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Solemos tener dudas con el “por qué”, el “porqué” y el “porque”, pero tendemos a olvidarnos
de la situación que suele generar más problemas: la distinción entre la conjunción átona
“porque”, que introduce una oración subordinada que expresa la causa de algo, y la grafía “por
que”, en la cual, “que” es una conjunción o un pronombre relativo. Normalmente, no tenemos
problema a la hora de utilizar la conjunción (“no lo hago porque no quiero”), pero con
demasiada frecuencia, solemos sustituir “por que” por “porque” por temor a equivocarnos.
Hay dos pistas que nos ayudan a averiguar cuándo debemos escribir ambas palabras
separadas. Por un lado, si la proposición “por” está exigida por un elemento de la oración
principal, como un verbo, y el segmento introducido puede sustituirse por “algo” o “esto”. Es
lo que ocurre con “el partido votó por que su candidato dimitiese” o “se decantó por que
viniese a mediodía”. Por otra parte, cuando “que” funciona como un pronombre relativo, los
artículos “el”, “la”, “los” y “las” pueden intercalarse entre la preposición “por” y el pronombre.
Es el caso de “los caminos por que caminaba estaban llenos de barro”, que también podría
escribirse “los caminos por los que caminaba estaban llenos de barro”.
Entorno y en torno
Aunque en apariencia la distinción resulta sencilla, en la práctica sigue dando lugar a muchos
errores. “Entorno” es un sustantivo que significa “circunstancias que rodean” y que puede
sustituirse por los sinónimos “ambiente” o “medio”: “nació en un entorno complicado”. Por el
contrario, “en torno” es una locución adverbial que podemos identificar a través de dos pistas:
si puede sustituirse por “alrededor” con un complemento precedido de “a” o “de”, como en el
caso de “el niño corría en torno a la plaza”; o en caso de que signifique “aproximadamente”,
también seguido de “a”: “nos costará en torno a 30 euros”.
Como explica el volumen, la afinidad semántica entre “de mí” y el posesivo “mío” favorece
esta sustitución, que no es correcta. Por lo contrario, lo correcto es decir “detrás de él” o
“encima de mí”, y no se recomienda emplear “detrás suyo” y “encima mío” u otras fórmulas
semejantes. Las construcciones que admiten el sustantivo pospuesto también permiten
su anteposición, algo que no ocurre en el caso de “detrás suyo” o “encima mío”: por ejemplo,
“siempre te pones en contra mía” y “siempre estás en mi contra”. ¿Acaso podríamos decir “no
te pongas mi detrás”?
(iStock)
Debes y debes de
¿Cuándo se debe introducir la preposición “de” en dichas perífrasis verbales? Es muy sencillo:
“deber de” + infinitivo expresa probabilidad, posibilidad, suposición, conjetura o creencia,
mientras que “deber” + infinitivo expresa obligación. En resumidas cuentas, “debe de estar
cayendo un aguacero por el ruido que se oye en la calle”, y “debes comer pronto si quieres
llegar a tiempo”.
Cada vez es más habitual escuchar en los medios de comunicación a los periodistas empleando
condicionales para no comprometerse con la veracidad de la información que transmite. Es el
caso de un titular como “Vicente del Bosque habría manifestado su desagrado con la actitud
de sus jugadores”. La norma culta, recuerda el libro, desaconseja la utilización de este tipo de
construcciones, por lo que se recomienda escribir “es posible que Vicente del Bosque haya
manifestado su desagrado con la actitud de sus jugadores”.
La pizarra también puede ser digital, y por lo tanto, ser utilizada con las manos”.
(Corbis)
Punto y coma
O nos pasamos o nos quedamos cortos, pero nos cuesta emplear el punto y coma en su justa
medida. Su función es unir oraciones independientes que forman parte del mismo enunciado y
que se complementan desde el punto de vista informativo y, aunque en un gran número de
ocasiones puede sustituirse por coma o punto, jerarquiza mejor la información y
aporta pausas que facilitan la lectura. ¿Cuándo debe utilizarse? El volumen recuerda que la
subjetividad puede regir su uso, pero hay ciertas reglas concretas de empleo.
Como un patrón entonativo para el cual la coma sería demasiado breve y, el punto,
demasiado largo.
Puntos suspensivos
¿Paréntesis o rayas?
Uno de los problemas más frecuentes surge cuando se quiere realizar un inciso en el discurso y
se duda entre los paréntesis o las rayas. Para empezar, ambos deben utilizarse en lugar de la
coma para separar incisos con puntuación interna (“los tres países del sur (España, Italia y
Portugal) se han mostrado de acuerdo con la medida”) e introducen información secundaria,
complementaria o aclaratoria. La diferencia es que, por lo general, la raya suele emplearse en
incisos al margen del hilo temático que suelen tener que ver con valoraciones personales o
irónicas. Así pues, podemos escribir “el último partido del Real Madrid (en el que los blancos
no encajaron ningún gol) les ha permitido ser líderes”, pero también “el último partido del Real
Madrid –cuya racha de victorias es espectacular– les ha permitido ser líderes”.