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Dice que los pobres y las mujeres no tienen acceso a la justicia

Relator de la ONU agradece a Gobierno Nacional y


presenta observaciones preliminares con un acuerdo
nacional para acercar la justicia al pueblo boliviano
(La Paz, 22 de febrero, Viceministerio de Comunicación).- El relator especial de la
Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la Independencia de los Magistrados y
Abogados, Diego García-Sayán, presentó este martes nueve observaciones preliminares a la
conclusión de su visita que cumplió en el país, entre los que destaca la falta de acceso de las
mujeres a la justicia, el hacinamiento en las cárceles, perfeccionar la elección de magistrados
y otros, por lo que sugiere un gran acuerdo nacional para mejorar el acceso de la justicia con
la participación de diferentes instituciones públicas y sociedad.

Una de las primeras observaciones es que la “justicia está lejos de la gente” debido a que los
pobres no tienen acceso a la justicia porque no cuentan con recursos económicos y no pueden
acceder a sus expedientes. Todos estos hechos tienen un gran impacto y generan una profunda
desconfianza en la justicia por corrupción. Es el caso de la libertad concedida por un juez a
Richard Choque Flores, un feminicida que tenía una sentencia de 30 años de cárcel.

La segunda observación es la dificultad que tienen las mujeres para acceder a la justicia,
debido a los plazos procesales en casos de violencia que no se cumplen, lo cual repercute en
el abandono de las víctimas. Sólo se han creado 27 juzgados y tribunales especializados bajo
la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia. Estos juzgados
están sobre saturados por la carga procesal y atienden también casos de corrupción.

Los casos de feminicidio son preocupantes porque se produjeron 869 feminicidios entre 2013
y octubre de 2021, es decir, hubo un promedio de uno cada tres días y medio. Sólo el 31%
de los casos ha obtenido una sentencia. De acuerdo a datos de la Fiscalía General del Estado,
a la fecha de este informe en 2022 hasta el 17 de febrero ya van registrados 15 feminicidios
y dos en investigación para determinar si se trató de feminicidio.

La tercera observación tiene que ver con el funcionamiento de la justicia indígena porque
existe una falta de concordancia entre las disposiciones constitucionales y las restrictivas
competencias para la justicia indígena contenidas en la ley, lo que choca con las disposiciones
que las naciones y pueblos indígenas gozan, entre otros derechos, “al ejercicio de sus sistemas
políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión” y al derecho a la consulta previa
y varios instrumentos internacionales, en particular el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) del cual Bolivia es parte.

La cuarta observación tiene que ver con los privados de libertad porque viven en
hacinamiento. El país cuenta con 20 recintos penitenciarios urbanos con capacidad de
albergar a 5.346 personas, pero la población asciende a 18.703, lo que supone un
hacinamiento del 349.8%. En marzo de 2021, el 64,10% estaban con detención preventiva,
lo que significa que siete de cada diez personas privadas de libertad están sin condena.

García-Sayán explicó que la prisión preventiva debe ser utilizada excepcionalmente durante
el menor tiempo posible y sólo en casos particulares que representen ciertos elementos de
gravedad; además, se debe garantizar la separación entre presos preventivos y condenados
en todos los lugares de privación de libertad. La prisión preventiva no puede constituir un
castigo para personas que no han sido juzgadas.

La quinta observación tiene que ver con la estructura y gestión del Órgano Judicial porque la
cobertura judicial está limitada al área urbana. De acuerdo con el Informe de Rendición de
Cuentas del Tribunal Supremo de Justicia, en 2020 hay 1.095 jueces con un promedio de 530
causas por juez. El Servicio Plurinacional de la Defensa Publica llega únicamente a 106
municipios del país de los 340 existentes, aunque según la Defensora del Pueblo el país
cuenta con apenas 54 Defensores Públicos. El Servicio Plurinacional de Asistencia a la
Victima tiene presencia en 43 municipios únicamente.

Solo el 44% de jueces son de carrera. La alta proporción de jueces transitorios, que supera a
los 500, es otro componente crítico generador de inestabilidad y que no alienta una conducta
independiente de quienes desempeñan la judicatura. Está demostrado que una alta tasa de
provisionalidad conspira contra una conducta independiente de jueces y juezas.

García-Sayán abogó por contar con una carrera judicial, una modernización de la estructura
y de la gestión del mismo para evitar duplicación de funciones y abordar las dificultades
actuales en ejecución de presupuesto. La falta de una carrera judicial es un aspecto crítico
que atenta contra la calidad del sistema judicial y su independencia.

Otra observación es el bajo presupuesto asignado a la justicia, incluido el Ministerio Público,


que no llega al 0,50% del total, lo que no permite sustentar una institucionalidad dotada de
los recursos institucionales indispensables y, en especial, de remuneraciones adecuadas que
atraigan a mejores profesionales y que prevengan la corrupción.

Una de las instituciones que mereció la observación del Relator de la ONU fue el Ministerio
Público porque la población enfrenta problemas para obtener información del Órgano
Judicial y del Ministerio Público, lo que denota una falta de transparencia al libre acceso a la
información pública y contribuye al combate a la corrupción.

En el caso de las mujeres víctimas de violencia, el Estado es responsable, a través del


Ministerio Publico, de llevar adelante una investigación efectiva de estos delitos. El 80% de
los casos de delitos sexuales contra las mujeres no ha tenido ningún proceso judicial para el
delito cometido.
Otra observación tiene que ver con graves violaciones a los derechos humanos en el último
trimestre de 2019 donde al menos 37 personas perdieron la vida y centenares de personas
fueron heridas. Es esencial que quienes resultaron víctimas obtengan justicia. Es preciso
reconocer que hay afectados que merecen el reconocimiento de su calidad de víctimas.

El Ministerio Público debe llevar a cabo investigaciones de oficio sin hacer recaer la
iniciativa o carga probatoria en las víctimas, sus familiares o sus representantes. Que se
garantice la celeridad y eficacia de la investigación y el derecho de las víctimas a participar.

La autoridad ponderó el trabajo que desarrolla la Procuraduría General del Estado para
promover legislación que les permita resarcir a las víctimas de violaciones de derechos
humanos, incluidas las referidas de Sacaba, Senkata, y zona Sur.

García Sayán señaló que uno de los retos es que el Estado debe garantizar la independencia
de la justicia, por lo que es una tarea pendiente que se debe encarar con firmeza.

Otra de las preocupaciones que abordó tiene que ver con la baja legitimidad en las votaciones
para la elección de los magistrados y las magistradas del Tribunal Supremo de Justicia,
Tribunal Constitucional Plurinacional, Tribunal Agroambiental y Consejo de la Magistratura
debido a la escasa participación del electorado, por lo que se hace indispensable someter el
sistema de elección por votación popular a algunos ajustes. Sugirió revisar y perfeccionar
algunos de estos de procesos para contar con un sistema judicial independiente y en el que
los criterios de selección sean estrictamente meritocráticos, basados en la trayectoria y
experiencia profesional y su compromiso con los derechos humanos.

El relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la Independencia de


los Magistrados y Abogados afirmó que urge un gran acuerdo nacional para mejorar el acceso
de la justicia con la participación de diferentes instituciones públicas, miembros de los
Órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial, agrupaciones políticas, colegios de abogados,
universidad y organizaciones sociales.

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