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UN ESTUDIO DE GRABACIÓN CASERO (Primeros pasos).

La potencia de la informática actualmente es tan grande que permite realizar miles de actividades
que antes eran imposibles, una de ellas es el reemplazo de muchos elementos de sonido que eran
privilegio de los grandes estudios de grabación por sus enormes costes. Si se avanza poco a poco,
se puede lograr una calidad sorprendente en la grabación y edición de música.
Como la mayoría de las cosas importantes de la vida, esta actividad requiere tres grandes cosas:
“Experiencia, esfuerzo y estudio”. La primera de ellas se va adquiriendo paso a paso y cuanto
mayor sea el “esfuerzo”, más rápido se irá adquiriendo. El “estudio”, es el primer factor que va a
marcar la diferencia entre la calidad casera y lo profesional, pues verdaderamente si te estás
iniciando en este tema, no queremos mentirte, no es fácil, todo lo contrario, es extremadamente
difícil (y aquí está lo interesante del desafío). Recuerda que este tema es todo una carrera terciaria o
universitaria (Técnico o Ingeniero de sonido), pero no pierdas la esperanza, pues también existe
gente que es brillante en informática y tampoco es Ingeniero, lo logran con un gran esfuerzo y
mucha autopreparación.

En estas breves líneas, solo queremos que des tus primeros pasos y que aceptes el desafío, para que
tomes el primer envión, y luego por inercia, irás investigando en el gran mundo de Internet y verás
que si sigues firme a estos tres valores, llegarás a ser todo un profesional.

Seguramente a medida que vayas progresando, querrás adquirir mejores elementos de hardware
pues irás notando la diferencia entre los componentes de calidad y los dispositivos que trae
incorporados un ordenador estándar, pero para esto tendrás que pasar muchos meses estudiando y
evaluando, en los cuales te sobrará con el ordenador que tienes actualmente, así que te proponemos
que no pierdas más tiempo y empieces a tomar nota da estos primeros consejos, ah...........y no
olvides que a medida que vayas creciendo si quieres seguir nuestros principios de “musicalibre”,
deberás empezar a enseñarnos a nosotros y al resto de los miembros lo que vas descubriendo, así
nos nutrimos todos, realiza buenos apuntes, así nos sirven a todos !!! (esto es musicalibre.es).

De lo analógico a lo digital:

Cuando hablamos, cantamos, al vibrar una cuerda, al soplar un instrumento de viento, etc. La onda
que se genera se denomina acústica, es decir que “mueve el aire”, por así decirlo, y por esta causa es
que el tímpano de nuestro oído vibra y podemos escucharla, y a su vez, este tipo de señal es
analógica por excelencia, es decir que si la viéramos representada por algún instrumento de
captación, se graficaría un “continuo”, lo que equivale a imaginarse un puntito al lado del otro, sin
ninguna separación entre ellos.

El otro tipo de señal que debemos mencionar (tanto acústica, como óptica, o eléctrica), es la señal
digital, la cual tiene una sola explicación 1 y 0, luz o no luz, tensión o no tensión, varón o mujer
(Creo que este último ya no vale más en el siglo XXI). En definitiva, únicamente DOS ESTADOS,
lo que en informática se denomina bit.

Por supuesto, al tener solo dos estado, tendré únicamente dos opciones (hasta acá vamos bien), pero
si empiezo a agrupar varios bit, puedo lograr muchas más, y cuanto mayores sean mis unidades de
agrupación, más cantidad de opciones tendré (esto se suele llamar cantidad de umbrales), es decir, si
tomo como agrupamiento dos bit, tendré cuatro opciones o combinaciones (00, 01, 10 y 11), con lo
cual, en lo que a nosotros nos interesa aquí, podría representar cuarto sonidos diferentes. Si agrupo
de tres bit, tendré ocho (000, 001, 010, 011, 100, 101, 110 y 111), por lo tanto se le podrían asociar
ocho sonidos, si seguimos analizando esto, con ocho bit tengo 256 combinaciones (comunmente
llamado Byte), con 16 tendré 65535, con 20 aproximadamente un millón (lo que se denomina un
Megabit), con 24 bit aproximadamente 16.000.000, y así sucesivamente......

Cuanto más cantidad de bit se adopten para representar una señal, mejor calidad tendrá las misma,
pero esto también tiene un límite, superado el cual, en el caso del oído humano, sería incapaz de
detectar y por lo tanto de nada sirve ser exagerado con esto, pues el único que notaría la diferencia
sería Rin Tin Tin o Lassie (Para los muy jóvenes estos fueron dos famosos perros de la TV, creo
que aún era en blanco y negro, lo cual dicho sea de paso necesitaría menos bit que la de color). Un
buen ejemplo de esto ya que estamos metidos en temas informáticos, es cuando se configura el
monitor del ordenador: Los primeros monitores color tenían 16 colores (fue increíble poder
cambiar los insufribles colores blanco y negro), pero la verdad es que si lo miramos con ojos de
siglo XXI, se veía ¡¡¡ horrible !!!, luego se empezaron a poder definir 256 colores (a alguno todavía
le puede suceder, cuando no reconoce bien la tarjeta de vídeo, por defecto suele trabajar en 256
colores), y si bien ya se ve mejor (pues hay más definición o más umbrales), para el caso de una
fotografía, sigue siendo mala calidad. Hoy una tarjeta de vídeo, se configura casi seguro con 16 o
24 bit, es decir en este último se posee un degradé de 16.000.000 de colores, ante lo cual, el ojo
humano es absolutamente incapaz de detectar la diferencia entre el color número 12.345.777 y el
12.345.778, pues es a nuestros sentidos un continuo, sería como estar mirando el arco iris un día de
lluvia. Recapitulando esto de los umbrales:

Cuánta mayor cantidad de bit emplee para representar una


señal digital, mejor será su definición, ¡ pero sin exagerar !,
pues existe un límite real y calculable, que si se sobrepasa, sólo
se logra demorar el funcionamiento del sistema y sin sentido.

El cálculo de este límite lo desarrollo un tal Niquist y se llama teorema del muestreo o Ley de
Niquist, y se encuentra explicado más en detalle en los siguientes documentos:

- modulacion (AlejandroCorletti).pdf
- codificacion de informacion (AlejandroCorletti).pdf
- caracticas de las señales (AlejandroCorletti).pdf

Entonces, lo que interesa saber aquí es que se puede pasar de una señal analógica a digital y
viceversa, casi sin limitaciones. Se debe tener en cuenta siempre la elección de la calidad de la
conversión (este tema nos acompañará siempre que trabajemos con audio digital).

El oído humano, solo es capaz de distinguir frecuencias desde unos pocos ciclos por segundo
(Técnicamente llamados Hercios o Hertz, y se abrevian “Hz”) hasta unos 20.000 Hz (son límites
solo para “oídos expertos”, pues la inmensa mayoría de los mortales poseemos un rango mucho
menor). El teorema del muestreo dice que para no perder absolutamente nada de la señal al pasarse
de analógico a digital, se debe tomar tantas “MUESTRAS” de la misma como el doble de su
máxima frecuencia. En el caso de dedicarse a “muestrear” una señal acorde al oído humano,
entonces, bastaría con tomar 20.000 [ciclos/seg] x 2 = 40.000 [muestras/seg]. Una vez tomadas
estas muestras, se debe decidir con cuántos bits se van a representar cada una de ellas, es decir que
agrupación de bits se empleará (son los umbrales que mencionamos antes). Este paso se llama
“Cuantificación” y es el único paso donde sí se pierde información, la cual por supuesto será de
mejor calidad, cuanto mayor cantidad de umbrales se elijan, es decir con cuanta mayor cantidad de
bit represente cada muestra. Supongamos que quisiéramos hacerlo en el ejemplo anterior con 8 bit
por muestra, tendríamos una señal digital de 40.000 [muestras/seg] x 8 [bit por cada muestra] =
320.000 [bit/seg]. El último paso es la codificación, el cual emplea diferentes formatos de
representar cada una de estas secuencias de bit.
En el caso de un CD de música, emplea una frecuencia de 44,1 muestras/seg y las cuantifica a 16
bits, es decir que trabaja a 705 kbps (kilo bit / seg).

Este tema de la conversión analógica digital, te acompañará hasta tus últimos días de “músico
digital”, así que no lo dejes de lado, pues en muchos casos tendrás que decidir con qué frecuencia
de muestreo deseas trabajar y con cuántos bit representarás cada muestra. Lo importante de todo
esto es que no te olvides que a mayores valores, requiere más capacidad de procesamiento y espacio
de almacenamiento, el primero, muchas veces te lo va a acotar el ordenador, la tarjeta de audio y la
memoria RAM que poseas (Estos son tres factores vitales para hacer música con ordenador).

EL TEMA DE LAS PISTAS

Cuando empieces a trabajar con algún software que te permita crear, modificar y operar con
Sonido, el primer concepto que debes tener en cuenta es que se trabaja por pistas. Las pistas son
diferentes canales de sonido, con los que puedes trabajar. Hay pistas de audio y pistas MIDI (lee el
artículo sobre MIDI), acorde al software que emplees, tendrás más o menos, pero lo importante a
tener en cuenta es que al trabajar con pistas, lo haces con cada una por separado y después puedes
irlas escuchando simultáneamente, eligiendo las que deseas escuchar y las que no, controlando el
volumen, los efectos, la ecualización, etc., de cada una de ellas independientemente, hasta que
quede terminado tu trabajo (Luego de muchas, muchas, pero muchas.... horas de tarea) y decidas
grabarlo en un formato en el que lo puedas reproducir cono un solo tema, aunque luego puedas
seguir haciendo los cambios que desees, siempre que mantengas guardadas las pistas por separado.

En estos textos, vamos a tratar de no hacer mención a los diferentes software de mercado
comerciales o gratuitos, para centrarnos en los conceptos que necesitas conocer.

La fase final entonces es generar un archivo único que integre todas las pistas que fuiste trabajando,
esta actividad dependiendo del software que emplees, podrás hacerlo con el mismo o se hará
empleando otro, que inclusive puede llegar a ser la misma grabadora de sonidos de Windows. Aquí
el tema es el formato final con el que guardas este archivo, el cuál básicamente puede ser
comprimido o no. La metodología de compresión de audio, responde a diferentes tipos de
algoritmos, que lo que hacen es “agrupar” de diferentes maneras las secuencias de bit, para poder
reducir el tamaño del archivo (léelo más en detalle en el artículo de compresión de música),
nuevamente volvemos a la idea de que cuántos menos bits emplees en la compresión, menor será el
archivo, pero más se degradará la música y viceversa. En el caso de no comprimir, tendrás como
resultado un archivo de audio, que estará listo para ser grabado en un CD para ser escuchado en
cualquier equipo de música, lo cual te aconsejamos que lo hagas agrupando varios de tus temas y
empleando algún software de grabación adecuado a tu grabadora de CD. Otra alternativa también
de mucha menor calidad, pero te puede servir si no tienes grabadora de CD, es el realizar la
grabación a un cassette de música estándar, lo que puedes realizar, conectando la salida “out” de tu
tarjeta de salida a la línea de entrada o micrófono de cualquier grabadora da cassette, y renegando
un poco con los volúmenes.

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