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La Segunda Guerra Mundial.

¿Quién fue y que hizo Alan Turing?


Fue famoso por descifrar el código nazi en la Segunda Guerra Mundial y pionero
en otras ramas como la biología y la inteligencia artificial, cuya contribución es
imprescindible en el desarrollo de las tecnologías actuales. Lo recordamos a 108
años de su nacimiento.

Su principal interés era comprender la filotaxis de Fibonacci, es decir, la existencia de los


números de Fibonacci en las estructuras vegetales. Utilizó ...
Causa de muerte: Intoxicación cianhídrica
Obras notables: Computing machinery and int...
Nombre de nacimiento: Alan Mathison Turing
Nacionalidad: Británica
Monumento a Alan Turing Categoría:Alan Turing Máquina de Turing Bombe

¿Quién fue y que aporte hizo a la computación Alan Turing?

Alan Turing fue un brillante matemático, criptoanalista e informático teórico


nacido el veintitrés de Junio de 1912 en Maida Vale un distrito residencial al oeste
de Londres. ... Formalizó los conceptos de algoritmo y computación con su
máquina de Turing. Es considerado el padre de la inteligencia artificial

Antes de la universidad, estudió en el colegio de Sherborne. Su falta de dedicación


a las asignaturas clásicas le llevó a suspender varios exámenes, impidiendo de esta
forma el acceso a su primera elección universitaria. Es por ello que estudió en
el King’s College (Universidad de Cambridge) y, posteriormente, en la Universidad
estadounidense de Princeton, siempre dedicado a la ciencia y a las matemáticas.
Antes de la guerra, donde su biografía se agranda, ya hizo grandes avances en
computabilidad: en 1936 crea la máquina de Turing, capaz de resolver cualquier
problema matemático que pudiera representarse mediante un algoritmo. En 1938
se inventó el término hipercomputación para, a través de las máquinas Oracle,
resolver también problemas para los que no existía representación algorítmica.
Y entonces explotó la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes comenzaron a
utilizar la máquina de la imagen para encriptar sus comunicaciones. Esta

máquina, parecida a una máquina de escribir


convencional de la época y de nombre Enigma, estaba compuesta de varios rotores
(con 26 posicione s cada uno en base a las 26 letras del alfabeto) que iban girando
a medida que se introducía el mensaje de entrada. Estos giros hacían que a cada
letra de entrada del mensaje original le correspondiera una letra de salida de
manera que, al ir rotando a cada pulsación, la misma letra de entrada no tenía
siempre la misma letra de salida. Es decir, posibilitaban un código
variable. Adicionalmente, los rotores se colocaban en la máquina manualmente en
una posición concreta y ese, junto con algunos datos más, pero en ningún caso
ninguna clave, era la única configuración que se necesitaba compartir entre los
poseedores de las máquinas. Dicha configuración inicial era cambiada con
frecuencia. Este funcionamiento hacía imposible romper la encriptación usando los
métodos de fuerza bruta ya que existían millones de posibilidades y relativamente
poco tiempo para el análisis en cada ciclo.
Turing fue reclutado para el equipo de trabajo británico de descifrado que se
instaló en la mansión victoriana Bletchley Park, equipo que acabaría
dirigiendo. Además, ayudado por las investigaciones que sobre una máquina previa
a Enigma llevaron a cabo criptógrafos polacos, ingenió un artefacto que permitió
descifrar miles de mensajes que los alemanes enviaban con información de todo
tipo: desde partes meteorológicos hasta órdenes directas de Hitler.
La información obtenida varió significativamente algunos aspectos de la guerra y
contribuyó a su finalización. Por ejemplo, Reino Unido se encontraba en una
situación límite al no disponer de alimentos ni medicinas. Estados Unidos enviaba
barcos cargados con provisiones que los submarinos alemanes apostados en el
Atlántico Norte destruían continuamente. Conocer, gracias a los mensajes
descifrados por el equipo de Turing, las posiciones de los submarinos alemanes
permitieron a los barcos estadounidenses ir modificando sus rutas para llegar
sanos y salvos a destino.
Tras la guerra, su trabajo continuó en el marco de la computación. Diseñó uno de
los primeros computadores electrónicos programables digitales, así como otra
de las primeras máquinas en la Universidad de Mánchester. También destacó en el
campo de la inteligencia artificial, principalmente por la concepción del test de
Turing en 1950, según el cual puede juzgarse la inteligencia de una máquina si sus
respuestas en la prueba son indistinguibles de las de un ser humano.
Un final trágico
También fue excelente, en otro orden de cosas, como corredor de fondo. Su marca
de 2:47 en la prueba de maratón le hicieron ser considerado como posible atleta
para participar en los juegos olímpicos de 1948, los primeros que se celebraron
después de la guerra. Precisamente en Londres, su ciudad natal. Finalmente quedó
fuera de la lista por lesión. Su motivación para correr era, según comentó, liberar su
mente de la presión que le suponía el trabajo.
A pesar de su brillante carrera como científico, de haber trabajado para el gobierno
inglés y de su influencia en la Segunda Guerra Mundial, su final fue muy trágico. Su
pareja, otro hombre, ayudo a un ladrón a entrar en la casa de Turing. En la
investigación Turing reconoció ser homosexual, lo cual era delito en esa época en
Reino Unido. Se le dio a escoger entre la cárcel y la castración química. Eligió lo
segundo, provocándole importantes alteraciones físicas. Alan Turing se suicidó
por consumo de cianuro en 1954, dos años después de ser condenado.

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