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La realimentacion en los procesos y el reto de la mejora continua

En mi pasado articulo les comente brevemente de la diferencia que existe entre la evaluacion de los
resultados en los diversos procesos que realizamos en el dia a dia y la mejora de estos hacienda ajustes
en la accion y por lo tanto mejorar los resultados. Esto lo llamamos la “realimentacion de primer grado”
o evaluacion de la accion para impactor los resultados.

Hagamos un poco de historia y recordemos a Albert Einstein y a Thomas A. Edison y sus estudios, el
primero en toda su vida dedicada al analisis cientifico y el segundo para la fabricacion de la bombilla
incandescente.

De Einstein se muestran muchos estudios y una excelente frase o mas bien reflexion que es la que
quiero dejar aca y compartir con ustedes.

“Para obtener resultados diferentes, no podemos seguir haciendos las cosas de la misma manera.”

Esto aunque obvio no lo es y probablemente no aplique a todos los ambientes ni a todos los procesos,
por ejemplo, los deportistas. En muchas ocasiones se nos ha dicho que la practica es la que hace al
maestro y con ello lo que se intenta decir es que la practica lo que busca es corregir los errores de una
mala ejecucion y por lo tanto estamos evaluando la accion para mejorar el resultado, es decir
“realimentacion de primer orden”. Antes de seguir Adelante les dejo la segunda frase (y otra mas), que
nos llevara al tema en cuestion de este articulo y es:

“Hay una forma de hacerlo mejor, encuentrala.”

“No fracase, solo descubri 999 maneras de como no hacer la bombilla.”

Estas frases, la de Einstein y las de Edison nos llevan a la evolucion del primer aprendizaje y su conocida
realimentacion y si entonces queremos como los deportistas hacer las cosas mejor, ¿que hacen de
manera recurrente?, pues se buscan un entrenador que los “vea” desde afuera, es decir que analice su
accion no desde lo que hace sino desde lo que son ellos tomando las acciones y luego de evaluar esto
(en el caso del deportista viendo y evaluando cada vez que lo hace, como lo hace), analiza, estudia, se
informa con otros elementos y propone un cambio en el ejecutor de la accion.

Es importante para el lector que no se sienta defraudado como tampoco lo debe estar el deportista, si
esta nueva manera de hacer las cosas genera resultados peores a los anteriores, lo que seria normal (el
sentirse defraudado), lo que sucede es que el ser humano no es una maquina – aunque algunos
parecieran serlo -, y debe ajustarse a la nueva manera de ser y a partir de alli dar el salto de escalon y
mejorar de manera importante, esto, ¡es la realimentacion de segundo grado!
Todo esto obviamente no es nada nuevo y hay mucha literatura que puede servir de ayuda a todos
ustedes en el tema, pero, si existe y es tan conocido, entonces; ¿Por qué no lo aplican todo para mejorar
de forma importante los resultados de los procesos y acciones? Muy sencillo, porque hacen falta varias
valores para que esto funcione y las comparto con ustedes para la reflexión y toma de decisiones.

Honestidad: Lo primero que debe saber la persona que ejecuta la acción es que su resultado no es
suficientemente bueno y que debe cambiar “el” para mejorar los resultados.

Humildad: Debe reconocer que las respuestas a lo que necesita mejorar o cambiar es muy probable que
no esté en él y que debe buscar ayuda.

Paciencia: El cambio de la acción puede que no conlleve a mejora de resultados de manera inmediata
(en ocasiones puede que sí).

Perseverancia: La mejora de resultados pasa por la practica (cuando el proceso permite la mejora con la
simbología causa-efecto) y las reiteradas evaluaciones de los resultados.

Innovacion: Debemos aprender no solo a hacer las cosas de manera diferente en ocasiones, sino a
atrevernos a hacer o tomar decisiones que antes no hemos hecho nunca.

Trabajo en equipo: El exito no depende tanto de nosotros como de la capacidad de escuchar a los que
nos rodean, aprender de ellos y generar mejores ideas.

Y asi podriamos extender la lista de valores por mucho tiempo.

Mi reflexion con este breve articulo es que las personas que quieren mejorar de forma importante (y
con ello las empresas que lideran), deben buscar evaluarse ellos mismos y dejar el orgullo que
usualmente envuelve a estos lideres para obtener resultados realmente destacables y fuera de lo
esperado, para ello deben esforzarse en leer, con leer no es solo entender como se hacen las cosas, sino
¿cómo lo hace la competencia? ¿Qué pide el mercado? y con ello nuestros clientes y evaluar que
queremos y debemos hacer para “hacer la diferencia”.

Mi otra reflexión es que evitemos la perfección ya que esta es un enemigo de la excelencia. Comparando
ambos términos les digo que el que busca la perfección a pesar de tener excelentes resultados nunca se
encuentra satisfecho, más bien esta frustrado, mientras que el que busca la excelencia, disfruta de sus
resultados, los comparte y retoma su camino porque sabe que hay algo mejor por hacer o mejorar.

Tu qué quieres ser, ¿Perfeccionista o excelente?

Gabriel Perticarari Pifano

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