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Manuel Vázquez Montalbán: Creemos en la revolución

Creemos en la revolución

Manuel Vázquez Montalbán. Barcelona, 1939 - Bangkok, 2003. Intelectual marxista español,
internacionalmente conocido por sus novelas de género negro, se definía a sí mismo como “periodista, novelista,
poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general”. Fue un
destacado dirigente del PSUC, federación catalana del Partido Comunista de España. Estudió filosofía y letras en la
Universidad Autónoma de Barcelona y periodismo en la Escuela de Periodismo de Barcelona. Condenado a tres años
de prisión por su actividad antifascista en 1962, escribió en la cárcel de Lérida su primer ensayo, Informe sobre la
información. Inició su labor periodística en la revista Triunfo y ha colaborado en publicaciones como Siglo XX,
Tele/eXprés, Por favor y, más tarde, en El País e Interviú, en los que escribió hasta su muerte. Entre los
reconocimientos más importantes que ha recibido destacan el Premio Nacional de Narrativa en 1991, el Premio
Europeo de Literatura en 1992 y el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1995 en reconocimiento a toda su
obra. De su inconmensurable producción, nombramos: su serie del detective Carvalho (25 novelas publicadas entre
1972 y 2004); otras obras narrativas como Cuestiones marxistas (1974), El pianista (1985), Los alegres muchachos de
Atzavara (1987), Galíndez (1990), Autobiografía del general Franco (1992), El estrangulador (1995), O César o nada
(1998), Erec y Enide (2002); diecisiete tratados de gastronomía (como Contra los gourmets, 1985); obras poéticas
como Una educación sentimental (1967) y los dos volúmenes de Memoria y deseo (1986 y 1996); los ensayos
Manifiesto subnormal (1970), Crónica sentimental de España (1971), La vía chilena al golpe de estado (1973),
Diccionario del franquismo (1977), Historia y comunicación social (1980), Crónica sentimental de la Transición
(1985), Moscú de la revolución (1990), Pasionaria y los siete enanitos (1995), Panfleto desde el planeta de los simios
(1995), Un polaco en la corte del rey Juan Carlos (1996), Y Dios entró en La Habana (1998), Marcos: el señor de los
espejos (1999) y La Aznaridad (2003). Algunas de sus novelas han sido adaptadas al cine y la televisión.

El País // 18 de enero de 1998


Fuente: vespito.net/mvm/cuba1.html

Sobre el edificio principal del aeropuerto del Papa y el repentino protagonismo de la


de La Habana se lee un lema que es un Iglesia cubana es una versión del caballo de
auto de fe: creemos en la revolución. Troya en Polonia, o en la URSS o en
Ignoro si el cartel permanecerá en el Managua; destaca por la sutileza la lectura
momento en que Juan Pablo II aterrice en de que el viaje es un pacto implícito,
uno de sus viajes más misioneros y incluso quizás explícito, entre Cuba,
polisémicos. Misioneros porque la visita Estados Unidos y el Vaticano para crear un
forma parte de una complicadísima partida pretexto aliviador de la tensión entre la
de ajedrez espiritual en la que Castro revolución cubana y el imperio; a las sobras
quiere conseguir el aval a su concepción de tan sibilina jugada, la estrategia
materialista del Espíritu o de la historia y la española estaría esperando un balance
Iglesia un espacio material para que se positivo de la visita papal, por mínimo que
mueva el Espíritu Santo por la isla, al sea, para justificar un retorno a la
menos con parecidas facilidades a las que normalidad en las relaciones diplomáticas
goza Changó, el dios del fuego, del rayo, hispano-cubanas.
del trueno, de la guerra, de los ilú-batá, del
Tal vez la lectura más elemental y eficaz
baile, la música y la belleza viril. Changó, no
consistiría en pensar que los dos
olviden el nombre del dios afrocubano,
concertantes de tan raro contrato
patrón de los guerreros y los artilleros, es
espiritual quieren ganar tiempo: el
como santa Bárbara.
Vaticano asume una cierta estabilidad de la
Polisémico porque este viaje es una obra revolución pasados los años de zozobra del
más abierta que Rayuela y se está leyendo periodo especial y se prepara para ese
desde los más variados abecedarios: los futuro apostólico emocional que las iglesias
que lo ven, para mal o para bien, como una han recuperado últimamente cuando se
legitimación vaticana del castrismo; los que desmoronan las apuestas laicas por el
piensan, para bien o para mal, que la visita sueño de la razón, y el castrismo necesita

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Manuel Vázquez Montalbán: Creemos en la revolución

tiempo para reconstruir el consenso ve? La exaltación de la dignidad concreta


espiritual de las masas desabastecidas y un del hombre concreto también es pues no
discurso alternativo y a la vez posibilista sólo un legado convencional cultural que
frente a la ofensiva del capitalismo abandera a la revolución, sino que es un
globalizado. Bertold Brecht dixit: primero el mandato secular cristiano. El Papa está a
estómago y luego la moral. favor de la vida y por eso lucha contra el
aborto y reflexiona sobre el sentido de la
Presencio en la sede diplomática italiana la
pena de muerte o reivindica los derechos
intervención en televisión del cardenal de
materiales del hombre: alimentación,
La Habana, monseñor Ortega, rodeado de
sanidad, educación, es decir, muy en la
diplomáticos, algún político revolucionario
línea del concepto de derechos humanos
y Mauricio Vicent, nuestro hombre en La
que Castro ha expuesto a Frei Betto o
Habana y tómenselo como una licencia
Gianni Miná o Tomás Borge en tres de sus
metafísica más que literaria, porque Vicent
más famosas entrevistas.
sabe tanto sobre Cuba que parece una
agencia de información en persona. Claro que el cardenal no podía eludir la
Primera comprobación rigurosamente libertad como derecho, pero identificada
posmoderna: puesto que el cardenal con la verdad, porque la verdad te hará
Ortega, arzobispo de La Habana, está libre, aseveración providencialmente
saliendo en televisión, el cardenal existe. próxima a «la verdad es revolucionaria» de
Ernesto Che Guevara.
Es la primera vez que un líder filosófico,
para utilizar una calificación utilizada por El cardenal Ortega fue un estudiadísimo
Castro para asumir la pluralidad tolerable, sistema de señales y especialmente
dispone de una pantalla televisiva estatal y percibida su reivindicación nacionalista
actuante sobre toda la audiencia potencial recordando el patriotismo polaco de Juan
posible. En sus intervenciones directas Pablo II. Lo que el cardenal español
desde el púlpito, el cardenal Ortega es Tarancón consideraba excesivo, según me
conocido por la contundencia prudente, reveló en 1984 («Este Papa es demasiado
pero contundencia, de sus juicios sobre el polaco», o «Se cree que todo el mundo es
status del catolicismo en Cuba. Se esperaba Polonia»), se ha reconvertido en una
pues con curiosidad la forma y el fondo de sobreimpresión ideológica sobre la
su primera aparición en televisión y los allí renovada lectura nacional patriótica de la
reunidos coincidimos en que había estado revolución cubana.
habilísimo.
El debate ideológico en Cuba prescinde
Flanqueado por una foto del Papa y una
progresivamente de Lenin y asume cada
reproducción de la Virgen de la Caridad del
vez más a Gramsci, uno de los inspiradores
Cobre, patrona de Cuba, el cardenal se
del nacional-comunismo, desde el
subió a las metáforas bíblicas: «¿Quién dice
supuesto de que la piedra fundamental de
la gente que soy?», preguntó Jesús a sus
la revolución cubana es el pensamiento de
discípulos y fue Pedro quien mejor le
Martí. En un momento en que lo soviético
respondió: «Eres el hijo de Dios vivo».
es víctima de todos los desdenes por parte
Premiado con ser piedra y con la promesa
de los cubanos, el cardenal recordó que
de que sobre esa piedra se edificaría la
Juan Pablo II y los polacos lucharon contra
Iglesia, Pedro fue la cabeza visible del
la impuesta hegemonía soviética y recordó
cristianismo y así hasta ahora en que esa
que Juan Pablo II ya se ha pronunciado
representación la asume un Papa polaco. El
contra el capitalismo salvaje, contra el
cardenal midió espléndidamente las
liberalismo y contra bloqueos económicos
proporciones. Creer en Cristo es creer en el
que hacen sufrir a los pueblos.
hombre y amarlo, porque, se preguntó con
san Juan, ¿puede ser un buen cristiano Era imposible acercar más al espíritu de la
aquel que ama a un Dios que no ve y en historia al Espíritu Santo y fue entonces
cambio es incapaz de amar al hombre que cuando Su Eminencia Reverendísima

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estuvo en condiciones de pedir a los que aquí, naturalmente, no coincide con la


cubanos que abrieran sus hogares y sus reducción de la burguesía, sino con las
corazones al representante de Cristo en la personas y los sectores sociales acampados
Tierra: como un paso de Dios por nuestra extramuros del sistema.
historia. Hay que tener en cuenta el
A la vista de la endeblez demostrada en los
especial momento político-emocional
países de socialismo real por aparatos de
cubano, a medio camino entre las
vertebración tan teóricamente
angustias del periodo especial y una visión
inexpugnables como el Ejército, los cuerpos
de la salida del túnel para captar todas las
de seguridad o el partido y de lo que tarda
significaciones de tan estudiada alocución.
en llegar ese hombre nuevo al que han
Perdida la esperanza revolucionaria tal
llamado en su auxilio todas las
como se entendió en el periodo en que el
revoluciones desde la humanista de los
Che pedía dos, tres, cuatro Vietnam, es
siglos XIV y XV, el sentido común político y,
imposible mantener sine die una
por qué no, revolucionario, exige plantear
expectativa revolucionaria rodeada de tan
nuevas expectativas socialmente asumibles
duras condiciones de supervivencia, sin un
y la revolución bien vale una misa.
proyecto que relance o el entusiasmo o la
paciencia de las masas. En un momento en que crece en
Latinoamérica la lectura crítica de las
Siete años después de la caída del muro de
consecuencias de la globalización
Berlín y de la hegemonía del pensamiento
económica llevada al ritmo del
único neoliberal, sin que en esos siete años
economicismo social y políticamente más
el liberalismo económico haya conseguido
ciego, ¿por qué no historificar a Dios, a
cumplir el propósito bicentenario de sus
Cristo como Dios vivo o a la Iglesia como
fundadores de traer la felicidad a este
subalterna compañera de viaje patriótico?
mundo, desde la redundancia de una
No todas las respuestas a esta pregunta
revolución isleña y aislada, Cuba necesita
son las mismas.
no sólo ayudas comerciales e inversoras,
sino ayudas culturales, si entendemos Hay quien piensa que el Vaticano va a
cultura como consciencia de la relación del plantar los huevos de la serpiente y por La
ser humano con el mundo que le rodea y Habana circula el chiste, entre mil, de que
con la delimitación de sus necesidades Juan Pablo II está dispuesto a conocer al
reales y el derecho a satisfacerlas, ahora y diablo en persona. Castro tiene a su
en el futuro. La crítica al neoliberalismo de alcance el acceso a otra verdad
la Iglesia abre una posibilidad de fundamental. Si por su proximidad a la
coincidencia ideológica, como la abre un revolución ya sabe si es verdad o mentira,
nacionalismo entendido como derecho a la estar tan cerca del Papa, el representante
diferencia dentro pero a pesar de la de Dios en la Tierra, quizás le ayude a
globalización. Cómo introducir la lógica del despejar otra incógnita que ha dado mucho
Tercer Mundo dentro de la lógica del que pensar, hablar y temer.
mercado único, de la verdad única, del
ejército gendarme único, he aquí una
posibilidad de renovación del discurso
teórico y de la estrategia castrista.

Un bien de Dios
Desde esa estrategia, la visita del Papa es
un bien de Dios, y desde la milenaria
estrategia vaticana, que Dios pase por la
historia de Cuba sin duda traerá
consecuencias en la llamada sociedad civil

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