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Comunicación Audiovisual

Materia: Lenguaje de la Imagen


Docente: Lic. Patricia Ferrufino
Integrantes
Itsel Leandra Vedia Mallcu
Kamila Azul Barrera Diaz Romero
Guissel Mamani Coaquira
Leslie Xiomara Apaza Lipa
Evelyn Aydee Valdez León
Nicole Graciela Huanca Ramos
Zulma Quispe Canaza
Pavel Quintana González

LA PAZ – BOLIVIA
2021
ESTIGMATIZACIÓN DE LAS
PERSONAS CON
ENFERMEDADES MENTALES
Y SU AYUDA
CORRECTA
INTRODUCCIÓN

La Salud mental es considerada como un estado de bienestar en el cual


el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las
presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y
fructíferamente y es capaz de hace una contribución a la comunidad
(OMS, Salud mental: un estado de bienestar OMS, 2013).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), da a conocer que no existe
un enunciado único para definir “salud mental” y los conceptos
existentes tienen la influencia propia de cada cultura, la influencia
subjetiva de quien o quienes lo plantean, la influencia de las teorías
existentes. Sin embargo, salud mental tiene que ver como las personas
relacionan su entorno con la realidad. Para conocer el estado de salud
mental de una persona, es fundamental, su comportamiento, en cuanto
a sus capacidades, competencias, responsabilidades, su forma de
afrontamiento, el manejo de situaciones estresantes y dificultades
vitales, autonomía e independencia, relaciones interpersonales, entre
otras y de qué manera conduce su vida.
En este orden de ideas se planteó realizar una investigación en relación
a la estigmatización de personas con enfermedades mentales y su
ayuda correcta
de la población de adultos entre 18-25 años, su prevalencia, la
necesidad de ayuda de atención médica y psicológica, la
caracterización socio-demográfica, factores estresantes y hábitos
nocivos que presentan estas personas, para crear un perfil general a fin
de relacionar los caracteres con la alteración en salud mental.
Para poder planificar acciones eficaces de concientización y lucha
contra el estigma
asociado a la enfermedad mental es necesario conocer mejor las
múltiples dimensiones de este fenómeno en el propio contexto social
en el que se desarrolla. Por ello, la presente investigación plantea como
objetivos:
· Concientizar y proponer hábitos para el correcto cuidado de la salud
mental a raíz de la pandemia.
· Precisar las definiciones de “enfermedad mental” y “salud mental”
· Visibilizar el efecto de la pandemia en la salud mental de las personas.
· Informar sobre hábitos correctos para cuidar la salud mental.
Con estos objetivos se pretende, conocer mejor las múltiples
dimensiones de este fenómeno en el propio contexto social en el que
se desarrolla.
De esta forma, analizar el efecto y los aspectos clave de la
estigmatización de personas con enfermedades mentales y su ayuda
correcta, para concientizar y proponer hábitos para el correcto cuidado
de la salud mental a la sociedad.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Objetivo general:

Concientizar y proponer hábitos para el correcto cuidado de la


salud mental a raíz de la pandemia

Objetivos Específicos:

● Precisar las definiciones de “enfermedad mental” y “salud


mental”

● Visibilizar el efecto de la pandemia en la salud mental de


las personas.

● Informar sobre hábitos correctos para cuidar la salud


mental.

Planteamiento del problema

Un porcentaje de la población desconoce la información sobre la salud


mental y los hábitos que deben tener para preservarla. Esto lleva a que
un gran grupo de personas sean incapaces de entender a personas que
sufren de algún trastorno o que tienen una salud mental inestable y que
por ignorancia del medio no sean tratadas de la manera correcta. El
desconocimiento de que es la salud mental impide el cuidado integral
de la salud en las personas y el subsecuente prejuicio con el tema
llevan a que nuestra sociedad comprenda al enfermo mental como
“loco” o inadaptado e intratable. La llegada de la pandemia exige
concientizar a las personas acerca de la salud mental para una buena
convivencia.

Justificación:

¿Cuál es la situación problemática que se pretende investigar?

La salud mental en Bolivia es muchas veces dejada a un lado por


ignorancia del tema o por desconocimiento de su importancia en el día
a día de las personas. La llegada de la pandemia hizo evidente la
necesidad de socializar la importancia de la salud mental ya que afectó
a la estabilidad mental de una gran mayoría de las personas.

¿Cuál es la importancia y actualidad que tiene el tema o problema que


se va a esclarecer?

Es un tema contemporáneo visibilizado recientemente por la pandemia


además de visibilizar la importancia de la salud mental.

¿Qué se va a realizar?

Concientizar y proponer hábitos que ayudan a la salud mental en esta


coyuntura de la pandemia y en el diario vivir.

¿Cuáles son los beneficios sociales del trabajo?

Proponemos un acercamiento y propiciamos información sobre la


salud mental.

Concientizamos sobre el correcto cuidado de la salud mental


Visualizamos como la salud mental es indispensable para ser más
resilientes (en relación con la pandemia)

¿Cuáles son los beneficios metodológicos y/o disciplinares de la


investigación?

Visibilizar la problemática tras la comprensión e importancia de la


salud mental en el contexto paceño/boliviano para sentar bases a
futuras investigaciones.

A través de esta investigación educar a la población en general


respecto a la problemática tras la ignorancia de la salud mental.

Limitaciones:

Delimitación geográfica: El proyecto visual será desarrollado el 2021 en


la Paz – Bolivia.

Delimitación temporal: La investigación será desarrollada desde el 13


de septiembre del 2021 hasta noviembre 2021.

Limitación:
− La obtención de datos sobre los porcentajes de personas con
problemas con salud mental.

MARCO TEÓRICO 

Antecedentes
Como parte de la investigación se realizó la revisión de estudios y
trabajos previos que ya tocaron nuestro mismo campo de estudio.
Fueron siete y se presenta las propuestas a continuación.
El artículo “Impacto sobre la salud mental durante la pandemia COVID
19 en Paraguay”, a cargo de Ferreira, Coronel y Vargas, propone que la
reciente aparición y rápida propagación en Wuhan del nuevo
coronavirus Covid-19 obligó a la cuarentena de millones de habitantes
en el mundo entero generando un enorme impacto psicosocial. El
objetivo del artículo es describir la frecuencia de depresión, ansiedad e
insomnio durante la cuarentena en la población paraguaya a través de
la realización de un estudio trasversal descriptivo de corte prospectivo.
Las profesionales aplicaron una encuesta en forma virtual a través de
las redes sociales. Para el diagnóstico de depresión y ansiedad se
aplicó el cuestionario de Patient Health Questionaire-4 y para el
insomnio el cuestionario Insomnia Severity Index. Se incluyeron 511
personas encuestadas, 63% fue del sexo femenino, con 51,9% del rango
etario 30- 50 años.  El 49,3% de las personas fueron solteras y 79,8%
vive en zona urbana. El 93,3% de los encuestados culminó la educación
terciaria. Con el cuestionario Patient Health Questionaire-4, 44,9% era
normal, 21,3% presentó ansiedad y depresión moderada, mientras que
15,9% tenía síntomas de ansiedad y depresión severa. Con el Insomnia
Severity Index, 37,5% presentó insomnio clínicamente insignificante,
31,1% insomnio leve, 24,6% insomnio moderado y 6,6% insomnio
severo. En conclusión 21,3% presentó ansiedad y depresión moderada,
mientras que 15,9% tenía síntomas de ansiedad y depresión severa.
Además, 62,5% presentaba algún grado de insomnio.
El artículo “Consideraciones sobre la salud mental en la pandemia del
COVID-19”, escrito por Jeff Huarcaya-Victoria, también se introduce
dentro del contexto propuesto por el anterior artículo, que la pandemia
del COVID-19 ha generado un enorme impacto psicosocial. Sin
embargo, el autor no opta por detenerse en la descripción de estas
afecciones en su contexto, Perú, sino que además de eso opta por
exponer diversas propuestas que nacen de la comparación con la
experiencia en otros países. Estas son: Identificar los grupos de alto
riesgo pues la exploración del contexto señala que los grupos más
vulnerables son las mujeres, los estudiantes universitarios, adultos
mayores y personas con enfermedades mentales preexistentes ante el
cual pretende generar evidencia en la realidad peruana, ya que algunos
grupos vulnerables dependen de factores socioculturales. La creación
de equipos multidisciplinarios de salud mental pues tanto a nivel
regional como nacional, se deben crear equipos que incluyan la
participación de especialistas encargados de educar sobre las
consecuencias psicológicas más comunes, fomentar conductas
mentalmente saludables, guías e instrucciones de manejo de estos
pacientes. Y además llevar esta intervención a los médicos expuestos y
a la población en general.
El artículo “Desafíos en salud mental durante la pandemia: informe de
experiencia”, a cargo de Minervino, Barbosa de Oliveira, Aranda Lima da
Cunha y Almeida Bereza, señala que la telemedicina ha brindado
oportunidades para tratar, controlar e identificar trastornos mentales
como una opción alternativa. Este relata la experiencia del servicio de
salud mental de un hospital universitario y de la residencia médica en
psiquiatría durante la pandemia. La atención ambulatoria incluyó
telemedicina y consultas presenciales según la gravedad, y se creó el
proyecto “Acogiendo la Salud Mental en Tiempos de Pandemia” para
ayudar a los profesionales del hospital. El articulo concluye que, aunque
ampliamente utilizado durante la pandemia, es necesario validar el
teleservicio como recurso en salud mental, definiendo también el perfil
del paciente capaz de recibirlo según la gravedad de la enfermedad y
su acceso y capacidad para manejar las tecnologías disponibles.
Todavía es necesario validar o crear escalas e instrumentos que
mejoren la evaluación off-site, y sobre todo formar profesionales para
optimizar este recurso.
El artículo “Consideraciones institucionales sobre la salud mental en
estudiantes universitarios durante la pandemia de Covid-19” propone
que, en términos de salud psicológica, los alumnos universitarios son
considerados como población vulnerable. Pues ante los
acontecimientos de la pandemia y a las medidas gubernamentales que
afrontan este caso, la salud psicológica de los alumnos universitarios
se ve amenazada. El artículo señala que en el marco de responsabilidad
social las universidades son sitios apropiados para abordar las
necesidades de salud y confort de los alumnos. Se describe que al
pasar la etapa de la adolescencia donde los cambios emocionales son
muy fuertes en la etapa de la universidad el estudiante trata de buscar
cómo adaptarse a la sociedad mediante el contacto con otras
personas, al estar en un grupo se siente identificado y así se establece
gran parte de su personalidad, más la pandemia ha detenido el proceso
deviniendo en signos de ansiedad o depresión. El artículo concluye que
los estudios encontrados reportan incrementos en indicios de
depresión, ansiedad, estrés postraumático, ideación suicida e
inconvenientes de sueño y que es obligación de la institución presentar
medidas al respecto. En otro artículo relacionado, podemos ver :

“Síndrome de burnout en personal de salud durante la pandemia


COVID-19: un semáforo naranja en la salud mental” señala que el
coronavirus representa un desafío monumental para la salud
pública y la economía mundial, además de un desafío para la salud
psicológica, siendo el equipo más dañado del personal de salud.
Uno de los efectos que ya se observa entre los trabajadores de este
conjunto ocupacional es el síndrome de burnout. Este se refiere a la
cronificación del estrés laboral. El síndrome se presenta por medio
de un estado de extenuación físico y mental que se alarga en la
época y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador.
Es un proceso en el cual progresivamente el trabajador sufre una
pérdida del interés por sus labores y va desarrollando una actitud
psicológica negativa hacia su ocupación laboral. Con el aumento de
casos de COVID-19 desde el comienzo de la pandemia los
trabajadores de salud han tratado de afrontar esta enfermedad
poco conocida con diversos métodos pues no existe un tratamiento
preciso. Debido a esto gran parte del personal de salud se sometió
a intensas horas de trabajo con poco tiempo de descanso mientras
arriesgaban su propia salud para tratar a los pacientes. (Juarez,
2020, p. 27)

El artículo “Efectos de la COVID-19 en la salud mental de la población.”


Detalla que la OMS ha equiparado la salud psicológica con la paz
personal, la percepción de nuestra efectividad, soberanía, competencia,
dependencia intergeneracional y autorrealización de las habilidades
intelectuales y emocionales. Incluye, por consiguiente, las habilidades
para hacer frente a las tensiones tradicionales de la vida, laborar de
manera provechosa y fructífera y para hacer contribuciones a la
sociedad. En situaciones de crisis (guerras, desplazamientos obligados,
migración, desastres naturales, epidemias, etcétera), las secuelas para
la salud física de los individuos resultan evidentes, por lo cual fueron
objeto de atención por la Medicina a partir de su surgimiento como
ciencia. En el primer mes del año de 2020, la Organización Mundial de
la Salud manifestó la alerta sanitaria universal, ocupando todos los
medios informativos y redes sociales. En Cuba, se creó y se ha ido
aplicando un protocolo de actuación, con alcance nacional, con vistas a
la prevención, control, mejor funcionamiento de los casos, así como a
la defensa de los trabajadores de la salud y la población. Este incluye el
distanciamiento social y la información a la población por
representantes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) acerca del
desarrollo epidemiológico de la patología y las distintas medidas
adoptadas al respecto. (Ribot, 2020)

“Salud mental infanto-juvenil y pandemia de Covid-19, cuestiones y restos”


señala que las pandemias infecciosas se asocian a un crecimiento de la
sintomatología ansiosa, depresiva y postraumática en la población infanto-
juvenil. La cuarentena COVID-19 tiene implicaciones negativas sobre su salud
psicológica y física. El desarrollo de los menores se ve perjudicado por el
cierre de las escuelas, la limitación de las interacciones con otros, la
incapacidad de hacer actividad física en el exterior y la pérdida de hábitos. La
enfermedad del coronavirus se asocia con un crecimiento de componentes
de peligro psicosociales, como son la cuarentena y la violencia dentro de la
familia, la pobreza, el hacinamiento y el abuso de novedosas tecnologías. Se
proponen medidas de prevención en el campo familiar, como la comunicación
positiva, la promoción de hábitos saludables y el parenting. Se hace
indispensable reforzar la accesibilidad a la red de salud psicológica. Se tienen
que diseñar tácticas de defensa poblacional infanto-juvenil en el entorno de la
presente crisis sanitaria.” (Castillo, 2020, p. 80)

Salud Mental

“...La salud, ya no es ausencia de enfermedad; la salud es todo, pero sobre


todo es usted mismo desde un punto de vista biológico, psicológico y social.
Estos tres ejes bien armonizados le harán tener un buen nivel de salud física,
psíquica y social.” (Garrido, 2010, pág. 21)

Cuando se habla de una buena salud se piensa en estar físicamente


bien pero al hablar de salud se debe mencionar también la salud mental
no solo la salud física o estar bien físicamente, porque una buena salud
es tener un buen estado físico, mental y social, cuando se hablar de
salud se menciona que es el tener una buena salud física pero no se
escucha hablar de la salud mental esto sucede por el desconocimiento
del mismo, como menciona Emilio Garrido “Y, la salud mental, siempre
nos ha dado miedo, porque queramos o no, la salud mental, siempre ha
tenido una connotación directa con la locura…” (2010, pág. 21), por eso
es importante definir un concepto claro de salud mental ya que muchas
personas desconocen del tema y comienzan a darle un concepto
erróneo.

La OMS define la salud mental como:


“… un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias
aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar
productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su
comunidad”. (Ramos, 2012, pág. 150).

La salud mental es estar bien contigo mismo y con las demás personas
que te rodean es ponerles un control a nuestras emociones y reconocer
las cosas que nos hacen bien y las que no.

Cuando nos referimos a salud mental nos referimos a un estado de


bienestar, aunque en la actualidad aún se sigue manejando el concepto
de enfermedad mental. Gastón de Mézerville plantea la salud mental
como la capacidad del individuo de ajustarse a su mundo, uno de los
mayores problemas de la salud mental es la depresión la cual es vista
como un factor más común del suicidio en todo el mundo.

Enfermedad Mental

“La persona con enfermedad mental es un conjunto de


pensamientos y sentimientos que, de una manera más o menos grave, se
ven influenciados por la enfermedad que padece” (Ramos, 2012, pag. 91).

Con enfermedad mental no nos referimos a una dolencia física, más al


contrario hacemos una referencia a dolencia interna. Rojas (2006) dice
que “las depresiones son un conjunto de enfermedades psíquicas
hereditarias o adquiridas, con una sintomatología determinada, a la que
se asocian cambios negativos de tipo somático, psicológico,
conductual, cognitivo y asertivo.” La depresión es uno de los mayores
factores por lo que las personas pueden tomar una decisión terrible
para su vida, ya sea entrando en adicciones y en los mayores de los
casos terminando con su vida. Debemos hacer conciencia de que este
tema es algo delicado de tratar ya que habrá personas que lo vean de
una manera insignificante y otras que tal vez por la experiencia puedan
dar su brazo a torcer.
La enfermedad mental es como otras enfermedades como: la diabetes,
artritis, etc., solo que estas enfermedades se relacionan con los
sentimientos y pensamientos, existen diferentes tipos de
enfermedades mentales que algunos son más graves y otros leves,
depende a la enfermedad diagnosticada se necesita internamiento,
medicación o terapia.

“Lo cierto es que existe un profundo desconocimiento del tratamiento


de la enfermedad mental. No es extraño, pues la sociedad desconoce
por completo lo que es una enfermedad mental” (Ramos, 2012, Pág.50).

Estigma

“Respecto a la etimología de la palabra estigma diremos, simplemente,


que fue creada por los griegos para poder señalar a ciertos individuos
que debían considerarse peligrosos. Sucesivas civilizaciones añadieron
sus propias creencias a la palabra y en la actualidad sigue conservando
su significado original, aunque en realidad el concepto haya
evolucionado". (Ramos, 2012, Pag.16)

“En la Edad Media el término estigma significaba difamación y


acusación pública de un criminal (que en ocasiones implicaba marcar a
un individuo con un hierro candente u otros procedimientos menos
agresivos, por alguna infamia), de tal forma que todos pudiesen
reconocerle. Actualmente, este término se emplea en el ámbito de la
salud para indicar que ciertos diagnósticos (ej., SIDA, enfermedad
mental) despiertan prejuicios contra las personas.” (Muñoz, Pérez,
Crespo, Guillen, 2019, pág. 12)

La palabra estigma es usada para señalar a personas criminales o


peligrosas, la palabra estigma clasifica a personas que se consideran
peligrosas como: drogadictos, delincuentes, discapacitados, enfermos
mentales, etc.
El estigma es una forma de discriminación hacia las personas con
enfermedad mental, clasificándolas como peligrosas o como personas
que son diferentes llegando a alejarlas de la sociedad y etiquetándolos.
Aunque este término es erróneo porque las personas con enfermedad
mental no son peligrosas, solo que algunas personas necesitan
cuidados especiales porque la enfermedad que tiene es grave, pero hay
personas con enfermedades mentales que son capaces de convivir en
la sociedad estas personas tienen una enfermedad mental leve que no
es tan grave, es importante señalar que cada enfermedad es diferente y
no todas las personas con enfermedad mental son peligrosas.

El desconocimiento de la enfermedad mental crea prejuicios, creencias


que provocan miedo, desconfianza y temor y estas desencadenan la
discriminación llegando al estigma de las personas con enfermedad
mental.

Un ejemplo del estigma en la actualidad sobre alguna enfermedad fue


el COVID-19, llegando a la discriminación de personas con la
enfermedad, según la UNICEF este estigma se dio por que la
enfermedad era nueva y aun no se conocía bien, este desconocimiento
hizo que las personas tengan miedo a enfermedad y era más fácil
tenerle miedo.

Esto mismo sucede con el estigma hacia las enfermedades mentales,


tienden a rechazar a las personas con enfermedades mentales por el
desconocimiento del tema y esto provoca que las personas tengan
miedo y comiencen a rechazar a las personas con enfermedad mental.

Cuando una persona se entera que tiene una enfermedad mental, es


algo nuevo y es un cambio en su vida, pero lo hace más difícil cuando
son víctimas del estigma
“Para estas personas la vida no es fácil, por el hecho de padecer una
enfermedad mental y ser etiquetados como enfermos mentales sufren una
serie de reacciones sociales negativas para su bienestar, adaptación y
participación social”. (Muñoz, Pérez, Crespo, Guillen, 2019, pág. 9).

La persona con enfermedad mental vive con el miedo y los prejuicios


de las personas, la persona con la enfermedad no solo sufre de un
rechazo en la sociedad, también las personas que tienen alguna
enfermedad mental no tienen tantas oportunidades de conseguir
trabajo por la idea de que son incapaces de realizar algún trabajo.

En el libro estigma y enfermedad mental (2019,) el estigma en la


enfermedad mental es algo complejo y se tiene diferentes niveles:

Estigma público: es el estigma por parte de la sociedad

El auto estigma:

Ante una sociedad con ideas estigmatizadoras las personas con


enfermedad mental llegan a mentalizar y aceptar estas ideas, haciendo
que las personas con enfermedad mental tengan sentimientos de que
son menos valiosos o de debilidad y emociones negativas. Todo esto
puede llevar a que la persona con enfermedad mental se comience a
aislar de su entorno social, también el auto estigma lleva a que la
persona no busque tratamiento por el miedo hacer etiquetado como
una persona con enfermedad mental, ya que esta etiqueta lleva a un
prejuicio y discriminación.

Estigma percibido o anticipado:


Es cuando la persona crea ideas del rechazo que experimenta una
persona con enfermedad mental

Estigma experimentado:

Es cuando la persona con enfermedad mental ya ha vivido rechazo,


discriminación, etc. por parte de las personas

Estigma por asociación:

Es cuando el estigma también afecta a las personas cercanas, que


estén relacionadas con la persona con enfermedad mental como por
ejemplo sus familiares

la familia de la persona con enfermedad mental se ve afectada por


estos tipos de estigma:

El estigma público

Cuando la sociedad excluye a la familia por tener relación con un


enfermo mental como si la familia también padeciera de una
enfermedad, o también sucede cuando ven sufrir a su familiar a causa
del estigma.

El auto estigma Es cuando el familiar se siente culpable de la


enfermedad.

(Muñoz, Pérez, Crespo, Guillen)

Es difícil para el enfermo superar la enfermedad porque no solo tiene


que luchar con el estigma de las personas también con el auto estigma,
es más difícil luchar con los pensamientos de uno mismo, el auto
estigma es ocasionado cuando la persona enferma escucha
constantemente que no es normal o es diferente a los demás por tener
una enfermedad mental, estas palabras hacen que el enfermo crea
estas palabras y comience a sentirse menos, débil, diferente, anormal, y
muchas veces esto ocasiona que la persona enferma se comience
alejar de la sociedad.

La enfermedad no solo afecta al enfermo también afecta a las


personas que rodean al enfermo como sus familiares y amigos, es
difícil superar la enfermedad para la persona que lo padece pero
también es difícil para los familiares que tienen que estar cuidando del
enfermo, y tiene que darse tiempo para las terapias o tratamiento,
también los familiares llegan hacer víctimas del estigma porque son
generalizados haciendo pensar que los familiares también tienen
alguna enfermedad y que son peligroso.

Trastornos de adaptación

Son estados de malestar subjetivo acompañados de alteraciones


emocionales que, interfieren con la actividad social y que aparecen en
el período de adaptación a un acontecimiento vital estresante,
afectando al individuo y a la comunidad, tal como sucede con la
pandemia del coronavirus. Las manifestaciones clínicas incluyen:
ánimo depresivo, preocupación; sentimiento de incapacidad para
afrontar los problemas, de planificar el futuro o de poder continuar en la
situación presente; y, deterioro de la rutina diaria. El cuadro suele
comenzar en el mes posterior a la presentación del acontecimiento
estresante y la dura meses.

Trastornos de ansiedad

La ansiedad es una emoción que puede aparecer como una reacción


ante un estímulo específico. El paciente manifiesta aumento de la
frecuencia cardiaca y la sudoración, también sensaciones de mareo,
leve desorientación, sensación de opresión en el pecho, zumbidos al
oído, pensamientos sobre peligros o catástrofes inminentes, la muerte
o “perder la razón”. Es una de las reacciones más comunes en
situaciones como la pandemia del COVID-19, y es importante
considerar que en algunos casos puede sobrepasar su función
adaptativa y constituir un factor que ocasiona malestar subjetivo.

La ansiedad puede presentarse de manera continua o de manera


episódica. Es frecuente que tenga comorbilidad con otros problemas
de salud mental, En el curso crónico, se suelen agregar síntomas
depresivos y trastornos por consumo de sustancias. Los individuos con
trastornos de ansiedad pueden pasar mucho tiempo sin buscar ayuda,
por miedo a que sean al rechazados, la marca hacia los problemas de
salud mental, o la negación/normalización de la molestia que presentan
para mantener la funcionalidad, situación que en muchos casos puede
conducir a malas conductas como el consumo de alcohol y otras
sustancias

Trastornos de depresión

La persona manifiesta tristeza con desgaste de la capacidad de


interesarse y deleitarse de la vida, rebaja de su vitalidad que lleva a
reducción del nivel de actividad y fácil agotamiento, incluso tras un
esfuerzo mínimo. Esto conduce a tener problemas para continuar
desarrollando sus actividades personales, laborales y sociales.

Durante un episodio depresivo grave, el paciente podría presentar una


considerable inhibición psicomotora, angustia y agitación evidente.
Existe pérdida de la autoestima, sentimientos de torpeza o de culpa y el
intento de suicidio, sumado con síntomas somáticos. Existen casos
más graves de depresión que pueden incluir síntomas psicóticos, con
ideas delirantes, alucinaciones o estupor depresivo. Las ideas
delirantes suelen incluir temas de pecado, de ruina o de catástrofes y
concebir responsabilidad. Las alucinaciones auditivas suelen ser en
forma de voces difamatorias o acusatorias; y las olfatorias de olores a
podrido o descomposición. El estupor aparece cuando progresa la
inhibición psicomotriz grave

Salud mental y pandemia de Covid-19

Los países con recursos financieros escasos han priorizado medidas


de control de la transmisión y manejo de las formas graves de la
enfermedad. Sin embargo, la pandemia puede afectar seriamente la
situación económica, social y de promoción de la salud a largo plazo.
Los pacientes psiquiátricos y las poblaciones vulnerables necesitan
atención de salud mental calificada debido al riesgo de agravar la
enfermedad de base y la aparición de comorbilidades psiquiátricas,
como el TEPT, la ansiedad y depresión severas, los trastornos del
sueño y el suicidio.

Además, enfermedades como la esquizofrenia y el trastorno afectivo


bipolar tienen deficiencias cognitivas y menor escolaridad, lo que
imposibilita el cumplimiento de las medidas preventivas básicas, como
la higiene. La dificultad en acompañar e interpretar informaciones
obtenidas en los medios puede aún agravar cuadros psiquiátricos
preexistentes y dificultar la adhesión al tratamiento, especialmente
entre los agudamente enfermos.

El uso de tabaco puede ser también factor de riesgo para el


surgimiento de formas graves de covid-19 en esta población. Se estima
que alrededor del 64% de los esquizofrénicos y el 44% de los afectados
por trastorno afectivo bipolar fuman. El tabaquismo aumenta el riesgo
al aumentar la exposición a los fómites, y también se cree que los
fumadores tienen mayor expresión de la enzima convertidora de
angiotensina tipo 2 en el epitelio bronquial, lo que puede estar
relacionado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad
Acogiendo la salud mental en tiempos de pandemia

Experiencias previas evidenciaron que durante períodos pandémicos


profesionales de salud están más susceptibles a desarrollar trastorno
de estrés agudo, TEPT y uso de sustancias. En la actual pandemia, se
ha verificado un aumento en la incidencia de síntomas de trastornos
mentales en esta población, siendo los depresivos los más frecuentes,
seguidos de los síntomas de ansiedad, insomnio y angustia. Los más
afectados entre los profesionales de salud son mujeres, médicos y
enfermeros, principalmente los que actúan directamente en el combate
a la covid-19. Con respecto a las medidas para prevenir las
enfermedades mentales, la terapia cognitivo-conductual tiene un efecto
positivo sobre el sueño, la fatiga, la depresión y el compromiso en el
trabajo. También se ha demostrado que otras medidas son eficaces,
como las técnicas que utilizan la atención plena, la intervención breve
centrada en el estrés y el entrenamiento en resiliencia 

El plan de acción de acogida de profesionales, creado con carácter de


emergencia, ofreció una escucha calificada a los profesionales del
hospital universitario retratado en este estudio. Los interesados
solicitaban asistencia a través de un enlace disponible en las redes
sociales oficiales, llenaban un formulario con datos sociodemográficos
y una escala estandarizada de evaluación del estrés, y eran atendidos
de forma remota en 48 horas, recibiendo los primeros cuidados
psicológicos (PCP). El equipo multiprofesional realizaba la selección y
orientaba al paciente a partir de la evaluación de los eventos
traumáticos y estresores asociados, según un algoritmo estandarizado

Los PCP tienen como principal finalidad reducir el estrés inicial


causado por los eventos potencialmente traumáticos e insertar al
sujeto en estrategias de enfrentamiento en corto y largo plazo. Es
importante destacar que los PCP se pueden proporcionar por cualquier
profesional, pero especialmente por aquellos capacitados y entrenados
en salud mental. Tales intervenciones deben responder a las
necesidades inmediatas de aquellos que quieren compartir sus
experiencias y no deben ser consideradas tratamiento
psicoterapéutico, tampoco tener como objetivo el procesamiento
emocional

Durante el triaje, todos los profesionales eran acogidos y recibían los


PCP. Cuando se identificaron eventos traumáticos y estresantes
psicosociales (asociados o no a síntomas del estado de ánimo), se
llevó a cabo la investigación activa acerca de presencia y duración de
síntomas de intrusión, comportamientos evasivos relacionados al
evento, alteraciones cognitivas, síntomas del humor y alteraciones
funcionales y del ciclo sueño-vigilia. Cuando se identificaron síntomas
del estado de ánimo en ausencia de un evento traumático, el
profesional fue dirigido a la atención de acuerdo con la gravedad. El
uso de sustancias psicoactivas, el riesgo de suicidio o las condiciones
clínicas asociadas se investigaron activamente.

Desinformación de los medios de comunicación acerca de las


enfermedades mentales

Una de las principales causas que se ha evidenciado acerca de la


desinformación en relación de la salud mental y
enfermedades/trastornos mentales, fueron los medios de
comunicación, si bien antes fue aún más intenso y marcado los
prejuicios hacia las personas que lo padecen, aún no se ve un cambio
realmente necesario para dejar de tener este prejuicio con el hecho de ir
a un psicólogo y buscar ayuda.
Tomando en cuenta que la televisión y redes sociales se han vuelto una
importante fuente información para las nuevas y antiguas generaciones
es que creemos que es un pilar en la formación de concepciones que
las personas tienen respecto al tema planteado, cómo se explica en el
libro Mass media, "monsters' and mental health clients: The need for
increased lobbying:

“Ya se ha señalado que frecuentemente se subraya la responsabilidad de los


medios de comunicación, al menos parcial, en la perpetuación de los
estereotipos, prejuicios y conductas de discriminación hacia las personas
con enfermedad mental, como consecuencia de la representación imprecisa
que hacen de la enfermedad mental.” (Cutcliffe y Hannigan, 2001, pág. 69)

Como ya nos plantea este estudio los prejuicios que la sociedad posee
son una consecuencia parcial, no total, de la mala información
manejada por los medios y su difusión son una causa principal de tener
este tipo de pensamientos. Si bien la intención no es estigmatizar a las
personas con este diagnóstico, estos han distorsionado los trastornos
y padecimientos como algo negativo (aclarando que no estamos
generalizando sino tomando en cuenta la mayoría de shows y
programas que lo emiten).
El papel que juegan los medios de comunicación en la estigmatización
del panorama de Salud Mental es crucial ya que un montón de
personas usan de referencia a los medios de comunicación porque en
esta era digital no es muy común ver personas ir a una biblioteca e
informarse a través de algunos medios que no son fuentes confiables.
Como afirma Francis en su texto Mental Health and Illness in the
media:

Los medios de comunicación se consideran como un relevante


elemento de influencia en la formación de las actitudes de la
sociedad ante temas de salud mental y la impresión más habitual
es que la forma en la que los medios abordan y describen la
enfermedad mental es predominantemente negativa e
inadecuada. Francis (2001, pág. 21).

En general el concepto que se tiene de enfermedad mental está


relacionada a la violencia o algún aspecto negativo cuando no es así y
es el hecho de que la gente está mal informada o cerrada a saber
acerca de la Salud Mental porque está considerado de gente “loca”, si
bien no vamos a negar que muchas veces hemos pensado de esa
forma en algún momento de nuestra vida, se cree que ya es momento
de estar bien informado y saber que acudir a un psicólogo cuando no
estás bien, te sientes estresado o simplemente estás cansado
mentalmente NO está mal ya que la OMS define a la salud como: “La
salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
En los últimos años se ha tomado más interés a la investigación de
este tópico, pero en nuestro país es algo no tan común y aún sigue
siendo un tabú hablar de estos temas y lo que nos interesa es quitar
este impedimento para que tanto jóvenes y adultos sean conscientes
que es un problema real y no algo por lo que llamar la atención.
Actualmente se ha tomado en cuenta mucho resaltar el tema de la
salud mental en consecuencia a la situación actual mundial como lo es
la pandemia por el hecho de haber perdido personas o el encierro que
se vivió, es muy fundamental que los medios de comunicación sean
aquellos quienes nos den una información clara, precisa y fuera de
prejuicios credos a lo largo del tiempo.
Cabe destacar que no estamos atribuyendo total culpabilidad a la
transmisión de información por parte de los medios de comunicación,
sino damos énfasis a la responsabilidad que debe ser tomada en
cuenta al hablar de estos temas y sobre todo la correcta información
que se debe dar a la población sin importar la edad ya que los jóvenes
son los que adquieren conocimientos y los adultos ya tienen
concepciones erróneas formadas a través de la mala información que
recibieron anteriormente, y a través de ella es que se crearon prejuicios
o estereotipos que son reflejados en su actitud reacia hacia hablar
acerca de la salud mental o trastornos mentales. Tal y como han
afirmado los siguientes autores:

Parece, por tanto, que la representación de la enfermedad mental que


muestran los medios es bastante negativa, si bien estos estudios no
permiten establecer la presencia de una conexión entre esa visión
negativa y los estereotipos, prejuicios y conductas de discriminación
de la población. (Muñoz, Pérez, Crespo, Guillen, 2009, pág. 86)

Como ya se mencionó anteriormente y teniendo como base un estudio


realizado por profesionales de Madrid, nos da a entender que la
representación de este sector de la población no es del todo positiva y
que esta mala representación solo refuerza los estereotipos de
violencia que las personas tienen hacia las personas con un
diagnóstico de trastorno o mental.
Y es por esa razón que nuestro proyecto busca terminar con este
estigma y ayudar a informar a las personas y población en general en
relación de la salud mental y su cuidado.

Impacto psicológico de la pandemia en Bolivia

La pandemia del COVID – 19 ha traído consecuencias psicológicas en


la salud de la población del país que deben ser remarcadas y dar
prioridad porque ha cambiado la forma en la solíamos vivir y la
perspectiva de la vida a la que teníamos, hemos tenido que cambiar
nuestros hábitos y acoplarnos a un confinamiento y por sobre todo a la
pérdida de seres queridos sin importar el estrato social este virus no
tuvo piedad. Debido a estos puntos muy importantes es que vimos
necesarios hablar de las consecuencias e impacto que trajo consigo el
COVID – 19 en el ámbito de salud mental, tomando en cuenta las
palabras de la coordinadora del Instituto de Investigaciones de Ciencias
del Comportamiento (IICC) de la Universidad Católica Boliviana (UCB)
Marcela Losantos nos da a entender que la pandemia ya tuvo una
consecuencia psicológica en la población hasta mediados del 2020 y
tomando en cuenta que los decesos aumentaron este año la depresión
será un punto importante a tratar e informar para afrontarlo.

“Este estado de situación que muestra el COVID-19, acerca a los seres


humanos a sentimientos de pérdida, soledad y muerte, de acuerdo a la
percepción del riesgo de gravedad de la enfermedad. Hay numerosos
estudios que han evaluado los niveles de gravedad de la pandemia a
partir de cómo percibe la población el riesgo a contagio, no solamente
por la cantidad de muertos que ha generado el COVID-19 sino por el
consumo de noticias y en diferentes ciclos evolutivos.” (Saletti ,2010;
Puerta-Cortés, 2020; Ceberio, 2021; Mora-Rodríguez, A., & Melero-López,
I. 2021; Bolaños, 2021)

La ansiedad generada por el miedo al contagio, la depresión por las


pérdidas que tuvimos y la mala información acerca de la prevención y
cuidado de la salud mental dada por medios de comunicación masivos
nos ha puesto en contexto acerca de la debida información que vamos
a transmitir, sabemos que debemos tratar este tema con cuidado.
Toda esta situación ha creado un diagnóstico de que las personas
menores a 25 años son más propensas a contraer ansiedad, estrés y
depresión por la situación vivida, y el confinamiento al que fuimos
obligados para mantener nuestra salud intacta es un punto importante
a ser tomado en cuenta.
Según la psiquiatra Silvia Pamela Calle ella nos apunta a afrontar y
aceptar esta situación de la siguiente manera: “De nada nos va a servir
querer que las cosas fueran como lo eran antes”, con sus palabras nos
hace entender que en vano vamos a querer retroceder el tiempo y solo
nos queda lidiar con esta situación y qué mejor forma de afrontarlo que
estando muy bien informado y saber los métodos y formas correctas
de mantener una buena salud mental y en caso de tener uno de estos
diagnósticos saber detectar a tiempo para poder tratarlo y evitar
complicaciones

Cómo podemos promocionar la importancia de la salud mental

La promoción de la salud mental también involucra acciones que


apoyan a los seres humanos a adoptar y mantener estilos de vida
saludables. Es importante informar a las personas que los factores
externos afectan directamente a la salud mental sea para bien o para
su deterioro. Por eso es importante incentivar a las personas dentro de
sus posibilidades a tener un estilo de vida más saludable y que impacte
beneficiosamente a su estabilidad mental. Realizar algún deporte y
mantener una dieta saludable influyen directamente en el estado del
ánimo y en reducir los niveles de estrés. Comer saludable y hacer
ejercicio favorecen el cuidado integral de nuestro cuerpo. En Bolivia es
necesario que las personas sean más conscientes de sus dietas. La
mayoría de la comida nacional no aporta la cantidad necesaria de
nutrientes a pesar de consumir una porción de grandes cantidades
estas no aportan mucho en vitaminas y minerales que ayudan a regular
el organismo. En la ciudad se prioriza el tiempo por lo cual muchas
veces la gente recurre a lo que está al alcance y en general las opciones
que están al alcance no son saludables. El deporte está sujeto al ritmo
acelerado de vida de las personas, en el caso paceño aún no existe la
noción de la importancia de realizar algún deporte, y a pesar de que se
volvió un fenómeno global, la salud física, en Países como Bolivia se
hace muy complicado e ineficiente darle un lugar al ejercicio. Y si
sumamos a la situación de la pandemia es aún más complicado, e
imposibilita darle el tiempo y espacio necesario a la dieta y al deporte.

Como la modificación de hábitos ayuda a la salud mental

Muchos programas relacionados a la promoción de la salud mental han


incluido propuestas que promueven a que las personas aprendan a
manejar y autorregular sus estados emocionales negativos como la
ansiedad, el estrés o la tensión. Pero pocos se dedican a promocionar
de la misma manera la importancia de potenciar los estados
emocionales positivos a pesar de que estos influyan directamente en la
calidad de vida y bienestar.
Las emociones al ser reacciones subjetivas ante eventos impactantes
nos muestran la relación importante que existe entre la persona y el
suceso impactante, un mismo suceso puede afectar las reacciones
emocionalmente de distintas maneras a través del tiempo o en
distintos contextos. Esta es la razón por la cual debemos intentar
generar emociones positivas para rescatar la relación del sujeto con
algún suceso en específico, a decir:

“La Experiencia de emociones positivas amplían los repertorios


de pensamiento y de acción, lo cual favorece la construcción de
recursos personales (cognitivos, físicos, psicológicos y sociales)
para afrontar situaciones difíciles o problemáticas.“ Greco,
Carolina. (2010, p. 62).

Ser capaces de reforzar estas emociones no solo ayuda a tener una


mejor capacidad de relacionarse con su entorno, ver soluciones a los
problemas, sino también, a que las personas sean resilientes y logren
tener más estabilidad mental. En La paz debido al clima y al estrés, la
vida acelerada de la ciudad es más complicado que las personas
conscientemente intenten tratar este aspecto de las emociones o
reacciones, muchas de las personas viven en automático y sus
reacciones o emociones se las atribuyen más a su contexto, que
centrarse en la habilidad de desarrollar emociones positivas que les
sirve de motivación e impulso para poder afrontar cualquier tipo de
situación. Es por eso que la información debe ser socializada de tal
forma que todas las personas tengan acceso a saber cómo cuidar su
salud mental y la importancia del tiempo en que invierten en ello, ya que
esto les permitirá ser más eficientes y al mismo tiempo promover su
bienestar individual.

El desarrollo de emociones positivas nos permite tener una perspectiva


mucho más amplia y abierta de pensamiento. Nos ayudan a potenciar
nuestra capacidades intelectuales y cognitivas integralmente. También
nos motivan a tener conductas que buscan el aprendizaje.

«Por ejemplo, el optimismo y la esperanza ayudarían a mantener


esfuerzos perseverantes frente a los fracasos escolares; la
capacidad de disfrutar de las actividades en el contexto escolar
incrementa el gusto por la participación y el sentido de pertenencia
al grupo; la facilidad para serenarse y el disfrute de esta facultad
pre dispondría a la aparición de conductas más eficientes y menos
disruptivas dentro del aula; por último el desarrollo de la
satisfacción personal por los logros académicos podría tener un

invalorable impacto sobre las competencias escolares futuras»


(Oros, 2008b, p. 233).

Estas emociones también nos ayudan a reevaluar positivamente todo


lo que nos rodea. Nos ayuda a ver los problemas desde una perspectiva
más positiva, las dificultades se vuelven en retos en lugar de verlas con
fatalidad determinante que amenazan al bienestar imposibilita su
solución.
Por último, tener emociones positivas nos ayuda a sobrepasar la
adversidad, en vez de generar una sensación de estancamiento e
improductividad.

“...el optimismo, la tranquilidad, el interés y la satisfacción, empleaba


estrategias de afrontamiento más funcionales, y mostraba menos
intentos improductivos para manejar la tensión. La serenidad podría
considerarse una de las emociones más relacionadas al afrontamiento
exitoso del estrés.” (Carolina, 2010, p. 34)

La manera más sencilla de incentivar las emociones positivas en


nuestro contexto es hacer uso de las redes sociales y promocionar
estas emociones haciendo uso de recursos audiovisuales o visuales,
como una campaña para el bienestar de la salud mental para los
paceños. Las emociones positivas resaltadas serán: la alegría,
esperanza, serenidad, gratitud, interés, orgullo, diversión, inspiración,
amor y admiración,

Hábitos para fortalecer la salud mental

Como mencionamos anteriormente la pandemia abrió los ojos de las


personas de que es indispensable cuidar su salud mental para poder
seguir adelante y afrontar de la manera más positiva esta situación que
vivimos. Sabemos cómo el cambio de actitudes frente a la adversidad
ayuda al bienestar de las personas. Pero también, queremos resaltar la
importancia de la salud mental y guiar a las personas para mejorar sus
hábitos y por consiguiente mejorar la salud mental. Es comprensible
que muchas de las personas que viven en La paz no logren tener
acceso a un psicólogo, por otra parte, existe mucha gente que no está
dispuesta a buscar ayuda porque juzgan de manera errónea el hecho de
acudir a la ayuda psicológica y tenemos a personas que están
interesadas en cuidar su salud mental pero no saben cómo manejar la
situación cotidianamente. Los autores Aparicio del Castillo y Pando
proponen la siguiente lista de hábitos:

“En lo posible, continuar con las rutinas habituales


• Mantenerse ocupado y concentrarse en las actividades diarias.
• Distribuir el tiempo para comer, hacer ejercicio y descansar.
• Evitar drogas psicoactivas y alcohol.
• Mantenerse en contacto con familia y amigos.
• No saturarse de información sobre la pandemia.
• Prestar atención a la información sobre cómo permanecer saludable y seguro.
• Tratar de hablar con alguien sobre sus sentimientos, si se tiene miedo o si se está
preocupado.” (Aparicio del Castillo, R., Pando Velasco, M. F. (2020)

A parte de estos hábitos debemos considerar hacer cosas que ayuden


a reducir el estrés como realizar la respiración profunda, escuchar
música, meditar, ir al aire libre y tener contacto con la naturaleza, hacer
un tiempo para nuestro cuidado personal y dormir las horas necesarias
para no saturar el sistema nervioso.
CONCLUSIONES

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