El Contrato Social – Rousseau

Filosofía del Derecho

El autor comienza haciendo un análisis de la familia dice que es el núcleo donde comienza la
sociedad en su forma más natural, en donde el padre de familia se vuelve un pilar muy importante
en tanto provee de cuidados para sí y para sus hijos, pero en el momento en que los hijos no
tienen esa necesidad de dependencia del padre, se vuelven libres y capaces de cuidar de sí, siendo
el amor el único vínculo entre ellos a diferencia del estado, que lo que une al gobernante con los
gobernados es el amor.
El jefe del gobierno o el padre de familia retomando algunas teorías como las de Grocio y Hobbes
dice que el jefe y el gobernante tienen una naturaleza superior al de sus gobernados y dice que
todo corresponde a la naturaleza de cada cual, ejemplificando que el hombre nacido para ser
esclavo lo será.
Hablando de la dominación del más fuerte, dice que nadie es lo suficientemente fuerte como para
dominar siempre y que habría una lucha constante por saberse el más fuerte, por lo que este
concepto no tiene nada que ver con el derecho.
En ese mismo sentido entonces, en el capítulo de la esclavitud, dice que solo las convenciones son
efectivas para regular las relaciones, debido a que no se puede mandar sobre los semejantes, por
lo que la convención es pieza fundamental y sirve de motivación para la conformación y
organización en toda sociedad.

Siendo la fuerza y la libertad lo que se cede en cada sociedad, se forma un todo con los demás
miembros de la sociedad e n donde alguna variación en esa voluntad general vulnera a todos a su
vez, a lo cual llama República y da origen a una especie de libertad que denomina civil y en tanto el
acto de gobernar engrandece al hombre porque tiene que seguir a la razón antes que a sus
inclinaciones en donde tiene diferencia la libertad natural, que tiene por límites las fuerzas
individuales de la libertad civil, establecida por la voluntad general y la libertad moral que es la que
hace al hombre dueño de sí.

Dice que la soberanía no es divisible ni alienable, pero que para su objeto puede establecer el
poder legislativo y en poder ejecutivo.
La voluntad general es distinta a la voluntad de todos, la última es la individual y la primera es la
que atiende al interés común y es el principal problema que puede darse, el anteponer el interés
particular al general.
A diferencia de San Agustín, observo que este autor dice que las leyes, aunque la naturaleza sea
capaz de explicarlas, no bastará para saber lo que es una ley del Estado y que podrían razonarse,
pero no entenderse.
Estas leyes atienden siempre a un objeto en lo general, no se referirán a las personas como
individuos
La importancia del Estado radica en que debe ser unidad capaz de soportar las diversas situaciones
a las que puede enfrentarse.
En cuanto a forma de gobierno Rosseau nos dice que cualquiera que sea esta forma, debe atender
a dos fines principales la igualdad y la libertad porque sin la igualdad no se puede concebir la
libertad derivada de ceder parte de ésta de cada persona para el bien común. Y la preservación de
la igualdad está dada en tanto la legislación la establezca
De esto se obtiene una estrecha relación de las leyes entre sí y con el gobernado y que existe una
parte última de las leyes que son las leyes penales, el recurso último sancionador.
Define al gobierno como un ente intermedio del súbdito que es el gobernante y los gobernados
para una mejor convivencia y además encargado de ejecutar las leyes, es el poder ejecutivo
porque el legislativo se encuentra específicamente representado por el pueblo lo que los une es la
conservación.
En una legislación perfecta dice que debe ser nula la voluntad individual o particular y que las
formas de gobierno debe atienden al número de miembros que lo componen.
En este sentido puede el soberano encomendar el gobierno todo el pueblo o la mayor parte del
pueblo, de suerte que haya más ciudadanos magistrados que ciudadanos, a esta forma de
gobierno le denominó democracia.
En cambio se puede formar una aristocracia al poner el gobierno en manos de menos número de
personas de modo que haya más ciudadanos que magistrados.