Antecedentes históricos

En la antigüedad se contaba ya con los elementos indispensables para conceptuar la

existencia de una actividad contable, ya que el hombre había formado grupos, primero
como cazadores, después como agricultores y pastores, y al inventarse la escritura y los
números, surge la contabilidad y los contadores para registrar las transacciones
comerciales en donde la operación no era pagada en el momento de recibirla o
entregarla.
El dato contable más remoto se tiene registrado en una tablilla de barro de origen sumerio
en Mesopotamia, que data del 6000 a.C., el cual se encuentra en el Museo Semítico de
Harvard, en Boston, Massachusetts.
En la cultura egipcia, se ven representados en los jeroglíficos a los escribas, quienes al
parecer eran los contadores de aquella época.
En Grecia, son pocos los testimonios, sin embargo se manifiesta la siguiente aseveración.
“Se afirma que los banqueros griegos fueron famosos en Atenas, y ejercieron su
influencia en todo el imperio.”
Roma jugo un papel importante en la evolución de la contabilidad. Los especialistas han
buscado en la bibliografía jurídica y de sus grandes pensadores como Cicerón, Gayo,
Julio Paulo y Tito Livio, los aspectos relativos a las prácticas contables.

El término técnico que se empleaba en los textos latinos al referirse a cuestiones

contables, era el siguiente: Expensa et acepta, que quería decir; “pagos y aceptados”.
También cabe destacar, que los estudios realizados por investigadores reconocidos
concluyen que la contabilidad en Roma fue llevada mediante un sistema de partida simple
que pudo tener doble columna.
En la Edad media se desarrolló el feudalismo, que acaparó gran parte de la actividad
comercial, aunque las prácticas contables eran casi exclusivas del señor feudal y de los
monasterios. “La contabilidad en Italia, en el siglo VIII, era una actividad usual y
necesaria… (Enciclopedia Británica).
Tres ciudades italianas usaron e impulsaron la actividad contable: Génova, Florencia y
Venecia, lugares donde se usaba y se alentaba la contabilidad por partida doble, tal como
se utiliza actualmente. Todavía hoy existen las cuentas llevadas por un comerciante
florentino anónimo hacia el 1211 con características de la llamada Escuela Florentina.
También existe el célebre juego de libros empleado por la Comuna Genovesa, en los
cuales se registraba la contabilidad a la usanza de la época, empleando los términos de
debe y haber, con asientos cruzados y manejando la cuenta de Pérdidas y Ganancias.
Otro avance de la época fue el empleo de libros o registros auxiliares.
En el Renacimiento, se tienen noticias de que Benedetto Cotugli Rangeo, originario de
Dalmacia, fue un pionero del estudio y registro de las operaciones mercantiles por partida
doble, como se aprecia en su obra Della mercatura et del mercante perfetto, terminada
en 1458 e impresa en 1573.
Fray Luca Pacioli fue otro genio del Renacimiento que creó un método: la teoría y la
práctica interdisciplinaria. Fue el primer autor en referirse a los principios contables,
explicando el método de la partida doble y los distintos libros contables utilizados en su
época.
De tal manera, que la contabilidad moderna nace en 1494 en los inicios del Renacimiento,
cuando Pacioli público en Venecia su libro La Summa de Arithmetica, Geometria,
Proportioni et Proportionalitá en la imprenta de Paganimo di Paganini. La obra está
dedicada a su alumno Guidubaldo de Montefeltro, duque de Urbino, a quien confiesa que
escribió su obra Trattato de Computi e delle scriture en lengua vulgar para que todos
puedan comprenderla.
Pacioli se refiere a la contabilidad en la Summa, como comúnmente se conoce su obra,
en Distinctio nona tractus XI Trattato de ´computie e delle scritture, pues pensaba que la
técnica contable debía tener una gran aplicación de las matemáticas. Donde hace una
serie de aportaciones importantes a la contabilidad, de las cuales se listan algunas:
 Al inicio del año o del negocio, el propietario tenía que practicar un inventario,
listando sus activos y pasivos, según un principio de movilidad y valor, señalando,
asimismo, que el dinero debía ser el primero de la lista.
 El registro de las operaciones debía hacerse de manera cronológica, en un libro
denominado Memoriale.
 Las operaciones debían registrarse en moneda veneciana; es decir, debía hacerse
la conversión de la moneda extranjera a la de Venecia.
 El uso del giornale (diario).
 El uso de índices cruzados para identificar correctamente las cuentas en el libro
mayor.
Pacioli murió en 1514, después de haber dedicado su vida a las matemáticas y, en
especial, a las matemáticas comerciales. Inventó procedimientos nuevos para la suma,
la resta y la multiplicación; la forma en que dividimos actualmente es un invento más de
Luca Pacioli.
En la Época Contemporánea, posterior al Renacimiento, y que abarca desde la
Revolución Francesa, en 1789, hasta nuestros días, en los que la evolución permanente
de la actividad económica conlleva una constante evolución de la contabilidad.
Surge una de las formas de organización de negocios que más ha influido en el
pensamiento y la práctica contable y viene siendo la sociedad anónima, en que la
propiedad no se encuentra ya en manos de una sola persona, como ocurría en los
negocios del Renacimiento, sino en las de varios socios.
Al concepto de sociedad anónima lo precedió el de continuidad empresarial, y se
manifestó en la sociedad colectiva y la joint-stock Company (“compañía de propiedad
conjunta”); pero entonces, la sociedad anónima era mejor, porque satisfacía las
necesidades de inversionistas de capital, puesto que los socios poseían derechos en
empresas de gran tamaño. De esta manera, con la sociedad anónima la contabilidad
también crece, ya que mediante ésta los propietarios o socios pueden tener acceso a la
información mediante los estados financieros.