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¿Somos padres demasiado permisivos o demasiado estrictos?

¿O ni una ni
la otra? Como todo, el justo equilibrio es lo ideal también en la educación
de los hijos.

Según rasgos generales, los padres nos podríamos clasificar en cuatro tipos: los padres
permisivos, los padres autoritarios, los padres indiferentes y los padres democráticos.

 Los padres autoritarios tienen valores bajos en cuanto a afecto pero alto en cuanto
a control. Piden mucho de sus hijos, ejerciendo un fuerte control sobre su conducta
y reforzando sus demandas con miedos y castigos. Sus hijos muestran cambios de
humor, agresión y problemas de conducta.

 Los padres permisivos son aquellos que tienen valores altos en cuanto al afecto
pero bajos en control. Son cariñosos y emocionalmente sensibles pero ponen pocos
límites a la conducta. Sus hijos son con frecuencia impulsivos, inmaduros y
descontrolados

 Los padres democráticos tienen valores altos en cuanto al afecto y al control.


Cuidan de sus hijos y son sensibles hacia ellos pero colocan unos límites claros y
mantienen un entorno predecible. Este estilo de actuar de los padres es el que tiene
los efectos más positivos en el desarrollo social del niño. Los hijos de estos padres
son los más curiosos, los que más confían en sí mismos y los que funcionan mejor
en la escuela.

 Finalmente, los padres que tienen valores bajos en ambas dimensiones se


denominan padres indiferentes, estos padres ponen pocos límites a sus hijos pero
también les proporcionan poca atención o apoyo emocional. Sus hijos suelen ser
exigentes y desobedientes, les cuesta mucho participar en juegos e interacciones
sociales, ya que no siguen reglas.

Si queremos lo mejor para nuestros hijos, ya sabemos qué camino debemos tomar y
recordar que los extremos no son buenos.
¿QUÉ TIPO DE PADRES SOMOS?:
Criar y educar a nuestros hijos es una experiencia maravillosa y a la
vez ardua, probablemente es la tarea más importante que nos toca
cumplir en la vida, ser responsables de la formación personal de
nuestros hijos es lo que determinará el tipo de persona que será en
el futuro.
¿Qué es lo que determina la conducta del niño? Principalmente, la
constitución biológica del bebé, es decir sus características innatas y
la personalidad o características psicológicas que son formadas en
el ambiente familiar, específicamente producto del estilo de
paternidad de los padres o cuidadores.

Estos estilos de paternidad son el conjunto de actitudes,


sentimientos, y patrones de conducta que los padres asumen frente
al niño y que repercuten en el funcionamiento, tanto psicológico
como social, de los hijos. Se expresan de diferentes formas pero en
general pueden hallarse tres tipos:

Estilos de paternidad

Estilo autoritario: son padres exigentes, pero que prestan poca


atención a las necesidades de sus hijos; las reglas y órdenes de estos
padres no pueden ser cuestionadas ni negociadas. La relación que
establecen con sus hijos es fundamentalmente para dictarles órdenes
enfatizando siempre que ellos son la autoridad y que ésta pocas
veces es falible; escasamente consideran las peticiones de los hijos
y no responden a sus demandas, combinan estas actuaciones con
poco afecto y altos niveles de control. Es propio de este estilo el que
aparezcan conductas de privaciones junto con las de coerción verbal
y física.

Las graves consecuencias del autoritarismo despótico, aprendido y


vivido en el propio hogar durante demasiados años, son bastante
frecuentes que se transmitan de generación en generación como si
se tratara de una “reacción en cadena”. Los hijos que han vivido
permanentemente sometidos a estos esquemas van acumulando
grandes dosis de agresividad y frustración. Posteriormente tratarán
de descargar éstos aprendizajes, bajo la forma de “agresividad
transferida”, contra personas o situaciones que poco o nada tuvieron
que ver con la causa de la frustración.

Estilo permisivo: se trata de padres poco exigentes que atienden las


necesidades de sus hijos en exceso, establecen pocas reglas de
comportamiento. Muestran extrema tolerancia a los impulsos de los
hijos y usan muy poco el castigo para disciplinarlos.
Los padres permisivos evitan hacer uso del control, utilizando
pocos castigos y muestran una excesiva concesión en las demandas
de los hijos; se muestran tolerantes y tienden a aceptar
positivamente los impulsos del niño. Su estilo comunicativo es poco
efectivo y unidireccional, considerando en exceso las iniciativas y
argumentos infantiles.

Dentro de lo que se conoce como estilo permisivo se observan


distintas formas de actuación:

 Padres que consideran que los hijos deben crecer en libertad,


sin poner límites, o al menos que estos deben ser los
mínimos. En este estilo podemos encontrar padres que
desean que sus hijos tengan todos sus deseos satisfechos ya
que ellos no los tuvieron.
 Padres que lo son por miedo al enfrentamiento con sus hijos
y que acaban cediendo a todas sus demandas.

Estilo Democrático: son padres exigentes que atienden las


necesidades de sus hijos; los cuales establecen estándares claros y
son firmes en sus reglas. Utilizan sanciones de manera adecuada;
apoyan la individualidad e independencia de los hijos; promueven
la comunicación familiar y respetan tanto los derechos de los hijos
como los suyos propios. Otro aspecto muy significativo de este tipo
de padres es que ajustan las demandas que hacen a sus hijos de
acuerdo con sus diferentes niveles de desarrollo.

Los padres democráticos explican a sus hijos las razones de las


normas que establecen, reconocen y respetan su independencia,
negociando con ellos y tomando decisiones en conjunto. Son padres
que responden a las demandas y preguntas de sus hijos mostrando
atención e interés.

Según estudios e investigaciones psicológicas, este estilo favorece


la autonomía del niño ya que los padres emplean un estilo
comunicativo efectivo, caracterizado por una amplia comunicación
comprensiva y bidireccional, repartiendo a la vez adecuadas dosis
de disciplinas y normas; lo que no se ve en el padre permisivo ya
que no ofrece la orientación y la disciplina que el niño necesita para
ser autónomo ni en el caso del padre autoritario, donde se aprecia
que controla a los hijos de una manera muy estricta, utilizando el
castigo y los golpes que causan inseguridad y temor en el niño.

EFECTOS DE LOS ESTILOS DE COMPORTAMIENTO DE


LOS PADRES SOBRE EL DESARROLLO DEL NIÑO
HIJOS DE PADRES AUTORITARIOS

 Tienden a ser obedientes, ordenados, poco agresivos, más


tímidos, poco tenaces a la hora de perseguir metas.
 Tienden a tener una pobre interiorización de valores
morales, orientándose más a los premios y castigos que
hacia el significado intrínseco del comportamiento.
 Manifiestan pocas expresiones de afecto con los iguales,
siendo poco espontáneos, llegando incluso a tener
problemas en establecer estas relaciones.
 Tienen un “lugar de control” externo, baja autoestima y
dependencia.
 Tienden a ser poco alegres, coléricos, aprensivos, infelices,
fácilmente irritables, y vulnerables a las tensiones.

HIJOS DE PADRES PERMISIVOS

 Tienden a tener problemas para controlar sus impulsos,


dificultades para asumir responsabilidades.
 Son inmaduros.
 Tienen bajos niveles de autoestima.
 Tienden a ser más alegres y vitales.

HIJOS DE PADRES DEMOCRATICOS

 Tienden a tener niveles altos de autocontrol y de


autoestima.
 Son más capaces de afrontar situaciones nuevas con
confianza.
 Son persistentes en las tareas que inician.
 Son interactivos y hábiles en las relaciones con los iguales,
independientes y cariñosos.
 Suelen tener valores morales interiorizados.

(Adaptado de Moreno y Cubero ,1990)

Sugerencias

 Encuentre el estilo de paternidad que predomina en usted y


las consecuencias que tienen en su hijo, evite ser un padre
autoritario o muy permisivo, las actitudes extremas son
desfavorables, brinde amor y cariño, pero también normas y
disciplina.
 Converse con su niño, explíquele el porqué de las normas y
castigos. Haga también que reflexione acerca de su
conducta, tomando interés en sus opiniones y tomando
decisiones en conjunto.
 Promueva que su niño, sea un ser autónomo y
autosuficiente, oriéntelo a encontrar soluciones para resolver
sus propio problemas, no lo sobreproteja, prepárelo para
enfrentar la vida.

Si estás teniendo una conducta negativa con tus hijos, esto te podrá ayudar y,
a orientar en cómo adoptar una mejor actitud hacia ellos 

Padres los hay de todo tipo: Los que hacen felices a sus hijos o los que los hacen
desgraciados, padres buenos o padres malos, pero que difícil es ser padre.

Muchas veces, los padres adoptan con los niños cierto papel y actitudes, sin estar
conscientes de que eso crea consecuencias negativas en sus hijos.

Te entregamos unos prototipos que te  pueden orientar sobre cuál debe ser la mejor actitud
con tus hijos.  

TIPOS DE PADRES

La psicología ha tratado de descubrir las consecuencias de la relación padres e hijos. Los


psicólogos aseguran que la mayor parte de los padres tienen uno de los tres siguientes
estilos de educación con sus hijos.

1.- Papás autoritarios: Son padres que exigen obediencia, usan la disciplina y el castigo para
controlar los comportamientos que consideran incorrectos. Imponen voluntad sin darle a
sus hijos ningún razonamiento, por lo tanto son poco comunicativos, no facilitan el diálogo
en la familia y son poco afectuosos. las consecuencias que suele provocar esta actitud en los
hijos:

*La falta de diálogo en casa ocasiona que sean poco alegres, irritables y vulnerables a la
tensión.

*Son más tímidos.

*Son poco tenaces para seguir sus propias metas.

*Actúan sólo si reciben un premio o un castigo, por ejemplo, no saludan a un  adulto por
mostrar afecto, sino porque si no lo hacen, serán castigados.

* Tienen una baja autoestima y se sienten culpables de los fracasos familiares


2.- Papás permisivos: Estos padres tienen una actitud relajada hacia el comportamiento del
niño, aceptan sus conductas, deseos, reacciones e impulsos. Rechazan el poder y el control
sobre el niño y no suelen castigarlo ni reprenderlos al tomar decisiones que afectan a la
familia, el niño no es excluido, sino un miembro más y a quien se le consulta. Sin embargo,
son padres que no le exigen a los niños responsabilidades, ni ser ordenados, ni les
establecen normas en la vida cotidiana, como cuánto tiempo ver la televisión o qué hora
acostarse. Los niños que crecen bajo esa forma de educación son más alegres y vitales que
los hijos de padres  autoritarios, sin embargo tienden a:

* Tener problemas para controlar sus impulsos.

* Tener dificultades para asumir sus responsabilidades.

* Ser inmaduros y con baja autoestima. 

3.- Papás democráticos: Son padres afectuosos, sensibles hacia las peticiones de sus niños y
conscientes de sus sentimientos, opiniones y capacidades. Fortalecen el comportamiento del
niño y le exigen independencia y madurez. Intentan evitar castigos o les explican las
razones de éstos. Sin embargo, al castigarlos no ceden ante sus llantos, quejidos o
impertinencias, sólo cambian de postura tras escuchar los argumentos del niño. Los hijos de
estos padres:

* Son niños con mayor desarrollo educativo.

* Tienen un muy buen nivel de control y autoestima.

* Afrontan situaciones nuevas con confianza e iniciativa. 

* Son persistentes en lo que hacen y terminan lo que comienzan.

* Sus relaciones con los demás son fáciles, fluidas, cariñosas e independientes.

*Son capaces de crearse opiniones propias.

LA AUTOESTIMA DE TU HIJO

¿Cuál es la pregunta que te haces respecto a tu hijo? ¿Por qué llora tanto? ¿Por qué tiene
tantos miedos?, ¿Por qué no tiene amigos?, Por qué va mal en la escuela? ¿Por qué es tan
inseguro? ¿Por qué no sabe defenderse? ¿ Por qué esa rebeldía? ¿Por qué esa indisciplina?
¿Por qué no se comunica contigo? ¿Por qué está triste? ¿Por qué está enojado?

Los Padres somos los responsables de la calidad de vida de nuestros hijos en su presente y
futuro. Su éxito depende de nosotros nos esforcemos por mejorar su educación. Porque
nadie puede tener éxito en la vida si tiene un concepto devaluante de sí mismo, nadie puede
triunfar en la vida sin conocer sus propias virtudes.
Yo te esperaba
Y veía mi cuerpo crecer
mientras buscaba
el nombre que te dí
en el espejo
fue la luna llena y de perfil
contigo dentro , jamás fui tan feliz.

Moria por sentir


tus piernecitas frágiles
pateando la obscuridad
de mi vientre maduro.

Soñar no cuesta no
y con los ojos húmedos
te veia tan alto es más
en la cima del mundo.

Yo te esperaba
imaginando a ciegas el color
de tu mirada y el timbre de tu voz.
muerta de miedo
le rogaba al cielo que te deje
llegar lejos , mucho más que yo.

Yo te esperaba
y pintaba sobre las paredes
de tu cuarto , cuentos en color
restaba sin parar , días al calendario
solo tú me podrías curar
el modo de escenario.

El mundo es como es
y no puedo cambiártelo
pero siempre te seguiré
para darte una mano.

Yo te esperaba
Imaginando a ciegas el color
de tu mirada y el timbre de tu voz.
hoy que te tengo
pido al cielo que me deje verte llegar lejos
mucho más que yo.

Yo te esperaba
y en el espejo te miraba mientras
ya te amaba.

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