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1.

La atmósfera: composición y estructura


La atmósfera es la capa gaseosa que envuelve los planetas. Los cuatro planetas rocosos del
Sistema Solar, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, tienen cada uno una atmósfera
característica: la de Mercurio es casi inexistente, la de Venus es extremadamente densa y está
formada por dióxido de carbono y óxidos de azufre, la de Marte es muy tenue y está formada
por dióxido de carbono. La atmósfera terrestre es la única cuya composición se encuentra
fuera del equilibrio químico.

1.1. Composición de la atmósfera


La atmósfera terrestre está formada mayoritariamente por nitrógeno molecular (78%) y
oxígeno (20,9%), con un 0,93% de argón, una pequeña proporción de dióxido de carbono
(0,03%), y una cantidad variable de vapor de agua.

Hay además gases en concentraciones muy pequeñas pero significativas, como el ozono, el
metano, óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno.

Esta composición contrasta vivamente con la que tendría nuestra atmósfera si no hubiera vida
en la Tierra.

1.2. Estructura vertical de la atmósfera


La atmósfera presenta una estructura vertical con cuatro capas delimitadas por tres
discontinuidades. La existencia y distribución de estas capas está determinada por la existencia
de tres máximos de temperatura.

Los máximos de temperatura se corresponden con las zonas donde es más eficaz la absorción
de las radiaciones solares:

● Entre los 100 y los 300 km de altura, aunque la atmósfera es muy tenue, se produce la
absorción de las radiaciones más ionizantes, como los rayos X y los rayos gamma. Estas
radiaciones arrancan algunos electrones de los átomos de los gases, dejándolos ionizados.

● Entre los 50 y los 35 km de altitud, la mayor densidad del aire permite una eficaz
absorción de la radiación ultravioleta, formándose el ozono a partir del oxígeno. La ozonosfera
presenta temperaturas entre cero y 20 ºC.

● El suelo absorbe gran parte de la luz visible que llega hasta la superficie terrestre y se
calienta. El suelo, a su vez, calienta el aire situado sobre él.

Estos máximos se intercalan con dos mínimos de temperatura:

● Uno que da lugar a la tropopausa, a unos 10 000 metros de altitud.

● Otro que forma la mesopausa, a unos 80 km de altitud.

La distribución de estos máximos y mínimos de temperatura determina la existencia o no de


corrientes de convección en cada capa de la atmósfera.
La convección en la atmósfera
Las corrientes de convección son las que se forman en una masa de fluido, ya sea líquido o gas,
que es calentado desde abajo. El fluido caliente tiende a ascender al perder densidad, mientras
que el fluido más frío de la superficie tiende a hundirse. De este modo se produce una eficaz
mezcla vertical en el fluido.

A la vista del dibujo de las capas de la atmósfera podemos deducir que la troposfera presenta
corrientes de convección, ya que se encuentra a mayor temperatura en su parte baja, en
contacto con el suelo, que en la tropopausa que forma su techo y en la que se alcanzan
temperaturas de 50 grados bajo cero.

Por su parte, la estratosfera no presenta corrientes de convección, sino que se encuentra


estratificada, como refleja su nombre. En ella hay fuertes vientos horizontales, pero no hay
mezcla vertical del aire, y la causa de su estratificación es la presencia de la ozonosfera que
ocupa su parte alta, cerca de la estratopausa. La ozonosfera se considera incluida en la
estratosfera.

La dinámica de la troposfera está determinada por la convección. Esas corrientes verticales son
las que dan lugar a la nubosidad y a todos los fenómenos meteorológicos.

La presión atmosférica

La atmósfera se encuentra comprimida bajo su propio peso: cuanto mayor es la columna de


aire que hay sobre un punto de la superficie terrestre, mayor es la presión que el aire ejerce,
por lo que la presión atmosférica es mayor al nivel del mar que en lo alto de una montaña. Lo
mismo sucede en el fondo de una piscina: la presión que ejerce el agua en la parte profunda es
mayor que donde cubre poco.

Sin embargo, a diferencia del agua, que no varía su volumen si la comprimimos, el aire sí
puede comprimirse y hacerse más denso, por lo que cerca de la superficie, donde el aire está a
mayor presión, es mucho más denso que a gran altitud, donde la presión es mucho menor.
Como consecuencia, la troposfera, aunque abarca menos de un 5% del espesor de la
atmósfera, contiene más del 85% de la masa del aire.
2. Actividad protectora y reguladora de la atmósfera
Aunque la atmósfera terrestre es muy delgada en comparación con el radio de la Tierra, realiza
una eficaz función de protección de la vida y de regulación de las condiciones climáticas.
Presenta, además, la capacidad de mantener dentro de unos estrechos márgenes los valores
de algunas de sus variables más características, como la concentración de oxígeno, la presión
atmosférica, la temperatura media, etc., es decir: presenta homeostasis.

2.1. Función protectora de la atmósfera


La atmósfera protege la superficie de la Tierra de diversas formas:

● Detiene los meteoroides, pequeños fragmentos rocosos o metálicos que viajan por el
Sistema Solar y caen a la Tierra, impidiéndoles alcanzar la superficie. El rastro luminoso que
dejan en el cielo al desintegrarse son las estrellas fugaces. Los meteoritos son los meteoroides
que llegan hasta la superficie terrestre. Incluso los meteoritos, al impactar con el suelo, han
disminuido mucho su tamaño y su velocidad por la intensa fricción con la atmósfera.

● Detiene el viento solar, formado por las partículas subatómicas (protones, neutrones y
núcleos de helio) que llegan a gran velocidad procedentes del Sol y que han

Los meteoroides que entran en la atmósfera y llegan a la superficie terrestre se denominan


meteoritos. Meteorito metálico expuesto en el Jardín Botánico de Helsinki. (I.M.H.) logrado
penetrar el campo magnético. La colisión de estas partículas con la alta atmósfera, en la
mesosfera, produce las auroras polares.

● Absorbe las radiaciones ionizantes, como los rayos gamma, los rayos X y la radiación
ultravioleta de longitud de onda ultracorta (ultravioleta extremo). Estas radiaciones son las
que dan lugar a la ionosfera.

● Absorbe la radiación ultravioleta de longitud de onda corta (UVB y UVC) en la


estratosfera. La reacción de las moléculas de oxígeno a esta radiación da lugar al ozono, que
caracteriza la ozonosfera.

2.2. Función reguladora de la atmósfera


La atmósfera terrestre realiza una importante acción reguladora sobre las condiciones
ambientales de la superficie:

● Retiene parte de la radiación infrarroja emitida por la superficie terrestre, produciendo


un efecto invernadero. Los principales gases que causan ese efecto son el dióxido de carbono,
el metano, el vapor de agua y los CFC (gases clorofluorocarbonados producidos
industrialmente). Este suave efecto invernadero mantiene la temperatura unos 33 ºC más alta
de lo que sería sin la presencia de estos gases, ya que la temperatura media de la superficie es
de 15 ºC y se calcula que en ausencia de atmósfera esta temperatura sería de -18 ºC.

● Distribuye la energía térmica por la superficie terrestre, amortiguando las diferencias


de temperatura entre el ecuador y los polos mediante corrientes atmosféricas que transportan
la energía térmica.
● Establece un intercambio térmico con las masas de agua, especialmente con el océano,
lo que atenúa sensiblemente los cambios térmicos en las zonas próximas al mar. Esta es la
razón de que las zonas costeras tengan unos valores menos extremos, tanto en invierno como
en verano, que las zonas situadas en el interior de los continentes.

● Mantiene las temperaturas superficiales en valores aptos para la vida gracias al efecto
aislante de la estratosfera. La estratosfera impide que el aire extrema- damente frío de la
mesosfera descienda hasta la superficie y que el aire relativamente más cálido de la troposfera
ascienda hasta las capas más altas, ya que la estratosfera, al no poseer en su interior
movimientos de convección, impide que el aire de la troposfera pueda mezclarse con el de las
capas situadas sobre ella. Este efecto es el mismo que se consigue al cerrar las ventanas de una
habitación, cuando aislamos el aire de su interior e impedimos que el aire frío del exterior se
mezcle con él. Tallinn (Estonia), a 59º N de latitud. Debido a su situación costera, las
temperaturas en invierno no bajan de -15 ºC, mientras que en Moscú (latitud 55º N), situado
en el interior del continente, se alcanzan los -35 ºC. (I.M.H.)

● Distribuye la humedad sobre la superficie terrestre. La humedad que el aire recoge del
océano es llevada hacia el interior de los continentes, donde precipita en forma de lluvia y
nieve.

2.3. Homeostasis de la atmósfera terrestre


La homeostasis de un sistema es su capacidad para mantener los valores de sus variables más
características dentro de unos márgenes relativamente estrechos, o, dicho de otra forma, es la
capacidad de un sistema para resistirse a los cambios que intentan imponerse desde el
exterior. La atmósfera presenta una gran estabilidad en su composición química y en su
dinámica. El registro fósil permite ver que la química atmosférica ha variado poco en los
últimos 600 millones de años. En efecto, en ese intervalo de tiempo ha habido:

● Notables fluctuaciones en la cantidad de energía recibida desde el Sol.

● Épocas de intenso vulcanismo en las que se han arrojado grandes volúmenes de


cenizas a la atmósfera.

● Colisiones de meteoritos que han producido catástrofes ambientales.

● Cambios en la química de los océanos producidos por la actividad volcánica de las


dorsales oceánicas.

Como consecuencia de estas alteraciones, el sistema climático ha atravesado glaciaciones y


épocas de intenso efecto invernadero, pero repetidamente ha vuelto a recuperar su
estabilidad.

La homeostasis de un sistema revela que contiene bucles de realimentación negativa, es decir,


mecanismos que ante una variación significativa de una variable, actúan corrigiendo esa
variación y devolviendo el sistema a la situación de equilibrio.

Los bucles de realimentación son cadenas causales que se cierran sobre sí mismas, es decir,
dos o más procesos que se influyen encadenadamente, de manera que un cambio en uno de
ellos produce un cambio en todos los demás, y acaba afectando al mismo proceso que se
alteró inicialmente.
Como ya explicamos en la Unidad 1, las relaciones causales en estos bucles se indican por
flechas sobre las que se indica si la relación es directa (signo +) o inversa (signo –). Un bucle
que contiene un número impar de relaciones inversas es un bucle de realimentación negativa
(representado con un círculo en cuyo interior hay un signo –); un bucle que no contiene
relaciones inversas o que contienen un número par de ellas es un bucle de realimentación
positiva (representado con un círculo con un signo +).

3. Dinámica atmosférica
La dinámica de la atmósfera terrestre está determinada por la circulación general de las masas
de aire en la troposfera, lo que a su vez origina la zonación climática y los fenómenos
meteorológicos.

3.1. La convección a gran escala en la atmósfera


La radiación solar se reparte desigualmente sobre la superficie terrestre; la insolación es
máxima en la zona ecuatorial y mínima en los polos, por lo que el aire en estas zonas presenta
temperaturas muy diferentes que inducen en la atmósfera movimientos de convección a
escala planetaria.

Cuando las masas de aire cálido ecuatoriales se desplazan hacia los polos, el efecto de Coriolis
las desvía hacia su derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur, y la
trayectoria que se inició a lo largo de los meridianos acaba siguiendo los paralelos. Lo mismo
ocurre con las masas de aire frío situadas en los polos que se desplazan hacia el ecuador, por lo
que en cada hemisferio, en vez de formarse una única célula convectiva, se forman tres
cinturones convectivos.

● Sobre los polos Norte y Sur la convergencia se produce en altura y el aire muy frío
desciende hacia el suelo, por lo que no se produce nubosidad y las precipitaciones son muy
escasas.

● A una latitud de unos 65º norte y sur la convergencia se produce en la superficie y las
masas de aire polar y templada tienden a ascender originando la zona de convergencia
templado húmeda. En su ascenso se enfrían, la humedad que llevan se condensa y da lugar a
precipitaciones, por lo que en esta zona de convergencia las precipitaciones son abundantes.

● A una latitud de unos 30º norte y sur se produce en altura la convergencia entre las
masas de aire tropical y templada, y el aire tiende a descender formando la zona de
convergencia tropical de escasas precipitaciones. En esta zona se forman los grandes desiertos
cálidos de la Tierra, como el del Sahara y el de Libia.

● Sobre el ecuador las masas de aire tropical convergen en superficie y tienden a


ascender formando la zona de convergencia ecuatorial o intertropical. Son masas de aire
cálidas y cargadas de humedad, por lo que su ascenso condensa mucha humedad y produce
abundantes precipitaciones.

Meteorología y clima

● La meteorología estudia los fenómenos atmosféricos cuya escala abarca desde


decenas de kilómetros (como las tormentas) a unos miles de kilómetros (como las bandas
nubosas asociadas a las borrascas) y que se desarrollan en períodos de tiempo de entre unas
horas y unos días.

● El clima de una región se identifica por los valores medios anuales de la temperatura y
la pluviosidad, obtenidos a partir de los datos registrados durante muchos años. Cuantos más
años abarque el registro de las precipitaciones y las temperaturas diarias, con más exactitud
pueden calcularse estos valores medios.

3.2. Meteorología
Los fenómenos meteorológicos, como las lluvias, la nubosidad, los vientos, etc., son el
resultado de unas condiciones atmosféricas que están producidas por muchos factores; por
eso resulta complicado realizar predicciones exactas. Las principales variables que intervienen
en los fenómenos meteorológicos son:

La presión atmosférica

El aire tiende a desplazarse desde las zonas de mayor presión atmosférica, denominadas
anticiclones, a las de menor presión atmosférica, las borrascas. Los anticiclones son zonas
donde hay un flujo descendente de aire, que en superficie diverge en todas direcciones; las
borrascas son zonas donde el aire converge en la superficie y asciende. El recorrido que realiza
el aire al moverse desde los anticiclones hacia las borrascas no es rectilíneo, ya que el efecto
de Coriolis lo desvía hacia su derecha (en el hemisferio norte) o hacia su izquierda (en el
hemisferio sur), haciendo de su trayectoria una espiral. En el hemisferio norte el aire gira en
sentido contrario a las agujas del reloj al converger en las borrascas y en sentido horario al
divergir en los anticiclones. En el hemisferio sur estos giros son a la inversa.

El gradiente térmico de la troposfera

Es la forma en que varía la temperatura con la altura. Se considera que un gradiente es normal
cuando al ascender en la atmósfera las temperaturas son cada vez más bajas, y que un
gradiente es inverso, o que hay una situación de inversión, cuando al ascender la temperatura
es cada vez más alta o se mantiene constante.

● En una situación de gradiente normal puede producirse convección, ya que el aire


caliente tenderá a ascender al tener sobre él aire más frío; se dice entonces que hay
inestabilidad atmosférica, lo que propicia la formación de nubes y precipitaciones.

● En una situación de inversión no se produce. La gráfica representa un ejemplo del


gradiente de temperatura en la atmósfera en un lugar y en un momento concretos. Entre el
suelo y los 500 m, y desde los 800 m hacia arriba, el gradiente es normal, mientras que entre
los 500 y los 800 m hay una inversión en la que no se produce convección. (I.M.H.) convección,
ya que el aire caliente, menos denso que el frío, se encuentra arriba; en estas condiciones se
dice que hay estabilidad, lo que trae cielos despejados y ausencia de viento.

La humedad relativa

La humedad relativa del aire es la cantidad de vapor de agua que contiene en relación a la que
podría tener como máximo dada su temperatura; se expresa en forma de un porcentaje.

La curva de saturación de la figura indica esa cantidad máxima, es decir, el 100% de humedad
relativa para cada temperatura.
3.3. Fenómenos meteorológicos violentos
Los principales riesgos meteorológicos están asociados a situaciones de fuerte inestabilidad
atmosférica, con aire muy cálido y húmedo en superficie y aire muy frío en las capas altas de la
troposfera. Cuanto mayor es la diferencia de temperatura entre el aire cálido superficial y el
aire frío en altura, y cuanto mayor sea la humedad que contiene el aire superficial, más
enérgica es la convección y mayor es la violencia del proceso que se activa. Por ello los
procesos más destructivos son los que se producen sobre el mar en latitudes tropicales, en las
épocas en que el mar ha estado expuesto durante varios meses a una fuerte insolación.

4. El clima
El clima de una región está definido por la temperatura media y la pluviosidad anuales, y por
otras variables estadísticas, como la distribución de las temperaturas y la pluviosidad a lo largo
del año, y sus valores máximos y mínimos.

Hay cuatro factores que determinan el clima de una región o influyen sobre él:

● La zona climática, que depende a su vez de la latitud.

● La altitud, ya que una gran altitud tiene un efecto similar a una elevada latitud.

● La cercanía al mar, que suaviza las temperaturas de verano e invierno.

● Los vientos dominantes, que afectan a la temperatura y a la pluviosidad.

4.1. Clasificación de los climas


Las zonas de convergencia de las masas de aire originan siete zonas climáticas que se
distribuyen en bandas irregulares paralelas al ecuador, y dentro de estas zonas se reconocen
muchos tipos de climas. Una de las clasificaciones más utilizadas es la de Köppen-Geiger que
reconoce treinta tipos agrupados en cinco climas principales.

4.2. Climogramas
Un climograma es una representación gráfica de las precipitaciones y las temperaturas medias
mensuales a lo largo del año. Se representan en el eje de abscisas los doce meses del año y en
el de ordenadas se utiliza una doble escala: una para las precipitaciones (en mm o L/m2), a la
derecha y otra para las temperaturas (en ºC), a la izquierda. Normalmente la gráfica de
precipitaciones se representa en azul y la de temperaturas en rojo. En el tipo de climograma
más utilizado, las precipitaciones se representan mediante barras y las temperaturas con
puntos unidos con una línea.

Dos tipos de climogramas: a la izquierda, con las precipitaciones medias mensuales en barras y
tres líneas para las temperaturas máxima, mínima y media (es más frecuente representar
únicamente las temperaturas medias). A la derecha, climograma con las precipitaciones
representadas con puntos unidos con una línea. En este tipo de climograma la escala de las
precipitaciones es doble de la escala de temperaturas, lo que permite detectar la estación o
estaciones secas (sombreadas en amarillo), en las zonas donde la gráfica de precipitaciones
queda por debajo de la gráfica de temperaturas. (Wikimedia Commons)

4.3. Los climas de España


La clasificación de Köppen-Geiger permite diferenciar siete climas diferentes en la península
Ibérica:

● El clima polar de tundra (ET) en algunas zonas del Pirineo.

● El templado de precipitaciones constantes y verano templado (Cfb).

● El templado de verano templado y seco (Csb).

● El continental de verano seco y templado (Dsb).

● El árido estepario y frío (BSk).

● El templado de verano seco y cálido (Csa).

● El continental de verano seco y cálido (Dsa).

Las islas Baleares están incluidas en el tipo Csa, mientras que las islas Canarias presentan un
clima tropical de precipitaciones constantes (Af) en el norte de Tenerife, La Palma, Gran
Canaria y, en menor medida, El Hierro, y un clima árido (BSh) en la zona sur de estas islas, así
como en la Gomera, Lanzarote y Fuerteventura.

4.4. Los cambios climáticos en el pasado


El pasado climático de la Tierra se puede reconstruir con gran fiabilidad utilizando una serie de
indicadores paleoclimáticos. Algunos de estos indicadores son:

● La abundancia del isótopo 18 del oxígeno (18O) en las rocas sedimentarias marinas
indica clima frío (el isótopo 16O, que se evapora con mayor facilidad, permanecía sobre los
continentes en el hielo de los glaciares).

● Las estrías glaciares, producidas por las masas de hielo al deslizarse sobre los
continentes, delatan una glaciación.

● La presencia de corales y de rocas calizas indica climas cálidos, ya que las calizas se
depositan en plataformas continentales cálidas.

● La presencia de areniscas rojas (ricas en hematites, un óxido de hierro) indica la


sedimentación en un clima muy árido.

En los últimos mil millones de años la Tierra ha atravesado cuatro grandes glaciaciones (en azul
en la figura) y al menos otros cuatro períodos de “invernadero” (en rojo), con temperaturas
muy altas; por ejemplo, se calcula que en el Cretácico la temperatura media en el planeta era
de 30 ºC (actualmente es de 15 ºC). La figura muestra también que en la actualidad nos
encontramos en una glaciación que comenzó hace algo más de 30 millones de años. Esta
glaciación ha tenido varios períodos interglaciales, en los que las temperaturas han subido y
los casquetes glaciares de los polos han retrocedido, y períodos glaciales, de temperaturas
muy bajas, en los que los glaciares han avanzado de nuevo. Cuadro geocronológico. (I.M.H.)
En la figura se indican las extinciones masivas que ha atravesado la biosfera. La más severa
ocurrió hace 250 millones de años y marcó el final de la era Paleozoica. En ella desaparecieron
más del 90% de las especies. Esta extinción se atribuyó inicialmente al impacto de un cometa
contra la Tierra, pero investigaciones más recientes señalan como causa un efecto invernadero
extremo que afectó a todo el planeta y produjo una falta de oxígeno generalizada en los
océanos.

5. Impactos negativos sobre la atmósfera


Los impactos negativos sobre la atmósfera se detectan cuando se encuentran sustancias o
radiaciones contaminantes de origen antrópico. El término “contaminación atmosférica” es
más genérico y se refiere tanto a las sustancias y radiaciones contaminantes como a todo lo
que puede afectar negativamente al confort de las personas, por ejemplo, ruido, calor
excesivo, sequedad del aire, etc.

5.1. Sustancias contaminantes primarias y secundarias


Un contaminante primario es una sustancia, ya sea gaseosa, líquida o en forma de partículas
sólidas, que es emitida a la atmósfera, desde una fuente natural (como un volcán o un
manantial sulfuroso) o desde una fuente antrópica (como un vertedero o una fábrica).

Un contaminante secundario es una sustancia que se origina en la atmósfera mediante


reacciones químicas. En la mayoría de los casos los contaminantes secundarios se forman a
partir de contaminantes primarios (o bien a partir de otros contaminantes secundarios)
mediante reacciones químicas como la fotooxidación, la disociación, la hidratación y otras. Por
ejemplo, el SO2 (contaminante primario) origina SO3 (contaminante secundario) por una
reacción de fotooxidación, y este origina H2SO4 (contaminante secundario) mediante una
reacción de hidratación. Solamente se reconocen contaminantes primarios y secundarios.
Aunque se produzcan varias reacciones encadenadas con distintos subproductos, estos no se
denominan contaminantes terciarios ni cuaternarios.

Emisión e inmisión

● La emisión de un contaminante primario es la masa de esa sustancia que se expulsa a


la atmósfera por unidad de tiempo. Se mide por lo tanto en unidades de flujo, por ejemplo
toneladas/año.

● La inmisión de un contaminante, primario o secundario, también es un flujo: es la masa


de esa sustancia que se acumula en la atmósfera por unidad de tiempo. Puede tener valor
positivo si la concentración del contaminante tiende a aumentar, negativo, si tiende a
disminuir, o nulo, si su concentración se mantiene constante.

● El nivel de inmisión es la concentración de esa sustancia en la atmósfera en un lugar y


en un momento concretos. Se mide en unidades de concentración, por ejemplo miligramos
por metro cúbico (mg/m3).
5.2. Dispersión y efectos de los contaminantes
La dispersión de los contaminantes primarios y secundarios depende de las condiciones
meteorológicas y, cuando se trata de contaminantes que se expulsan en grandes cantidades o
de forma continuada durante mucho tiempo, de la dinámica atmosférica a gran escala. Los
contaminantes de origen antrópico, cuando alcanzan niveles de inmisión altos durante largos
períodos, pueden producir diversos impactos negativos.

Dispersión a escala local, regional y global

● A escala local, las situaciones meteorológicas de inversión y la ubicación de los focos


de emisión en valles profundos puede propiciar su acumulación en la atmósfera, es decir,
proporcionar elevados valores de inmisión, mientras que las brisas marinas o las brisas
producidas por la insolación diaria sobre los relieves pueden propiciar valores de inmisión
negativos.

● A escala regional, los vientos dominantes pueden transportar de forma continuada los
contaminantes producidos en una zona hasta otra alejada, y acumularlos allí originando
niveles altos de inmisión en un lugar donde no hay fuentes de emisión.

● A escala global la dispersión de los contaminantes depende de la circulación general de


la atmósfera; a esta escala solo se dispersan los contaminantes más estables químicamente y
que no se ven afectados por las reacciones fotoquímicas o por el lavado producido por las
precipitaciones.

Efectos de los contaminantes. Impactos negativos

Los impactos negativos pueden producirse también a diferentes escalas:

● Los impactos a escala local afectan a áreas limitadas: un valle, una ciudad, etc. Los
ruidos, el polvo, el humo, etc., producen este tipo de impactos locales.

● Los impactos a escala regional se producen sobre zonas más amplias y de límites
difusos. La lluvia ácida, la dispersión de una nube radiactiva producida en un accidente nuclear,
o el humo producido en incendios provocados en conflictos bélicos son ejemplos de impactos
sobre la atmósfera a escala regional.

● Los impactos a escala global sobre la atmósfera producen cambios significativos en la


dinámica atmosférica, como los efectos derivados del calentamiento global.

5.3. Principales impactos sobre la atmósfera


Impactos a escala local

Los impactos a escala local se producen por una elevada emisión de sustancias en un entorno
donde su dispersión es lenta, o por procesos que disminuyen el confort de las personas.

● Impactos por emisión de sustancias. El smog es una mezcla de contaminantes químicos


que propician la condensación del vapor de agua y que produce una niebla químicamente
agresiva y muy perjudicial para la salud. Se reconocen dos tipos:

○ El smog fotoquímico está formado a partir de óxidos de nitrógeno (fundamentalmente


NO2) y compuestos orgánicos volátiles (COV), que reaccionan entre sí en presencia de la
radiación solar dando como subproducto ozono, un gas venenoso e irritante. Aunque en la
estratosfera realiza un importante papel en la homeostasis atmosférica, el ozono troposférico
producido al nivel del suelo es un peligroso contaminante secundario.

○ El smog ácido o sulfuroso está formado por la oxidación e hidratación de los óxidos de
azufre producidos por la utilización de combustibles de baja calidad (sobre todo carbón),
dando como producto final ácido sulfúrico, que es también el contaminante secundario que
origina la lluvia ácida.

● Impactos por otros procesos. El confort de las personas puede verse afectado
negativamente por procesos como:

○ Acumulación de calor. En las ciudades grandes, de edificios altos y pocas zonas verdes,
el asfalto y los edificios aumentan mucho su temperatura con la insolación, y calientan a su vez
el aire. En situaciones de estabilidad atmosférica la temperatura en esa ciudad puede ser
varios grados más alta que en las zonas periféricas, situación que recibe el nombre de isla de
calor.

○ Emisión de polvo, humo y otras sustancias. Las obras públicas, la quema de rastrojos o
de basuras en los vertederos, los malos olores procedentes de depuradoras, vertederos o
actividades industriales, etc., son formas de contaminación atmosférica que producen un
impacto negativo sobre el confort de las personas.

○ Ruidos. También se consideran contaminantes atmosféricos los niveles mantenidos de


ruido por encima de los 70 decibelios.

Impactos a escala regional

El principal impacto regional es la deposición ácida: lluvia, nieve, granizo, rocío o escarcha que
contiene proporciones, a veces elevadas, de H2SO4 (ácido sulfúrico), HNO3 (ácido nítrico) y
otros contaminantes secundarios ácidos. Estas precipitaciones causan graves daños a los
ecosistemas y también a la agricultura y al ganado.

La corrección de estos impactos regionales se complica porque las fuentes de emisión de los
contaminantes se encuentran en muchos casos situadas en países distintos de los que
finalmente acaban teniendo valores altos de inmisión y sus problemas ambientales derivados.
Durante la segunda mitad del siglo XX muchos bosques de Noruega y Finlandia se vieron
afectados por lluvia ácida procedente de las emisiones producidas en las islas Británicas.

Impactos a escala global

Actualmente hay dos grandes problemas ambientales derivados de impactos globales sobre la
atmósfera:

● Los niveles altos de radiación ultravioleta en la superficie. La radiación ultravioleta es


retenida en gran parte en la ozonosfera, situada en la estratosfera, donde es absorbida por las
moléculas de oxígeno (O2) y de ozono (O3), que se rompen y liberan átomos de oxígeno libres
(O=). Estos se combinan a su vez con otra molécula de oxígeno para formar una nueva
molécula de ozono. Estas reacciones de disociación y combinación fotoquímicas se ven
entorpecidas por la presencia en la estratosfera de átomos de cloro que captan los átomos de
oxígeno libres, impidiendo la formación de ozono. De esta forma, la ozonosfera está
disminuyendo su densidad y su eficacia, y la radiación ultravioleta puede atravesarla más
fácilmente. Esta radiación, en dosis elevadas, produce daños oculares y en la piel, y afecta
negativamente también a los ecosistemas acuáticos.

● El calentamiento global. Los valores positivos elevados de inmisión de CO2 a escala


global son la principal causa del incremento del efecto invernadero de la atmósfera, que a su
vez es la causa del calentamiento global.

Algunos de los efectos que produce este ascenso global de las temperaturas son:

○ Redistribución de las zonas climáticas, lo que produce desertización, expansión de


enfermedades tropicales a latitudes templadas y otros efectos.

○ Aumento de la frecuencia y violencia de los huracanes.

○ Fusión de los casquetes polares y de los glaciares de montaña.

○ Alteraciones en los regímenes de lluvias, con periodos de sequías y lluvias torrenciales.

5.4. Detección, prevención y corrección de impactos


sobre la atmósfera
Detección de la contaminación atmosférica

La detección de sustancias contaminantes atmosféricas en las ciudades se realiza mediante


análisis diarios en las estaciones de medida de la calidad del aire. Otros tipos de
contaminación, como el ruido, se miden mediante unidades móviles que acuden con
instrumentos de medida cuando existe una denuncia.

Las estaciones de medida forman en España la Red de Calidad del Aire, cuyo funcionamiento
está regulado por la Dirección General del Medio Ambiente, aunque su uso y mantenimiento
corren por cuenta de los gobiernos autonómicos. Sus objetivos son:

● Informar a los ciudadanos de la calidad del aire.

● Identificar las zonas de mayor contaminación, para adoptar medidas preventivas.

● Seguir la evolución y dispersión de los contaminantes.

● Cumplir la normativa europea en materia de protección de la calidad del aire.

● Detectar situaciones de alerta según las normativas europeas.

Prevención de la contaminación atmosférica

La prevención de la contaminación atmosférica incluye medidas como:

● Instalación de filtros en las chimeneas de industrias, incineradoras, etc.

● Elaboración de Estudios de Impacto Ambiental previos a la realización de proyectos.

● Regulación del tráfico y desarrollo de los transportes públicos para evitar atascos en las
ciudades.

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