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DONES DE SERVICIO (ENSEÑANZA Y EXHORTACIÓN)

3.- DON DE ENSEÑANZA


El tercer Don de Servicio que aparece en Romanos 12:6-9 es el don de Enseñanza.

La palabra griega aquí para una persona que enseña es didasko que significa
simplemente "enseñar o instruir".

El don de la enseñanza es uno de los dones que el Espíritu Santo da a un creyente.


Este Don le permite al creyente el que pueda comunicar poderosamente y de una manera
eficaz a todo ser humano, lo que está en la biblia, las verdades de DIOS.

Con el Don de la enseñanza, el creyente, analiza y proclama la Palabra de DIOS.


Con las explicaciones sobre el significado de la Palabra; el contexto y la aplicación a la
vida de los oyentes de su proclama.

Ahora, el que tiene el don de la enseñanza, de una manera sencilla; logra comunicar
el conocimiento necesario sobre las doctrinas de la fe y las verdades que están en la Biblia.
De esta forma, el don de la enseñanza, puede ser reforzado con estudios; o apoyos de otros
que extiendan conocimiento sobre un tema en particular.

La persona con este don debe ocuparse - por lo menos hasta cierto punto - de
enseñar a otros. También podemos usar la palabra "investigador" puesto que descubrimos
que muchas personas con este don tienden a involucrarse en el campo de la investigación
sin estar involucrados directamente con la enseñanza. Ya que puede ser que transmitan
sus enseñanzas a través de la palabra escrita (mediante reportes, artículos, disertaciones,
libros) y no en persona.
En la lectura de la biblia, hay pasajes en los cuales es posible encontrar ejemplos de
enseñanza. En la biblia está Jesús como el gran maestro; que, desde temprana edad, a los
doce años, enseñaba sobre las escrituras en el templo. Uno de los pasajes está en el
evangelio de Mateo 28:19-20; sobre Jesús que ordenó a sus discípulos diciendo:

«Id y haced discípulos a todas las naciones; bautizándolos en el nombre del padre
y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado”.

De esta manera, Jesús mandó a sus seguidores, a sus apóstoles, que enseñaran a los
nuevos discípulos todo lo que Él les había ordenado; formándolos en la doctrina de la fe
como en su conducta diaria para que sea del agrado de DIOS.

Para la edificación de la iglesia, el Espíritu Santo concede el don de la enseñanza a


sus elegidos; mientras que el pueblo de DIOS escucha la Palabra de DIOS, lo que quiere
decir y cómo aplicarlas en sus vidas.

Hay varios contextos en los cuales el don de la enseñanza puede ser utilizado: En
clases de escuela dominical, institutos bíblicos, colegios, seminarios y estudios bíblicos
en casas. El que tiene el don de la enseñanza puede enseñar tanto a individuos como a
grupos.

Una persona con el talento natural para enseñar, puede enseñar casi cualquier cosa, pero
una persona con el don espiritual de la enseñanza, enseña el contenido de la Biblia. Él
puede enseñar el mensaje de un libro como un libro completo o dividirlo en párrafos
individuales o en versículos. Ningún nuevo material surge de una persona con el don de
la enseñanza. El que enseña simplemente explica o expone el sentido del texto de la Biblia.
La enseñanza es un don sobrenatural del Espíritu Santo. Una persona sin este don
puede entender la Biblia mientras la escucha o la lee, pero no la puede explicar como lo
hace una persona que tiene el don.

PERSONAS CON EL DON DE ENSEÑAR


Aprender, investigar, comunicar, ilustrar verdad son cualidades inherentes a la
persona, manifiestas cuando ejercita el don de enseñar.

Disfrutan estudiando y aprendiendo información nueva y aman compartir con los


demás lo que han aprendido. El formato de enseñanza varía desde discipular uno a uno
hasta clases formales, estudios bíblicos informales, grandes grupos, y la predicación (que
es una forma de enseñanza).

¿TIENES ESTE DON?


 ¿Disfrutas estudiar e investigar?
 ¿Disfrutas impartir verdades bíblicas a otros?
 ¿Acuden a ti, te preguntan cosas de la Biblia?
 Cuando enseñas, ¿te entienden?
 Cuando ves a alguien confundido en su entendimiento de la Escritura, ¿te sientes
responsable de hablarle sobre ello?
 ¿Disfrutas hablar a grupos de diverso tamaño de asuntos bíblicos donde tus
convicciones son especialmente fuertes?

Los cristianos pueden empezar pidiéndole a DIOS que les otorgue el Don de la
enseñanza con la oportunidad de enseñar una clase; en un sitio donde tenga el apoyo de
un maestro con autoridad y su orientación. Y de esta forma, si ellos observan que puedan
explicar el significado de la biblia y los que oyeron responden favorablemente, entonces
deben rogar a DIOS para que les brinde otras oportunidades para aplicar el don.
La enseñanza es vital, central e indispensable en el progreso de la iglesia “mi
pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” (Oseas 4:6); es por eso que Dios
en su sabiduría dotó a algunos con el don de la enseñanza, y como decía el apóstol
Pablo, que el que posea ese don que lo dedique a la enseñanza (Romanos 12:7)

4.- DON DE EXHORTACIÓN


El don de la exhortación es el 4to que se encuentra en la lista de dones que menciona
Pablo en Romanos 12:8.

La palabra que se traduce como "exhortación" o "consuelo" es la palabra griega


paraklésis, relacionada con la palabra paracleto. Paraklésis básicamente significa "un
llamado al lado de alguien".

Paraklésis lleva la idea de traer a alguien muy de cerca a fin de "exhortar", "instar",
"alentar", "dar gozo", y "consolar" a la persona. Todas estas acciones constituyen el don
de exhortación.

Podemos definir entonces que el don de Exhortación es la capacidad especial que


Dios ha dado a algunos para que ministren a otros miembros del cuerpo de Cristo, con el
propósito de ayudarlos expresando palabras de:

 Confortación
 Consuelo
 Ánimo
 Consejo

También llamado «don de aliento», es evidente en aquellos que consistentemente


llaman a otros para atenderlos y darles seguimiento en la verdad de Dios, lo que puede
incluir su corrección o edificación, a través de fortalecer a los débiles en la fe y
confortarlos en sus pruebas.

Hebreos 10:24-25. “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a


las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”

También vemos que Pablo a menudo exhortó e instó a sus lectores a que actuaran
sobre algo que escribió. Un buen ejemplo está en Romanos 12:1-2, donde Pablo insta a
los romanos a presentar sus cuerpos a Dios como un sacrificio vivo. Haciendo esto, ellos
conocerían y comprenderían la voluntad de Dios.

El que tiene el don de enseñanza se dirige al cerebro de sus oyentes; en cambio,


quien tiene el don de exhortación se dirige a su corazón. No es tanto el contenido de una
enseñanza que el exhortador quiere comunicar, sino más bien cómo ese contenido puede
ser usado de manera eficaz en la vida de las personas.

EXHORTACIÓN: "ESTAR AL LADO PARA AYUDAR, ASISTIR, CONSOLAR


Y ANIMAR".

Curiosamente, cuando Jesús conversaba con sus discípulos en la noche de su


arresto, se refirió al Espíritu Santo como el "Ayudador" o "Consolador" (Juan 14:16, 26;
15:26), razón por la cual se habla del Espíritu Santo como el "Paracleto", que es aquel que
viene a nuestro lado para exhortarnos y alentarnos.

Una persona con el don espiritual de la exhortación, puede usar su don tanto en
público como en privado. La exhortación es útil en la consejería, el discipulado, el
mentoreo y la predicación. El cuerpo de Cristo es edificado en la fe como resultado del
ministerio de aquellos que tienen el don de la exhortación.

El don de la exhortación o consolación, se diferencia del don de la enseñanza en


cuanto a que la exhortación se centra en la aplicación práctica de la Biblia, mientras que
una persona con el don de la enseñanza, se enfoca en el significado y el contenido de la
Biblia. Él o ella se pueden relacionar con los demás, en grupo o individualmente, con
comprensión, compasión y orientación positiva.

La enseñanza dice, "Este es el camino que debes seguir"; la exhortación dice, "Yo
te ayudaré a ir por ese camino". Una persona con el don de exhortación puede ayudar a
otra persona a pasar del pesimismo al optimismo.

La exhortación en el contexto de los dones espirituales se refiere a estimular la fe,


dar ánimo, invitar a la reconciliación de tal manera que los que son exhortados se sientan
motivados para mejorar su relación con Dios, con los hermanos y a participar en las
actividades de la iglesia.

Este don puede manifestarse de varias maneras:

 Por medio de la predicación o enseñanza


 En un grupo de compañerismo o encuentro personal
 En una labor circunstancial uno a uno, que responde a las necesidades particulares
de una persona en un momento dado.
 Una persona con el don de exhortación se preocupa del bienestar de un hermano o
hermana durante el tiempo necesario para ayudar a esta persona.
Si tiene el don de exhortación, puede ayudar a otros a encontrar la fuerza para
enfrentar sus problemas, el consuelo para desarrollar su paciencia esperando en el Señor,
y la decisión para enderezar su vida.

Un ejemplo bíblico destacado del don de exhortación lo vemos en Bernabé,


compañero de Pablo:

1.- Hasta su nombre describe su carácter.


Hechos 4:36. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre
Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre,

2.- Fue Bernabé quien tomó bajo su protección a Pablo cuando los otros apóstoles
dudaban de la validez de su conversión.
Hechos 9:26-27 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos;
pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. Entonces Bernabé,
tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al
Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el
nombre de Jesús.

3.- Fue Bernabé quien valoró el potencial de Juan Marcos y lo recogió cuando Pablo
lo había rechazado.
Hechos 15:36-39 Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a
visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor,
para ver cómo están. Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por
sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había
apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Y hubo tal desacuerdo
entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre
Como una vez leí: «¿Nos damos cuenta de que si no hubiera sido por haber
tenido Bernabé el don de exhortación ahora quizá no tendríamos la mitad de los
libros del Nuevo Testamento?». Bernabé no contribuyó directamente a la Escritura,
pero aquellos a quienes él ayudó, sí, Pablo proporcionó 13 epístolas y Marcos un
evangelio.

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