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'
5
Asegurar la forma del texto
1
1
(crítica textual)

La primera tarea, al estudiar los textos del Nuevo Testan1er1to,


consiste en cerciorarse de que el texto que tenernos a la vista
concuerda con el que salió de la ma110 del autor. De ello se ocupa
una ra1na especializada de las ciencias del Nuevo Testa1nento, a
saber, la crítica textual.

La crítica textual del Nue''º Testamento parte de los manuscritos


existentes para reconstruir el texto original (que ya no se conserva) del
Nuevo Testarnento.

Teniendo en cuenta la alta especialización de las investigaciones


de crítica textual, aquí no podremos más que exponer algunos
conceptos fundamentales que por lo menos permitan al principian-
te utilizar adecuadamente las dos ediciones manuales más usadas
del Nuevo Testamento : Nestle - Aland, 26.ª edición, y Tl?e Greek
New Testament, 3.ª edición. En adelante nos referiren1os a estas
dos ediciones. Además, el estudiante tendrá que conocer los ma-
nuscritos más importantes )' las familias de manuscritos más im-
portantes, y teniendo en cuenta los criterios de la crítica textual,
deberá verificar las decisiones de crítica textual que se adoptan en
1
los come11tarios y estudios científicos •

1
Un fin didáctico parecido se propone también Conzeln1ann - Linden1ann,
Arbeitsbuc/1, 20.
'


56 Etapas preparatorias del análisis í.
·I '

Lecturas

Casi todos los libros de metodología ofrecen también una i11tro- r


ducción e11 los métodos de la crítica textual. Como obra fu11da1nental
de introducción y con10 obra de const1lta por su riq11ísima informa- •

ció11, puede recome11darse: K. y B. Ala11d, Der Text des Neu.en. Testa-


ments. Einführung in die wisse11schaftlicl1en Ausgaben und in Theorie
wic Praxis dcr lv1etl1ode11 der ,_fcxtl(ritil( (Stt1ttg,1rt 1982) 2•

1. Teoría subyacente a la crítica textual


3
sobre el origen de variantes y tipos de textos
El texto griego del Nuevo Testa1nento se difu11dió en 1nanuscri-
tos hasta que se prodt1jo la inve11ción de la in1pre11ta. No se conser- f
van los originales de los escritos del Nt1evo Testan1ento; se conser-
van las copias del texto en lengua griega y los textos de las traduc-
cio11es (algunas de las cuales son mu)' antiguas). Los ma11uscritos
co11servados se extienden desde el a11.o 130 p. C. hasta entrado el
siglo XV. ·Los 1nanuscritos n1ás fan1osos son los papiros, que datan
de principios del siglo III, y los grandes códices del siglo IV.
Aden1ás de los testi1nonios directos del texto griego que se hallan
en los manuscritos, l1ay tambié11 testin1onios indirectos en los
escritos d·e los Padres de la Iglesia.

1.1. 01-igen de las variantes

Los manuscritos ofrecen el texto del Nuevo Testa1nento con


nun1erosas variantes (o lecciones diversas) de escasa importancia o
1

también más importa11tes .

Las variantes surgen cuando al copiar los manuscritos se deslizan


errores o cua11do se introducen conscientemente correcciones. ¡

2
Una introducción detallada y u11a ejercitació11 e11 la crítica textual la ofrece11
·tan1bién: B. M. Metzger, The Text of the New Testament (Nueva York - Londres
1964; trad. alemana: Der Text des Neuen Testaments (Stuttgart 1966]), )' las obras de
i11troducción de Kümn1el y Wik.enhauser - Scb111id. I11troduccio11es breves se en-
cuentran en Co11zelma11n - Li11de1nann, Arbeitsbuch, § 4; Strecker - Schnelle,
Einfüf.Jrung, 23-39; Zin1mer1nann, Methoderilehre, cap. 1 (trad. esp. de la prin1era
edició11 alen1ana: Los métodos /Jistórico-críticos en el N1lf.evo Testamerzto); B. M.
Metzger, A Textual Commenta?)' on the Greek New Testan1ent (Lo11dres 1971)
.,
XIII-XXXI; C. M. Martini, JI testo bíblico: 1 libri di Dio. Introduzione ge11erale alla
Sacra Scrittura (Turín 1975) 502-551.
3
A propósito de ello, véase especialn1ente Aland, Der Text, 57-81.
1
j
Ascg1trar la forma del texto 57

No ha)' nj dos manuscritos que sean comp letamente iguales.

(Original)

Copia Copia

Copia
• •
x-var1antes •
y-var1antes z -var1antcs

Copia

Copia
1
Copia
/
Copia
""
Copia
x+a variantes x+b variantes )'+e varían tes z+d variantes z+e variantes

I;igura 7. Origet1 (Le las v ariatitcs.


.
Las fuentes inconscientes de errores son: confusión de letras
por el cop ista (J\.J\. - M); errores de audición (cL1ando se cop ia a]
dictado, )' ª que el y· l se pronunciaban igual); eq uivocada separa-
ción de palabras ()' ª q L1e era corriente la scriptio continua o escribir
sin separar las palabras); duplicación de letras o de palabras; 01ni-
siones (por saltarse de un a frase a otra, cuando las dos com enzaban
o terminaban igual); inserción de notas al margen; armonización

con lugares par~lelos que le resultaban fa111iliares al copista (asimi-
lación de Me 1, 34 a Le 4, 41 ).
La corrección consciente puede basarse en la intención de en-
mendar lugares del texto que al copista le parecían defectuosos (Me
1, 2: «en los profetas», en vez de «en el profeta Isaías»; Le 2, 43:
«]osé)' María», en vez de «sus padres»; Le 24, 13: «ciento sesenta»,
en vez de «sesenta » estadios); alteración de la ortografía, la gramá-
tica y el estilo (por ejen1pl o supresión del asíndeton), etc.
Las alteraciones pueden ser más bi en de naturaleza casual o se
pueden efectuar también de manera sistemática. Cuando hay una
modificación sistemática (es decir, c;uando se establece un texto con
arreglo a determinados criterios), se habla de revisión/ recensión.
Claro está que en los estudios. de investigación se discute hasta qué
punto los tipos de textos que se van a mencionar a continuación
son resultado de una recensión.

1.2. Origen de las familias de manusc1·itos


J' de los tipos de textos

La listá de los manuscritos n1ás in1portantes y de las indicacio-


nes necesarias para reconocerlos se .halla en N estle - Aland y en Tf?e

58 Etapas preparatorias del análisis

Greek New Testament. Ofrecemos a continuación datos estadísti-


4
cos acerca de los manuscritos :

Núrnero Nombre Designación Material Edad



88 Papiros p + nÍlmrro Papiro


.
1-Iasta entrado
el s. VIII
274 Mayúsculos A, B, C, etc. Pergamino Siglos IV-IX
01,02,03, ... DW
2800 Minúsculos 1,2,3, ... Pergamino Siglos IX-XV
(en cifras
redondas)
211 o Leccionarios 11,12, 13, ... Pergamino
(en cifras
redondas)

Algunos manuscritos son tan importantes que, en la edición de


Nestle - Aland, se citan en relación con cada pasaje 5. Se consideran
5 6 75
como los manuscritos más i1nportantes: ?4 ?6 P (especialmente
, ,
valioso); B (Codex Vaticanus, especialn1ente valioso); ~ (Codex
Sinaiticus); D (con numerosos proble1nas); W y e.

En los primeros siglos de la era cristiana se desarrollan los llamados


6
«textos locales» • .

Con motivo de la fundación de nuevas comunidades en las


cercanías de las grandes ciudades, por ejemplo Alejandría, Antio-
quía, Roma, etc., se transmitían también ejemplares de los escritos
sagrados, y por cierto en la forma textual que era corriente en
aquellas ciudades. A partir de mediados del siglo II, «la formación
de cada una de las comunidades cristianas nuevas significa la apari-
ción de nuevos manuscritos del Nuevo Testamento » 7 . Cuando se
sacaban copias, éstas mostraban las mismas variantes textuales que
las que había en los textos empleados en las comunidades madre (a
lo que se añadían a veces nuevos errores/varianies al confeccionar

~ Datos según Alar1d Der Text, 94-171 .


1

s La lista en Alar1d 1 Der Text, 247-251.


" Sobre los «textos locales» (local texts), véase también Metzger, Commenta1) 1,

XVII.
- Aland, Der Text, 65.
Asegurar la forma del texto 59

las copias). De esta manera aparecen «familias de textos», es decir,


grupos de n1anuscritos que dependen unos de otros y cuyo árbol
genealógico se puede reconstruir, por ejemplo las familias 1 y 13
8
atestiguadas por manuscritos desde el siglo XII • En los diversos
ámbitos geográficos había actitudes distintas con respecto a la
exactitud Y. El texto sigue siendo aún un «texto vivo» 10 • En algunas
regiones se· co11sideraba como obligación suprema la fidelidad lite-
ral en la transcripción, ateniéndose por ejemplo a las ideas de la
crítica textual, como existían ya en la antigüedad. Esto se aplica
seguramente a la región de Alejandría, concretamente a los manus-
critos P6('>, P75 y al manuscrito B (Codex Vaticanus). En otras
regiones había más libertad con respecto a la fidelidad al pie de la
5
letra (por ejemplo en la región del ?4 • Este origen local de los
manuscritos y la manera de copiar son las condiciones previas que
deter1ninaron que hubiese varios tipos textuales del Nuevo Testa-
mento. Cuando, después del giro constantiniano en el siglo IV,
hubo que proporcionar manuscritos a muchas comun idades, ad-
quirieron influencia determinante aquellas formas textuales y aque-
llos manuscritos que servían de modelo en los escritorios eclesiásti-
cos 11• En la investigación se mencionan principalmente cuatro
tipos de texto 12 •
El tipo de texto alejandrino se halla atestiguado por los papiros
P66, P75 , los códices B, K, A (Hch) y por las antiguas traducciones
coptas. El arquetipo de esta forma de texto puede seguirse hasta los
siglos II/ III de nuestra era. Las características de la forma de texto
alejandrino son la brevedad y el rigor de la forma de expresión .
8
Martini, !L testo, 509.
9
Esto se prueba mediante un anál isis de los errores de los diversos manuscri-
tos; véase Martini, JI testo, 519: P71 tiene principalmente errores de letras, ?66 errores
de sílabas, P"j errores de palabras (trasposiciones).
10
Aland, Der Text, 79.
11
Aland, Der Text, 80s.
1
12
Por «tipo de texto» se entiende, según Martini, JI testo, 509, no tanto un
grupo de manuscritos cuanto una totalidad de variantes que aparecen en determina-
dos códices y que parecen tener origen común. En la investigación, la clasificación
de n1anuscritos según tipos de textos ha desempeñado un gran papel: Zimmermann,
Methodenlehre (trad. esp.: los métodos histórico-críticos); Metzger, Commentary, )'
Martini, // testo, los mencionan, y lo mismo hacen Conzelmann - Lindemann y
Strecker - Schnelle. Aland, Der Text , 57-81, no agrupa tanto los manuscritos por
tipos de texto, sino que hace diferencia entre un «texto anterior» (que existió como
texto-norma, como texto un tanto libre y como texto fijo) y las formas de texto
1
posteriores obtenidas mediante una determinada <<canalización» (la forma alejandri -
no-egipcia; la forma antioqueno-bizantina); otras formas de texto, sobre todo la
«forma de texto occidental», son según Aland inciertas. Para las listas y manuscritos,
o rd enados por fam ilias, véase Metzger, Commentary, XX IX -XXXI; Martini, Jl
testo, 521 -530.
60 Etapas preparatorias del análisis


Este texto es, e11 general, más. breve que los demás tipos textuales )'
muestra menos correcciones gratnaticales y estilísticas.
El «texto occidental», cuyas formas precedentes y for1nas cola-
terales pueden seguirse l1asta los siglos III/ IV, está atestiguado por
los códices D, W (para Me 1, 1 - 5, 30), P38 y ?48, las traducciones
vétero-latinas y los escritores eclesiásticos latinos. Esta fortna del
texto (especialn1ente en la versión de D) gusta de la paráfrasis y
efectúa trasposiciones y correcciones. Los Hechos de los apóstoles
son un 10°/o n1ás extensos que en el texto de los demás manuscritos.
La peculiaridad y el valor de este tipo de texto son objeto de
controversia e11 la investigación 13 •
El tipo de texto bizantino, al que pertenece11 casi todos los
i11anuscritos d esde los siglos VII/VIII, es un tipo de texto bastante
u11iforn1e que muestra que ha sido pulido lingüísticamente (predi-
lección por las composiciones sintácticas), es elegante en la expre-
sió11, tiene correcciones estilísticas (el aoristo en 1L1gar del presente
1
~
histórico). Esta forma 'de texto es resultado de un proceso de
l

recensión que segurame11te con1e11zó en Antioquía y que luego


co11tinuó e11 Biza11cio. Este texto fue utilizado co1no texto koiné ( =
<<común») en el imperio bizantino. Importantes manuscritos de
este tipo sorl A (evangelios), E, F, G, H, K, etc.
Muchas veces se supone en la investigación que hay ur1 cuarto
tipo de texto, el tipo textual de Cesarea, representado por P' 5 y los 1

inanuscritos
,,,..
e
y W (Me 5, 31 - 16, 20).
1

1
1 1.3. Ediciones manuales modernas 1

del Nuevo Testamento 1


1
1
1
Co11 ayuda de la crítica textual puede reconstruirse la forma de
texto qu e se usaba corrientemente en las Iglesias hacia mediados del l
siglo II. El resultado de las investigaciones en materia de crítica 1
' ¡•

textual está condensado en las ediciones críticas del Nuevo Testa- 1


1
me11to 14 • Para comenzar el estudio científico del Nuevo Testamen- 1

to so11 suficientes las me11cio11adas ediciones n1anuales de Nestle -


Aland y The Greek New Testament (de este último existe una

13
Principaln1cnte Aland, Der Text, 63s, se declara en contra de la idea de que el
1
occidente haya desarrollado una forma de texto propia. Segú11 Aland, Der Text, 248,
el c?dice D tiene particular in1portancia cuando concuerda co11 los den1ás grandes '
1

testigos. l
14
Para una visión de conjunto sobre la 11istoria de las investigaciones en
materia de crítica textual, véase Ala11d, Der Text, 13-56, )' los 1nanuales.
1

1

l
!

1
Asegu:rar la forma del texto 61
1

edición especial con introducción en español y vocabulario griego-


español del NT). Ambas ediciones ofrecen como texto principal el
texto del Nuevo Testa1nento reconstruido por reconocidos espe-
cialistas de nivel internacional e intercor1fesional, gracias a una
ardua labor de crítica textual. En cuanto al tenor del texto princi-
pal, las dos ediciones : Nestle - Aland y The Greek New Testament

son idénticas 15 •
Tl1e G·reek New Testament es una edición crítica para traducto-
res, en la que se l1allan consignadas y atestiguadas detalladamente
las variantes principales (u11as 1.440). Además, los editores ofrecen
una \raloración de las diversas variantes, un índice de lugares parale-
los )' , lo que es importante para los traductores, u11 aparato con
signos de puntuación que muestra la estructuración que se hace de
las frases del texto en las ediciones modernas más importantes del
Nuevo Testamento. En un tomo complementaric) se expone11 las
razones en que se han basado los editores para adoptar sus decisio-
nes relativas al texto .
16
Nestle - Ala11d ofrece un aparato crítico mucl10 más detallado
que el de The Greek New Testament )', además, una indicación
muy abundante de los pasajes paralelos.

2. El método de la crítica textual


La reconstrucción del texto griego se efectúa en sucesivas etapas
de trabaj<? . Después de cotejar las variantes existentes de un pasaje
bíblico (colación) 17• ) ' de agrupar las variantes, se sacan conclusio-
nes retrospectivas, a base del material existente, para hacerse una
idea de cuál fue probablemente el texto original.

Para la reconstrucción del texto original se aplican criterios extrínsecos


(exteriores al texto) )' criterios intrínsecos (interiores al texto) 18 •

15
Sobre el origen del nuevo «texto estándar», véase Aland, Der Text, 40-46.
16
Nestle - Aland, 26.ª edición, es una refundición completa de la 25. ª edición,
en lo que se refiere a las variantes aducidas, a las introducciones, etc.
17
Esto no puede hacerse hO)' día si110 en grandes centros de investigación con10
el «lnstitut für neutestamentliche Textforschung » («Instituto para la in·vestigación
del texto del Nuevo Testan1ento»), de Münster en \Xlestfalia (República Federal de
Alemania).
18
Véase, a propósito de ello, Ala11d, Der Text, 288s: Doce reglas fundame11ta-
les, )' entre los manuales véase principalme11te Metzger, Comn1entary1, XX\1-
XXVIII.
1

62 Etapas preparatorias del análisis


l

Si se tienen en cuenta los criterios extrínsecos (es decir, basados


en la peculiaridad de los manuscritos), una variante estará proba-
blen1ente ei1 el texto original,
- cuando la variante se halla atestiguada numerosas \reces, es
decir, si se encuentra docun1entada en muchos 1nanuscritos. Esto se
denomina atestación múltiple;
- cuando la variante aparece en manuscritos antiguos)' conoci-
dos por su fidelidad (por ejen1plo el Codex Vaticanus) o cuando
está atestiguada por un tipo de texto que en general merece con-
fianza. El principio dice así: la mayor antigüedad de un manuscrito
habla en favor de una mejor calidad, y : la calidad prima sobre la
ca11tidad;
• - cuando la variante está atestiguada en manuscritos que son
independientes u11os de otros tanto en el aspecto genealógico (o de
su origen) como en el geográfico. Por consiguie11te, una variante
1 será la lección origi11al cua11do esté documentada por testigos tex-
tuales procedentes de diversos tipos de texto. Este criterio es espe-
cialmente importante para la valoración de las lecciones variantes
que proceden del manuscrito D .
Si se tienen en cu en ta los criterios intrínsecos (es decir, los
criterios basados en la comparación de las \ ariantes y en las ideas
1

sobre cómo se transmitieron en general los textos), entonces una


''ariante se hallará probable1nente en el texto original,
.:.. si la lección variante es e11 sí difícil (ardua) y pudo dar moti''º
a que el copista la corrigiera, la lección más difícil será más proba-
blemente la original (lectio difficilior - potior);
- si la lección variante es más concisa (lectio brevior - potio1·);
- si la lección variante es la que más corresponde al estilo, al
léxico y a las ideas teológicas del correspondiente autor, y al
contexto inmediato;
- si la lección variante no delata la influencia de pasajes parale-
los (lección i10 ar111onizante). En efecto, la Jnodificació11 de textos
para adaptarlos a textos paralelos se explica por el l1echo de que, al
copiar textos, al copista se le deslizan palabras de un texto paralelo
que le resulta familiar.

Será con n1ás probabilidad la lección origi11al aquella \ ariante en


1

la que concuerden los criterios extrínsecos )' los criterios intrínse-


cos. Pero es mu3 frecuente que an1bas clases de criterios no señalen
1

en la misma dirección; y así, por ejemplo, u11a ·lectio difficilior


1

1
1
1
Aseg11rar la fc>rn1a tlel te-"Cto 63

atestiguada pc)r un solo 111anuscrito difícilmente será la lección


original. Luego, 111 ediantc una especie de prueba a la inversa, puede
expl icarse también por qué el texto original se fue 111odificando en
un sentido deter1ninado al irse efect uando las sucesivas copias .

.INDICACIONES PARA HACER TRABAJOS


DE CRITICA TEXTUAL

Determinar, mediante ediciones recientes del texto del NT, las \'arian-
tes que existen en la Ject11ra de 11n lugar bíblico deter1ninado.
1
Las \'ariantes ¿pueden relacionarse con detern1inados tipos de texto?
¿Qué diferencias de significado dimanan de las diversas ,-ariantes? ¿Se
trata de \'ariantes que n1odifican el sentido?
Reflexio11ar, basándose en los criterios intrínsecos ,. extrínsecos de la
'
crítica textual, para dcter1ninar qué lección \'ariantc pudiera ser la origi11al.
1
Establecer con10 control retroacti\'O de la \'ariante prcfcrida, siempre
que sea posible, el árbol -ge11calógico de !as \'ariantcs docun1entales.
1 Cuando se utilizan comentarios: determinar qué criterios han determi-
l
nado la elección del texto, al efectuarse la crítica text11al.
1

3. Ejemplos
Entre los fines didácticos de la presente secc ión, se mencionaba
l
1
el de capacitar para la verificación de las decisior1es de crítica textual
adoptadas en los comentarios }' en los trabajos cie11tíficos. Con
arreglo a este fin didáctico, se estudiarán de manera especial en los
siguientes ejemplos las decisiones de crítica textual que se adopta-
ron en esos trabajos.

3. l. Ef l, 1: « ¿,, 'Eq;ta Q.> »


La indicación de lugar «en Efeso» falta en importantes manus-
critos antiguos. St1rge entonces el problema de saber a quiénes iba
dirigida la carta. Esta cuestión de críti ca textual está asociada con la
cuestión de saber quiénes son los destinatarios de la ca rta, porque
Ef no ofrece indicaciones sobre destinatarios concretos )' sobre la
si t11ación en que éstos se enco11 traban.
La dificultad inherente a ~ste problema de crítica textual apare-
11 64 . Etapas preparatorias del análisis
i
l ce )'ª en las ediciones manuales: The Greek New Testament y
Nestle - Aland i11sertan <<EV 'EcpÉO(P» en el cuerpo principal del
19
texto, pero lo encierran entre corchetes • En The Greek New
Testament, la inserción de <<EV 'EcpÉOQJ» está valorada con /C/, es
decir, los editores tenían considerables dudas de que la variante
mejor se encontrara en el cuerpo del texto o en el aparato crítico.
Los resultados del estudio son los siguientes: El texto más
breve, sin i11dicación de lugar, lo ofrecen algunos testigos impor-
ta11tes: ?4 6, B, l\, 424c 1739, y algunos manuscritos mencionados
por Basilio el Grande, y asimismo el texto que fue utilizado por
Orígenes. El texto más largo se encuentra en los mejores manuscri-
tos; Ja variante fue consignada tamb.ién por los correctores en los
manuscritos l\ y B.
E11 favor de la lección breve, que es también lectio brevior )'
1
lectio diffl,c·ilio1·, y que aden1ás está atestiguada por manuscritos
antiguos de la 1nejor calidad (como l\ y B ), habla la siguiente
1
observación: «Según todas las reglas de la crítica textual, esta
variante es la más antigua» 20 . La traducción del texto breve dice
1 21
así : «a los santos y creyentes en Cristo (que hay allí)», porque las
palabras «tül.<; o'ÓoLV» no pierden su sentido cuando no se hace
1
indicación de lugar, sino que n1uy bien pueden sign ificar «los de
allí», según confirman las expresiones idiomáticas atestiguadas en
• •
papiros griegos.
Tal como están las cosas, Schnackenburg y Mussner 22 se deci-
den' en favor del texto breve. Ambos explican la inserción del
1 non1bre de lugar diciendo que se echaba de menos una indicación
de lugar (como aparece en todas las cartas paulinas) y que, sabiendo
que Pablo había trabajado mucl10 tien1po e11 Efeso, se insertó este
dato sobre el lugar. Aunque la aplicación de los criterios intrínsecos
y de los criterios extrínsecos habla en favor del texto breve, Gnilka
sostiene que la indicación de 1ugar pertenece al texto original.
Aduce los siguientes argumentos: «La falta de una indicación de
lugar sería un ejemplo sin precedentes»; «No habría caso alguno en
que tina con1unidad l1ubiera usurpado para sí una carta» 23.

l'J Los editores de TJ1e Greek New Testame11t fundamentan esta valoración en
la difícil situación del text o. Véase Metzger, Com1nentar; 601. 1,

2
c H. Schlier, Ep/1 (Düsseldorf 6 1968) 30 (Traducción española en prensa).
21
Según R. Schnackenburg, Eph (EKK; Zurich 1982) sub loco.
22
Schnackenburg, //:;íd.; r:. Mussner, Ep/1 (ÓTB; Gütersloh 1982) 35s («pare-
ce ... que no es ()riginal » ).
23
J. Gnilka, Epl; (HThK; Friburgo 1971 ); asi111is1no A. Lindemann, Bemer-
Aseg11rar la _for1na del texto 65

3. 2. Me 1, 1: «utoü {}c:oü »

Al comienzo del evangelio de Marcos, la variente «'\Jloü (-coü)


'frcO'Ü», en la que aparece un título cristológico importante para Me,
no se l1alla atestiguada en algunos documentos textuales importan -
.
tes y antiguos .
.
El problema de crítica textual aparece también en las ediciones
111anua les Thc Greek New Testa1nent, 3.:i ed., y en Nestle - Aland,
26:' ed., pero no encuentra en ellas una solución definitiva : en el
cuerpo del tex·to se pone entre cor chetes «'\JLO'Ü 1tcO'Ü»; The Greek
New Testament valora con /C/ la originalidad del texto extenso
(duda consid erable).

La aplicación de los criterios extrínsecos indica 1nás bien que la


versión larga es la original. En efecto, la versión larga está, cuan tita-
ti\1am ente, n1ucho mejor docume11tada que la versión breve (véase
el aparato crítico); se halla atestiguada, además, por r epresentantes
de diversos tipos de texto (el tipo alejandrino y el tipo occidental).
Indud ablemente, la versión breve posee gran antigüedad. Pero la
abreviación de la versión larga podría explicarse por un error del
copista, )'ª que las abreviaturas que se e1npleaban corrientemente
para escribir los nombres divinos (Gcós;, Ytós;) podían inducir a
confusión, haciendo que se saltara algo (lo que suele llamarse
«l1omeoteleuton» ). L os criterios intrínsecos hablan parcialmente en
favor de la versión breve : Se trata de una lectio brevior que está
documentada por importantes )' buenos testigos de la tradición
textual. La ampliación de la versión breve se explicaría por la
24
tendencia a insertar títulos cristológicos • Claro que a esto se
opone el hecho de que la designación de «Hijo de Dios», que figura
ya al comienzo de la obra, corresponde a la teología de Me: La obra
habla de la revelación paulatina del «Xgtatós;» (Me 8, 29) y luego
del « Yto~ 8cO'Ü» (Me 13, 39) 25 • Mediante el título que figura al
corllienzo, Me crea un arco de tensión que abarca toda la obra
(véase también 1, 11 ; 8, 29; 9, 7; 14, 61) y ofrece al lector una ayuda
para la lectura.

ku11gen zu den Adressaten u11d zum Anlass des EplJeserbriefes: ZNW 67 (1976)
235-251.
24
Principalmente por esta razón, R. Pesch, Mk (HThK; Friburgo 1976) 1, 74,
cree que la versión breve es la original.
25
Aunque el título de «Hijo de Dios», empleado en Me con bastante frecuen-
cia, no sea producto de la redacción, con10 supone Pesch, Mk, I, 74, hay que tener
en cuenta, además, que la cristología del Hijo de Dios es típica de M e.

- .
1
1 •
1

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