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Fenotipo: cualquier característica o rasgo que presente un organismo, como su morfología,

desarrollo, propiedades bioquímicas, fisiología y comportamiento. Abarca todos los niveles de


organización de un individuo, desde lo molecular hasta lo anatómico.

El desarrollo implica la ejecución de un programa codificado en la secuencia genética pero


cuya regulación es epigenética. Se encuentra mediado por interacciones celulares e influido
por una variedad de factores ambientales que involucran la dieta, la infección y la edad, que
precisamente ejercen la acción sobre el genotipo.
La relación entre el fenotipo y el genotipo está mediada por los completos mecanismos de
morfogénesis e histogénesis. La información codificada en los genes contiene un conjunto de
instrucciones que no bastan para explicar la complejidad de los mecanismos que se ponen en
juego para el desarrollo de un nuevo individuo. La complejidad fenotípica se genera
progresivamente con la adquisición de las distintas propiedades celulares que permiten
desplegar todo su potencial morfogenético y funcional. De ahí, que el fenotipo final es la
consecuencia de eventos de orden superior que tienen lugar en ausencia de un control
genético directo. Este tipo de fenómeno se denomina epigenético y la mayor parte de la
complejidad morfológica se genera dentro de este llamado domino epigenético.
Cualquier factor que altere el fenotipo durante el desarrollo generará la aparición de una
anormalidad.
Los valores más frecuentes de un determinado rasgo o característica se deben a la mejor
adaptación de los individuos. Lo anormal es la variación más extrema, y es el resultado de
adaptaciones muy particulares o momentáneas. Así lo normal es determinado por su
frecuencia, es decir, son los valores más esperados o usuales en una población de referencia
(definición estadística/aislada/univariable): para determinar los límites se recurren a modelos
matemáticos de probabilidad.
Un segundo enfoque tiene que ver con la decisión de actuar del médico. Este enfoque se
denomina definición correlacionada/multivariada/ de normalidad. Lo anormal se presenta
entonces cuando un dato o valor en el paciente implica la presencia de un comportamiento
asociado a un proceso mórbido, un dato que surge como respuesta del organismo a esta
enfermedad, o bien una condición perenne (Que dura siempre o mucho tiempo), que facilita
su inicio.
Las adaptaciones extremas en el contexto de desarrollo intrauterino se denominan defectos
congénitos. La OMS lo define como cualquier anomalía en el desarrollo morfológico,
estructural, funcional o molecular presente al nacimiento o detectado en etapas posteriores
de la vida causado por eventos que preceden al nacimiento, heredados o adquiridos durante la
gestación. La teratología es la rama de la ciencia que estudia la causa, mecanismos y patrones
de los defectos congénitos. En recién nacidos vivos, las alteraciones del desarrollo son más
comúnmente de causa multifactorial (25%), donde se conjugan factores genéticos y
ambientales. Las causas genéticas, cromosómicas y teratogénicas tienen un 8%, 10% y 7%
respectivamente. El 50% restante no tiene una explicación determinada. Por otro lado, la
patogenia de cada defecto (la secuencia de eventos moleculares, celulares y tisulares que
llevan a una alteración en particular), es menos comprendida aún en la mayoría de los
defectos.
Los teratógenos son agentes ambientales que actúan sobre los organismos modificando el
fenotipo normal. Cualquier agente ambiental, sea este físico, biológico o químico (y sus
subcategorías), por exceso o déficit, son eventuales causales de modificaciones del genoma y
del fenotipo.
Algunas sustancias pueden ser o no teratogénicas dependiendo de la dosis, del tiempo en el
que es aplicada esa dosis, y del contexto genético del individuo donde se aplica. Denominar
una sustancia como teratogénica es indicar su potencialidad teratogénica, es decir que se
aumenta una probabilidad de tener una alteración del desarrollo.
No existen sustancias teratogénicas o no teratogénicas, sino que existen sustancias con
distinto potencial teratogénico y de ahí surge esta clasificación incompleta e imperfectible
según la naturaleza del agente teratogénico. Por eso es preferible pensar en términos de
exposición teratogénica, que es aquella que puede causar el desarrollo anormal de un embrión
o feto. Esto puede traducirse afectando la expresión genética, la apoptosis, la migración celular
o la proliferación, junto con la histogénesis, la síntesis o función de proteínas y ácidos nucleicos
o el suministro de fuentes de energía. Algunos agentes con potencial teratogénicos actúan en
forma directa mientras que otros lo hacen como metabolitos producidos por el metabolismo
materno. Es importante caracterizar la dosis, la ruta, el estadío del embarazo y la
susceptibilidad genética para definir el carácter de una exposición.
Hay periodos críticos del organismo en desarrollo para cada agente, y a su vez, cada agente
tiene un mecanismo particular de acción. El periodo de mayor sensibilidad a los teratógenos es
el de la organogénesis porque no solo hay tejido en rápida diferenciación, sino que los cambios
se vuelven irreparables produciendo malformaciones mayores. Más precozmente, entre la
fertilización y la implantación, es el periodo denominado todo o nada, donde una injuria puede
resultar en una muerte o aborto del embrión. En el periodo fetal, en cambio, el efecto del
daño se debe más al tamaño y función de órganos, y en el crecimiento fetal. Cada órgano o
sistema tiene su propio período crítico de susceptibilidad a los agentes teratógenos. A la vez,
los periodos críticos se caracterizan por tener una máxima plasticidad, y es el momento en
donde se instalan las anomalías del fenotipo con mayor gravedad.

Etiología: causas subyacentes a la alteración, factores responsables del inicio y la progresión


de la alteración
Patogénesis: mecanismos de desarrollo y progresión de la alteración, que explican los cambios
celulares y moleculares que dan lugar a anomalidades funcionales y estructurales. Por lo tanto,
la etiología se refiere a porqué surge una enfermedad, y la patogénesis describe cómo una
enfermedad se desarrolla.

CARLSON

TRASTORNOS DEL DESARROLLO: CAUSAS, MECANISMOS Y TIPOS

El virus de la rubéola era la causa demostrable de un síndrome de desarrollo anómalo que


consistía en malformaciones en ojos, oídos y el corazón. Unos 20 años después, los efectos de
la talidomida sensibilizaron a la comunidad médica respecto a los posibles peligros de ciertos
fármacos y de otros teratógenos ambientales (agentes que dan lugar a malformaciones
congénitas) para el embrión en desarrollo.
La talidomida es un sedante muy eficaz usado en los 50’s. Al poco tiempo comenzaron a nacer
lactantes con malformaciones congénitas extremadamente infrecuentes. Un ejemplo es la
focomelia (que significa «miembro acortado»), un trastorno en el que las manos y los pies
parecen surgir de forma casi directa de los hombros y las caderas. Otro ejemplo es la amelia,
en la que falta todo un miembro. La talidomida, que es un inhibidor del factor a de la necrosis
tumoral, sigue siendo uno de los fármacos de elección en el tratamiento de la lepra y del
mieloma múltiple. Las intensas investigaciones que siguieron al desastre de la talidomida
dieron lugar a la aparición de la moderna teratología.

Principios generales

El 2% o el 3% de todos los recién nacidos vivos muestran al menos una malformación


congénita reconocible. Este porcentaje se duplica al considerar las malformaciones
diagnosticadas a los niños durante los primeros años tras el nacimiento. Las malformaciones
congénitas ocupan hoy en día un lugar significativo entre las causas de mortalidad infantil (en
la actualidad más del 20%).
La génesis de los defectos congénitos se puede contemplar como una interacción entre el
aporte genético que recibe el embrión y el ambiente en que se desarrolla. La información
básica está codificada en los genes, pero a medida que se despliegan las instrucciones
genéticas, las estructuras u órganos en desarrollo están sometidos a influencias micro o
macroambientales que pueden ser compatibles con el desarrollo normal o interferir en el
mismo. En el caso de las malformaciones de origen genético o debidas a aberraciones
cromosómicas, el defecto es intrínseco y se suele expresar incluso en un ambiente normal. Las
causas puramente ambientales pueden interferir en los procesos embriológicos en situaciones
en las que el genotipo es normal. En otros casos existe una interacción entre el ambiente y la
genética. La penetrancia (el grado de manifestación) de un gen anómalo o la expresión de un
componente de una secuencia multifactorial genética pueden en ocasiones verse muy
afectadas por las condiciones ambientales.
La función defectuosa de muchos genes conduce a algún tipo de alteración durante el
desarrollo. Algunos de estos defectos son puramente mutacionales y residen en la propia
estructura del ADN, mientras que otros son el resultado de interferencias en la transcripción o
en la traslación de los elementos reguladores del gen.
Entre los factores asociados a un aumento en la incidencia de malformaciones congénitas
están: 1) la edad de los padres, 2) la estación del año, 3) el país de residencia, 4) la raza y 5) las
tendencias familiares.
La 1) se demuestra con la incidencia de síndrome de Down en los hijos de mujeres mayores de
35 años.
La 2) se ejemplifica con la anencefalia, la cual está muy relacionada con la deficiencia de ácido
fólico en la madre. La alta incidencia de esta anomalía en las gestaciones que se inician al
principio de la primavera puede estar asociada con deficiencias nutricionales de las madres a
finales de la época invernal. Los suplementos de ácido fólico en la dieta de las mujeres en edad
fértil reducen de forma significativa la aparición de defectos del tubo neural, como la
anencefalia.
La 3) puede estará relacionada con las tendencias raciales, las circunstancias ambientales
locales e incluso las políticas gubernamentales. Un ejemplo clásico de lo último es el
nacimiento de lactantes con malformaciones graves debido a la exposición a la talidomida (en
Alemania y Australia la aprobaron, pero EEUU no).
La 4) se demuestra en la incidencia de fisura palatina, que es el doble entre las personas de
raza blanca que entre las de raza negra, y dicha incidencia en las personas de origen coreano,
chino o japonés duplica a la de los individuos de raza blanca.
La 5) observa que hay ciertos grupos familiares que tienen mayor frecuencia de
malformaciones, sobre todo si existe algún grado de consanguinidad.

Períodos de susceptibilidad a las alteraciones del desarrollo


Las agresiones que recibe el embrión en las 3 primeras semanas de la embriogénesis (el
período inicial antes del comienzo de la organogénesis) no suelen dar lugar a un desarrollo
defectuoso porque o bien matan al embrión o bien son compensadas por las potentes
capacidades reguladoras del embrión inicial. El período de susceptibilidad máxima para las
alteraciones del
desarrollo tiene lugar entre las semanas 3 y 8 de la gestación, ya que durante el mismo se
produce el establecimiento inicial de la mayoría de los órganos y regiones corporales.
No es frecuente que aparezcan malformaciones estructurales graves tras la octava semana de
gestación, debido a que a partir de ese momento la mayor parte de los órganos ya se han
establecido adecuadamente. Las malformaciones que se originan entre los meses tercero y
noveno de la gestación suelen ser funcionales (p. ej., retraso mental), o bien causar trastornos
en el crecimiento de zonas corporales ya formadas. Esta consideración simplificada de los
períodos de susceptibilidad no tiene en cuenta la posibilidad de que un teratógeno o algún
otro factor lesivo pueda aparecer durante una fase inicial del desarrollo, pero que su expresión
en forma de trastorno del desarrollo no tenga lugar hasta fases más avanzadas de la
embriogénesis.

Órganos muy complejos, en especial el cerebro y los órganos principales de los sentidos,
muestran períodos prolongados de susceptibilidad elevada a las alteraciones en el desarrollo.
Algunas influencias causan malformaciones si el embrión queda expuesto a las mismas durante
las primeras etapas del desarrollo, pero son inocuas en fases más avanzadas de la gestación.
Otras en cambio actúan sólo durante estas últimas fases.

Tipos de desarrollo anómalo


Lo más habitual es encontrar malformaciones múltiples en el mismo individuo. Una posibilidad
de esto es que un único factor teratógeno actúe sobre los primordios de varios órganos
durante los períodos susceptibles de desarrollo. Otra es que exista un defecto genético o
cromosómico que altere a varios genes que influyen en diversas estructuras, o bien que un
único defecto metabólico afecte a distintas estructuras en desarrollo a través de mecanismos
diferentes.
Anormalidades de estructuras individuales
Malformación Un defecto estructural de un órgano entero o de parte del mismo o de la
mayor parte de una región corporal que es causado por un proceso
anormal intrínseco a su desarrollo
Disrupción o Un defecto en un órgano o parte del cuerpo causado por un proceso que
ruptura interfiere con el desarrollo original normal
Deformación Una anormalidad estructural causada por fuerzas mecánicas
Displasia Una anomalía de un tejido debida a un proceso intrínseco del desarrollo de
carácter anormal
Defectos que afectan a más de una estructura
Secuencia Un patrón de malformaciones múltiples derivado de un proceso del
desarrollo anterior o de un factor mecánico
Síndrome Un grupo de malformaciones de estructuras diferentes debido a una causa
principal única, pero que actúa a través de múltiples vías del desarrollo
Asociación Un grupo de anomalías vistas en más de un individuo, que por el momento
no se pueden atribuir a una causa definitiva

Causas de las malformaciones

Sigue siendo desconocido al menos el 50% de las causas de las malformaciones congénitas en
los seres humanos. Cerca del 18% de las malformaciones se puede atribuir a causas genéticas
(10% cromosómicas, 8% monogénicas) y más o menos el 7% de las malformaciones se debe a
factores ambientales, como los teratógenos físicos o químicos. De todas las malformaciones, el
25% tiene un origen multifactorial; por ejemplo las mutaciones causadas por factores
ambientales que actúan sobre la susceptibilidad genética.

Factores genéticos
Se originan en la división celular, especialmente en la meiosis.

Alteraciones en el número de cromosomas (aneuplodía):


 Poliploidía: cantidad de cromosomas es un múltiplo superior a 2 del número haploide
de cromosomas (23). Estos embarazos sufren mayormente abortos espontáneos en las
primeras fases del embarazo, y sus causas son probablemente la fecundación de un
óvulo por más de un espermatozoide o la falta de separación de un cuerpo polar
durante la meiosis.
 Monosomía y trisomía: falta de uno de los elementos en un par de cromosomas o la
presencia de tres miembros en un par cromosómico respectivamente. Se deben a la
falta de separación durante la meiosis.

Alteraciones en la estructura de los cromosomas: Algunas de estas anomalías cromosómicas se


deben a la rotura de los propios cromosomas, inducida por factores ambientales como la
radiación y ciertos teratógenos químicos. Este tipo de error estructural suele ser específico
para un individuo dado y no se transmite a sucesivas generaciones.
Otros tipos de alteraciones estructurales de los cromosomas se generan durante la meiosis y,
si afectan a las células germinales, pueden ser hereditarios. Son anomalías frecuentes en la
estructura de los cromosomas las translocaciones recíprocas, la formación de isocromosomas
y las deleciones y duplicaciones.

Mutaciones genéticas: se expresan en forma de alteraciones morfológicas. Pueden afectar a


genes dominantes o recesivos de los autosomas o de los cromosomas sexuales.

Factores ambientales

Infecciones maternas: Entre las infecciones hay que diferenciar las que causan malformaciones
al alterar las fases iniciales del desarrollo de órganos y estructuras, de las infecciones que
destruyen las estructuras ya formadas. El mismo microorganismo patogénico puede causar
lesiones por interferencia en los procesos embrionarios o por destrucción de tejidos
diferenciados, según el momento en que dicho microorganismo ataca al embrión.
La mayor parte de las enfermedades infecciosas que producen malformaciones congénitas son
víricas, con excepciones como la toxoplasmosis (protozoo) y la sífilis (bacteria).
El momento en que tiene lugar la infección es fundamental respecto al tipo de efectos que se
producen sobre el embrión. La rubéola es responsable de un porcentaje elevado de
malformaciones durante el primer trimestre, mientras que las infecciones por citomegalovirus
suelen causar la muerte del embrión en ese mismo período. Los microorganismos causantes
de la sífilis y la toxoplasmosis atraviesan la barrera placentaria durante el período fetal y en
gran medida causan malformaciones al destruir tejidos ya existentes.

Teratógenos químicos:
 Antagonistas del ácido fólico (sustancias muy abortivas)
 Agentes antineoplásicos (diseñados para destruir o anular a las células que se dividen
con rapidez)
 Hormonas androgénicas
 Antiepilépticos
 Sedantes y tranquilizantes
 Alcohol: el consumo materno de alcohol durante el embarazo puede dar lugar a una
constelación bien definida de alteraciones del desarrollo, entre ellas retraso mental y
del crecimiento, microcefalia, diversas malformaciones de la cara y el tronco. Estas
malformaciones en conjunto se conocen como síndrome alcohólico fetal y pueden
afectar al 1-5% de los recién nacidos vivos. El consumo de cantidades de alcohol de
sólo 90 g al día durante las cuatro primeras semanas de gestación puede causar
malformaciones extremadamente graves. La exposición al alcohol en fases más
avanzadas de la gestación tiene menos posibilidades de originar alteraciones
anatómicas significativas en el feto, aunque, debido a la compleja evolución de la
maduración psicológica del cerebro a lo largo del embarazo, pueden producirse
trastornos del comportamiento menos llamativos. A pesar de que el cociente
intelectual (CI) de los pacientes con síndrome alcohólico fetal puede ser normal, estas
personas pueden tener problemas en el reconocimiento de las consecuencias de sus
actos o en la planificación del futuro.
 Ácido retinoico (vitamina A): administrado por vía oral. Influye en los genes Hox de las
regiones craneal y faríngea, lo que produce alteraciones en los rombómeros anteriores
y en las células de la cresta neural derivadas de ellos.
 Antibióticos
 Anticoagulante Warfarina
 Cocaína

Factores físicos:
 Radiación ionizante: depende tanto de la dosis administrada como de la fase de la
gestación en que el embrión sufre la radiación. No existen pruebas de que las dosis de
radiación utilizadas para el diagnóstico (sólo unos pocos milirradianes) sean una
amenaza significativa para el embrión. Sin embargo, debido a que la radiación
ionizante puede producir zonas de rotura en el ADN y a mutaciones, una medida
prudente en las mujeres embarazadas es evitar la exposición a la radiación siempre
que se pueda, aunque la dosis utilizada en los estudios radiológicos diagnósticos es tan
pequeña que el riesgo resulta mínimo. En los casos de exposición a la radiación son
muy prominentes los defectos en el sistema nervioso central.
 Concentraciones excesivas de oxígeno sobre los recién nacidos prematuros

Factores maternos:
 Diabetes materna: se asocia a menudo a un peso elevado al nacer y a muerte
intrauterina.
 Deficiencia de yodo
 Consumo intenso de cigarrillos

Factores mecánicos
 Malformaciones uterinas
 Oligohidramnios (cantidad reducida de líquido amniótico)
 Bridas amnióticas

Trastornos del desarrollo que causan malformaciones

 Duplicaciones e inversión de la asimetría (gemelos unidos (siameses), gemelo


parasitario, situs inversus)
 Alteraciones en las interacciones tisulares inductivas (las tempranas son
incompatibles con la vida, pero las más tardías pueden causar malformaciones)
 Ausencia de muerte celular (controlada por mecanismos genéticos o epigenéticos
(influencias del ambiente superpuestas al fondo genético) es un mecanismo
significativo para el modelado de muchas regiones corporales -dedos, cola-)
 Alteraciones en la formación de las estructuras tubulares (espina bífida: fusión
incompleta del tubo neural)
 Alteraciones en la reabsorción tisular (atresia anal cuando no se absorbe la
membrana proctodeal, ocurre porque se interponen células mesenquimáticas entre el
ectodermo y endodermo de la membrana)
 Alteraciones en la migración
 Detención del desarrollo
 Destrucción de estructuras formadas (la interferencia en el aporte sanguíneo puede
dar lugar a malformaciones)
 Falta de fusión o de unión
 Hipoplasia o hiperplasia (por proliferación celular anómala, la estructura puede
resultar demasiado pequeña o demasiado grande)
 Defectos del receptor (en moléculas receptoras específicas)
 Campos defectuosos (Los campos morfogénicos son regiones controladas por un
programa global del desarrollo. Las alteraciones en los límites o en los controles
globales de los campos pueden en ocasiones causar malformaciones masivas)
 Efectos secundarios a otras alteraciones del desarrollo (gran parte del desarrollo
normal implica la coordinación estrecha de procesos individuales o la formación de
estructuras completas, no es sorprendente que muchas malformaciones representen
manifestaciones secundarias de otros procesos embrionarios alterados. Algunos casos
de fisuras palatinas han sido atribuidos al ensanchamiento de la base craneal, de
manera que las láminas del paladar, quizá normales por completo, no pueden
establecer contacto en la línea media)
 Alteraciones en las capas germinales

El estudio de las alteraciones del desarrollo se denomina teratología, y los factores que
causan estas anomalías se conocen como teratógenos.

Marto -210 +670 +550


Maru 610 -400 +360

FLORES

BASES GENÉTICAS DE LOS DEFECTOS DEL DESARROLLO


Las características de los seres vivos (fenotipo) están determinadas por interacciones entre la
información genética y el medioambiente. La información genética está contenida en el ADN
nuclear y extranuclear. La totalidad de la información genética de un individuo constituye el
genotipo.
La modificación de la expresión genética por factores ambientales es el campo de estudio de la
epigenética. En el nivel celular, la noción de medioambiente incluye moléculas provenientes
del medio externo y moléculas sintetizadas por otras células del individuo.
Los factores ambientales modifican la información genética misma (mutaciones) o la expresión
genética (fenómenos epigenéticos).

Incidencia de las anomalías congénitas y su repercusión en la salud pública

Las fallas del desarrollo generan abortos espontáneos, mortalidad perinatal e infantil, y
anomalías congénitas.
Perdidas gestacionales: cerca del 50% de los embarazos se interrumpe 5-6 días después de la
fecundación como abortos inaparentes sin haber sido diagnosticados. Un 15% lo hace entre la
8SD y la 11SD como aborto espontáneo. De este 65% de embarazos, el 50% presenta
alteraciones cromosómicas.
Mortalidad perinatal: entre la 28° semana de gestación y los 7 días posnatales. En EEUU el
30% de estas muertes se deben a defectos graves del desarrollo y se estima que el 80% se
debe a factores genéticos.
Mortalidad infantil: en los países desarrollados, las malformaciones congénitas constituyen la
causa más frecuente de mortalidad infantil, causando el 25% en el primer año de vida, el 20%
hasta los 10 años y el 7,5% entre los 10 y los 15 años.
Anomalías congénitas en neonatos: El 3% de los recién nacidos presentan anomalías severas
detectadas poco después del nacimiento y 10% anomalías de carácter leve. Este índice varía en
los distintos países debido a factores tales como: a) calidad de vida de la población (causas
ambientales que alteran el desarrollo), b) atención primaria de la salud (vacunas para prevenir
la rubéola o la varicela, enfermedades infectocontagiosas), c) calidad de los registros, d)
estrategias de diagnóstico prenatal (ecografía, disponibilidad de estudios genéticos, etc.), e) la
legislación vigente (legalidad de aborto).

Clasificación de las anomalías fenotípicas congénitas y sus designaciones

Definición de términos

Según la repercusión clínica


Anomalías mayores: tienen consecuencias médica, cosmética o funcional. Afectan a alrededor
del 2% de los nacidos vivos y un 2% adicional de los menores de 5 años.
Anomalías menores: Consideradas variantes de la normalidad cuando se presentan en más
del 4% de la población y anomalías menores propiamente dichas cuando su frecuencia es
menor. La existencia de dos o más de ellas aumenta la chance de que coexista una anomalía
mayor.

Según el momento del desarrollo en el cual se producen


La designación malformación congénita y alude a alteraciones estructurales o anatómicas
primarias de un órgano o parte de un órgano. Consisten en fallas que derivan en la ausencia de
un órgano, o parte de él, o en una morfogénesis anormal. Se producen durante períodos
críticos del desarrollo diferentes para diferentes órganos, pero que en general se encuentran
en el período organogénico, comprendido entre la 3SD y la 8SD. La mayoría de las
malformaciones son de etiología multifactorial.
El término disrupción es usado para situaciones en las que las presiones mecánicas llegan a
producir amputaciones, resecciones o fusiones de un segmento corporal. También se usa para
describir anomalías resultantes de una interrupción del riego vascular.
El término deformación designa alteraciones de la forma debidas a fuerzas mecánicas que
actúan sobre un órgano o una parte del feto que, por lo demás, se desarrolla normalmente.
Éstas suelen producirse en las últimas semanas de desarrollo, son más frecuentes en el primer
embarazo, y se asocian también a oligoamnios.

Según el tipo de alteración histológica


Aplasia: déficits en la proliferación suficientemente intensos como para que el esbozo de un
órgano no crezca. Similar es la agenesia, aunque esta describe la falta de formación del esbozo
por falla en la determinación de éste.
Hipoplasia: déficits en la proliferación con deficiente crecimiento de un órgano.
Hiperplasia: crecimiento en exceso de un órgano.
Displasia: alteraciones histogenéticas que modifican la organización de un tejido. Pueden
alterar la forma y/o función de uno o más órganos. Suelen deberse a defectos de un único gen.

Según los órganos comprometidos


Anomalía aislada: alteraciones que afectan un único órgano o sistema.
Síndrome: conjunto de anomalías en distintas regiones que poseen una causa común.
Asociación: alteraciones que coexisten con una frecuencia mayor que la esperable por el azar,
por lo cual es de causa desconocida pero no casual. Son anomalías múltiples no reconocidas
como defectos de campo, secuencias o síndromes.
Secuencia: cuadros en los que una cierta alteración primaria desencadena, en forma sucesiva,
alteraciones en otros órganos o partes del embrión.
Complejo/defecto de campo de desarrollo: alteraciones que ocurren en estructuras complejas,
cuyos desarrollos se hallan vinculados por contigüidad o por efecto de interacciones de
desarrollo o porque son afectadas simultáneamente por un factor teratógeno común.

Epigenética: conjunto modificaciones químicas del ADN y de las proteínas reguladoras


asociadas que afectan la expresión de los genes sin alterar su secuencia de bases. Estas
modificaciones suelen ser alelo-específicas, se establecen durante el desarrollo en las células
somáticas y son reversibles en las células germinales.

CLASIFICACIÓN DE LAS ANOMALÍAS FENOTÍPICAS CONGÉNITAS DE ACUERDO CON DIFERENTES


CRITERIOS
Repercusión clínica Período del Alteración Según los órganos
desarrollo histológica comprometidos
Designaciones Anomalías mayores Malformación Aplasia Anomalía aislada
de uso común Anomalías menores Disrupción Hipoplasia Síndrome
Deformación Hiperplasia Asociación
Displacia Secuencia

Factores ambientales y anomalías congénitas

Muchos elementos ambientales tales como infecciones intrauterinas, agentes químicos,


medicamentos, agentes físicos como calor y radiación y desórdenes metabólicos maternos
como la diabetes alteran el desarrollo. Además de la intensidad de la exposición materna, las
características químicas y la dosis del agente teratógeno, existen factores intrínsecos del
embrión que influyen en la severidad del daño como el período del desarrollo y la
susceptibilidad genética. Los factores ambientales pueden producir mutaciones o alterar el
proceso de expresión de la información genética (fenómeno epigenético).

Período de desarrollo: consta de tres subperíodos: preimplantatorio, embrionario y fetal. El


primero transcurre en las dos primeras semanas posfecundación, y se considera como periodo
refractario ya que en el la exposición no ha podido ser vinculada con anomalías genéticas: el
embrión aún posee capacidad regulativa y se considera que se comporta respecto de los
agentes teratógenos con una respuesta de “todo o nada”: la lesión es tan grave que conduce a
la muerte del embrión seguido de aborto, o el embrión se recupera, debido a su capacidad
regulativa, y no aparece daño ulterior.
La vinculación entre exposición a agentes teratógenos y aparición de malformaciones
congénitas es significativamente alta entre la 3SD y la 8SD (segundo período). En etapas más
tardías prevalecen las deformaciones y las disrupciones.
Mas tarde aún se producen retraso del desarrollo intrauterino (agentes vasoactivos) y
trastornos funcionales (alcohol y cigarrillos). Un teratógeno puede causar diferentes efectos
según la edad gestacional en la que actúa.

Dosis: Algunas sustancias, como el ácido retinoico, son teratógenas en dosis muy bajas que
superen los valores normales. En otros casos, la acción teratogénica depende más de la
concentración máxima que de la duración de la exposición. En otros casos, el efecto depende
principalmente de la duración de la exposición.
Los agentes teratógenos actúan alterando diversos comportamientos celulares de desarrollo;
muerte celular, alteración del crecimiento de un tejido, interferencia con la diferenciación
celular u otro proceso morfogenético. La exposición a teratógenos puede causar uno o más de
estos efectos y en general en más de un órgano.

Susceptibilidad genética: Algunas mutaciones aumentan la susceptibilidad o predisposición a


sufrir alteraciones del desarrollo.

Características bioquímicas: Las propiedades fisicoquímicas de sustancias del medio poseen


gran influencia sobre su posible acción teratogénica ya que de dichas propiedades depende su
transporte a través del corion y su acceso al embrión. El alcohol es la droga que mayor
cantidad de defectos congénitos produce (síndrome alcohólico fetal).
También existen sustancias (factores protectores), como el ácido fólico, que disminuyen la
susceptibilidad o el riesgo de producción de fallas del cierre del tubo neural.
La diabetes en el embarazo comprende la diabetes gestacional (3-5% de los embarazos en
países desarrollados, siendo el riesgo de malformaciones de 2 a 8 veces mayor que la
población general) y la diabetes preexistente (0,2-0,4%). El efecto se debe a
hipo/hiperglucemia, cetoacidosis, radicales libres, alteraciones de la vía de Shh, compromiso
vascular, etc.

Se podría reducir la incidencia de las anomalías congénitas tomando las siguientes medidas:
• Programación de los embarazos
• Consulta preconcepcional
• Administración de ácido fólico periconcepcional
• Inmunización de las mujeres en edad fértil
• Control de la diabetes
• Evitar el consumo de alcohol en las mujeres en edad fértil
• Cuidado e higiene de los alimentos
• Prevención de las enfermedades de transmisión sexual
• Educación para la reproducción
• Administrar fármacos sólo si la relación riesgo/beneficio lo justifica.

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