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1.

Los factores Geográficos estables y dinámicos en


Sudamérica:

La importancia geopolítica de Sudamérica frente a los planes de los Estados


Unidos, para mantener la hegemonía global, está intrínsecamente vinculada a su
dimensión económica y comercial. Recursos estratégicos como el agua y el
petróleo escasean a nivel mundial y las principales reservas se ubican en
Sudamérica; por esa razón es importante para los Estados Unidos, declarar estos
sitios como propiedad de la humanidad, para administrarlos en el futuro con el
pretexto de la «destrucción del medio ambiente por parte de sus pobladores». Los
problemas que contribuyen a la destrucción del entorno son ante todo, acciones
de índole antrópica y cultural, cuyas raíces se encuentran en el orden económico y
social que determina las formas de vida de una sociedad estimulando el consumo
mediante la aculturación. Paradójicamente, el subcontinente con mayor
biodiversidad, afronta problemas de pobreza, hambre y violencia que lo mantienen
en el grupo del Tercer Mundo. La dirigencia política sudamericana se ha
enfrascado en discusiones ideológicas en desuso, olvidándose del desarrollo
humano y condenando a sus países a la condición de proveedores de comoditis.
No es descartable que en Sudamérica la guerra intente resolver problemas que la
política ha dejado añejar.

Comenzando por el principio analicemos que son los Factores, parafraseando a


Ferrater Mora en su obra magistral filosófica vemos una interpretación académica
que nos permitirá incrementar el sentido de la pasión en el Análisis Geopolítico y
por lo tanto el discernimiento de lo factible o no.

Hablar de Factores es hablar de Facultades, en ellas podemos observar términos


como razón, deseo, voluntad, entre muchos otros que nos llevarán a ir
comprendiendo la importancia de la expresión Factores de la Geopolítica.
Factores Estables:

A primera percepción decimos que Estable involucra quietud con cierto grado de
seguridad y optimismo que ello permanecerá así por mucho tiempo. Pero cuánto
es mucho tiempo? Millones de años? 100 años? 1000? En Geopolítica nuestra
percepción nos determinará sin son estables o no y veremos porqué.

Si mencionamos como Factor Estable a la Cordillera de los Andes, entonces


creemos que es una constitución geológica de millones de años que difícilmente
tendrá modificaciones sustanciales, podemos establecer en Geopolítica que
pertenece a esa categoría. Un Río Grande tal vez? Es posible si nos referimos al
Río de la Plata de existencia milenaria, pero si nos referimos al Río Pilcomayo,
utilizado como límite geográfico entre Paraguay y Argentina, introducimos el
término geopolítico o científico de Colmatación del Río Pilcomayo. En qué
categoría lo colocamos? Factor Estable? Los acuerdos lo marcan como límite y el
límite desapareció en un importante tramo durante la actual generación.

Entonces observamos a los Factores Estables con Visión Geopolítica y no


matemáticamente porque podemos vernos insertos en un error de Apreciación
Geopolítica, la cual es una actividad demasiado seria como para que un ataque de
“Chantada Criolla” o “Viveza Criolla” influya en la misma, es un trabajo científico,
tal vez lo categoricemos en el Instrumento Científico más serio que tiene la
Política.

Entonces acá introducimos el Término Tiempo, que en el Capítulo I Introductorio


fuera omitido cuando mencionamos que a la Geopolítica la debemos observar en
cuatro dimensiones: es espacio terrestre, marítimo, aeroespacial y el tiempo.

Por lo señalado adjudicamos al tiempo un papel preponderante desde dos puntos


de vista: para el análisis de los Factores Estables y en la implementación de obras
o acciones que nos lleven a concretar los Objetivos Geopolíticos como Ciencia o
los Objetivos Políticos como Arte.

En un carácter interdisciplinario también podemos mencionar al tiempo como una


dimensión que separa la terminología biológica o genética de los genotipos y los
denominados fenotipos. Nos estamos apartando de la Geopolítica? NO: porque
todo tiene que ver con todo y es parte de que la Geopolítica se COMPRENDE.

Si bien al referirnos al genotipo como la herencia genética de los organismos ya


sean animales o vegetales, en cuanto a los fenotipos que constituyen las
modificaciones que el ambiente por supervivencia impone a la conformación
genética y se van adaptando las formas, valga como ejemplo: en una región de
escasa pasturas a nivel suelo, la transformación hasta la existencia de la jirafa tal
vez se deba a la necesidad de alimentarse de las copas de los árboles en un lapso
de miles de años para lograr tener un cuello tan alto que le permita sobrevivir.
También un ejemplo de nuestra región sería el típico Aguará Guazú de los Esteros
del Iberá o Perro (Zorro) de Patas largas que quien sabe cuántos años llevó la
evolución de esta especie para que se pueda desempeñar en una zona de
pantanos permanente para su supervivencia.

Esta base científica nos permite conocer las posibilidades o facultades de una
región para el cambio desde el punto de vista histórico y su comprensión como: el
desierto del Líbano siendo que era la región más rica en los famosos cedros del
Líbano, las riquezas de la Mesopotamia asiática en su desertificación, como
también el desierto salado de Santiago del Estero (Argentina) en magníficos
montes y selvas para este último caso en no más de 60 años.

Factores Dinámicos:

Del mismo modo que encaramos los Factores Estables debemos tener el ojo
geopolítico o Percepción que juega la 4ta dimensión o tiempo para denominarlos
como Factores Dinámicos. Si ponemos como ejemplo a la Isla de Krakatoa en su
estado volcánico, diríamos es parte de los Factores Estables, pero de un día para
el otro estalló como si tuviera en su vientre alrededor de tres mil bombas atómicas
y desapareció. No obstante ello tardó alrededor de cien años en reaparecer como
un “Paraíso”.
Ya sea por el crecimiento, el agotamiento, la influencia humana o de la naturaleza
y otros vectores que iremos desenmascarando, hacen que ciertos Componentes
de la Geopolítica los encuadremos como Factores dinámicos.

Si hablamos de una organización política, ninguna ha sido permanente, ni siquiera


el Imperio Romano o cualquier otro, sin embargo es mucho más estable una
religión que una organización política, entonces estaríamos colocando a ciertas
religiones como la Musulmana, Budista, Judaica o Cristiana como Factores
Estables en cuanto a otras más bien denominadas sectas más que religión entre
los componentes de los Factores dinámicos.

Pero una organización política con Políticas de Estado relativamente permanentes


como EEUU, Brasil, Gran Bretaña y otras podríamos aventurarnos a establecerlas
como Factores Estables, pero sería imposible en países poco creíbles
encuadrarlos dentro de esos componentes, por el contrario un régimen tan
fuertemente personalizado cambia las políticas, adviene otro y cambia de rumbo,
tras cual el próximo privatiza el estado y el que sigue vuelve a comprar el estado,
es indudable que lo consideraremos para un determinado Objetivo Geopolítico
como uno de los componentes de los Factores dinámicos.

2. El escenario Geopolítico Sudamericano a fines del Siglo XIX

La geopolítica como disciplina, llegó a América del Sur como resultado de dos vías
de influencia intelectual distintas: el predominio político, estratégico y económico
de los Estados Unidos expresado en las escuelas militares de formación de
oficiales latinoamericanos, y la herencia proveniente de la geopolítica germana de
principios del siglo xx, a través de los restos de la influencia prusiana sobre
algunos ejércitos sudamericanos.

En ambos casos se trata de anacronismos conceptuales que tienen una profunda


explicación ideológica y política.

Cabe destacar que a lo largo de casi un siglo de reflexión geopolítica en el


continente sudamericano, se subraya el hecho que la geopolítica llegó a esta
región del mundo, a partir del interés mostrado por oficiales de ejército y
profesores de las escuelas militares (de Brasil, Argentina, Perú, Chile, Venezuela y
otros países), de donde se desprende que la geopolítica en América del Sur surge
como una preocupación castrense, que sólo mas tarde -en la segunda mitad del
siglo xx- va a extenderse al mundo civil y universitario.

A lo menos dos épocas pueden discernirse en la historia intelectual de la


geopolítica sudamericana: un primer período de fuerte influencia prusiana y
europea (entre 1930 y 1960 aproximadamente), y un segundo período, de
influencia estadounidense (entre la década de los sesenta y fines del siglo xx).   La
geopolítica en América del Sur en su historia intelectual, sigue los pasos de la
situación de dependencia que tiene ésta región respecto de la dominación
británica (hasta la I Guerra Mundial) y de la dominación estadounidense (a partir
de la II Guerra Mundial).

¿Cuál era la visión geopolítica predominante en Sudamérica durante la primera


época?

En primer lugar, desde sus orígenes a  principios del siglo xx, las doctrinas
geopolíticas “importadas” en América Latina, se relacionaron estrechamente con la
propia visión territorial que cada Estado nacional tenía respecto de sus relaciones
con los vecinos del entorno.  Se trataba todavía de Estados nacionales en proceso
de formación, o más bien dicho, de Estados que no terminaban de constituirse
institucional y territorialmente y de comunidades que aún no habían concluido su
proceso de construcción nacional e identitaria.

Dos vertientes intelectuales de influencia europea es posible discernir en la


geopolítica sudamericana de la primera mitad del siglo xx: una corriente de
influencia francesa que se instaló en las escuelas militares argentina, peruana y
brasileña (Vidal de la Blache y otros autores) y una corriente de influencia
germana (prusiana) que se instaló en las escuelas militares chilenas (Ratzel,
Haushofer).

Las dos escuelas militares de orientación geopolítica brasileña y chilena de este


período, pueden ser paradigmáticas a la hora de examinar sus efectos e impactos
sobre el proceso de formación castrense de sus oficiales y sobre los respectivos
proyectos nacionales de afirmación territorial y nacional.

Mientras Brasil promueve una geopolítica de conquista del espacio amazónico y


continental sudamericano, penetrando en el Matto Grosso selvático -en definitiva
una geopolítica de completación de la unidad territorial brasileña y de conquista de
la frontera natural amazónica- en cambio, Chile despliega una política de tensión
fronteriza con Argentina, reclamando territorios limítrofes en el sur patagónico y en
los canales australes y redefiniendo su despliegue del dispositivo militar, al mismo
tiempo que reafirma su distancia con la reclamación marítima boliviana y la
presión geopolítica del Perú hacia el sur.
Mientras la geopolítica brasileña se elabora sobre una lógica de construcción de la
unidad nacional, la geopolítica chilena se construye bajo una lógica de defensa
frente a las amenazas fronterizas que le rodean.

Desde su independencia, América Latina siempre estuvo inserta en escenarios


complejos, en los que le tocó el rol de dependiente o neo-dependiente. En el siglo
XIX, al alcanzar su independencia de la esfera de influencia española, las líneas
geopolíticas fueron trazadas desde afuera, cayendo en la dependencia económica
de Gran Bretaña, especialmente la región sudamericana y el Caribe británico,
mientras que México, Centroamérica y el Caribe español quedaron bajo la esfera
de Estados Unidos. Durante el siglo XX, finalizada la I Guerra Mundial, Estados
Unidos alcanzó el rol definitivo de potencia mundial y hegemónica de la región,
institucionalizando este vínculo en 1947-1948 con el TIAR y la Carta de la OEA,
así como trazando las líneas geopolíticas, especialmente en el terreno económico
y de seguridad.

La Guerra Fría hizo que América Latina no tuviera otra posibilidad que manejarse
dentro de la esfera de seguridad de Estados Unidos, y cualquier transgresión
significaba una sanción, como ocurrió con el caso cubano (1959-1961), nación que
quedó aislada del hemisferio; o se sucedían golpes de Estado militar de carácter
"proconsular" con el objeto de proteger los intereses económicos y de seguridad
de Estados Unidos, sus empresas o aliados en la región.1

En la década de los setenta y parte de los ochenta, América Latina intentó generar
líneas geopolíticas autónomas, especialmente con Contadora y el Grupo de Río,
pero a partir de los años noventa nuevamente quedó sumergida en lineamientos
geopolíticos externos.

Los escenarios más importantes en los que les toca operar y en los que no tienen
un papel relevante, en cuanto a la generación de reglas o su modificación, se
vinculan a una globalización asimétrica y desigualitaria, en el terreno económico-
financiero, con pocos Estados y muchos actores transnacionales globalizantes y
una gran mayoría de Estados globalizados, entre los que se encuentran los países
de la región en diferentes niveles. Este proceso de globalización, posibilitó
la planetarización de las operaciones de los actores transnacionales, favoreciendo
también la transnacionalización en la toma de decisiones.

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