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Samaro Hidalgo Xitlaly Sahori Abigail

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Análisis de textos

Reportes

20/08/2010

Asesora:

ALEJANDRA PÉREZ
El hambre en el medio ambiente

Cuando se habla del medio ambiente pensamos en hábitat donde las personas
viven y habitan, lo cual es correcto, pero también se refiere a las condiciones de la
vida de estos poblados.

Estos conceptos en realidad se ajustan a una realidad casi inmediata, las


condiciones de vida de los seres humanos. Es necesario empezar a ver en el ser
humano como un medio ambiente personal o como un ente ambiental.

De ello, resultaría que la muerte de barias personas por hambre u por la pobreza
que ocasiona la imposibilidad de acceder a alimentos, debería ser considerado
como un crimen ecológico.

El bienestar social es referido a la calidad de la vida de una persona y factores


como la pobreza, el hambre, el racismo entre mas, no tienen mucha importancia
bajo funciones políticas... diversas y grandes organizaciones luchan en contra de
estos fenómenos, concientizando sobre el problema que se sufre en mas de 870
millones de personas.

El hambre mantiene atrapada a casi el diez por ciento de la población mundial, en


una forma tal que se le vaticina un final muy trágico: la muerte por inanición.

De hecho, la FAO considera el hambre como "el resultado de la injusticia. De la


violación del derecho fundamental de toda persona a disponer, en todo momento,
de alimentos en cantidad y calidad suficiente que le permitan vivir una vida digna y
saludable".

La producción global de alimentos ocupa un 25% de la superficie habitable, un


70% de consumo de agua, un 80% de deforestación y un 30% de gases. Es, por
tanto, uno de las actividades que más afectan a la pérdida de biodiversidad y a los
cambios en el uso del suelo.

Cada año se desperdician 1.3 billones de toneladas de comida. Esta cifra equivale
a la producción alimentaria de todo el África Subsahariana. Al mismo tiempo, una
de cada siete personas del planeta se va a la cama hambrienta y más de 20 mil
niños de menos de 5 años mueren de hambre cada día.
“Heli”

Es una joven que apenas salía de la adolescencia, que trabajaba en una fábrica
de autos de la cual con el salario que percibía mantenía a su familia, su esposa,
bebe, padre y hermana menor de 12 años, la pesadilla comienza cuando el novio
de la hermanita, un cadete de 17 años, toma un par de paquetes de cocaína de
una caseta; los señores de la droga regresan a cobrar cuentas.

Heli es el tercer largometraje del maestro del minimalismo narrativo Amat


Escalante. El secreto de hacer cine está en el tratamiento de tema e imagen, en
Heli la clave es la poesía que se destila de esos horizontes afligidos. Uno de los
asuntos más espinosos en el cine es como mostrar la violencia sin celebrarla.

Amat Escalante puede porque su violencia siempre es triste, nunca jubilatoria; el


público sabe que lo que Heli le obliga a experimentar, sí ocurre, que esa crueldad
ya es endémica y que la realidad puede ser peor aún.

La historia que cuenta Heli es naturalmente una ficción narrada con una técnica
formidable, pero tal que destruye otra ficción, la de pensar que el narcotráfico es
una guerra entre bandas, es algo ajeno a la sociedad (tal como bien advierte Juan
Villoro en un artículo titulado "La violencia en el espejo"). De hecho, solo se
encuentra dos secuencias de violencia explícita en Heli; ambas son, el
entrenamiento militar y la tortura, ya que revelan que la crueldad del narco
trenzada con lo militar, es puro Tánatos, atenta contra el amor y la fuerza
generativa de este país.

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