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El principio de legalidad consiste en dar prevalencia a la ley sobre cualquier actividad o función
del poder público. La consecuencia directa de ello es que todo lo que emana del Estado se rige
por la ley y no por la voluntad de los individuos. En términos más constitucionales, se define
como el principio que garantiza la primacía de la ley, superioridad o jerarquía de la misma con
respecto de cualquier otra clase de norma.
El principio de legitimidad es un principio más amplio que la legalidad, pues supone también la
vigencia dentro del mismo, no solo de la legalidad, sino de la justicia y de la eficacia, la justicia
como una norma, actividad o procedimiento que beneficia a todos y eficacia entendida como
resultado en favor de la población.
La norma para ser considerada justa por la sociedad debe defender o por lo menos legislar los
intereses de todos o por los menos de la mayoría, de no ser así esta es vista por la sociedad
como no justa, no adecuada a sus intereses, siendo peligrosa en cuanto es desaprobada por la
población.
Se refiere al cumplimiento o no de los fines que la sociedad considera como buenos. Una norma
debe cumplir las aspiraciones de justicia de la sociedad. Una norma es justa si la sociedad
considera mayoritariamente que se atiende a los objetivos colectivos de esa misma sociedad, e
injusta si ocurre lo contrario, no puede ser de interés individual o de grupo, con independencia
de si la considera válida o no.
Ejemplo: “Un aumento de sueldos puede ser justo, pero no siempre será legal, si es que no se
ha logrado equilibrio presupuestal, o no existen fondos para el mismo”.
Cuyas diferencias entre unas y otras no son otras que la legalidad es un sistema de leyes también
conocido como marco jurídico que rigen una sociedad como también que es un término
empleado en política, derecho y filosofía para establecer aquello que está conforme de acuerdo
a la legalidad
Kelsen afirma que las normas jurídicas son válidas cuando estas "existen" y en consecuencia
son vigentes, ya que antes de existir deben cumplir con los requisitos establecidos para su
vigencia tales como la publicación y la promulgación. De igual forma le otorga el carácter de
validez a las normas que son obedecidas y aplicadas y cuya creación cumple un procedimiento
establecido legalmente, infiriendo que una norma de jerarquía inferior es válida siempre y
cuando la norma superior sea válida, es de esta idea general de donde se deduce la existencia
de otro término importante para el tema a tratar, el cual es la efectividad de la norma jurídica
que es la consumación de la condición al hecho. A partir de los análisis de los textos de Kelsen,
es posible asociar la actividad jurisdiccional a la validez de las normas jurídicas, ya que serán
aplicables únicamente normas que cumplen los requerimientos en los ámbitos espacial,
temporal y personal, normas que tengan aplicabilidad y vigencia.
Kelsen describe condiciones necesarias que otorgan la validez a las normas jurídicas, en un
primer término anticipa la posibilidad de una conducta contraria a la norma, y señala como
condiciones la efectividad y la eficacia. la validez significa que la ley debe ser obedecida y
aplicada, la eficacia quiere decir que la ley es en verdad obedecida y aplicada
Podemos decir que una norma jurídica será válida si se adapta a las siguientes condiciones:
Atendiendo a lo anterior podemos considerar a la eficacia como una condición necesaria para
la existencia de la norma, la exigencia de eficacia jurídica tiene que reflejarse de igual forma en
el orden material y social, es necesaria la existencia de una correspondencia entre norma y
realidad, para que refleje así la situación existente o que desee crearse, manifestándose en
consecuencia no sólo la funcionalidad del Derecho, sino también su legitimidad.
Los valores Jurídicos, pueden ser definidos como una especie de valores éticos o morales, los
cuales son usados como criterio para enjuiciar al derecho positivo, a su vez permiten realizar las
reformas necesarias para lograr el progreso social. Dichos valores, en palabras de N. Bobbio, son
una abstracción mental a partir de una experiencia humana o concreta.
No obstante, nos encontramos con los valores superiores del ordenamiento jurídico que son los
objetivos máximos o los ideales que el estado propugna para que puedan ser realizados por el
ordenamiento jurídico, lo que implica, que todas las normas deben inspirarse en ellos. Los
recoge el artículo 1.1 y son; la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
- La igualdad, el art. 14 CE establece que los españoles son iguales ante la ley, sin que
pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión,
opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Esta igualdad debe
entenderse en el sentido manifestado por el Tribunal Constitucional al afirmar que “la
igualdad es el tratamiento desigual de las situaciones desiguales”. El principio de
igualdad ante la ley se encuentra asimismo consagrado a lo largo del Título Primero de
la Constitución, cuando se configuran los derechos y libertades fundamentales.
- El pluralismo político, como valor superior del ordenamiento jurídico tiene su principal
manifestación en el art. 6 de la Constitución que establece: “Los partidos políticos
expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad
popular y son instrumento fundamental para la participación política”. En este mismo
sentido se expresa el art. 7 de la Constitución: “Los sindicatos de trabajadores y las
asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses
sociales y económicos que les son propios”.