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Poblamiento de América

El poblamiento de América es el proceso de dispersión de la especie


humana en el continente americano. Los estudios científicos afirman
que los seres humanos no son originarios de América, y está claro que
fue poblada por humanos provenientes de otros lugares. La evidencia
paleoantropológica y genética apoya la hipótesis según la cual los
primeros pobladores de América procedían de Siberia, el extremo
noreste de Asia.

Índice
El estrecho de Bering separa
Resumen América de Asia. La teoría más
Evolución de las hipótesis aceptada indica que por ahí
Relatos indígenas entraron los primeros hombres
que llegaron a América.
Polémica europea
Charles Abbott
El descubrimiento del yacimiento de Folsom
El descubrimiento de la cultura Clovis
Hrdlička y la teoría del ingreso desde Siberia cruzando
el estrecho de Bering
Teoría del poblamiento por el puente de Bering, el
corredor libre de hielo y el Consenso Clovis
La crisis del consenso Clovis
Nuevos hallazgos, nuevos estudios y nuevas teorías
Las investigaciones genéticas
La antigüedad
¿América del Sur primero?
Otras teorías, otras rutas posibles propuestas
Algunas conclusiones provisionales
El encuentro de dos mundos
Tiempo que duró el poblamiento Mapa de América que muestra los sitios anteriores
Ruta y cronología del primitivo poblamiento a la cultura de Clovis.

Véase también
Referencias
Enlaces externos

Resumen
Los continentes de Asia y América están separados por el mar. Entre el Cabo Dezhnev, en Siberia, y el
Cabo Príncipe de Gales, en Alaska, hay un paso marítimo que se conoce como el Estrecho de Bering y
mide 82,7 kilómetros. A la mitad de este estrecho hay dos islas, la Gran y la Pequeña Diomede. En esta
parte, entre los meses de noviembre y junio, se forma una capa de hielo que forma un "puente" entre Asia y
América. Aunque este paso es peligroso, por las fuertes tormentas que allí se dan y la fragilidad del hielo en
ciertas áreas, es posible atravesarlo navegando en verano.

Durante las glaciaciones en las altas latitudes como la de Bering y en las montañas altas de nuestro planeta
se desarrollaron inmensos casquetes de hielo. Según los datos geológicos y oceanográficos, durante el
último de estos períodos, conocido en América como Glaciación de Wisconsin que comenzó hace 110 mil
años y finalizó hacia el 10.000 a.C, los niveles del mar descendieron hasta exponer la plataforma debajo de
lo que ahora es el estrecho de Bering, entre Alaska y Siberia y formó más que un puente terrestre, una
ancha conexión Beringia, tan amplia como la distancia norte-sur a través de la actual Alaska, una región
donde los mamuts y pastos esteparios de Siberia se mezclaban con los de América.1 ​ Se debate en qué
momento los Homo sapiens sapiens (la especie del ser humano moderno) comenzaron la migración desde
Asia hacia a América. Esta conexión existió al menos dos veces: la primera vez hace unos 40 mil años,
permaneció al menos 4 mil años, la segunda vez hace 25 mil a 11 mil años.2 ​ El avance del poblamiento
americano fue lento: en el actual territorio de México hubo seres humanos hace unos 38 mil años3 4​ ​y en el
extremo sur, en Chile hace por lo menos 14.800 años,5 ​en la Patagonia, hace 12 mil.6 ​

Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleoamericanos entraron en el continente
durante la última glaciación, cuando fue posible el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia (el
istmo que actualmente está ocupado por el estrecho de Bering). Esto sucedió entre 15  000 y 14  000
años a. C. Por otro lado, la teoría del poblamiento temprano afirma que los humanos llegaron a América
mucho antes, y está basada en el descubrimiento de restos cuya datación por carbono 14 da una antigüedad
mayor que 14  000  años  a.  C., algunas investigaciones recientes llevan esta fecha a hace unos 33  000
años.7 ​A la investigación paleoantropológica se suma la información genética, que ha servido para reforzar
algunas conjeturas sobre el origen de los americanos. Se estima que la mayor parte de los indígenas
americanos son descendientes de un grupo proveniente del noreste o del oriente de Asia. Los pueblos de
habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se estableció en el norte de América,
mientras que los esquimales llegaron al continente en un flujo migratorio más reciente.8 ​

Después de que los paleoamericanos entrasen en el continente, el paso de Beringia fue cubierto
nuevamente por el mar, de modo que quedaron aislados por tierra del resto de la humanidad. Salvo la
ininterrumpida comunicación entre esquimales y paleoesquimales de Alaska y Siberia y el caso de unos
breves asentamientos vikingos en América de finales del siglo X o comienzos del siglo XI,9 10
​ ​en la costa
de Canadá y Groenlandia, no hay pruebas concluyentes que respalden un contacto transoceánico entre la
América precolombina y el resto del mundo, aunque hay evidencias de contactos con los
polinesios.11 12
​ 13
​ 14
​ ​

Tras el contacto colombino se plantearon variadas conjeturas para explicar el origen de los indígenas
americanos, por ejemplo, recurriendo al mito de la Atlántida o de las tribus perdidas de Israel. El avance de
la investigación científica permitió demostrar que no había relación material entre el origen de los
amerindios y esas creencias, por lo que esas antiguas hipótesis quedaron descartadas.

Evolución de las hipótesis

Relatos indígenas
Desde antes de 1492 las culturas aborígenes de las Américas construyeron tanto mitos de origen, como
relatos de migraciones15 ​
y acontecimientos históricos, diferentes entre una y otra cultura. Las culturas
mesoamericanas consideraban que la presencia humana en el continente americano era poco anterior al que
suponían los europeos. La civilización maya tenía registros históricos escritos desde antes del comienzo de
nuestra era, siendo los más antiguos conservados los de "San Bartoli", 300  a.  C., y manejaban una
referencia como "tiempo cero" a agosto de 3114 a. C.16 ​ Otras culturas, como la zapoteca, tenía registros
escritos que se remontan actualmente al año 500 a. C. Por mucho tiempo, la decadencia de civilizaciones
puntuales y más aún la ruptura político-cultural que significó la entrada de los europeos discontinuó el
conocimiento de esas fuentes mesoamericanas; la ciencia occidental ignoró la existencia o el significado de
este tipo de registros hasta el siglo XX.

Polémica europea

Los europeos intentaron buscar explicaciones para el origen de los seres humanos con los que se estaban
encontrando. Alejo Venegas opinó que provenían de navegantes cartagineses. Agustín de Zárate consideró
que los indígenas podían haber llegado pasando por la Atlántida, antes de que se hundiera según los relatos
de Platón.17 ​
Sin embargo, la mayoría de las primeras explicaciones fueron religiosas, por ejemplo varios
autores europeos pensaron que los pobladores de América provenían de las tribus perdidas de Israel.16 ​
El
sacerdote Miguel Cabello Valboa, malagueño, consideró que los aborígenes americanos descendían del
patriarca Ofir (Génesis 10:29 (https://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+10%3A2
9&version=DHH)) e identificó América con el reino de ese nombre, rico en oro, mencionado en la Biblia
(1Reyes 9:28 (https://www.biblegateway.com/passage/?search=1Reyes+9%3A28&version=DHH)).18 ​
La
idea de situar Ofir en las Antillas fue sugerida por Cristóbal Colón,19 ​
apareció como nota la margen en la
edición de 1540 de Robert Estienne de la Biblia y fue expuesta, entre otros, por Pedro Mártir de Anglería
en 1526.20 ​
La identificación de Ofir con el Perú fue sustentada por el teólogo español Benito Arias
Montano en 157221 ​
y por el erudito Johannes Goropius Becanus en 1580.22 ​
El naturalista y sacerdote
jesuita José de Acosta fue el primero en abordar científicamente el poblamiento de América a partir de los
descubrimientos geográficos que indicaban que la distancia entre Asia y América por el norte es pequeña y
los dos continentes están separados apenas por un brazo de mar. Acosta descartó explícitamente la hipótesis
sobre el paso por el continente perdido de la Atlántida y añadió además que las tierras desconocidas donde
según el Apocalipsis de Esdras fueron llevadas las tribus cautivas de Israel, «no tienen mayor relación con
América que la encantada y fabulosa Atlántida».23 ​
Acosta demostró que no solamente seres humanos
transitaron entre los dos continentes, sino también varias especies animales.

Continuando con una visión científica, Fray Gregorio García hizo una detallada exposición de las
diferentes hipótesis conocidas sobre el poblamiento de América, por tierra o por mar. Para él, los indígenas
provenían de Asia, de China o Tartaria, dadas las semejanzas físicas entre los habitantes de unos y otro
continente.24 ​

En contraste, en 1650, James Ussher estableció ―basado en la Biblia― que las tribus perdidas
abandonaron Israel en el año 721 a. C. y, sobre esa base, la cultura europea sostuvo que América había sido
poblada alrededor del año 500  a.  C. También tratando de apoyarse en la Biblia, el sacerdote sevillano
Diego Andrés Rocha, que vivió desde niño en el Perú, expuso la teoría según la cual el continente
americano fue poblado por descendientes de Túbal (hijo de Jafet, Génesis 10:2-5 (https://www.biblegatewa
y.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+10%3A2-5&version=DHH)), una parte de los cuales habría
poblado España, otra parte la Atlántida y la otra a través de esa hipotética isla, antes de que se hundiera,
habría llegado a América. Rocha complementó su teoría con la comparación entre la actitud de los
conquistadores españoles y la de Moisés.25 ​
Charles Abbott

En 1876, Charles Abbott, un médico estadounidense, encontró unas herramientas de piedra en su granja de
Delaware. Debido a las características toscas de los instrumentos, pensó que podrían pertenecer a los
antepasados remotos de las culturas indígenas modernas. Debido a ello, consultó con un geólogo de
Harvard, quien estimó en 10  000  años de antigüedad la grava que se encontraba alrededor del hallazgo.
Abbott sostuvo entonces que se trataba de un asentamiento humano del Pleistoceno, es decir, muchos miles
de años más antiguo de lo que establecían las teorías bíblicas dominantes.
La teoría de Abbott fue
rechazada por las jerarquías cristianas por oponerse a la Biblia y por la comunidad científica organizada por
el Instituto Smithsoniano por no cumplir con los estándares científicos que exigía. Entre los científicos que
rechazaron la hipótesis de Abbott se encontraban Aleš Hrdlička y William Henry Holmes. En la actualidad
se ha comprobado que Abbott tenía razón en muchas de sus hipótesis y la granja ha sido declarada
Monumento Histórico Nacional.

El descubrimiento del yacimiento de Folsom

En 1908, George McJunkin encontró unos enormes huesos en un barranco de la aldea Folsom, Nuevo
México. McJunkin, un esclavo liberado por la Guerra Civil estadounidense, era geólogo, astrónomo,
naturalista e historiador aficionado y durante años intentó llamar la atención de los vecinos de Folsom sobre
la probable antigüedad de los huesos.26 ​
En 1926, cuatro años después de la muerte de McJunkin, el
director del Museo de Historia Natural de Colorado, Jesse D. Figgins, se enteró del lugar y descubrió varias
puntas de flecha de un estilo muy refinado que luego volverían a encontrarse en Clovis y otros yacimientos.
Una de ellas estaba incrustada en la tierra que rodeaba al hueso de un ejemplar de bisonte extinto miles de
años atrás.26 ​
Figgins llevó las puntas de lanza a Washington DC para enseñárselas a Aleš Hrdlička, en el
Instituto Smithsoniano, quien si bien lo trató cortésmente y le sugirió una serie de reglas metódicas para el
caso de nuevos descubrimientos, se mantuvo sumamente escéptico y consideró hasta el fin de su vida que
Folsom no constituía una prueba concluyente de que América hubiera estado poblada durante el
Pleistoceno.27 ​
En agosto de 1927, el equipo de Figgins encontró una punta de lanza ubicada entre dos
costillas de bisonte. Figgins envió un telegrama y tres científicos viajaron para ser testigos del hecho, e
informar de la seriedad del hallazgo. En ese momento, la comunidad científica estadounidense comenzó a
aceptar la importancia del yacimiento de Folsom.28 ​
Han sido datados en 10 285 años AP.29 30 ​ ​

El descubrimiento de la cultura Clovis

En 1929, Ridgely Whiteman, un joven indígena de 19 años que venía siguiendo las
investigaciones que se estaban realizando en la cercana localidad de Folsom, escribió
una carta al Instituto Smithsoniano sobre una serie de huesos que había encontrado en
la aldea de Clovis (en el estado de Nuevo México). En 1932, una excavación realizada
por un equipo dirigido por Edgar Billings Howard, de la Universidad de Pensilvania,
confirmó que se trataba de un asentamiento indígena durante el Pleistoceno y verificó
el tipo especial de punta de flecha que sería conocida como «punta Clovis». Al ser
descubierta la datación por carbono 14, en 1949, el método fue aplicado en los
yacimientos de Clovis, resultando en antigüedades que oscilaban entre el año 10 900 y La típica punta
Clovis.
el 11 500 a. C.31 ​

La datación por radiocarbono determinó los años 9500 a 8900 a. C. y tras una revisión
se corrigió a 9050 a 8800 a. C. 32 ​
Desde la década de 1930 y, sobre todo, desde la confirmación de las
fechas por el método del carbono  14, la comunidad científica estadounidense organizada alrededor del
Instituto Smithsoniano aceptó que la cultura Clovis era la más antigua de América y que estaba
directamente relacionada con la llegada de los primeros hombres. Esto se conoció como «consenso Clovis»
y tuvo gran aceptación mundial hasta fines del siglo XX. El consenso Clovis fue la base de la teoría del
poblamiento tardío de América.

Hrdlička y la teoría del ingreso desde Siberia cruzando el estrecho de


Bering

En 1937, Aleš Hrdlička, retomando un argumento de Samuel Haven,33 ​


sostuvo que el ser humano había ingresado a América por Alaska, proveniente
de Siberia, Asia, cruzando el estrecho de Bering. Algunas publicaciones le
atribuyen erróneamente a Hrdlička haber postulado la teoría más moderna,
aquella que señala que el hombre cruzó caminando por una zona llamada
puente de Beringia formado a raíz del descenso del nivel de las aguas del
estrecho de Bering, durante el último período glacial.
Si bien Hrdlička nunca
se pronunció expresamente sobre la fecha de llegada del hombre al continente
americano, rechazó sistemáticamente las pruebas que proponían la existencia Joven inuit de la Beringia
de paleoindios y sostenía que, a diferencia de Europa, no existían rastros en moderna.
América que permitieran hablar de presencia humana durante el Pleistoceno
(entre 1 800 000 y 10 000 años AP), en tiempos de la última glaciación. De
hecho, Hrdlička consentía la creencia del Instituto Smithsoniano, representada por William Henry Holmes,
que sostenía que los primeros habitantes de América habían ingresado en un pasado reciente,
imprecisamente estimada en unos pocos siglos.

Teoría del poblamiento por el puente de Bering, el corredor libre de hielo


y el Consenso Clovis

Se encuentra plenamente probado que durante la última


glaciación, la Glaciación de Würm o Wisconsin, la
concentración de hielo en los continentes hizo descender
el nivel de los océanos en unos 120 metros. Este descenso
hizo que en varios puntos del planeta se crearan
conexiones terrestres, como por ejemplo Australia-
Tasmania con Nueva Guinea; Filipinas e Indonesia; Japón
y Corea.
Uno de esos lugares fue Beringia, nombre que
recibe la región que comparten Asia y América, en la
zona en que ambos continentes están en contacto. Debido
Evolución del puente de Beringia.
a que el estrecho de Bering, que separa Asia de América,
tiene una profundidad de entre 30 y 50  metros, el
descenso de las aguas dejó al descubierto un amplio
territorio que alcanzó 1500  kilómetros de ancho uniendo las tierras de Siberia y Alaska, hace
aproximadamente 40 000 años.

Existía en esa época un puente terrestre entre Asia


y Alaska, que surgió cuando los glaciares del
último período glaciar estaban en su máximo
nivel, acopiando millones de toneladas de
precipitación que normalmente habrían ido a los
océanos. La falta de esa agua redujo el nivel del
mar de Bering más de 90 metros, suficientes para
convertir las zonas bajas del estrecho en un
#GGC11C
puente de tierra que unía los dos continentes.

Su primera formación sucedió aproximadamente


40  000  años  AP, manteniéndose unos 4000  años. Su
segunda formación se produjo aproximadamente
25  000  años AP, permaneciendo hasta aproximadamente
11  000-10  500  AP (Scott A. Elias)36 ​
cuando volvió a
subir el nivel de las aguas al final de la glaciación,
inundando gran parte del territorio y separando Asia de
América por el estrecho de Bering.
El dato más
importante para establecer una teoría migratoria durante la
última glaciación es el hecho de que Canadá estaba
completamente cubierta de hielo durante la última Ruta del poblamiento de América según el
glaciación, invadida por dos gigantescas placas: la Placa Consenso de Clovis.
de Hielo Laurentina y la Placa de Hielo de la Cordillera.
Esto hacía imposible la entrada al
continente más allá de Beringia.
Apareció entonces la teoría del
«corredor libre de hielo» (ice-free
corridor, en inglés). Según esta teoría,
en los instantes finales de la última
glaciación, comenzaron a derretirse los
bordes en contacto de las dos grandes
placas de hielo que cubrían Canadá,
abriendo un corredor libre de hielo de
unos 25 km de ancho, que seguía,
primero el valle del río Yukón y luego
el borde este de las Montañas Mapa de las migraciones humanas fuera de África, versión de
Rocallosas por el corredor del río Naruya Saitou y Masatoshi Nei (2002) del Instituto Nacional de la
37
Mackenzie. ​
Los científicos que Genética del Japón34 ​que coincide con la versión de Göran
sostienen la teoría estiman que esto Burenhult (2000).35 ​
ocurrió en el año 14  000  AP, ​ 38
aunque otros cuestionan la fecha y
afirman que no pudo haber sucedido hasta 11  000  años AP, invalidando así la posibilidad que quienes
originaron las culturas de Folsom y Clovis usaran esa ruta, ya que estas ya existían en esta última fecha.37 ​
Una vez abierto el corredor, los seres humanos que estaban en Beringia pudieron avanzar hacia el interior
de América y dirigirse al sur. La teoría ha sido ampliamente aceptada como parte integrante del Consenso
de Clovis, pero no hay evidencias directas que prueben el paso de seres humanos por ese corredor.38 ​
El
primero en proponer la posibilidad de ese corredor fue el geólogo canadiense W. A. Johnston en 1933, y
quien acuñó el término «corredor libre de hielo» fue Ernst Antevs, en 1935.39 ​
A partir de esos datos
cronológicos, se desarrolló entonces una teoría migratoria sosteniendo que las tribus asiáticas que habían
penetrado en Beringia, permanecieron allí varios miles de años hasta que, poco antes de finalizar la última
glaciación (10 000 AP) y de que el puente de Beringia se inundara, se formara un estrecho corredor libre de
hielo que les permitió dirigirse al sur.
Esta teoría se articuló con los descubrimientos de la cultura Clovis que
databan del año 13  500  AP para concluir que había sido integrada por los primeros migrantes que
ingresaron por el puente de Beringia, de la que a su vez habrían descendido todas las demás culturas
indoamericanas. El primero en componer un posible modelo migratorio de asiáticos hacia América a través
de Beringia fue Caleb Vance Haynes en un artículo publicado en la revista Science en 1964.40 ​
Esta
explicación, conocida actualmente como teoría del poblamiento tardío o «consenso Clovis», fue aceptada
en forma generalizada durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo XX.
Más recientemente se ha
fortalecido la posibilidad de que los pobladores de América provenientes de Beringia utilizaran una ruta
alternativa hacia el sur bordeando la costa.41 ​
Debido al descenso del nivel del océano esa posible ruta se
encontraba al oeste de la actual costa norteamericana y en el presente está cubierta por las aguas del océano
Pacífico, complicando los estudios arqueológicos. En 2003, un estudio submarino encontró una
herramienta de piedra de una antigüedad del
8000 a. C.
a una profundidad de 53 metros.42 ​

La crisis del consenso Clovis

A partir de las últimas décadas del siglo XX, las teorías combinadas que constituyen el consenso de Clovis
o teoría del poblamiento tardío ―antigüedad, lugar de ingreso, rutas migratorias, etc.― entraron en crisis.
En primer lugar, se ha cuestionado la antigüedad de la llegada del hombre a América. La postura Clovis
first sostiene que la misma no pudo ser anterior a 14000 AP y que clovis fue la primera cultura americana.
Esta postura es congruente con las glaciaciones periódicas, pues antes de esa época, Canadá estaba cubierto
por hielo y era imposible toda circulación desde el puente de Beringia hacia el sur.
Alex Krieger propuso
desde 1956 y documentó desde 1964 la existencia de poblaciones americanas anteriores a la cultura Clovis,
que no fabricaron las puntas de proyectil características de Clovis.43 44
​ ​
Su teoría basada en sus visitas a
importantes sitios arqueológicos en México y América del Sur, puede considerarse precursora de la actual
teoría del poblamiento temprano de las Américas.

Aunque cada vez existen más evidencias que sugieren la presencia humana en América anterior a
14  000  AP, los defensores de la teoría del poblamiento tardío, descartan algunas de estas pruebas, al
considerar «inconsistentes» los hallazgos, o argumentando contaminación de los yacimientos por factores
extrahumanos ―como en el caso de los descubrimientos de Lorena Mirambell en Tlapacoya (México) o
Niède Guidon en Pedra Furada (Brasil)―. No obstante, no han podido comprobar la infalibilidad de los
descubrimientos.
Sin embargo, la evidencia descubierta en el yacimiento de Monte Verde (Chile) por Tom
Dillehay es incontrovertible, al ser fechado oficialmente uno de los yacimientos investigados en
14 800 años AP (Monte Verde I).5 ​

Esta fecha fue aceptada por la comunidad científica en 1997, cuando Monte Verde fue visitado por una
delegación de los más importantes investigadores del mundo, entre los que se encontraba Calbot Vance
Haynes, el más importante defensor de la teoría del poblamiento tardío. La delegación concluyó, aunque
con algunas reticencias, que Monte Verde  I es real. Por su antigüedad mayor al año tope del consenso
Clovis, su ubicación en el otro extremo del continente, y la ausencia de similitudes con la cultura Clovis, el
reconocimiento generalizado de Monte Verde ha supuesto el fin de la teoría del poblamiento tardío como
teoría hegemónica en la arqueología del poblamiento de América y ha demostrado la verosimilitud de la
datación del yacimiento estadounidense de Meadowcroft Rockshelter de más de 16 000 años.

Por otra parte, una investigación de la Universidad de Copenhague publicada en 2016, sugiere que el
llamado corredor libre de hielo se convirtió en habitable para los humanos solo hace 12.000;años, esto es
casi 1000 años después de la formación de la cultura Clovis, lo que significa que los primeros americanos
no pudieron penetrar en el continente desde Alaska por el corredor libre de hielo canadiense, sino que tanto
los grupos que desarrollaron la cultura Clovis, como también las culturas pre-Clovis, tomaron la ruta costera
del Pacífico.45 46
​ ​
Simultáneamente, se han producido otros hallazgos arqueológicos y estudios genéticos,
lingüísticos y geológicos que sugieren múltiples teorías y complejas combinaciones sobre el verdadero
origen, la época de la llegada y las rutas seguidas para el poblamiento de América.

Una publicación de la Universidad Nacional de Tucumán en 2018 informó que un equipo de arqueólogos
tucumanos encontró en el departamento de Antofagasta de la Sierra (Catamarca) la evidencia humana más
antigua que se conozca en el país y posiblemente las más arcaicas de América Latina. Con el
descubrimiento se dio un salto enorme porque los objetos encontrados tienen una antigüedad de 40.000
años. Los análisis, mediante los cuales se determinó la cantidad de años, fueron realizados en dos
laboratorios especializados de EE. UU. (Arizona y CAIS-UGA) por medio del método de carbono 14.47 ​
Ciprian Ardelean, Lorena Becerra y Eske Willerslev, en la Cueva del Chiquihuite, México, recuperaron
artefactos de piedra de una tecnología distintiva, ubicados en capas más bajas de los depósitos
sedimentarios de la cueva con fechas que corresponden a hace 27.000 años, y más artefactos en capas
superiores que datan de hasta 13,000 años. La datación de la capa con los artefactos más tempranos indica
que hubo personas en el norte de México en un momento correspondiente al comienzo de la última etapa
importante de avance glacial en América del Norte. Este hallazgo retrasa las fechas de dispersión humana
en la región, posiblemente a hace 33.000 a 31.000 años y traerán una nueva consideración para los sitios
arqueológicos sudamericanos fechados con más de 20 mil años. Un estudio de datación por radiocarbono
de los primeros sitios arqueológicos norteamericanos revela que 15,000 años el poblamiento de América
del Norte ya estaba ampliamente asentado.4 ​

Nuevos hallazgos, nuevos estudios y nuevas teorías


El actual debate sobre la llegada del hombre a América se caracteriza por el apasionamiento que muestran
los científicos, la variedad de teorías y subteorías, los resultados contradictorios, la cantidad de estudios y
contra estudios y titulares llamativos en los periódicos. Para el público en general se trata de un cuadro de
gran confusión.

Las investigaciones genéticas

Desde la década de 1980, la investigación genética de Goicoche Méndez ha ido ocupando un papel cada
vez más destacado en las ciencias sociales y, en particular, en las investigaciones sobre población y
ascendencias, disciplina que lleva el nombre de arqueología o antropología genética. Los genetistas utilizan
el ADN mitocondrial (ADNmt) para seguir el linaje femenino y el cromosoma Y (ADN-Y) para seguir el
linaje masculino.

En 1981, se estableció el mapa del ADN mitocondrial y,


en 1990, Douglas C. Wallace determinó que el 96,9% de
los indígenas de América estaban agrupados en cuatro
haplogrupos mitocondriales (A, B, C, y D), lo que
significa una notable homogeneidad genética.48 ​
En 1994, James Neel y Douglas C. Wallace
establecieron un método para calcular la velocidad con
que cambia el ADN mitocondrial. Ese método permitió
fechar el origen del Homo sapiens, la famosa Eva
mitocondrial, entre 100  000 y 200  000  años AP49 ​ y la
salida de África entre 75  000 y 85  000  años atrás.
Aplicando este método, Neel y Wallace estimaron en
1994 que el primer grupo humano que ingresa en
América lo hizo entre 22 414 y 29 545 años AP.50 ​
En 1997, los brasileños Sandro L. Bonatto y Francisco
M. Salzano aplicaron el método sobre el haplogrupo A,
casi completamente ausente de Siberia, y obtuvieron
resultados que van de 33 000 a 43 000 años AP.51 ​ Flechas prehistóricas amerindias,
conservadas en Washington.
Estos científicos sostienen que durante miles de años se estableció
una gran población en el puente de Beringia donde se diferenciaron
genéticamente, y que es de esa población de la que provienen los primeros migrantes hacia América.

El genetista argentino Néstor Oscar Bianchi analizó la herencia paterna en comunidades


indígenas sudamericanas y concluyó que hasta el 90% de los amerindios actuales derivan
de un único linaje paterno fundador que denominó DYS199T y que colonizó América desde
Asia a través de Beringia hace unos 22 000 años.52 ​
Más recientemente, el genetista estadounidense Andrew Merriwether, de la Binghamton
University, quien perteneciera al equipo de Wallace, sostuvo que la evidencia genética
sugiere que América fue poblada mediante una sola población proveniente de Mongolia,
como sostenía Aleš Hrdlička. La razón de esto es que en Siberia los haplogrupos A y B casi
no se encuentran presentes, mientras que en Mongolia se encuentran los cuatro principales
haplogrupos indoamericanos (A, B, C y D), salvo el X.49 ​

Merriwether destaca que los cuatro haplogrupos se encuentran presentes en toda


América, pero que dentro de ellos pueden localizarse mutaciones genéticas diferentes,
según se trate de indígenas de Sudamérica o Norteamérica. Esto sugeriría que, cuando
ingresaron en América, algunos grupos migraron rápidamente hacia Sudamérica,
mientras que otros poblaron Norteamérica y Centroamérica. A su vez, las mutaciones
genéticas muestran migraciones entre Sudamérica y el sur de Centroamérica (Panamá y
Costa Rica), pero no más allá.49 ​
En 2006, el equipo de Merriwether se encontraba estudiando si las poblaciones
modernas de amerindios eran descendientes de los pueblos antiguos que vivían en esos
mismos lugares o se trataba de nuevas migraciones que reemplazaron culturas más
antiguas.

En 2007, un grupo de genetistas estimó que la salida de Beringia debió producirse


siguiendo la ruta costera del Pacífico, en un período que se inició hacia el 17  000-
16 000 a. C. y terminó hacia el 14 000-13 000 a. C. (o sea, hacia el final del último máximo
glacial).53 ​
En 2009, otro equipo de investigadores dató el poblamiento de América con una
antigüedad de 15 000 años, basados en cálculos según el reloj mitocondrial aplicado a los
linajes mitocondriales.54 ​
En 2013 se publicó un estudio donde sus autores defienden que la población nativa
americana desciende de ancestros tanto del este asiático como de la zona euroasiática. Se
fundamentan en la secuenciación del genoma de un individuo siberiano del alto paleolítico
que posee características comunes con la población nativa americana y que habría migrado
a través de Asia mezclándose con poblaciones de esta zona y llegando a América por el
estrecho de Bering.
En 2014, el análisis del ADN mitocondrial del esqueleto de Naia, datado en el 10 900 a. C.
(encontrado en México, en un grupo de cuevas submarinas de Tulum), demostró un vínculo
genético entre los paleoamericanos y los modernos nativos americanos, ya que encontró
que Naia tenía el haplogrupo D1, exclusivo de los actuales amerindios, especialmente de
América del Sur.55 ​ Los investigadores consideran que su hallazgo es una prueba de que
los primeros pobladores de América llegaron provenientes de Siberia.56 ​
También en 2014, un estudio del ADN de los restos humanos de un niño de hace 12.700
años, la época Clovis, denominados Anzick-1, probó que estos restos están estrechamente
relacionado con grupos de nativos americanos de América Central y del Sur, pero no con
las migraciones posteriores de grupos de Canadá y el Ártico.57 ​ Sus antepasados se
separaron de los nativos americanos del norte, que están genéticamente más cerca de los
indígenas contemporáneos en el este de América del Norte, hace aproximadamente 14.600
a 17.500 años. El ancestro común de estos dos grupos se separó de los asiáticos orientales
hace unos 25.000 años, según los estudios científicos realizados secuenciando el genoma
de restos humanos de Alaska que datan de hace 11.500 años de Alaska.58 ​
Una investigación dirigido por David Reich, de Harvard, también encontró evidencia de una rápida
expansión desde el norte hacia Sudamérica, a la vez que estableció que la migración paleoindia asociada
con la cultura Clovis, presente en América del Sur, no fue la fuente principal para los indígenas
sudamericanos contemporáneos, ya que varios individuos antiguos derivan de linajes sin afinidad específica
con el genoma asociado a Clovis, y se evidencia un reemplazo de la población, que comenzó hace al
menos 9.000 años y fue seguido por una continuidad sustancial de la población en múltiples regiones
múltiples. Además, se estableció otra corriente migratoria, a partir de una conexión entre un humano de
4.200 años en los Andes centrales y los antiguos habitantes de las Islas del Canal frente a la costa de
California.59 ​

Estos estudios genéticos revelan que los primeros pobladores del continente se movieron lejos
rápidamente,60 ​ y apoyan lo que los arqueólogos han sostenido durante mucho tiempo, que América fue
colonizada en varias oleadas de poblaciones que cruzaron el estrecho de Bering desde Asia, siendo el más
reciente el de Ártico y grupos canadienses. Se demuestra, a su vez, que no hay conexión genética con los
pobladores europeos del Paleolítico superior, de forma que este estudio se muestra como un fuerte apoyo
del origen asiático de la colonización americana.57 ​

La antigüedad

La antigüedad del hombre en América está sometida a gran controversia científica. La fecha más tardía es
la que sostienen los defensores de la teoría del poblamiento tardío y está relacionada con la cultura Clovis,
que ha establecido sin dudas una presencia humana hace 13  500  años. Los defensores de esta teoría
sostienen que la fecha de ingreso al continente no pudo ser anterior al 14  000  AP porque fue en ese
momento cuando se abrió el corredor libre siguiendo el río Mackenzie a través del actual territorio
canadiense. Esta hipótesis ha sido definitivamente desmentida por la datación de Monte Verde I (Chile), de
14 800 años;5 ​ y posteriormente con la datación de una huella humana (denominada la Huella de Pilauco
(Chile), descubierta en el sitio paleontológico de Pilauco Bajo, la cual presenta una antigüedad datada de
15 600 años.

A partir de ese piso diversas investigaciones científicas han propuesto fechas muy diferentes, las cuales, sin
embargo, se encuentran bajo una fuerte controversia por no presentar evidencia sólida al no presentar una
datación confiable. Entre ellas podemos mencionar las siguientes fechas y sitios propuestos:

33 000 años (Monte Verde II, en Chile; según Bonatto-Salzano, 1997).


40 000 años (Cuenca del Valsequillo, en México).
48 000 años (Montalvania, en Brasil; según Shigueo Watanabe).
50 000 años (Topper, en Estados Unidos).
60 000 años (Cave, en Estados Unidos).
60 000 años (Pedra Furada, en Brasil).

La fecha más antigua propuesta hasta el momento ha sido publicada por los científicos brasileños Maria da
Conceição de M. C. Beltrão, Jacques Abulafia Danon y Francisco Antônio de Moraes Accioli Doria,
quienes indican haber hallado algunas herramientas de cuarcita en el yacimiento de Toca da Esperança, un
chopper, un guijarro con marcas de golpes y una lasca; en las que ellos postulan dataciones de entre
295  000 a 204  000  años de antigüedad, lo que indicaría presencia humana anterior al homo sapiens.61 ​
igualmente, en Calico, cerca de Barstow (estado de California), fueron hallados cerca de 4000  cantos y
lascas de sílex presuntamente tallados y 6000 lascas desecho, con dataciones por diferentes métodos, con
las cuales postulan fechas que oscilarían entre los 135 000 y 202 000 años;62 63
​ ​aunque en ambos casos se
ha generado un fuerte debate entre quienes consideran que el material datado es producto de la mano del
hombre64 ​ y quienes creen que son geofactos,65 ​
resultado de meros accidentes de la naturaleza. En Old
Crow, en el extremo noroccidental de Canadá, se encontraron, un hueso de bisonte con una marca de corte
que se postula que habría sido posiblemente producida por humanos, la cual data de hace 72 000 años, así
como otros huesos con presuntas marcas de corte, en un estrato datado en más de 300 000 años.66 ​

En el caso de fechas postuladas que son anterior al Homo sapiens, Maria Beltrão y Rhoneds Aldora Perez,
postulan que podría haber sido posible un hipotético poblamiento humano en América, hace más del
300 000 años durante la glaciación illinoiense, el cual habría sido realizado por alguna variante del Homo
erectus, con una industria lítica de cantos y lascas.67 ​Sin embargo no hay fósiles ni estudios genéticos que
apoyen está hipótesis.

Igualmente, a pesar de las dataciones indicadas, no se han encontrado fósiles humanos ni aportado otras
pruebas que confirmen estas dataciones postuladas que serían anteriores a la huella encontrada en Pilauco
Bajo.

¿América del Sur primero?

Uno de los elementos que ha llamado la atención de algunos investigadores es la profusión de yacimientos
de gran antigüedad en Sudamérica y la escasa cantidad de los mismos en Norteamérica. El dato es
llamativo, entre otras cosas, porque Estados Unidos y Canadá han dedicado grandes recursos a investigar
los yacimientos arqueológicos, a diferencia de lo que sucede en el sur. No es probable que los yacimientos
más antiguos del norte hayan quedado sin descubrir. El dato es llamativo porque, si América fue poblada
desde Siberia, los yacimientos más antiguos deberían hallarse en el norte.68 ​
Adicionalmente, algunos
estudios han detectado entre los paleoindios sudamericanos y norteamericanos diferencias de consideración
en genes y fenotipos: aquellos con rasgos más australoides, estos con rasgos más mongoloides. Estos
elementos han causado una creciente adhesión de algunos investigadores a la hipótesis de un poblamiento
autónomo de América del Sur, no proveniente de Norteamérica. Esta hipótesis se relaciona estrechamente
con la teoría del ingreso por la Antártida desde Australia.68 ​

Otras teorías, otras rutas posibles propuestas

Otras teorías sugieren también otras rutas de migración del hombre hacia América; estas probables rutas
alternas son:

Península de Kamchatka (Siberia)-islas Aleutianas (océano Pacífico)-Península de Alaska


(Alaska)-Archipiélago Alexander-Isla de Vancouver. Procedencia asiática. Habrían utilizado
embarcaciones muy primitivas para el transporte y viaje.
Oceanía-Antártida-América del Sur. También habrían utilizado balsas. El antropólogo
portugués A. Mendes Correia, quien sostuvo esta hipótesis en 1928, descartó otras rutas de
migración.
Melanesia-Polinesia-América. También habrían utilizado balsas primitivas. El antropólogo
francés Paul Rivet, quien planteó esta teoría en 1943, dijo que el hombre americano es de
origen multirracial, por lo que no negaba otra ruta de inmigración. Esto fue contrario a los
planteamientos de Aleš Hrdlička y Mendes Correia, quienes sostenían que la procedencia
era de una sola raza.
Europa-Océano Atlántico-América. Remy Cottevieille-Giraudet documentó entre 1928 y
1931 la hipótesis del origen europeo (Cro-Magnon) de los «pieles rojas» (algonquinos). En
1963, Emerson Greenman planteó la ruta hipotética de la inmigración europea a América
durante el paleolítico superior y el origen europeo de los beotucos de Terranova. Bruce
Bradley y Dennis Stanford replantearon en 1999 la existencia de esa migración basados en
las similitudes entre la industria lítica solutrense, y la cultura Clovis, refrendados en las
investigaciones de ADN mitocondrial realizadas por Michael Brown. La teoría, conocida
como la Solución solutrense, supone que antiguos habitantes de Europa Occidental
navegaron por el Atlántico de la era glacial, desplazándose entre los hielos flotantes, de
manera parecida a la de los esquimales, hasta alcanzar la costa occidental de América del
Norte.
En 1950, el español radicado en Argentina Salvador Canals Frau propuso la hipótesis de
cuatro grandes corrientes pobladoras: a pie por Beringia, navegando en canoas por las
Islas Aleutianas, navegando a través del océano Pacífico para desembarcar en
Mesoamérica y navegando a través del océano Pacífico para desembarcar en
Sudamérica.69 ​
Migración seguida de extinción: Bien podrían haber ocurrido una o varias migraciones hace
40 000 años o aún más antiguas, que hubieran dejado trazas aisladas de esta presencia,
pero con el resultado de que esos grupos se hubieran luego extinguido antes o
contemporáneamente a oleadas humanas posteriores. Respecto de esta razonable
hipótesis no existen confirmaciones concluyentes, aunque ciertamente ello en cierto sentido
permitiría compatibilizar la diversidad de teorías hasta ahora manejadas.[cita requerida]

Algunas conclusiones provisionales

Más allá de los debates en marcha y la gran cantidad de preguntas y contradicciones que se presentan en el
debate científico actual es posible realizar algunas conclusiones precarias:

1. Es altamente probable que el hombre americano primitivo proceda del continente asiático,
especialmente de las estepas siberianas o de la región del Sudeste asiático. Las
semejanzas entre grupos poblacionales asiáticos de esas regiones y la mayoría de los
aborígenes americanos ha sido objeto de análisis. De todos modos el hecho de que las
dataciones de máxima antigüedad que cuentan con consenso de la comunidad científica,
Clovis (Estados Unidos, 12  900-13  500  AP) y Monte Verde (Chile, 14  500  AP), se
encuentren simultáneamente en América del Norte y en el extremo sur de América del Sur
impide sacar una conclusión definitiva sobre este punto. Sin embargo, estas fechas son aún
muy recientes frente a otras fechas datadas en diversos lugares de América, que aún no
cuentan con el consenso de la comunidad científica. Habrá que esperar que estos estudios
se consoliden. Por ejemplo, entre las numerosas cavernas del nordeste de Brasil se
encuentra una conocida como Toca do Boqueirāo da Pedra Furada, la cual cuenta con
numerosas evidencias de asentamiento primitivo como instrumentos líticos. Sin embargo,
se encontraron otros artefactos en cuarzo que son datados de hace 40  000  años.
Semejante observación no es aceptada fácilmente por otros estudiosos que dicen que los
cuarzos difícilmente tienen formas definidas que puedan ser consideradas manufactura y
que no tiene sentido que los supuestos habitantes de la caverna hubiesen preferido el
cuarzo a la piedra abundante del lugar. Las objeciones no restan los misterios que abre
Pedra Furada y las excavaciones continúan. Pero aún más al sur, en Chile, las
excavaciones de Tom Dillehay y otros muchos arqueólogos en Monte Verde revelan restos
de comida e instrumentos que se datan de hace 12 000 e incluso 30 000 años. También
Monte Verde es contestado por muchos como una de las más antiguas evidencias humanas
en América, pero son más contundentes que las que existen en el hemisferio boreal del
continente.70 ​
2. Las culturas prehistóricas y las civilizaciones de América se desarrollaron de manera
aislada al resto del planeta.
3. La Revolución Neolítica americana es original y carece de toda relación con la que se
produjo en la Mesopotamia asiática.
4. El puente de Beringia desapareció hace 11 000 años (Scott A. Elias)36 ​y, con la excepción
de los esquimales, que mantuvieron ininterrumpidamente contactos comerciales marítimos
de verano entre Siberia y Alaska,71 ​ y con Groenlandia, no hay pruebas contundentes que
permitan concluir definitivamente que los pueblos amerindios mantuvieron contactos con
pueblos de otros continentes. Sin embargo, está plenamente probado que en 982 los
vikingos comenzaron la exploración de Groenlandia y Canadá y, establecieron una aldea
en L'Anse aux Meadows (isla de Terranova); pero su penetración en el continente no fue
significativa. Los científicos debaten varias evidencias del contacto de los polinesios con
los indígenas americanos.72 ​

Otras hipótesis, como la llegada de los fenicios, egipcios, griegos, hebreos, chinos y japoneses gracias a sus
habilidades náuticas, siguen siendo hipótesis de difícil demostración. Menos pruebas hay aún de una
eventual presencia de amerindios en los demás continentes.

La América antigua

Hace más de tres mil años se desarrollaron dos grandes civilizaciones en América: la olmeca, en el este de
México, y la cultura Chavín , en la costa norte de Perú. Sus antepasados habían llegado desde Asia por el
estrecho de Bering miles de años atrás. Primero fueron cazadores-recolectores nómadas, pero luego se
asentaron en comunidades agrícolas. https://librosatenea.mercadoshops.com.ar/MLA-794774950-historia-
del-mundo-historia-de-la-humanidad-parragon--_JM

Los olmecas fueron una cultura que se desarrolló durante el periodo preclásico de Mesoamérica. Aunque
se han encontrado vestigios de su presencia en amplias zonas de Mesoamérica Olmeca

Chavín de Huántar o cultura chavín es una cultura arqueológica


del Antiguo Perú que se desarrolló durante el Horizonte Temprano
(1200 a. C.-400 a. C.) Tuvo su centro de desarrollo en la ciudad de
Chavín de Huántar, que está ubicada a 2 km de la confluencia de
los ríos Huachecsa y Mosna, en la cuenca alta del río Marañón (en
el actual departamento de Áncash).

Cultura chavín
Jaguar Cultura Olmeca 2
El encuentro de dos mundos
Pasan 10 a 15 generaciones y los hombres primitivos se asientan en
territorio americano. Fueron estimulados por los abundantes
recursos que iban encontrando cuanto más tierras conocían y,
cuando el peregrinaje iba avanzando cada vez más al sur, hallaban
mejores condiciones climáticas y mayores facilidades para la caza.
Por otra parte, las condiciones en el «puente de Beringia» habían
cambiado. Se había hecho más pantanoso, por lo que su aventura
fue un viaje sin retorno.
Image from page 91 of "Andean
culture history" (1964) CulturaChavín
Tiempo que duró el poblamiento

En el extremo sur de Chile, en la cueva Fell, se han encontrado herramientas y restos de cazas, de hace
unos 11 000 años. Si como fecha más temprana del inicio del poblamiento se consideran 36 000 años atrás
y como fecha más tardía, 15  000  años, el poblamiento entre Alaska y la isla de Tierra del Fuego puede
haber tardado un máximo de 25 000 años y como mínimo 4000 años.

Ruta y cronología del primitivo poblamiento


Muchos grupos siguieron la ruta norte-sur, por el lado occidental del continente, por las vertientes de las
cordilleras y los valles intramontanos. Se han encontrado huellas humanas de avances en:

Topper (Carolina del Sur, Estados Unidos). Restos humanos fechados hacia el año
50 000 AP (antes del presente).
Pedra Furada (Piauí, Brasil). Restos humanos fechados hacia el año 50 000 AP.
American Falls (Estados Unidos). Restos fechados hacia el año 43 000 AP.
Cuenca del Valsequillo (México). Huellas humanas fechadas hacia el año 40 000 AP.73 74 ​ 3​ ​
Cueva de Cacao (Antofagasta de la Sierra, Argentina) artefactos líticos asociados a dos
costillas de milodote datadas en 40.000 años AP.75 ​
Sitio del lago Lewisville (Denton, Texas, Estados Unidos), artefactos de piedra con fechas
de 37 000 años AP.76 77​ 78
​ ​
Monte Verde II (Puerto Montt, Chile). Restos de 33 000 años.
El Cedral (SLP, México). Restos humanos y artefactos líticos con una antigüedad de
31 000 años AP.
Cueva del Chiquihuite (Concepción del Oro, México), industria lítica de 27 000 años.79 ​
Santa Elina, Serra das Araras, (Mato Grosso, Brasil) Algunos artefactos líticos, 27 000
años.80 ​
White Sands, Nuevo México, Estados Unidos, huellas de pies humanos delimitadas por
capas de semillas datadas por radiocarbono calibradas entre 23 y 21 mil años AP.81 ​
Tequixquiac (Méx, México). Hueso sacro de Tequixquiac de hace 22 000 años.
Tlapacoya (Méx, México). Navaja de obsidiana de hace 21 000 años.
Chiribiquete, Colombia, pinturas rupestres de hasta 19 510 años.
Meadowcroft Rockshelter (58 km de Pittsburgh, Estados Unidos) 16 000 a 19 000 años.
Buttermilk Creek, Condado de Bell (Texas) 15 500 a 16 000 años.
Piquimachay (Ayacucho, Perú). Puntas de proyectil, raspadores, cuchillos; de 17 000 años,
aproximadamente. El antropólogo Mc  Neish opina que estos inmigrantes llegaron a los
Andes peruanos hace 22 000 años.
Monte Verde I (Puerto Montt, Chile). Restos de 14 800 años.5 ​
Page-Ladson, Florida. Puntas de lanza de marfil, artefactos de piedra y huesos de
mastodonte con marcas de corte, datados entre 15 405 y 14 146 años AP.
Cavernas de Tulum (Tulum, México). Cuatro esqueletos humanos, 14  500, 12  000 y
10 000 años.
Isla Triquet (Canadá). Fogón de hace 14 000 años.82 ​
Taima Taima, El Muaco y El Jobo (Venezuela). Industria lítica muy tosca, de 14  000 y
12 000 años.
Manis Mastodon (estado de Washington). Punta de proyectil de hueso de hace
13 800 años.
El Guitarrero (Ancash, Perú). Industria lítica de lascas, una punta de proyectil y un cuchillo;
ambas bifaciales, de hace 13 000 años.
Piedra Museo (Santa Cruz, Argentina). Restos de 13 000 años.
Mujer del Peñón (Peñón de los Baños, México). Restos de 13 000 años.
Quebrada Maní (Desierto de Atacama, Chile). Asentamiento de 12 790 años.83 ​
El Abra (Zipaquirá, Colombia). Instrumentos líticos, asociados con huesos de animales y
fragmentos de carbón vegetal de 12 400 años.84 ​
Chivateros (Callao, Perú). Industria lítica para labores de recolección, de hace 12 000 años.
Los Toldos (Santa Cruz, Argentina). Restos de caza y recolección de hace 12 000 años.6 ​
Lagoa Santa (Brasil). Restos fósiles de hace 12 000 años.
Lapa Vermelha (Brasil) cráneo y esqueleto de Luzia, de hace 11 400 años.85 ​
Gruta Pedra Pintada (Pará, Brasil). Pinturas rupestres e industria lítica fechadas hacia el
año 11 310 AP.86 ​
Clovis. Restos de caza y recolección de hace 11 050 años.87 ​
Cueva Fell (Tierra del Fuego, Chile). Restos datados entre 10 000 y 11 000 años.88 ​
Paiján (La Libertad, Perú). Esqueletos humanos de hace 10 000 años.
Las Vegas. Santa Elena, Ecuador. Cementerio con 200 enterramientos diferentes fechados
en el 12 000 AP y vestigios del cultivo del zapallo en el 9000 AP
Lauricocha (Huánuco, Perú). Industria lítica, fósiles de animales, plantas y esqueletos
humanos y pinturas rupestres de hace 10 000 años.
Fósiles de Aztahuacan (Iztapalapa, Ciudad de México). Restos datados en ±10 300
años.89 ​
Toquepala (Tacna, Perú). Pinturas rupestres de hace 9000 años.
Cueva de las Manos (Santa Cruz, Argentina). Pinturas rupestres de hace 9300 años.
Yacimientos arqueológicos «Monte Hermoso I» y «Las Ollas», en Monte Hermoso
(provincia de Buenos Aires, Argentina). Pisadas humanas y herramientas líticas. Hace
aprox. 7000 años.
Intihuasi (Argentina). Restos precerámicos de hace 6000 años.

Véase también
Historia genética de los indígenas de América
Hipótesis solutrense
Teoría del poblamiento temprano
Teoría del poblamiento tardío
Contactos transoceánicos precolombinos
Primeros pobladores andinos
Prehistoria de América
Paleoindio
Mujer de Las Palmas
Joven de Chan Hol
Hueyatlaco
Cerritos de indios
Contactos transoceánicos precolombinos
Asentamientos vikingos en América

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