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Trabajo sobre el texto inhibición, síntoma y angustia

Alumnas:

Caroll Gil Llorente

Daniela Rodríguez Buitrago

Valentina Dickson Agamez

Mg:

Fabián Pardo

Psicología

Universidad Pontificia Bolivariana

2021
Inhibición, síntoma y angustia

Para iniciar hay que saber que la inhibición expresa una limitación funcional del yo ya sea
por precaución o a consecuencia de un empobrecimiento de energía. No se debe confundir
inhibición con síntoma. Inhibición significa restricción de una función, y no necesariamente
es algo patológico. El síntoma es en cambio indicador de un proceso patológico. Una
inhibición puede pasar a ser síntoma cuando la restricción funcional es grande, o bien
cuando aparece una función nueva ya que la inhibición es una perturbación funcional del yo
que aparece en afecciones neuróticas, este proceso ocurre e en cuatro funciones: la función
sexual, la nutrición, la locomoción y el trabajo profesional. El síntoma ya no puede
describirse como un proceso que suceda dentro del yo o que le suceda al yo, en el caso de
las inhibiciones especializadas, esa tendencia es más fácil de discernir. La razón de ello es
una erotización hipertensa de los órganos requeridos para esas funciones. La función yoica
de un órgano se deteriora cuando aumenta su erogeneidad, su significación sexual. Algunas
acciones se omitirán porque sería como si de hecho se ejecutase la acción sexual prohibida.
El yo renuncia a estas funciones que le competen a fin de no verse precisado a emprender
una nueva represión, a fin de evitar un conflicto con el ello.

Por otra parte, La angustia se nos presenta como algo que sentimos y que es displacentero.
Además, implica un acto de descarga (motora, que afecta los órganos respiratorios y el
corazón), y la percepción de dicha descarga. Descarga y percepción diferencian ya la
angustia del dolor y la tristeza. La angustia se basa en un incremento de la excitación (que
produce displacer) y su descarga (que decrece el displacer). Esto es una explicación
fisiológica, pero una explicación más psicológica muestra que la angustia proviene de
actualizar una situación prototípica: el trauma de nacimiento. O sea, explicaríamos la
angustia por un factor histérico.

Ahora bien, la angustia es algo sentido, un estado afectivo. T iene un carácter displacentero,
pero no a todo displacer podemos llamarlo angustia. El carácter displacentero de la
angustia parece tener una nota particular. Además de ese carácter particular, percibimos en
la angustia sensaciones corporales referidas a ciertos órganos. Esto es prueba de que en la
angustia como totalidad participan inervaciones motrices, procesos de descarga. Con
respecto a la existen dos opiniones la primera dice que la angustia misma ya es un síntoma
neurótico, y la segunda nos dice que el síntoma esta para eludir la angustia Freud apoya esta
segunda opinión, y la ejemplifica mostrando por ejemplo que si impedimos al obsesivo
lavarse las manos siente angustia, lo que prueba que el síntoma tapaba la angustia, El
síntoma protege de la angustia y de la situación de peligro que la había generado. La
situación de peligro es interna, ya que está en el mismo impulso instintivo. El yo, para hacer a
éste inofensivo, lo desvía de su fin.

Así como hay un distinto peligro en cada etapa de la vida, lo mismo pasa con el dolor por
ejemplo la niña siente dolor cuando pierde la muñeca, y el adulto cuando pierde un ser
querido; también en el dolor puede haber regresos al mundo infantil (en el caso de las
neurosis). O sea, en la angustia neurótica hay un regreso a un tipo de angustia infantil, pero
al revés, el hecho de sentir una determinada angustia en la niñez no significa que luego el
sujeto sea neurótico, porque esas angustias suelen desaparecer. El miedo al superyó no
desaparece nunca, y el miedo a la castración suele reaparecer en forma disfrazada. El
problema que nos queda por ver es porqué en los neuróticos puede mantenerse intacta la
angustia de tipo infantil. La angustia es incuestionablemente una reacción frente al peligro.
Pero no siempre un peligro genera angustia. Según Adler ciertos individuos desarrollan
angustia frente al peligro por un estado de inferioridad orgánica, con lo cual Freud no está
de acuerdo. Según Rank la angustia tiene su origen en el trauma de nacimiento, Según el
mismo autor el trauma de nacimiento afecta de distinta manera a cada sujeto porque la
magnitud del trauma es distinta, y de esta dependerá que luego pueda o no controlar la
angustia. El neurótico no podría derivar totalmente esta magnitud, hipótesis de Rank
discutible teóricamente. Según esta teoría de la "derivación por reacción", el neurótico
sanaría a medida que pudiera descargar toda la energía cargada en el trauma. Freud criticará
a Rank también el no haber considerado los factores filogénicos y constitucionales o
hereditarios, y el otorgar a la etiología sexual un valor muy secundario. Para Freud, la
solución de Rank no ayuda a saber el origen de las neurosis.

Para concluir la Inhibición, síntoma y angustia recoge, revisa y ordena en su conjunto la


teorización freudiana del psiquismo propia de la segunda tópica, adoptando, para ello, lo
que se podría llamar la palanca del complejo de castración, al que se le otorga el valor de
núcleo de las neurosis y se le adjudica la función de motor de la defensa, siendo el motivo
la angustia de castración.

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