Ésta es la primera y más importante pregunta que un
ejecutivo de negocios debe plantearse.
Existen 5 actores importantes que deben ser tomados en
cuenta o, en el otro extremo del espectro, existen 5 estadios o momentos que deben considerarse; yo me referiré a 5 personas distintas.
Existe un Iniciador que, para fines prácticos, es la persona
que origina la idea en cuanto a la adquisición de un producto o servicio. Esta persona es quien, por medios reflexivos o por haber estado expuesto a algún tipo de publicidad, comienza el proceso de compra.
La idea del Iniciador sigue su curso cuando una segunda
persona: el Influyente, aparece en escena apoyando la idea… La idea del Iniciador se disipa o queda truncada cuando el Influyente, en vez de apoyar la idea, la pone en duda o la rechaza.
Una tercera persona, conocida como Decisor, hace su
ingreso; si esta persona hace suya la idea original del Iniciador, también apoyada por el Influyente, el proceso de compra continúa su rumbo normal. El Decisor “decide” que comprará el producto o servicio. Este momento, sin embargo, todavía no es definitivo porque aún se tiene que contar con la venia de la persona que físicamente hará la compra: el Comprador. Si el Comprador, por las razones que fuera, no efectúa el acto de compra-venta, el proceso se ve truncado. En este particular momento entran en juego los aspectos más básicos de la ley de la oferta y la demanda: el producto o servicio que está siendo demandado debe, simultáneamente, estar disponible. Los estudios demuestran que, para los productos de consumo masivo, la “verdadera” decisión de compra, hasta en un 70% de los casos, se toma hasta que uno está frente al producto: es el momento de la verdad! Si nuestro producto está visible no es garantía que lo compren… si nuestro producto no está adecuadamente exhibido existe altas probabilidades que NO lo adquieran.
Si el proceso de compra-venta llega al punto de la
adquisición del producto, aún falta una barrera por superar: lograr que el producto sea consumido o utilizado. La satisfacción del Consumidor final es el objetivo que debe perseguirse; es lo que permite que las compras sean repetitivas; la NO satisfacción del Consumidor hace que la venta lograda sea una única venta y, con ello, una “venta fracasada”.
Debemos invertir en entender la dinámica e interacción de
las 5 personas antes mencionadas para lograr que nuestro negocio sea un negocio próspero. Debemos, además, saber que lo que hoy es cierto mañana no necesariamente lo será.
Hoy, independientemente del rol que juegue cada uno de
ellos, me referiré a al orden en que debería atenderlos; para estos propósitos, también he hecho una clasificación de 5 distintas “clases de Clientes”: Clientes Clave, Clientes potencialmente Clave, Nuevos Clientes, Clientes Pequeños y Clientes Malos.
Debo comenzar introduciendo el concepto que el único que
merece ser llamado Cliente es aquel que compra o adquiere “y paga” (a tiempo) por un producto o servicio. El orden de atención debe ser el siguiente. Los Clientes Clave: son aquellos sin los que nuestro negocio no pudiera existir y está conformado por un número relativamente bajo pero que, a su vez, representa el un gran porcentaje de nuestro volumen de unidades y valores. Estos Clientes, por supuesto, son los primeros en ser atendidos. Perder uno de estos Clientes es trágico.
Los Clientes potencialmente Clave: existe una cantidad
relativamente pequeña de Clientes que pueden convertirse en Clientes Clave. Estos usualmente están en poder de la competencia o aún no han realizado que significarían mucho para un proveedor. Estos deben ser atendidos muy bien pero nunca antes que los Clientes Clave.
Los Nuevos Clientes: estos son Clientes que, o están en
poder de la competencia o actualmente no compran ni nuestro producto ni los productos competitivos, pero, bajo un estímulo adecuado, pudieran consumirlos. Dentro de esta categoría pudieran estar aquellos Clientes que, por ejemplo, no poseen un equipo de radiotransmisión, únicamente celulares, pero, con un adecuado estímulo, pudieran convertirse en compradores.
Existe una serie de Clientes “pequeños” cuyo volumen es
importante pero que nos cuesta mucho atenderlos y servirlos. Estos Clientes, con un adecuado sistema de incentivos, pueden y deben ser atendidos de manera “distinta” (a través de distribuidores, por ejemplo).
La quinta categoría de Clientes los estoy nombrando, muy a
propósito como Clientes Malos. Estoy son, por definición, aquellos que “no pagan y exigen”, que hacen que nuestro negocio sufra, innecesariamente, un desgaste funcional o emocional que, a la postre, afecta los estados de resultados. Estos Clientes no merecen ser nuestros Clientes, estos, verdaderamente, no son Clientes y, si lo fueran, deberían ser “recomendados” para que los atienda la Competencia. Estos Clientes deben ser eliminados de nuestro negocio.
José (Chepe) Ascoli
jascoli@advancement.com.gt Preguntas a analizar:
a-)¿Cuáles son los 05 actores o personas a tomar en cuenta
en el Gerenciamiento del Servicio al Cliente?
b-) ¿Qué relación tiene la Ley de Oferta y demanda con la
Gerencia de Servicio al Cliente?
c-) Menciones los 05 tipos de clientes que existen en