los centros d epoder capitalinos. En este sentido, el aparato electoral no deja de ser
importante, sobre todo para lasdisputas de representantes que canalizaban en gran manera las
demandase interés de los pueblos. Si bien laseleccionespuden considerarse fraudulentas y
perniciosas,fruto de manipulaciones políticas, estas servían para mantener ciertoequilibrio entre
los diferentes grupos sociales,principalmente desde las regiones rurales. Fue ese equilibrio el
que se rompió a fines delsiglo XIX y principios del siglo XX, y que finalmente puso en tela de
juicio al orden liberal que había imperado hasta ese momento. Fue entonces cuando los estados
uisieron prescindir del apoyo de los pueblos mediante el monopolio d elasfuerzas y la
profescionalizacion de los cuerpos militares. Esto produjo la deslegitimación de los gobiernos
de turnos, vistos como cuerpos administrativos amerced de laselites económicas, que
perjudicaban el modusvivendide las masas obreras rurales, ya sea mediante la subrdinacion de
estos al creciente modelo exportador que termibaba con las formas de subsistencia comunal que
poseían pequeños productores o aborígenes, o mediante la precarizacion laboral que a veces no
dejaba mas alternativa que emigrar hacia las zonas urbanas o caer en una aespecie de
servidumbre ante un patron despiadado.
El poceso de creciente inmigración hacia las ciudades se produce a raíz de la crisis rural, y no
por la indstrializacion. Creciente desempleo. La estructura partidaria latinamericana sigue
siendo una de partidos de notables en donde la lealtadl ocal prevalece sobre la nacional.

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