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(*)
1. ¿Qué es la política?
Lo que no es…
Para poder entender lo que significa la política, es mejor empezar por revisar lo que
NO es política.
En primer lugar, la política no solo está en el Estado, pese a ser el “centro político”,
las iniciativas no solo surgen desde el centro hacia afuera, sino que ante todo nacen
de la periferia del poder. La política no es propiedad del Estado ni de sus
administradores. De hecho, pretender que la política solo está presente en las
oficinas e instituciones es una manera de quitarnos la palabra y nuestra capacidad
de actuar.
Otra gran mentira de la política es la creencia de que está solamente se enfoca en
dos cosas: 1.- Obtención a toda costa de recursos económicos mediante la venta de
mercancías y materias primas y
2.- La conservación a toda costa del Poder por parte de quienes lo detentan. Esta
forma de ver a la política es la más generalizada por los gobernantes. De esta
manera la política adquiere un carácter utilitarista y se reduce a la idea de lograr un
fin por cualquier medio posible: el fin justifica los medios.
Cuando vemos estos conceptos en la gestión pública, vemos que la política ha
perdido totalmente su esencia, si la política es dinero y poder entonces para
gobernar debemos comprar personas, dirigentes, aliados y opositores. A causa de
esta percepción errada, en Bolivia, no importa el gobierno que este en el poder,
ciertas prácticas como las que nombraremos a continuación son asimiladas como
estrategias “normales” y que ya forman parte de la “política”:
Corrupción: El uso de recursos públicos para bienes personales o para pequeños
grupos.
Clientelismo: Intercambio secreto de favores entre gobernantes y ciudadanos
para conseguir apoyo social.
Compadrazgo: Repartición de empleos públicos a amigos y “compadres” sin
tomar en cuenta sus capacidades reales.
Abuso de poder: Usar el uso de la violencia para imponer medidas
antipopulares.
Demagogia: Manipular los prejuicios, emociones, miedos y esperanzas de la
población para ganar apoyo popular.
Prebendalismo: Como el compadrazgo, el prebendalismo es una forma
interesada de repartir empleos estatales con el objetivo de introducir gente que
apoye incuestionablemente al gobierno o, a manera de soborno, ofrecer puestos a
cambio de silencio.
La política y el poder:
La política está íntimamente ligada al poder, podemos afirmar que la política es
una serie de “relaciones de poder” entre individuos y entre colectividades, así como
entre la sociedad y el Estado. Pero ¿Qué es el poder?.
La palabra poder también tiene al menos dos significados muy distintos:
Poder: “Tener la facultad o potencia, facilidad, tiempo o lugar de hacer una cosa”
1. Poder: “Ser más fuerte que otro, ser capaz de vencerle”
Así podemos distinguir el “Poder sobre” y el “Poder hacer”. En la política podemos
ver estos dos tipos poder: Gente que busca conservar el orden de las cosas y
antetodo mantener el poder sobre los otros y gente que busca cambiar las cosas
movilizándose, trabajando, usando su poder de hacer que las cosas cambien.
Entonces, nuestro poder se basa en nuestra propia capacidad y facultad de
organizarnos –de convivir a partir de nuestra propia política- y de hacer –lo que
decidimos a partir de esa otra forma de convivencia donde nosotros mismos
establecemos las normas-.
Hasta ahora, las élites dominantes han sido capaces de ejercer su poder, es decir, su
capacidad de organizar la sociedad, de gobernarla, porque existen unas
instituciones, unas leyes, unas normas que les permiten hacerlo. Pero sobre todo lo
han podido hacer porque nosotros, hasta cierto punto, decidimos “OBEDECER”,
“ACATAR” lo que ellos dicen…
“La política contendría una contradicción y dualidad inherentes, la política
supone tanto las actitudes y acciones encaminadas a conservar el poder, así como
también comprende las actitudes, las acciones y prácticas encaminadas a
desmontar el poder, construir un nuevo Estado, incluso conformar un
contrapoder y trascender las relaciones de poder[4]”.
Así, la política está íntimamente relacionada con estas relaciones mando-
obediencia, pero no solo sirve para sostener estas relaciones, sino para cambiarlas.
Conclusiones:
En conclusión podemos decir que TODOS hacemos política, en la casa, en el
trabajo, en el sindicato, etc. pues todo el tiempo pensamos como es el orden de las
cosas, estemos de acuerdo o no, y actuamos en consecuencia. La política ante todo
es una acción colectiva que nos permite cuestionar y cambiar las relaciones de
poder para crear nuevas realidades que apunten al bien común.
La política es “acción libre, de seres humanos libres, que ponen en actividad la
palabra, la reflexión y la deliberación, que desencadenan acciones consensuadas
que ejecutan decisiones y voluntades plurales. La política en el sentido moderno es
el ejercicio de la democracia, es la democracia misma, la realización elocuente de
la pluralidad[5]”.