Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Defensa
Defensa
A primera percepción decimos que Estable involucra quietud con cierto grado de
seguridad y optimismo que ello permanecerá así por mucho tiempo. Pero cuánto
es mucho tiempo? Millones de años? 100 años? 1000? En Geopolítica nuestra
percepción nos determinará sin son estables o no y veremos porqué.
Esta base científica nos permite conocer las posibilidades o facultades de una
región para el cambio desde el punto de vista histórico y su comprensión como: el
desierto del Líbano siendo que era la región más rica en los famosos cedros del
Líbano, las riquezas de la Mesopotamia asiática en su desertificación, como
también el desierto salado de Santiago del Estero (Argentina) en magníficos
montes y selvas para este último caso en no más de 60 años.
Factores Dinámicos:
Del mismo modo que encaramos los Factores Estables debemos tener el ojo
geopolítico o Percepción que juega la 4ta dimensión o tiempo para denominarlos
como Factores Dinámicos. Si ponemos como ejemplo a la Isla de Krakatoa en su
estado volcánico, diríamos es parte de los Factores Estables, pero de un día para
el otro estalló como si tuviera en su vientre alrededor de tres mil bombas atómicas
y desapareció. No obstante ello tardó alrededor de cien años en reaparecer como
un “Paraíso”.
Ya sea por el crecimiento, el agotamiento, la influencia humana o de la naturaleza
y otros vectores que iremos desenmascarando, hacen que ciertos Componentes
de la Geopolítica los encuadremos como Factores dinámicos.
La geopolítica como disciplina, llegó a América del Sur como resultado de dos vías
de influencia intelectual distintas: el predominio político, estratégico y económico
de los Estados Unidos expresado en las escuelas militares de formación de
oficiales latinoamericanos, y la herencia proveniente de la geopolítica germana de
principios del siglo xx, a través de los restos de la influencia prusiana sobre
algunos ejércitos sudamericanos.
En primer lugar, desde sus orígenes a principios del siglo xx, las doctrinas
geopolíticas “importadas” en América Latina, se relacionaron estrechamente con la
propia visión territorial que cada Estado nacional tenía respecto de sus relaciones
con los vecinos del entorno. Se trataba todavía de Estados nacionales en proceso
de formación, o más bien dicho, de Estados que no terminaban de constituirse
institucional y territorialmente y de comunidades que aún no habían concluido su
proceso de construcción nacional e identitaria.
La Guerra Fría hizo que América Latina no tuviera otra posibilidad que manejarse
dentro de la esfera de seguridad de Estados Unidos, y cualquier transgresión
significaba una sanción, como ocurrió con el caso cubano (1959-1961), nación que
quedó aislada del hemisferio; o se sucedían golpes de Estado militar de carácter
"proconsular" con el objeto de proteger los intereses económicos y de seguridad
de Estados Unidos, sus empresas o aliados en la región.1
En la década de los setenta y parte de los ochenta, América Latina intentó generar
líneas geopolíticas autónomas, especialmente con Contadora y el Grupo de Río,
pero a partir de los años noventa nuevamente quedó sumergida en lineamientos
geopolíticos externos.
Los escenarios más importantes en los que les toca operar y en los que no tienen
un papel relevante, en cuanto a la generación de reglas o su modificación, se
vinculan a una globalización asimétrica y desigualitaria, en el terreno económico-
financiero, con pocos Estados y muchos actores transnacionales globalizantes y
una gran mayoría de Estados globalizados, entre los que se encuentran los países
de la región en diferentes niveles. Este proceso de globalización, posibilitó
la planetarización de las operaciones de los actores transnacionales, favoreciendo
también la transnacionalización en la toma de decisiones.