Está en la página 1de 4

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE

HONDURAS

ALUMNO:

CUENTA

CATEDRA:

CATEDRÁTICO
Convenio sobre Ciertas Armas Convencionales

El Convenio sobre Prohibiciones o Restricciones en el Empleo de Ciertas Armas


Convencionales que Pueden Considerarse Excesivamente Nocivas o de Efectos
Indiscriminados, abreviado (CCA o CCAC), se suscribió en Ginebra el 10 de octubre de
1980, entrando en vigor en diciembre del año 1983, tiene por objeto prohibir, o
restringir, el uso de ciertas armas convencionales que se consideren excesivamente
nocivas o cuyos efectos son indiscriminados. Es un anexo a los Convenios de Ginebra
del 12 de agosto de 1949.

Dicho Convenio consiste en un conjunto de "Protocolos Adicionales" formulados por


primera vez el 10 de octubre de 1980 en Ginebra, entrando en vigor el 2 de diciembre
de 1983. Formaban parte del Tratado 109 países, hasta el mes de marzo del año 2009.
Algunos de estos países sólo han aprobado dos de los cinco protocolos, cuando son el
mínimo requerido para ser considerados como firmantes.

Los Convenios constan de cinco Protocolos:

El Protocolo I restringe las armas no detectables de fragmentación


El Protocolo II restringe las minas terrestres y las armas trampa
El Protocolo III restringe las armas incendiarias
El Protocolo IV restringe las armas láser cegadoras; adoptado el 13 de octubre de
1995, en Viena
El Protocolo V establece obligaciones y mejores prácticas para la limpieza de los restos
explosivos de la guerra; adoptado el 28 de noviembre de 2003 en Ginebra1
El Protocolo II se modificó en el año 1996 para ampliar su ámbito de aplicación,
entrando en vigor el 3 de diciembre de 1998. A fecha del 15 de junio de 2000 los
firmantes del Protocolo modificado sumaban 50 países. La modificación amplió las
restricciones sobre el uso de minas terrestres dentro de los conflictos internos,
estableciendo estándares de seguridad para las minas lanzadas a distancia y
prohibiendo el uso de minas de fragmentación y de minas terrestres antipersonas no
localizables. La Falta de acuerdo para una prohibición total de las minas llevó al
Tratado de Ottawa.2El Protocolo IV entró en vigor el 30 de julio de 1998 y a fecha 15
de junio de 2000, había 49 países firmantes.
Objetivo
El objetivo del Convenio y sus Protocolos es la de proporcionar nuevas normas para la
protección del personal militar y, en particular, de los civiles que puedan ser objeto de
una lesión por un ataque, bajo diversas condiciones, por fragmentos, que no puedan
ser fácilmente detectados en el cuerpo humano a través de rayos X, de las minas
terrestres y trampas explosivas, de las armas incendiarias y de las armas láser que
puedan causar ceguera.

El Convenio sobre Ciertas Armas Convencionales, junto con el Convenio sobre Armas
Químicas, sirve como paraguas para los protocolos que se ocupan de determinadas
armas. El Convenio y sus Protocolos anexos se aplican en las situaciones comunes a
los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la Protección de las Víctimas
de Guerra, incluyendo cualquier situación descrita en el Protocolo Adicional I y en el
Protocolo II de estos Convenios.

El Convenio sobre Ciertas Armas Convencionales carece de mecanismos de


verificación y cumplimiento y de métodos para llevar a cabo un proceso formal para la
resolución de los problemas derivados de su debido cumplimiento. Un país o Estado
puede refutar su compromiso con el Convenio, o de cualquiera de los Protocolos, pero
seguirá estando legalmente sometido hasta un año después de notificar al depositario
del Tratado, (el Secretario General de las Naciones Unidas), de su intención de ser
libre de sus obligaciones.

CONVENCION SOBRE LAS ARMAS QUIMICAS

La Convención es un tratado internacional por el que se prohíbe el desarrollo, la


producción, el almacenamiento, la transferencia y el empleo de armas químicas, y se
dispone además la destrucción de estas armas en un plazo de tiempo específico.

La Convención sobre las Armas Químicas entró en vigor en 1997 y otorgó a la OPAQ el
mandato de erradicar para siempre el flagelo de las armas químicas y de verificar la
destrucción, en los plazos establecidos, de los arsenales de armas químicas
declarados.
Esta Convención tiene carácter único, pues constituye el primer tratado multilateral
destinado a prohibir toda una categoría de armas de destrucción en masa y a velar por
la verificación internacional de su destrucción. Asimismo, se trata del primer tratado de
desarme negociado en un marco completamente multilateral, en pro de una mayor
transparencia y de su aplicación por igual en todos los Estados Partes.

La Convención se negoció asimismo con la plena participación de la industria química


de todo el mundo, lo que permitió asegurar la cooperación constante de la industria en
el régimen de verificación industrial de la Convención. La Convención asigna por
mandato la inspección de las instalaciones industriales, a fin de garantizar que las
sustancias químicas tóxicas se emplean únicamente para fines no prohibidos por la
Convención.

La Convención consta de un preámbulo, 24 artículos y 3 anexos: el Anexo sobre


sustancias químicas, el Anexo sobre verificación y el Anexo sobre confidencialidad.

También podría gustarte