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PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN EL DESARROLLO

Para impulsar al desarrollo integral y participativo, se requiere que todas las personas que
intervienen en la comunidad sean parte de él, es así que tanto hombres como mujeres
deberán de integrarse al proceso, para ello primero se deben crear los espacios para que
esto sea posible, en este aspecto la mujer no está encaminada a la participación debido a
los diferentes paradigmas y estereotipos que existen en las comunidades y más en las
zonas rurales.

Sin embargo hoy en día se ha impulsado hacia la incorporación de la mujer en los procesos
de desarrollo, mediante de la planificación y gestión de programas y proyectos que
contemplan las necesidades de las mujeres. Ahora bien al hablar de igual entre hombres y
mujeres, el objetivo principal radica en garantizar que tanto uno como otro puedan acceder y
participar en las diversas esferas y tareas sociales, para esto se plantea la necesidad de un
programa de acción positiva, que esté relacionado con las necesidades de los distintos
grupos.

Es así que el programa deberá intervenir desde las instituciones para crear mecanismos que
desarrollen la participación social de la mujer, sin embargo se enfrenta a las distintas
costumbres y construcciones sociales que encierran a la mujer en un solo rol, es por ello
que se deben de identificar los intereses y las necesidades de género, distinguiendo estas
entre las necesidades prácticas de género y las estratégicas de género. La primera se
refiere a aquellas que tanto hombres como mujeres identificas con base en su papel que es
aceptado por la sociedad, y las segundas tienen que ver con la mejora en la igualdad entre
hombres y mujeres.

Por otra parte dentro del trabajo para la incorporación de la mujer se comenzó enfocándose
al desarrollo económico más que al social, dejando así en claro que las actividades
productivas eran más importantes, dentro de los tres más importantes enfoques están el de
las mujeres en el desarrollo que surge en 1970, que tenía como objetivo aumentar la
participación de la mujer en los procesos de desarrollo, teniendo como principales ideales
que las mujeres son un grupo que necesita ser ayudado, que tiene necesidades dentro de la
comunidad y que tienen como rol ser un recurso humano que contribuye económicamente.

Un segundo modelo es el del género y desarrollo, el cual surge en 1980 y se interesa por las
relaciones de género, el cual se determina por el status subordinado y dependiente de la
mujer, para ello pretende ayudar en conjunto con la comunidad, planteando que existirá
siempre un conflicto mientras no se resuelven los problemas de igualdad, por ello se
deberían de atender las necesidades estratégicas de género. Y el tercer enfoque, la
planificación de género el cual es el más reciente, se caracteriza por tener objetivos
encaminados a la equidad de género, pues supone que así se podrán cubrir todas las
necesidades de género que existen, es así que el diagnóstico y la planificación deben
contemplar los indicadores de género, y estos deberán ser independientes de los procesos
de desarrollo.

El mainstreaming es una estrategia que busca integrar la perspectiva de género en el


conjunto de todas las políticas e instituciones, garantizando así la igualdad de
oportunidades. Con base a esto se puede determinar que a pesar de los paradigmas
establecidos dentro de las comunidades se han desarrollado diversos enfoques y
estrategias que se encaminan no a la igual de género, sino que la perspectiva se direcciona
hacia la equidad, donde no se denigren ni se discriminen a ningún sexo, sino que estos se
encuentren en las mismas oportunidades.

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