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Asignatura

Anatomía Humana

Sistema Nervioso III

Material elaborado por la Dra. Adriana Losavio


Dra. Alejandra Arganaras

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Sistemas sensoriales

Los sistemas sensoriales son los encargados de llevar información acerca


del medio interno y externo al SNC a partir de una gran diversidad de receptores
sensoriales. Estos receptores son células u órganos altamente especializados por
los cuales el sistema nervioso detecta la presencia o los cambios en las diferentes
formas de energía del medio externo o interno (mecánica, térmica, lumínica, etc) y
las convierte en energía electroquímica (potenciales de acción) por un proceso
llamado transducción sensorial.
Los receptores sensoriales se clasifican de acuerdo al tipo de estímulo que
los activan. Así tenemos mecanorreceptores, termorreceptores, nociceptores,
quimiorreceptores y fotorreceptores (Ver Tabla 2). Los mecanorreceptores se
encuentran en la piel, músculos, articulaciones y órganos viscerales y son
sensibles a deformaciones mecánicas de tejidos o membranas celulares debidas a
cambios de presión, estiramiento y movimientos de pelos. En la piel,
aparentemente el tacto fino es detectado por receptores localizados
superficialmente, tales como los corpúsculos de Meissner y los discos de Merkel y
los plexos nerviosos que rodean los folículos pilosos. El tacto grosero y la presión
son detectados por receptores más profundos como los corpúsculos de Krause,
Ruffini y Pacini. Los cambios en la longitud y tensión del músculo son detectados
por receptores de estiramiento del huso neuromuscular (ver arco reflejo), mientras
que los cambios de longitud y tensión de los tendones son detectados por los
órganos de Golgi. En las articulaciones receptores especializados detectan
cambios en el desplazamiento y posición en el espacio de las articulaciones y
miembros (receptores cinestésicos).
Las células pilosas (células con una cilia modificada) son mecarreceptores
que se ubican en el oído interno, coclea y aparato vestibular, que responden a
ondas mecánicas generadas por sonidos o movimientos de la cabeza
respectivamente.
Las paredes de muchas órganos contienen receptores de estiramiento que
detectan distensión, siendo los barorreceptores aorticos y carotídeos, sensibles a
cambios en sus pareces por alteraciones de la presión arterial, ejemplos bien
conocidos.
Los termorreceptores son activados por cambios en la temperatura y
probablemente son terminaciones libres en la piel. Ciertas neuronas del
hipotálamo también son sensibles a cambios de la temperatura sanguínea.
Los nociceptores son activados por estímulos extremos de presión,
temperatura o químicos nocivos causando dolor. También serían terminaciones
nerviosas libres.
Los quimirreceptores detectan varios tipos de estímulos químicos
(receptores del gusto, olfato). Otros tipos de quimiorreceptores internos son
sensibles a cambios de oxígeno, dióxido de carbono, pH, sodio (osmorreceptores
hipotálamicos), glucosa (glucorreceptores hipotalámicos).
En al retina se encuentran los fotorreceptores que detectan energía
lumínica. Están representados por los conos (visión diurna y de los colores) y los
bastones (visión nocturna).
Cualquiera sea el estímulo, al interactuar con el receptor, produce una
alteración en sus propiedades que inducen cambios en el potencial de membrana,
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lo que generará un potencial receptor o potencial generador. Si este potencial
es lo suficientemente grande evocará en el primer nodo de Ranvier del axón
aferente un potencial de acción que será conducido al SNC.
Otra característica de los receptores sensoriales es la adaptabilidad, que es
el fenómeno por el cual los receptores disminuyen o paran la producción de
impulsos aún cuando el estímulo persiste. Algunos receptores se adaptan
rápidamente (receptores para el tacto fino y presión), mientras que otros lo hacen
muy lentamente (receptores del dolor).

Vías somatosensitivas

Existen dos vías para la transmisión de la información somatosensitiva


consciente al SNC: el sistema de la columna dorsal y el anterolateral o
espinotalámico
El sistema de la columna dorsal (Goll y Burdach) es el que lleva la
información del tacto fino, la discriminación entre dos puntos, la presión, la
vibración y la propiocepción (ubicación de los distintos segmentos corporales en
el espacio). Las neuronas de primer orden tienen sus cuerpos neuronales en los
ganglios de la raíz dorsal de la médula (ganglios raquídeos o espinales) o en los
ganglios de los nervios craneales (trigémino) y sus prolongaciones periféricas
traen los impulsos generados en los receptores sensoriales. Sus axones centrales
ascienden homolateralmente por las columnas posteriores de la médula, hasta
llegar al bulbo donde hacen sinapsis con las neuronas de segundo orden que
están en los núcleos de Goll y Burdach. Los axones de las neuronas de segundo
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orden se cruzan en la línea media y ascienden por el tronco encefálico formando
el lemnisco medio hasta llegar al tálamo contralateral, donde hacen sinapsis con
las neuronas de tercer orden. Sus axones atraviesan la capsula interna y se
dirigen a la corteza somatosensitiva primaria (áreas 3,2,1 de Brodmann) donde
hacen sinapsis con las neuronas de cuarto orden. La corteza somatosensitiva
tiene una representación somatotópica o “mapa” del cuerpo llamado homúnculo
somatosensorial. Las áreas del cuerpo que tienen mayor representación son las
manos, dedos y cara, las cuales están densamente inervados por los nervios
somatosensoriales y poseen mayor sensibilidad. El homúnculo sensitivo ilustra el
lugar donde se codifica la información somatosensitiva.

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Las vías espinotalámica anterior y espinotalámica lateral transmiten
información sensitiva referida al tacto grosero o burdo y sensibilidad
termoalgésica, respectivamente. Las neuronas de primer orden también tienen
sus cuerpos neuronales en los ganglios de la raíz dorsal de la médula y traen la
información a partir de los termorreceptores y nociceptores de la piel. Sus
prolongaciones centrales entran a la médula espinal y en el asta dorsal hacen
sinapsis con las neuronas de segundo orden, cuyos axones se cruzan en la línea
media y ascienden por la columna anterolateral de la médula (dolor y temperatura
división lateral, tacto grueso división anterior), atraviesan el tronco encefálico hasta
llegar al tálamo contralateral. Allí hacen sinapsis con las neuronas de tercer orden,
las cuales ascienden por capsula interna hacia la corteza somatosensitiva primaria
para contactarse con las neuronas de cuarto orden.
Además de las vías somatosensoriales conscientes hay otras vías
sensoriales inconscientes que desde los receptores ubicados en los husos
musculares y los órganos tendinoso de Golgi llevan información sobre el grado de
estiramiento y tensión de los músculos hacia el cerebelo (vías espinocerebelosas).

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Sistemas motores

Los sistemas motores son los encargados de conducir impulsos nerviosos


desde el SNC hacia los efectores somáticos (músculos esqueléticos) a través de
vías motoras voluntarias e involuntarias, con el propósito de controlar la postura y
el movimiento. Tanto la postura como el movimiento dependen de una
combinación de reflejos involuntarios coordinados por la médula espinal (Ver arco
reflejo) y acciones voluntarias controladas por centros encefálicos. Los músculos
esqueléticos que participan en estas acciones están inervados por las 
motoneuronas ubicadas en el asta anterior de la médula (motoneuronas
inferiores).
Los movimientos voluntarios están dirigidos por la corteza motora, a través
de vías descendentes. La motivación e ideas necesarias para producir estas
actividades motoras voluntarias son primero organizadas en múltiples áreas
asociativas de la corteza cerebral y luego son transmitidas a las áreas premotoras
(área 6 de Brodmann) y motora suplementaria, para el desarrollo de un plan
motor. Este plan identificará los músculos específicos que necesitan contraerse y
en que medida y secuencia necesitan hacerlo. El plan es luego transmitido a las
motoneuronas superiores en la corteza motora primaria (área 4 de Brodmann), las
que enviarán vías descendentes hacia el tronco encefálico y médula espinal donde
las motoneuronas inferiores serán activadas para producir la contracción de los
músculos apropiados. La corteza motora primaria también tiene una organización
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somatotópica formando el homúnculo motor, cuyas mayores representaciones
son para los músculos de los dedos de las manos, los músculos de la cara y la
vocalización. Los estadios de planeamiento y ejecución están también
influenciados por los ganglios basales (ajuste e iniciación de los planes motores) y
cerebelo (mejora la precisión de los movimientos al comparar las órdenes
descendentes con la información proveniente de los músculos efectores)

Las vías motoras descendentes pueden dividirse en vías piramidales y


extrapiramidales. Las vías piramidales son aquellas cuyas fibras se reúnen para
formar las pirámides bulbares y son las encargadas del control de los movimientos
voluntarios. Como sus axones se originan en los cuerpos de las neuronas de
primer orden localizadas en la corteza cerebral, también se llaman vías
corticoespinales. Sus fibras descienden por la cápsula interna, atraviesan la
parte anterior de mesencéfalo, protuberancia y al llegar a la parte inferior de bulbo,
el 80% de las mismas se cruzan al lado contralateral (decusación de las
pirámides) e ingresan al cordón lateral de la médula (haz corticoespinal cruzado o
lateral) para hacer sinapsis, en los distintos segmentos medulares, con las 
motoneuronas ubicadas en las astas anteriores de la médula (neuronas de
segundo orden). Muchas veces lo hacen a través de neuronas intercalares
medulares. El 20% restante bajan por el cordón anterior de la médula sin cruzarse
(haz corticoespinal directo o anterior), pero al llegar al nivel medular
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correspondiente se cruzan para ingresar al asta anterior contralateral y hacer
sinapsis con las motoneuronas. La estimulación de las motoneuronas del asta
anterior por los impulsos de la vía conticoespinal, da por resultado la contracción
de grupos musculares individuales.
Las fibras que influyen en motoneuronas que inervan los músculos de la
cabeza (por ej. músculos extraoculares, músculos de la lengua y músculos
faciales) discurren por las vías corticonucleares hasta los núcleos de los nervios
craneales correspondientes. Esta vías también son cruzadas.

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Las vías extrapiramidales son mucho más complejas y controlan la
actividad de las  motoneuronas de la médula espinal y por lo tanto la tensión
muscular, el reflejo de estiramiento y las actividades propioceptivas y cinestésicas.
Se originan en distintas estructuras del tronco encefálico:
 El tracto rubroespinal se origina en el núcleo rojo y se proyecta a las
motoneuronas por el cordón lateral de la médula. Producen activación
de los músculos flexores e inhibición de los extensores.
 Los tractos retículoespinales pontinos y bulbares se originan en núcleos
pontinos y en la formación reticular del bulbo. Producen activación e
inhibición de los músculos extensores y en menor medida de los
músculos flexores, respectivamente.
 El tracto vestíbuloespinal lateral se origina en el núcleo vestibular
superior y se proyecta a motoneuronas homolaterales en la médula
espinal. Produce activación de los músculos extensores e inhibición de
los flexores.
 El tracto tectoespinal se origina en los tubérculos cuadrigéminos
superiores y se proyecta a la médula espinal cervical. Está involucrado
en el control de los músculos del cuello.
La conducción por las vías extrapiramidales desempeña una parte básica
en la producción de grandes movimientos automáticos y en nuestras expresiones
emocionales. Por ejemplo, la mayoría de nosotros sonreímos de manera
automática ante cosas que nos agradan y ponemos mala cara ante situaciones
que nos irritan.

Sistema nervioso periférico

Nervios raquídeos

En la médula espinal se originan 31 pares de nervios espinales: 8 pares


cervicales, 12 dorsales o torácicos, cinco lumbares, cinco sacros y uno coccígeo.
Los primeros nervios cervicales salen de la médula en el espacio por arriba de la
primera vértebra cervical. Los demás nervios cervicales y dorsales salen del
conducto raquídeo horizontalmente por los agujeros de conjunción de las
vértebras respectivas. Los nervios lumbares, sacros y coccígeos deben descender
desde el sitio de origen hasta los agujeros de conjunción de las vértebras
correspondientes por los cuales salen. Esto se debe a que la médula espinal
termina entre la primera y segunda vértebra lumbar, dando al extremo inferior de
la médula, con los nervios raquídeos que de ella salen, el aspecto de cola de
caballo.

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Los nervios raquídeos no salen directamente de la médula sino que lo
hacen a través de las raíces anteriores y posteriores, cuyas fibras se unen a nivel
del agujero de conjunción por donde salen (ver médula espinal). Por lo tanto los
nervios raquídeos son nervios mixtos, ya que llevan información sensitiva, que
llega a la médula por las raíces posteriores, y motora que sale de la médula a
través de las raíces anteriores hacia los músculos esqueléticos, los efectores
somáticos. Después que cada nervio espinal sale de la cavidad raquídea y luego
de un corto recorrido, se divide en una rama anterior y otra posterior. Las
anteriores son más gruesas y salvo la de los nervios torácicos, se subdividen y
proporcionan las fibras que se dirigen a los músculos y piel de las extremidades y
superficies anteriores y laterales. Las subdivisiones de estas ramas formas redes
complejas o plexos (por ej. plexo braquial) que luego dan origen a nervios de
menor calibre que se dirigen hacia las extremidades. Las ramas posteriores se
subdividen en nervios más pequeños que se dirigen hacia los músculos y piel de
la superficie posterior de cabeza, cuello y tronco.

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Nervios craneales

En el tronco del encéfalo se origina los 12 pares de nervios craneales.


Después de dejar la cavidad a través de pequeños orificios, se extienden hacia los
órganos periféricos. Se identifican a través de distintos nombres, que sugieren
distribución o función, o números que indican el orden en el que salen desde el
tronco encefálico. Algunos pares, como los nervios neumogástricos, están
constituidos por fibras sensitivas y motoras y otros por fibras exclusivamente
aferentes o eferentes. Los cuerpos celulares de las fibras eferentes se encuentran
en los diversos núcleos del tallo encefálico, mientras que los cuerpos celulares de
las fibras aferentes se encuentran, con pocas excepciones, en ganglios ubicados
fuera del neuroeje (por ej. el ganglio de Gasser del nervio trigémino que trae la
sensibilidad de la cara). Las funciones principales de los nervios craneales se
resumen en la Tabla 3.

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Nervios de los pares craneales y órganos que inervan

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A

Edinger-Westphal
nucleus (N. III)

Oculomotor
nucleus (N. III)

Trochlear
nucleus (N. IV)

Trigeminal motor
nucleus (N. V)

Abducens
nucleus (N. VI)

Facial motor
nucleus (N. VII)

Salivatory Superior (N. VII)


nucleus Inferior (N. IX)

Nucleus ambiguus (N. IX, X)

Hypoglossal nucleus (N. XII)

Dorsal motor nucleus


of vagus (N. X)

Accessory nucleus (N. XI)

Núcleos de los Nervios Craneales (vista dorsal del tallo cerebral)

Tabla 3: Pares craneales

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Sistema Nervioso Autónomo (SNA)

El sistema nervioso motor tiene dos componentes: el somático y el


autonómico, que se diferencian por el tipo de órgano efector que inervan. El
sistema nervioso somático es el sistema voluntario cuyos órganos efectores son
los músculos esqueléticos (Ver médula espinal, nervios raquídeos y pares
craneales). En cambio, el SNA (visceral) es un sistema involuntario en el cual
sus órganos efectores son el músculo cardíaco, el músculo liso y el epitelio
glandular.
Aunque el SNA consiste en neuronas motoras, en la función
neurovegetativa participan también neuronas sensitivas. El SNA funciona sobre el
principio del arco reflejo, donde cualquier neurona sensitiva puede funcionar como
parte aferente en arco reflejos autonómicos como somáticos. Por ejemplo, la
estimulación de los receptores del frío en la piel puede inducir un reflejo somático
(escalofríos) y un reflejo autonómico (vasoconstricción cutánea). Cabe aclarar que
las neuronas motoras, si bien participan en los dos tipos de arcos, no lo hacen
indistintamente sino que existen neuronas para cada sistema.
El SNA tiene dos divisiones anatómicas y fisiológicas: el sistema nervioso
simpático (SNS) y el sistema nervioso parasimpático (SNPS). Ambas
divisiones consisten en dos neuronas: una neurona preganglionar y una
neurona postganglionar. El cuerpo celular de la neurona preganglionar
reside en el sistema nervioso central (SNC); para el SNS en el asta
intermedio lateral de la médula desde el segmento dorsal 1 a lumbar 3
(división toracolumbar) y para el SNPS en los núcleos de los pares craneales
III, VII, IX y X y en el asta intermedio lateral de la médula de los segmentos
sacros 2 a 4 (división craneosacro). Los axones de estas neuronas
preganglionares hacen sinapsis con los cuerpos celulares de las neuronas
postganglionares en uno de varios ganglios autonómicos situados fuera del
SNC. Los axones de las neuronas postganglionares van hacia la periferia donde
ellos hacen sinapsis con los órganos efectores tales como corazón, bronquiolos,
músculo vascular liso, tracto gastrointestinal, vejiga, etc.
El neurotransmisor liberado por todas las neuronas preganglionares
es acetilcolina, el cual se une a receptores colinérgicos (de acetilcolina)
nicotínicos ubicados sobre las neuronas postganglionares. Por otro lado, el
neurotransmisor liberado por las neuronas postganglionares es distinto según se
trate del SNPS o SNS. Las neuronas postganglionares del SNPS liberan
acetilcolina, pero en este caso, los receptores a los cuales se une sobre el
órgano efector son receptores colinérgicos muscarínicos. El neurotransmisor
liberado por las neuronas postganglionares del SNS es la noradrenalina, la
cual se une a receptores adrenérgicos (de adrenalina) del tipo 1, 2, 1 ó 2
según el órgano efector. Las neuronas postganglionares simpáticas que van hacia
las glándulas sudoríparas, genitales externos y vasos sanguíneos de los músculo
esqueléticos son una excepción y segregan acetilcolina.
Los ganglios simpáticos están situados a cada lado de la columna vertebral
(ganglios paravertebrales) formando dos cadenas de ganglios, desde el nivel de la
segunda vértebra cervical hasta el coxis donde las dos cadenas se unen. Además
hay otros ganglios que se ubican en la cavidad abdominal (ganglios celíaco,
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mesentérico superior, mesentérico inferior) que son llamados ganglios
prevertebrales o colaterales.
Los axones de las neuronas preganglionares simpáticas abandonan la médula por las
raíces anteriores de los nervios espinales, hacen un corto trayecto por el nervio espinal y a
través de los ramos comunicantes blancos lo abandonan y llegan al ganglio de la cadena
simpática. Algunos axones hacen sinapsis con las neuronas postganglionares del ganglio,
cuyos axones se dirigen al órgano efector. Otros grupos de axones postganglionares
vuelven al nervio espinal a través del ramo comunicante gris (amielínico) para dirigirse a
los vasos sanguíneos, las glándulas sudoríparas y los músculos erectores del pelo en todo
el cuerpo.
Algunos axones preganglionares al llegar al ganglio correspondiente a su nivel, envían
ramas ascendentes y descendentes por la cadena simpática y terminan en ganglios por
arriba y por abajo del sitio de origen. Por otro lado, otro grupo de axones al llegar al ganglio
de la cadena simpática siguen de largo y se dirigen a los ganglios prevertebrales o
colaterales donde hacen sinapsis con las neuronas postganglionares cuyos axones se
dirigen a los órganos efectores formando complicados plexos.
La médula suprarrenal es un ganglio especializado en el SNS; los cuerpos celulares de las
neuronas preganglionares están ubicados en la médula torácica y sus axones viajan por el
nervio esplacnico mayor hacia la médula suprarrenal, donde hacen sinapsis con células
cromafines liberando acetilcolina. Cuando estas células son activadas liberan adrenalina
(80%) y noradrenalina (20%) a la circulación general.

Los axones de las neuronas preganglionares parasimpáticas parten de los


núcleos de los pares craneales antes mencionados o por las raíces anteriores de
la médula sacra formando los nervios pélvicos. Estos axones recorren una
distancia considerable hasta hacer sinapsis con las neuronas postganglionares de
los ganglios parasimpáticos ubicados cerca de los órganos efectores o aún dentro
del espesor de la pared de los mismos.
El SNS funciona principalmente como sistema de urgencia, en condiciones
de tensión, por causas físicas o emocionales, siendo una de las primeras etapas
del mecanismo de defensa del organismo. Esto produce un grupo de reacciones
que se desencadenan al mismo tiempo denominada de “lucha o fuga” , que
incluyen aumento de la presión arterial, aumento del flujo sanguíneo a los
músculos activos, aumento de la tasa metabólica, aumento de la concentración de
glucosa sanguínea, dilatación bronquial y aumento de la actividad mental o alerta.
Aunque esta respuesta, per se, es raramente empleada, el SNS opera
continuamente para modular las funciones de muchos sistemas orgánicos como
corazón, vasos sanguíneos, tracto gastrointestinal, bronquios y glándulas
sudoríparas.
El SNPS funciona en oposición a algunos de los efectos del SNS
(frecuencia cardíaca, motilidad intestinal, diámentro bronquial, etc) y también
continuamente como control de funciones corporales en situaciones no
estresantes, actuando solo o junto al SNS, por ej. músculo ciliar para la
acomodación a la visión de objetos cercanos, secreciones nasales, bucales y
oculares, micción, defecación, función sexual, etc.
El SNA regula el funcionamiento de los efectores viscerales para que
conserven o restablezcan con rapidez la homeostasis. Los órganos que poseen
doble inervación, reciben continuamente impulsos simpáticos y parasimpáticos
que tienden a modificar su funcionamiento en forma antagónica, por ej. el corazón
recibe constantemente impulsos simpáticos que tienden a aumentar la frecuencia
cardíaca e impulsos parasimpáticos que tienden a disminuirla.

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El SNA no funciona en forma independiente del SNC, centros provenientes
del hipotálamo y tronco encefálico coordinan la regulación autonómica de las
funciones de los sistemas orgánicos. Estos centros son responsables de la
regulación de la temperatura, la ingesta de comida (saciedad), sed, micción, de la
regulación de la función cardiovascular y respiratoria. A su vez estos centros están
relacionados con señales provenientes del sistema límbico y aún de la corteza
cerebral.

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Irrigación del Sistema Nervioso Central

Se ubica en la fosa interpeduncular en la base del encéfalo. Está formado por las
anastomosis entre dos arterias carótidas internas y dos arterias vertebrales.
Las arterias comunicante anterior, cerebral anterior, comunicante posterior y
cerebral posterior contribuyen a formar el polígono. El polígono de Willis permite
que la sangre que entra por la carótida interna o vertebral se distribuya a cualquier
parte de ambos hemisferios cerebrales.

Origen y trayecto de las arterias carótida interna y vertebral en su ascenso por el cuello
hacia el cráneo

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La arteria cerebral posterior son dos: derecha e izquierda, que se originan en
la bifurcación de la arteria basilar. Suministran sangre oxigenada a la cara
posterior del lóbulo occipital del cerebro. Nace cerca de la intersección de
la arteria comunicante posterior con la arteria cerebral media y la arteria carótida
interna de la arteria comunicante posterior.

La arteria comunicante posterior son dos: derecha e izquierda que establecen


conexiones entre la arteria cerebral posterior y la arteria carótida
interna. Realmente conecta las tres arterias cerebrales del mismo lado. Es una
parte de la trifurcación terminal de la arteria carótida interna
La arteria cerebral anterior es una arteria que se origina en la arteria cerebral
interna. Las arterias cerebral anterior derecha e izquierda están conectadas por la
arteria comunicante anterior del cerebro. Irrigan la corteza cerebral y media.
La arteria comunicante anterior es una arteria del cerebro que se origina en la
porción precomunical de la arteria cerebral anterior. Conecta ambas arterias
cerebrales anteriores, derecha e izquierda.
La arteria cerebral media es un rama de la arteria carótida interna (puede
considerarse una continuación de esta) y su irrigación sanguínea se divide en dos
porciones, una porción basal y otra cefálica.

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Polígono de Willis

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