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PATRIA POTESTAD

Concepto y características

• Proviene del latín patrius, patria, patrium, que refieren al


padre, y potestas, que significa potestad.

• La patria potestad es el conjunto de derechos, facultades


y obligaciones que, con base principalmente en la
relación paterno-filial, la ley atribuye, entre otros, a los
progenitores sobre la persona y bienes de los menores
de edad, a fin de que puedan cumplir satisfactoriamente
los deberes de educación, asistencia y protección
integral, en sus aspectos físico, moral y social, que tienen
para con ellos.
• Definición la anterior que, para mayor claridad, se
descompone en los siguientes elementos, los cuales
constituyen atributos esenciales de la patria potestad:

 Se constituye por un conjunto de derechos, facultades y


obligaciones atribuidos, entre otros, a los progenitores

 Tiene su origen principalmente en la filiación

Se ejerce sobre la persona y bienes del menor sujeto a ella

Su objeto es que los ascendientes puedan cumplir los


deberes que tienen para con sus descendientes
• La patria potestad, como institución de derecho familiar,
posee cualidades o características que la distinguen, como
son:

• Se ejerce en interés del niño

• Tiene una función social trascendente

• Es de orden público

• Solo puede limitarse, suspenderse o declararse su pérdida


por mandato judicial

• Su ejercicio se constriñe a ciertos límites


• Se rige por los principios de respeto y mutua
consideración

• Es imperativa

• Es imprescriptible

• Es irrenunciable

• Es excusable

• Es personalísima

• Es temporal
• Sujetos sobre los que se ejerce

• 1) Ser menores de edad

• 2) Tener, por lo menos, uno de los ascendientes de los que,


por ley, son llamados a ejercerla

• Personas que pueden ejercerla

• Padres
• Abuelos
• Adoptante
• Derechos-deberes inherentes a la patria potestad

• Guarda y custodia
• Visita y convivencia
• Educación
• Crianza
• Corrección
• Suministro de alimentos
• Representación legal del menor
• Administración de los bienes del menor
CCNL
• DE LOS EFECTOS DE LA PATRIA POTESTAD RESPECTO DE LA PERSONA DE LAS
HIJAS E HIJOS

• Art. 411.- Las hijas o hijos, cualesquiera que sean su estado, edad y condición,
deben honrar y respetar a sus padres y demás ascendientes. Entre ascendientes
y descendientes debe imperar mutuo respeto y consideración.

• Los que ejercen la patria potestad, aun cuando no tengan la custodia, tiene el
derecho de convivencia con sus descendientes. El ejercicio de este derecho
queda supeditado a que no represente riesgo para el menor de edad y a la
acreditación del cumplimiento de la obligación alimenticia.

• Quien ejerza la custodia, debe procurar el respeto y el acercamiento constante


de los menores de edad con el otro ascendiente que también ejerza la patria
potestad. En consecuencia, quien ejerza la patria potestad, debe evitar en todo
momento generar sentimientos negativos, de odio, desprecio, rencor o rechazo
hacia uno de los progenitores.
• Art. 412.- Las hijas o hijos menores de edad no emancipados,
están bajo la patria potestad mientras exista alguno de los
ascendientes que deban ejercerla conforme a la ley.

• Art. 413.- La patria potestad se ejerce sobre la persona y los


bienes de las hijas e hijos.
• Art. 414.- En los términos de este Capítulo, el padre y la
madre son los titulares de la patria potestad conjuntamente
sobre las hijas e hijos; y solamente por falta o impedimento de
éstos, corresponderá su ejercicio a los abuelos, siempre y
cuando no afecten el interés superior de la niñez y estos
últimos manifiesten su voluntad de ejercerla en los términos
de este precepto.

• Si sólo faltare alguna de las dos personas a quienes


corresponde ejercer la patria potestad, la que quede
continuará en el ejercicio de ese derecho.
• Art. 414 BIS.- La madre tendrá en todos los casos en que no viva con
el padre de sus hijas o hijos, el derecho preferente de mantener a su
cuidado a los que fueren menores de doce años, a menos que
hubiese sido sentenciada por incurrir en conductas de violencia
familiar, sea de las contempladas en el Código Civil o en el Código
Penal como delitos de violencia familiar o equiparable a la violencia
familiar, exista orden de restricción dictada por autoridad
competente, que se dedicare a la prostitución, al lenocinio, hubiere
contraído el hábito de embriaguez, drogadicción o cualquier otra
adicción que pusiere directa o indirectamente en riesgo la
estabilidad física o emocional del menor, tuviere alguna enfermedad
contagiosa, o por su conducta antisocial ofreciere peligro grave para
la salud o la moralidad de sus hijas e hijos. Debiendo en todo caso el
Juez, escuchar la opinión de los menores conforme a su edad y
madurez, resolviendo siempre conforme al interés superior de éstos.
En todos los casos, el Juez deberá garantizar y facilitar la convivencia
de los menores con su padre o madre y cuando sea necesario
supervisarla.
• Art. 415.- En el caso del artículo 414, los abuelos a quienes les
corresponde la patria potestad convendrán entre ellos, si la
ejercerán los de la línea paterna o materna.

• Si no se pusieren de acuerdo decidirá el Juez oyendo a los


ascendientes, conforme a lo establecido en el artículo 418.
• Art. 415 Bis.- Los titulares de la patria potestad, aun cuando no conserven la
custodia, tienen el derecho de convivencia con sus descendientes, a quienes se
escuchará su opinión conforme a su edad y madurez. El ejercicio de este
derecho, queda supeditado a que no represente riesgo para el menor y a la
acreditación del cumplimiento de la obligación alimenticia.

• Quien ejerza su custodia tiene la obligación de respetar, procurar y permitir las


relaciones personales entre el menor, padres y abuelos. En caso de oposición, a
petición de cualquiera de ellos, el Juez resolverá lo conducente en atención al
interés superior del menor, a la existencia de conducta constitutiva de violencia
familiar en contra del menor o de quien tenga su custodia material, prevista en
el Código Civil o en el Código Penal como los delitos de Violencia Familiar o
Equiparable a la Violencia Familiar.

• Corresponde a los abuelos asumir las expensas del goce y disfrute de su derecho
para convivir con sus nietos menores de edad, mas dicha facultad no representa
subordinación de los derechos de quien o quienes ejerzan la patria potestad y a
la libertad que tienen de dirigir su formación.

• Sólo por mandato judicial podrá limitarse, suspenderse o perderse el derecho de


convivencia a que se refieren los párrafos anteriores.
• Art. 418.- En todos los casos en que se requiera la intervención judicial
para decidir sobre la patria potestad, la custodia y la convivencia de los
menores sujetos a ellas, deberá escuchárseles conforme a su edad y
madurez; y se resolverá lo que sea más conveniente a su bienestar. Lo
mismo se observará en los asuntos relativos a la formación y educación
de los menores.

• Art. 419.- La patria potestad sobre la hija o el hijo adoptivo, se ejercerá


de conformidad a lo dispuesto por el artículo 414.

• Art. 420.- Los ascendientes que ejerzan la patria potestad en forma


conjunta, tendrán autoridad y consideraciones iguales en dicho
ejercicio; por lo tanto, de común acuerdo arreglarán todo lo relativo a la
formación y educación de los menores y a la administración de los
bienes que a éstos pertenezcan.

• En caso de que los ascendientes no logren el común acuerdo, el juez


procurará avenirlos y si no fuere posible resolverá, previa audiencia de
los interesados, lo que fuere más conveniente al bienestar de los
menores.
• Art. 422.- A las personas que tienen a la hija o el hijo bajo su patria
potestad, incumbe la obligación de educarlo convenientemente.

• Art. 423.- Para los efectos del artículo anterior, quienes ejerzan la
patria potestad o tengan menores de edad bajo su custodia, tendrán
la facultad corregirlos mesuradamente, sin llegar al maltrato, así
como la obligación de observar una conducta que sirva a éstos de
ejemplo para su sano desarrollo.

• Los jueces tienen la facultad de tomar las medidas necesarias para


impedir que un menor sea maltratado por quienes ejerzan sobre él
la patria potestad, o la tengan bajo su custodia. Tales medidas se
tomaran a instancia de quien acredite un interés legítimo de
parentesco o del ministerio público en todo caso.
• Art. 424.- El que está sujeto a la patria potestad no puede
comparecer en juicio, ni contraer obligación alguna, sin
expreso consentimiento del que o de los que ejerzan aquel
derecho. En caso de irracional disenso, resolverá el juez.
• DE LOS EFECTOS DE LA PATRIA POTESTAD RESPECTO DE LOS
BIENES DE LA HIJA O HIJO

• Art. 425.- Los que ejercen la patria potestad son legítimos


representantes de los que están bajo de ella, y tienen la
administración legal de los bienes que les pertenecen,
conforme a las prescripciones de este Código.

• Art. 426.- Cuando la patria potestad sea ejercida por dos


ascendientes del menor, éstos acordarán quien de ellos será el
administrador de sus bienes, pero siempre consultará al otro,
y requerirá su consentimiento expreso para los actos más
importantes de la administración.
• Art. 428.- Los bienes de la hija o el hijo, mientras esté en la
patria potestad, se dividen en dos clases:

• I.- Bienes que adquiera por su trabajo;

• II.- Bienes que adquiera por cualquier otro título.


• Art. 436.- Los que ejercen la patria potestad no pueden
enajenar ni gravar de ningún modo los bienes inmuebles y los
muebles preciosos que correspondan a la hija o el hijo, sino
por causa de absoluta necesidad o de evidente beneficio, y
previa la autorización del juez competente.

• Art. 442.- Las personas que ejerzan la patria potestad deben


entregar a sus hijas e hijos, luego que éstos se emancipen o
lleguen a la mayor edad, todos los bienes y frutos que les
pertenecen.
Suspensión

• La suspensión de la patria potestad implica la cesación


temporal en el ejercicio de ella, pues no conlleva a la
terminación de la patria potestad, sino únicamente que quien
la ejerce queda impedido para ello, pero con la posibilidad de
reanudar su ejercicio cuando desaparezca la causa que le dio
origen.
• Art. 447.- La patria potestad se suspende:

• I.- Por incapacidad declarada judicialmente;

• II.- Por la ausencia declarada en forma;

• III.- Por sentencia condenatoria que imponga como pena esta


suspensión;

• IV.- Cuando a consideración del Juez, el consumo del alcohol, el


hábito del juego, el uso no terapéutico de las sustancias ilícitas a que
hace referencia la Ley General de Salud o las lícitas, que amenacen
causar algún perjuicio cualquiera que este sea al menor; y

• V.- Por incumplimiento parcial o total de la obligación alimentaria


provisional, por cualquiera de las partes, por más de noventa días
sin causa justificada a consideración del juez.
Limitación

• Art. 447 Bis.- La patria potestad se limitará cuando por


resolución judicial, cautelar o definitiva, se restrinja alguno o
algunos de los derechos que la integran o se impongan
modalidades al ejercicio de éstos. El juez podrá imponer las
limitaciones que procedan a la patria potestad a fin de
proteger la integridad física y psicológica de los menores.

• En cualquier momento el juez podrá decretar la separación


cautelar del menor respecto de quienes realicen conductas de
violencia familiar.
Pérdida

• Esta solo puede decretarse por resolución judicial y, por regla


general, tiene una doble finalidad, por una parte su aplicación
constituye una sanción para quien esté en ejercicio de dicha
facultad y, por otra, es una medida de protección a futuro
para el menor, porque el legislador consideró que la
actualización de determinadas conductas de los progenitores
o de las personas que ejercen la patria potestad, puede poner
en peligro la integridad física, mental, psicoemocional,
económica y sexual del menor o causarle algún daño en tales
aspectos, cuya consecuencia debe ser la aplicación de tal
medida de carácter excepcional, pues lo ordinario es que
ambos progenitores ejerzan tal derecho.
• Esta trae como consecuencia la privación de la titularidad de
los derechos y facultades derivados de la patria potestad, lo
que se traduce en que el condenado no tenga derechos
respecto del menor.

• Por tanto, los efectos de la pérdida de la patria potestad se


relacionan directamente con los derechos que a su titular
otorga el ejercicio de aquella, sin que este quede liberado de
sus obligaciones para con el menor, debiendo tenerse
presente, además, que dicha medida no cambia el estado civil
de las personas, de modo que el estado de hijo, generado por
la filiación, no se modifica con la pérdida de la patria potestad
del padre.
• Art. 444.- La patria potestad se pierde por sentencia judicial en los
siguientes casos:

• I.- Cuando el que la ejerza es condenado por uno o más delitos


graves, siempre que a criterio del juez se pueda poner en peligro la
persona o bienes del menor;

• II.- Cuando el que la ejerza es condenado por un delito intencional


en contra de la persona o bienes del menor. En este supuesto, el
juez, en vista de las circunstancias, podrá decretar la pérdida de la
patria potestad sobre los demás menores respecto de quienes la
ejerzan;

• III. Cuando por las costumbres depravadas, violencia familiar,


explotación o abandono de los deberes de quien la ejerza, pudiera
comprometerse la salud, la seguridad, la dignidad, la integridad o la
moralidad de los menores, aún cuando estos hechos no sean
penalmente punibles;
• IV.- Cuando quien la ejerza deje de asistir y convivir en forma
injustificada con el menor de edad, por más de quince días naturales
consecutivos, cuando éste se encuentre acogido por una Institución
legalmente constituida, y que cuente con las autorizaciones para su
debido funcionamiento;

• V.- Por abandono del menor durante un plazo de más de ciento


ochenta días naturales, aún cuando no se comprometa su salud,
seguridad o moralidad;

• VI.- Cuando quien la ejerza deje expósito al menor por un plazo de


más de treinta días naturales; y

• VII. Por incumplimiento parcial o total de la sentencia firme relativa


a la obligación alimentaría por más de noventa días sin causa
justificada.

• También se perderá la patria potestad cuando quien la ejerza sea


condenado expresamente a la pérdida de ese derecho.
• Art. 445.- El ascendiente que pase a ulteriores nupcias, no
pierde por este hecho la patria potestad.

• Art. 445 bis.- El padre y la madre, aunque pierdan la patria


potestad, quedan sujetos a todas las obligaciones que tienen
para con sus hijas e hijos.

• Art. 446.- El cónyuge no ejercerá la patria potestad sobre los


descendientes de su consorte habidos con persona distinta.
Excusa

• Art. 448.- La patria potestad no es renunciable; pero aquéllos


a quienes corresponda ejercerla, pueden excusarse:

• I.- Cuando tengan sesenta años cumplidos;

• II.- Cuando por su mal estado habitual de salud, no puedan


atender debidamente a su desempeño.
Terminación
• La terminación de la patria potestad implica su extinción
natural o, lo que es lo mismo, que, por alguna de las causas
señaladas en la ley, concluyan totalmente su ejercicio y
efectos.

• A diferencia de lo que ocurre en el caso de pérdida de la patria


potestad, en donde el ejercicio de esta cesa en virtud de un
mal accionar por parte de quien la detenta, en el caso de la
terminación, la patria potestad se acaba sin acto culpable por
parte de quien la ejerce, siendo, además, una importante
diferencia entre dichas figuras el que, como ha quedado
señalado, la primera debe ser decretada por la autoridad
judicial, mientras que la segunda se da de manera automática
al actualizarse alguna de las hipótesis que le dan origen.
• Art. 443.- La patria potestad se acaba:

• I.- Con la muerte del que la ejerce, si no hay otra persona en


quien recaiga;

• II.- DEROGADA. P.O. 08 DE ENERO DE 2018.

• III.- Por la mayor edad del hijo.


• ABANDONO DE UN MENOR DE EDAD. SU INTERPRETACIÓN COMO
CAUSAL DE PÉRDIDA DE LA PATRIA POTESTAD ATENDIENDO AL
INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. A juicio de esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, la privación de la patria
potestad se justifica por el incumplimiento grave de los deberes
inherentes a la misma ya que, en definitiva, lo que importa es el bien
de los hijos, cuyo interés es el único y exclusivo fundamento de la
función en la que se configura la patria potestad. Las autoridades
jurisdiccionales, al analizar el abandono de un menor de edad como
causal para decretar la pérdida de la patria potestad prevista en las
distintas legislaciones, deben interpretar el término "abandono" no
sólo en su acepción más estricta, entendido como dejar
desamparado a un hijo, sino también en la amplia, vinculada al más
radical incumplimiento de los deberes inherentes a la patria
potestad, incluso en el caso de que las necesidades del menor
queden cubiertas por la intervención de otras personas. Así las
cosas, se estima que en los casos de abandono sancionados con la
privación de la pérdida de la patria potestad, existe una abdicación
total, voluntaria e injustificada de los deberes inherentes a dicha
función.
• Asimismo, los tribunales, en aras de proteger al menor,
deberán analizar en cada caso concreto las causas del
abandono, la edad del menor, su madurez y autonomía, ya
que en aquellos supuestos en los que el abandono se realice al
momento mismo del nacimiento, resulta patente el radical
desinterés de los progenitores respecto del menor. Esta pauta
interpretativa es la que deben tomar en cuenta los órganos
judiciales al analizar las causales de privación de pérdida de la
patria potestad que hacen referencia al "abandono del
menor", y siempre teniendo presente que estos supuestos
denotan una situación de absoluto desprecio a las
obligaciones parentales más elementales y primarias respecto
del menor.
• PATRIA POTESTAD. SU CONFIGURACIÓN COMO UNA
INSTITUCIÓN ESTABLECIDA EN BENEFICIO DE LOS HIJOS. La
configuración actual de las relaciones paterno-filiales ha sido
fruto de una importante evolución jurídica. Con la inclusión en
nuestra Constitución del interés superior del menor, los
órganos judiciales deben abandonar la vieja concepción de la
patria potestad como poder omnímodo del padre sobre los
hijos. Hoy en día, la patria potestad no se configura como un
derecho del padre, sino como una función que se le
encomienda a los padres en beneficio de los hijos y que está
dirigida a la protección, educación y formación integral de
estos últimos, cuyo interés es siempre prevalente en la
relación paterno-filial, acentuándose asimismo la vigilancia de
los poderes públicos en el ejercicio de dicha institución en
consideración prioritaria del interés del menor.
• Es por ello que abordar en nuestros días el estudio jurídico de
las relaciones paterno-filiales y en particular de la patria
potestad, requiere que los órganos jurisdiccionales partan de
dos ideas fundamentales, como son la protección del hijo
menor y su plena subjetividad jurídica. En efecto, por un lado,
el menor de edad está necesitado de especial protección
habida cuenta el estado de desarrollo y formación en el que se
encuentra inmerso durante esta etapa vital. La protección
integral del menor constituye un mandato constitucional que
se impone a los padres y a los poderes públicos. Al mismo
tiempo, no es posible dejar de considerar que el menor es
persona y, como tal, titular de derechos, estando dotado
además de una capacidad progresiva para ejercerlos en
función de su nivel de madurez.
• PATRIA POTESTAD. SU PÉRDIDA NO CONLLEVA
INDEFECTIBLEMENTE IMPEDIR QUE EL MENOR EJERZA EL DERECHO
DE CONVIVENCIA CON SUS PROGENITORES. Una de las
consecuencias de la pérdida de la patria potestad es que el
progenitor condenado no tenga derechos respecto de sus hijos, es
decir, la privación de todo privilegio relativo a exigir la obediencia y
el respeto de los menores, la facultad de llevar su representación
legal, la administración de sus bienes y decidir, participar y opinar
sobre asuntos inherentes a su educación, conservación, asistencia,
formación y demás relativos a los aspectos no patrimoniales de
quien ejerce la patria potestad. Sin embargo, independientemente
de las consecuencias apuntadas -que se relacionan directamente
con los derechos que otorga al progenitor el ejercicio de la patria
potestad-, de ello no se aprecia que su pérdida conlleve
indefectiblemente que deba impedirse al menor ejercer el derecho
de convivencia con sus progenitores en tanto que, por un lado, ese
derecho no es exclusivo de los padres, sino también de los hijos y,
por el otro, no todas las causales de pérdida de la patria potestad
son de la misma gravedad.
• En ese orden de ideas resulta indispensable atender al interés
superior del menor, para lo cual deben propiciarse las
condiciones que le permitan un adecuado desarrollo
psicológico y emocional, que en la mayoría de los casos
implica la convivencia con ambos progenitores,
independientemente de que ejerzan o no la patria potestad
sobre aquél; de ahí que el juez de lo familiar habrá de atender
a la gravedad de la causal que originó la pérdida de la patria
potestad para determinar si la convivencia pudiera importar
algún riesgo para la seguridad o desarrollo adecuado del
menor, en el entendido de que si determina dicha pérdida
pero no del derecho de convivencia, ello obedecerá a que
subsiste el derecho del menor a obtener un desarrollo psico-
emocional adecuado y a que las condiciones particulares así lo
permiten, mas no porque el progenitor condenado pueda
exigir el derecho de convivencia.

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